Merienda de mierda
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estoy casado y por mi cabeza no dejan de pasar ilusiones y sueños eróticos. No soy ni gay ni bisexual, soy vicioso, sólo quiero estar todo el día follando. Os voy a contar lo que me pasó una tarde.
En el trabajo estuve viendo pornografía, leyendo relatos de esta página y me empezó a calentar. Cuando llegué a mi casa, mi mujer no había llegado aún, así que me metí en la ducha.
Empecé a masturbarme y me entraron ganas de ser penetrado, así que empecé a buscar entre los botes y encontré uno que tenía la forma de un pene, era una crema reductora del mercadona. Nunca había practicado sexo anal, pero con paciencia me fui metiendo un dedo, luego dos… Pero salían manchados de mi caquita, así que recordé un video en el que un tío le quitaba la alcachofa a la ducha y se metía agua por el ano para limpiarlo, así que decidí hacerlo. Me metí el tubo un poquito, abrí el grifo y empezó a entrar el agua, estaba fría y la sensación fue extraña, la puse templada y nunca pude imaginar el placer que me podía dar, la sensación del agua entrando por mi culo a presión era muy placentera, tanto que empece a empalmarme.
Con la excitación no pensé que dentro de mi no podia entrar todo el agua que quisiera, así que empezó a dolerme la tripa y no pude aguantar, empecé a echar una mezcla de agua y caca que llené todo el plato de ducha, la sensación de expulsar el agua era aún mejor, así me hice tres penetraciones aquaticas más, todo estaba repellado de mierda, estaba como una moto, la polla durísima, así que volvía coger el bote y me lo metí, en mi ano muy dilatado, que gustazo, me tuve que arrodillar en la ducha, y no pude resistir la tentación con la excitación empecé a beber la mierda diluida en agua.
Era impresionante, penetrado, comiendo y a punto de correrme. De repente recordé que mi mujer estaba al llegar así que lo dejé todo y empecé a recoger y a limpiar. Me duché, pero no me quise terminar la paja.
Cuando llegó mi esposa yo estaba limpito, duchado y recién afeitado. Le dije que se duchara que esa noche iba a tener fiesta. Cuando salio de la ducha allí estaba yo esperándola, desnudo, con las bolas tailandesas en las manos, así que ella me dijo:
– De bolas nada de nada, chúpame el coño y a follar- dijo ella.
– Lo que tu digas, pero ya que tengo las bolas aquí quiero probarlas, para saber porqué no te gustan- le contesté yo.
Así que ella cogió las bolas me las metió, como podréis imaginar sin problemas, entraron muy bien y ella se extrañó. Así me follo mi mujer mientras el comía el coño, como no podía aguantar más le dije que me montara sin sacar las bolas y así lo hizo.
Me corrí como una bestía, lo que le hizo correrse a ella, mientras tenía el culo ensartado, al sacarme las bolas tuve una pequeña corrida muy intensa y placentera, me di cuenta que soy multiorgasmic@, jejeje.
No lo he vuelto a repetir, mi mujer siempre está en casa. Si alguien tiene sitio para que repitamos la experiencia que contacte conmigo.
Besos.
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