Mi hermano lo comenzó. 2° Parte
Esta historia es como el horizonte de sucesos de un agujero negro, una vez que entras, no puedes salir,.
Después de aquel incidente en el baño, me puse mi ropa lo más rápido que pude, lo único que quería en ese momento era irme de casa lo más pronto y dejar de sentirme tan mal conmigo mismo por encontrarme en esa situación.
Salí de mi habitación ya arreglado y listo para la salida que tenía con mi novia, pasé por el pasillo y al pasar junto al cuarto de mi hermano pude ver que se encontraba la puerta abierta, de su habitación solo se escuchaba algo de música y el cantando algo de Rels B, no presté mucha atención, bajé las escaleras y tomé la llave del auto de papá.
Llegué a casa de mi novia, espere en la puerta y ella salió, la miré y me puse feliz de verla, se veía tan hermosa como siempre, le abrí la puerta del auto para que pudiera subir, y me prendí marcha para ir al SixFlags (parque de diversiones), Mientras iba en el camino iba un poco perdido en mis pensamientos, tanto que mi novia me tuvo que avisar dos veces que la luz roja del semáforo ya había cambiado.
Esa tarde me divertí mucho con ella, quería que el tiempo se detuviera y estar con ella todo el tiempo, a las 6 la fui a dejar a su casa, y de regreso a la mía un accidente detuvo el tráfico.
Con el respeto del accidentado pensé que no pudo haber sido lo mejor del día, de esa forma tenía una razón para ya no llegar casa, en el tráfico, solo podía revisar mi Facebook en mi teléfono, en mi inicio apareció una actualización, Mi hermano acababa de publicar una fotografía, en seguida una foto de el sin camisa, junto al resto de sus compañeros de equipo de futbol frente a una portería aparecía en mis ojos.
Hice zoom, y miré su cuerpo, su abdomen, y algunas pequeñas gotas de sudor que lo hacía lucir brillante.
- ¡Dios! – Exclamé, -Ya estoy duro otra vez – Seguí
Acaricie mi bulto encima de mi pantalón y me comenzaba a perder en mis pensamientos cuando de pronto la movilidad comenzó a circular.
Encendí el auto y llegué a casa, entré y solo estaba mi hermano en el comedor, cenando un plato de cereal.
-Pensé que te quedarías con tu novia- Sonrió mi hermano al verme llegar.
-Que te importa, ¿y mamá? – pregunté
-Pensé que te había avisado, ella y tía Vere fueron a ver a abuela, al parecer se sintió mal y van a quedarse unas semanas cuidándola- Respondió mi hermano mientras me levantaba una ceja. -Por eso pensé que aprovecharías para quedarte con tu novia o traerla-
-No me avisó nada
Tomé mi teléfono y me di cuenta de que estaba apagado, lo encendí y había muchas llamadas perdidas y al final un mensaje explicándome la situación.
-Bueno al parecer nos quedaremos solos durante dos semanas- exclamó mi hermano con emoción.
No hice caso al comentario, mi hermano subió a su habitación, y yo me cené un plato de cereal, ya comenzaba a sentir mariposas en mi estómago, y no sabía por qué.
Terminé de cenar y me encerré en mi habitación, me quite toda mi ropa, me miré a través del espejo y observe mi cuerpo, tenía una espalda ancha muy sexy, y unos brazos grandes con marcadas venas, y unas piernas gruesas, pero lo que más me gustaba ver era a mí mismo con el bóxer ajustado, mi paquete se veía muy bien y mis huevos se acomodaban muy bien.
Me acosté en mi cama y me dormí, al cabo de un rato, sentí un toque en mi cuerpo, mi cuerpo saltó, pensé haber sido víctima de alguna situación paranormal, pero no era el caso, mi hermano estaba parado frente a mi acariciando mi abdomen, por alguna razón mi mente quería irse, pero no me podía mover.
Mi hermano comenzó a acariciar mi cuerpo, comencé a sentir sus manos rozar mis brazos, y moverse a través de mi pecho, pasar por mi abdomen, y detenerse en mi pelvis, levanté el rostro y frente a mi estaba su gran bulto, duro entre sus bóxer, la luz de la luna iluminaba ligeramente la habitación, mi hermano tomó una mano mía y la comenzó a mover a su bulto, ya estaba cerca de tocarlo, me detuve un rato y juro que sentí un calor irradiar de esa parte, me puse algo nervios, decidí no tocarlo e iba a proceder a levantarme de la cama, mi hermano me volvió a acostar con sus manos y me puso el dedo en los labios en señal de que no hablará.
Enseguida mi hermano se comenzó a recostar sobre mí con cuidado, su cuerpo desnudo comenzó a hacer contacto con el mío, la calidez de su piel me hacía sentir chispas y toquecitos eléctricos, el tomó con su mano su bulto, y lo colocó sobre el mío, un choqué eléctrico recorrió mi cuerpo, y una oleada de calor comenzaba a emanar de mi cuerpo, arqué la cabeza hacía atrás, y mi hermano comenzó a moverse, su dura verga se movía y chocaba en dirección a la mía.
Sentía su pene endurecido entre su trusa, sobre mi bóxer, incluso podía sentir su glande palpitar sobre el aquel sitio dónde mis bolas terminan y comienza la base de mi pene.
-Ya es tiempo de que lo aceptes, Daniel. – Gemía mi hermano susurrando en mi oído izquierdo.
-No- Tartamudeé, – Es-to no está b-bien. – Proseguí, me costaba pronunciar las palabras.
Esa cálida noche, una guerra se libraba en mí, mi cuerpo estaba sintiendo algo que nunca había sentido, mientras una ola de calor comenzaba a formarse en mis mejillas, sé extendía por toda mi cabeza y llegaba a mi nuca. En mi mente mientras tanto pasaban muchas cosas a la vez, pensaba en mi familia, mis padres, mi hermano, vi todas las señales, la vez que descaradamente se masturbo frente a mí sin ningún pudor, pero sobre todo pensaba en mi novia, en que no le podía hacer eso, que diría ella si me encontrará en esta situación. Cuando de repente y sin avisar un choque eléctrico golpeó mi entre pierna junto con mis bolas.
Comencé a sudar y a agitarme, mi razón volvió en sí.
-Pero qué diablos fue lo que paso, eso estuvo muy mal y no me gusto- Afirmé.
-Tu bóxer dice otra cosa, Daniel – Sonrió mi hermano mientras con su dedo índice señalaba mi bóxer.
Bajé la mirada y observe mi bóxer mojado, una inmensa mancha de semen se podía visualizar y comenzaba a derramarse por el borde de mi bóxer, tome mi toalla y con mucha vergüenza por lo que acaba de pasar camine al baño del primer piso y comencé a darme una ducha.
Traté de relajarme y abrí el grifo, en seguida un chorro cálido de agua comenzó a recorrer mi espalda, metí la cabeza y mis pensamientos parecían aclararse, tomé el jabón y lo restregué en mis brazos, la blanca espuma por alguna razón me tranquilizaba, mi abdomen y espalda le siguieron, y en seguida comencé a restregar mi pene y a tratar de limpiar el resto de semen que aún quedaba, mis manos acariciaron esa parte y mi cabeza trabajó rápido, aún en ese baño, podía tener la sensación del pene de mi hermano frotando mis bolas y latiendo sobre mi glande.
Sin darme cuenta me había erectado, mi pene se encontraba duro como una piedra, rápidamente, me enjuagué y me sequé con la toalla, subí a mi habitación y por suerte no se encontraba nadie, le puse seguro a la puerta y en seguida una notificación llegó a mi teléfono.
-Esta noche no te molestaré, te dejaré procesar todo- Decía el mensaje que me cuyo remitente era mi hermano.
Apagué el teléfono, encendí el aire acondicionado y procedí a dormir.
Los días transcurrieron, y yo me sentía más caliente que nunca, mi hermano había dejado de buscarme desde ese día, sin embargo, algo había cambiado en mi esa noche, yo solo recreaba ese momento en mi cabeza muchas veces.
Un día llegué del entrenamiento, aventé mi mochila y subí, me dirigía al baño, ya necesitaba un baño, sin embargo, este se encontraba ocupado, se escuchaba el sonido de la regadera, no aguante las ganas, y entonces, abrí la puerta, mi hermano me miró sorprendido, me quité la ropa y entonces me metí a la ducha, mi hermano se hizo a un lado, mi verga se encontraba totalmente dura, y de pronto lo miré.
Ver su rostro mojado y sus labios brillantes provocaron que hiciera lo inimaginable, comencé a besarlo desesperadamente, la verga de mi hermano chocaba contra mi pelvis, en mi pelvis comenzaba a sentir como se iba poniendo poco a poco dura.
Mi hermano tomó mi rostro y me alejó de él.
-A ver, tranquilo, es despacio, más despacio- mencionó
En seguida comenzó a besarme lentamente, mientras movía su pelvis contra la mía, nuestros penes se rozaban, de pronto sus labios comenzaron a besar mi cuello.
-No, mi novia se dará cuenta-
– ¿Quieres que me detenga? – preguntó
-No, sigue- Le pedí
Los labios de mi hermano comenzaron a besar cada parte de mi cuello, su lengua jugueteaba con mi piel, poco a poco sus besos fueron bajando, llegó a mi pecho y en seguida se acercó a mi tetilla, y dio una lamida, mi piel se estremeció, mi dura verga saltó en el momento que esa lengua sintió, él lamía y movía su lengua en círculos, mientras mi cuerpo estaba temblando, acababa de descubrir un placer que no pensé que un hombre podría sentir, de pronto, mi hermano succionó mi tetilla y luego procedió a realizar la misma hazaña en mi otra tetilla.
Yo estaba que no aguantaba más, así que lo tomé y comenzamos a besarnos más intensamente, nuestras vergas se frotaban, y así estuvimos un buen tiempo, hasta que ambos al mismo tiempo tuvimos un mega orgasmo, nuestras leches salieron disparadas y comenzaron a mezclarse de lo juntas que se encontraban nuestras vergas, nos dimos un beso nuevamente y nos enjuagamos para salir, desde ese día y durante toda una semana nos la pasamos frotándonos y besándonos.
Pasaron unos días, mi madre avisaba qué se tendría que quedar unas semanas debido a que mi abuela había presentado más complicaciones y mi papá parecía que tardaría más tiempo en regresar a casa ya que por su trabajo pasaba muchos mese fuera reparando aerogeneradores.
Una tarde me encontraba en casa, no tuve entrenamiento así que me la pasé en casa haciendo tareas de algunas materias de la uni, mi hermano regresaba de su entrenamiento de futbol y ni noto que me encontraba en la cocina, subió a su habitación, por alguna razón ver a mi hermano de 15 años en uniforme me ponía muy caliente, esperé poco más de media hora en lo que terminaba un trabajo, y luego procedí a subir, la puerta de su habitación se encontraba abierta como de costumbre, me asomé para poder entrar, y solo pude ver a mi hermano en bóxer dormido en su cama, decidí entrar, y de solo verlo me puse tieso, su paquete estaba dormido, pero eso me excitaba más, me puse de rodillas en el piso para poder quedar en la misma altura de su cama, y entonces, un impulso llegó a mí, acerqué mi cara a su paquete y respiré, un olor indescriptible llego a mi nariz, no olía mal, solo puedo describir ese aroma a hombre, mi boca comenzó a salivar, pero en ese momento pensé muchas cosas, sabía que aquello que quería realizar podría ser que me gustara o no, pensé en mi novia, en el equipo de beisbol, ¿qué pensarían si me vieran a mí de rodillas a punto de darle una mamada de verga a mi propio hermano?, a mí un auténtico macho, que cambiaba de novia cada que quería, y que se podía coger a la vieja que yo quisiera y sobre todo que alguna vez expresó algún comentario ofensivo contra algún gay.
Pero aquí estaba, de rodilla y a escasos centímetros de la verga dormida de mi hermano, no aguanté más y acerqué mi rostro, mis labios comenzaron a besar su flácida verga encima de su bóxer, poco a poco mi lengua comenzaba a jugar y lamer encima de la tela, y ya comenzaba a sentir que su pene se ponía duro, mi hermano despertó, y tomo los extremos de su bóxer para bajarlos, su dura verga se tambaleó ante mí.
– ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? – preguntó mi hermano
Yo sin responder, tome su verga y le comencé a bajar el prepucio, y ante mi un delicioso olor llego, mi verga se encontraba a punto de reventar, me acerque a él, y entonces, comencé a chuparla, la verdad no sabía como hacerlo, pero solo pensaba en lo que no me gustaba que me hiciera, nada de raspones de dientes, solo pensé en eso, traté de abrir bien mi boca y chupé su cabeza, un sabor raro, pero no desagradable llegó a mi boca, era un sabor inexplicable, salado, sin embargo, no me disgustó. Yo seguí chupándole, me metía la cabeza de su verga y de ratos la sacaba, y con mi lengua jugueteaba su cabeza, algo golpeó nuevamente en mí, ese olor, y su sabor me había gustado demasiado, comencé a poner más esmero en la mamada que estaba dándole, a su vez solo escuchaba pequeños gemidos de parte de mi hermano, mientras mas gemidos escuchaba, más de su verga trataba de meterme, me baje el short y comencé a masturbarme mientras se la mamaba, después de un rato, comencé a sentir que su verga comenzaba a hincharse en mi boca, trataba de procesarlo, y sin avisar mi hermano soltó un grito intenso y en seguida mi boca era llenada de chorros de leche, yo comencé a tragar cada uno de ellos mientras me masturbaba frenéticamente, movía mi verga rápida y desesperadamente mientras comenzaba a saborear y disfrutar el dulce sabor del semen de mi hermano de 15 años, afortunadamente me gusto su sabor, y eso me hizo excitarme más, no aguante mucho.
-Ahhhh- grité
8 potentes chorros salieron disparados hacía la cama y algunos cayeron sobre el costado del abdomen de mi hermano.
Sin avisar, mi hermano se acercó a mí, y me comenzó a besar.
-Pensé que no lo harías nunca – dijo mi hermano sonriéndome y en seguida besándome.
-No puedo explicar que paso, pero me encantó- mencioné.
Nos acostamos en su cama y esa noche mi hermano durmió entre mis brazos….
Dato aclarador: Esta historia es real, me pasó a mí, es mi historia de como llegué a esto, como mencioné antes, aún sigo teniendo novia, esto es solo una pequeña parte de toda la historia y experiencias que tengo con mi hermano, si gustas que cuente más, déjame tu comentario, me animas a saber que quieren leer más.
Saludos.
gran relato sigue contando por favor
Necesito ver como sigue quiero saber quien penetra a quien, o si los dos se penetran al final, me a puesto super duro tu historia.
Delicioso relato 🤤😈
Me encantaría saber que sigue me gustó mucho
si por favor cuenta mas