Mi experiencia en las cabinas gay
Joven hetero de 25 descubre nuevos placeres que dan los sitios como las cabinas.
Fui a la cabina de computadora del centro de la ciudad de Cúcuta con la intención de examinar los sistemas así como el mantenimiento básico. Cuando entré en la cabina para comenzar el trabajo, me di cuenta de que había varios hombres vestidos con ropa muy provocativa, en la cabina. Me sentí inmediatamente atraído por los provocativos movimientos y miradas que recibí de estos hombres y lentamente comenzó a sentirse cómodo alrededor de ellos. Poco a poco me fui acercando a los hombres y comencé a sentir como el ambiente se iba calentando. Los hombres me acariciaron por todo el cuerpo de una manera muy suave, empezaron a besarme y tocarme. Sus manos eran cálidas al tacto y me sentí tremendamente excitado por sus caricias. Me dedicaron un baile sensual y después pasamos a una masturbación colectiva donde todos los hombres me tocaban y me masturbaban. Estaba tan excitado que apenas sentí el contacto de sus manos y sus bocas. Durante un buen rato, tuve los ojos cerrados para disfrutar cada momento y sentir realmente el fuego que me invadía y la energía que flotaba en el aire. En ese momento, me sentí conectado con cada uno de los hombres con los que compartía mi cuerpo ese día. No pude evitar sentir una enorme satisfacción con aquella experiencia y la energía de los hombres que me rodeaban fue increíblemente placentera. Finalmente, los hombres me liberaron quedando todos exhaustos pero felices. Desde aquel día, cada vez que regreso a aquella cabina de computadoras, recuerdo aquella noche inolvidable y aprendí que la sexualidad es algo natural y no hay mal en explorar nuevas experiencias, eso me enseñó a ser más abierto e innovador con lo que siento.
Este es mi primer relato espero que les guste
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