Mi hija quiere ser gotica (2da parte)
A veces a la culpa, la reemplaza el deseo de más .
Han pasado unos días desde que me deje llevar por el deseo, y eyacule sobre mi hija, mi hermosa peliroja Yasmin… Y de todo solo una cosa resuena en mi mente, no la culpa, no el arrepentimiento, sino que talle de ropa tiene mi propia hija, como un padre puede pasar por alto un detalle tan obvio. Ese martes regrese a casa y mi Yasmin se quedaba en la casa de una amiga, así que entre a su cuarto y revise su ropa, Pero no podía simplemente regalarle ropa negra y cambiar su vestuario de un dia para otro, debia de guiarla para que ella lo pida sola, asi mi esposa no tendría sospecha alguna. Entonces empezaría con un pequeño regalo. Lo compre y lo escondi, necesitaba que estemos solos.
Mi hija volvió tarde, cenamos, y al otro día mi rutino comenzó de nuevo, Pero cuando mi esposa fue a reemplazarme en el negocio, mi corazón empezó a latir más fuerte, era la excitación de llegar y estar solo con mi hermosa peliroja. Entre y ella estaba viendo la televisión, con un pantalón largo y remera blanca,Vino corriendo a abrazarme, sabiendo que estábamos solos ella misma me beso en los labios, mi corazón se aceleraba. Le dije, tengo un regalo para tí, sus ojitos verdes se iluminaron, fui a dónde lo había escondido y se lo dí. Era una remera con un dibujo en su pecho, y una pollera negra. Inmediatamente se empezó a sacar la ropa en frente mío, en medio del living, yo solo me senté en el sofá y disfrute del espectáculo. Su ropa interior blanca estaba pegada a su cuerpo, ya le hacía falta que compre nueva también. Termino de ponerse la ropa y abriendo los brazos me dijo, como me queda?
Hermoso atiné a decirle, y le expliqué que si su mamá le preguntaba , quería que le dijera que fue ella misma la que me pidió que le compré esas cosas. Yasmin escuchandome atenta asintió con la cabeza.
La dejé sacándose fotos, mientras hacía algo para comer, viendo sus hermosas piernas, su sonrisa feliz, y el borde de sus nalgas que asomaban por debajo de la falda, sabía que la emoción y el levantarse temprano iba a cansarla lo suficiente, pero por las dudas le di un media pastilla de dormir para asegurarme de que su descanso iba a ser profundo. Termine de comer, y note como se le cerraban los ojos, aproveche la situación y le dije que se valla a dormir. Ella entro a su habitación tambaleando, y yo me quedé observandola, con una sonrisa maléfica y mi verga venosa pidiendo salir de mi pantalón. Ella se acostó ya con los ojos cerrados, se durmió y yo la dejé sola para q se relajara toda, fui a cerrar las puertas con llave, para que si alguien venia poder escuchar el ruido, volví a la habitación y ella tenia la cabeza de costado durmiendo con la boca levemente abierta, su baba caía, me acerque y pase la lengua por la baba que quedaba en su mejilla hasta el borde de sus labios.
Baje mi mano por sus pechos firmes,pezones de punta que se notaban por debajo de su remera, hasta llegar a sus muslos , carne firme, y yo comportandome con la paciencia que nos regala la edad para disfrutar cada detalle. Le abrí las piernas y me acomode entre ellas, levanté su falda y note como su ropa interior se metía de un lado por dentro de sus nalgas, ese culo llamado «come trapo», por sus nalgas grandes y paradas que toda ropa interior termina perdiendose dentro, dejando una nalga blanca y hermosa a la vista. Bese sus pies, subiendo por sus pantorrillas, llegué a sus muslos y mis besos ya fueron chupones de un animal que quería saborear a su presa, pase la lengua en el pliegue entre su nalga y la pierna, y sin perder más tiempo baje sus panties, un espectáculo ver esa vagina, labios firmes, un monte de venus hinchado y glorioso, estaba maravillado a tal punto que solo pude decir «gracias por la comida».
Coloque una almohada por debajo de su cadera, para elevarla, y poder ver cada reacción a los estímulos que mi lengua y labios iban a provocar en ella. Comence lamiendo su miel de entre sus labios carnosos, casi una ambrosía para mí, mi mirada atenta a cada detalle de su rostro dormida, mientras comenzaba a succionar su clítoris que se iba endureciendo al contacto con mi lengua caliente, notaba como su respiración empezaba a ser mas rápida, su flujo se incrementaba e iba cayendo, con ayuda de mis dedos abría sus redondas y paradas nalgas, para lamer desde su ano, el cual se dilataba y contraía, hasta su hinchado clítoris, succionandolo y frotandolo con mi suave lengua, con mi dedo mayor subia y bajaba por su ano, aprovechando lo jugosa que se habia puesto pude incluso meter una falanje sin problema, sintiendo con apretaba y relajaba su culo. Jugué entre sus piernas hasta que su expresión fue cambiando, como si estuviera tratando de aguantar lo inevitable, empezó a gemir como lo que quería convertirla, gemía como la puta de papá. Y entre gemidos pude escuchar una palabra, que la repetía, e inmediatamente un orgasmo tan fuerte que casi por instinto hizo que apretara sus piernas en mi cuello, al igual que su ano, que apretó casi aprisionando mi dedo mayor que había llegado hasta incluso poco más de la mitad. Espasmos acompañaron a tal evento, y su cara hermoso quedó sonrojada, casi roja por completo mientras se mordia el labio inferior, deje de estimular el clítoris de Yasmin, y poco a poco se fue relajando. Bebi de su nectar, hasta la última gota, saque el dedo de su culo y admire el paisaje… Hermosa Yasmin, te convertiré en una puta adicta.
Relato inspirado en:
https://www.patreon.com/posts/un-dia-normal-129502612
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