Mi hijita es una calienta pijas
[Historia de ficción] Descubrí de la mejor manera que mi pequeña hija de 12 años es una calienta pijas de primer nivel.
Tengo una niña de 12 años llamada Daniela, de piel morena, pelito negro hasta la cintura que a su mamá le exige mantener largo. Se encuentra en plena pubertad, con sus tetitas como limoncitos en crecimiento y un culito de envidiar para nenas de su edad.
Con mi mujer estamos en una situación complicada por lo que, honestamente, estamos mas concentrados en nosotros que en nuestra unica niña, no la supervisabamos como era debido. Me di cuenta de esto cuando revisandole el teléfono vi que se hablaba con hombres adultos, estos le pedian cosas fotos en ropa interior, videos orinando en el baño, audios, incluso sabían donde iba a estudiar, su horario de viaje, hasta nuestro domicilio, su galeria estaba repleta de fotos de pijas de diversos tamaños y colores, peludas y lampiñas, que no parecia había intercambiado por fotos y videos de su vagina de niña.
Quiza, si no me hubiera dado tanto morbo, la habria retado y le habria dicho a su mamá para acordar un buen castigo quitándole el celular, pero no lo hice, le devolvi el teléfono.
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Era época de calor, y como de costumbre me tocaba ir a buscar a mi Dani al colegio. Viajabamos en tren y colectivo. Como era costumbre en hora pico, estaba todo repleto y yo la ayudaba a entrar al tren.
Una señora se levanto para bajar, ofreciendole a la vez el asiento a Dani pero ella, extrañamente se negó y en su lugar se sento un hombre que, honestamente, tenia olor a sudor y tierra. Con una mano en el pecho de Daniela la empuje un poco hacia atrás ya que no queria que ese olor se le pegara en la ropa que mañana tendria que usar, me hizo caso y retrocedio, pero en cuanto llegamos a la siguiente estación de tren entro aun mas gente y nos empujó hacia adelante.
Dani quedo casi pegada a el. «Disculpe.» Le dije al hombre, esperando que no se enojara, aunque nego con la cabeza y una sonrisa.
El viaje continuo y, por alguna razon que desconozco, baje la mirada viendo algo que realmente me tomo por sorpresa y es que aquel sujeto tenia una mano metida por debajo de la faldita escolar de Daniela, aprovechandose de que ella no se podia despegar de el debido al viaje tan apretado. Iba a reclamar hasta que, no se si mis oidos me traicionaron o no, la escuché suspirar.
El hombre parecia correr ventaja, porque se trataba de un asiento individual, nadie a su otro lado o delante de el podia ver lo que estaba sucediendo, solo yo y mi hijita que parecia estar disfrutandolo. La otra mano del hombre guio la manito de mi Dani hacia su pantalón, justo en su verga que se asomaba y ella sin ninguna vergüenza comenzo a darle una paja ahi mismo mientras quién sabe qué estaba pasando debajo de su faldita, pero si prestaba atención podia escuchar un chapoteo. ¡Estaba dedeando a mi hijita! Mientras yo perdia la cordura cada vez mas. Ahora podia entender un poco mas. Tal parecia que mi Danielita acordaba encuentros asi, con esos hombres con los que se hablaba. Aprovechando que tenía un viaje largo tanto de ida como de vuelta al colegio. Quién sabe cuántos dedos habían tocado hoy su vagina virgen, si es que aún lo era, porque incluso sabian nuestro domicilio.
El hombre se levanto y se fue, una vez mas Dani se rehuso a sentarse y le siguio otro hombre que se acomodo y la invito a sentarse en su regazo, ella no solo no me dejo responder, sino que ni le dijo que si y se sentó.
Daniela siempre habia aceptado sentarse en las piernas de las personas mientras viajabamos, especialmente si estaba repleto de gente, todo bajo la excusa de que le dolían los pies. Ahora lo entendia bien.
Sobre su regazo el hombre la separo de piernas, aprovechando que nadie mas podia verlos a excepción de mi que estaba cubriendo toda la vista, se saco la verga ahí mismo e hizo que ella con sus muslos le hiciera una paja. Haciendola saltar sobre el.
Dani me miro por un momento, con una sonrisa identica a la de su madre cuando ambos cogíamos sin descanso, y regreso su mirada hacia como la punta de la verga hacia que se levantara su falda, mojandola un poco con el líquido preseminal.
Miraba aturdido como ese completo desconocido para mí, pero quiza ya una pareja sexual de mi nena de 12 años, se cogia los muslos de mi hijita. No deberia gustarme pero lo hacía, y eso se notaba en la erección que estiraba mi jean.
Mi morochita siguio saltando hasta que el hombre parecio acabar por fin. Se quedo con ella ahí sentada, hasta que le hice seña a Dani de que era hora de bajar.
«Me voy. Nos vemos.» Le dijo Danielita al hombre que le dio un pico y manoseo sus tetitas por sobre la remera del colegio. Dani se levanto y el tipo se volvio a guardar la verga.
Daniela y yo bajamos del tren en silencio, aunque ella me miraba a cada rato esperando a que yo diga algo.
«¿Estas enojado, Papi?» Pregunto deteniendome.
«¿Enojado? No, Dani. En realidad estoy sorprendido. ¿Hace cuánto que haces eso?» Le pregunte agachandome a su altura.
«Desde el año pasado que me cambiaron de colegio. Una amiga me dijo de un grupo de chat de whatsapp en el que conocia chicos para ser novios y yo queria un novio. Entonces me metí.»
«¿Esos dos eran tus novios?» Le pregunté pero ella negó.
«El segundo si. El primero no lo conozco, pero me gustó.»
Solte una risa antes de enderezarme. «Vamos, todavia tenemos que tomar el colectivo a casa.»
«Ok, Papi pero.. ¿Podés cubrirnos ahi tambien?» Me preguntó mientras, aun tomada de mi mano, caminaba conmigo hacia la parada del colectivo.
No respondí pero era seguro que lo haría.
Despues de todo, no lo sabia antes, pero creo que podria acostumbrarme a que mi hijita sea una calienta pijas.
Muy rico y con mucho potencial la historia, no tardes mucho en subir la siguiente parte, que seguira? Algun baño de centro comercial o probadores de ropa de alguna tienda?
Seria rico tambien saber como fue bien que inicio todo y si la putita aun es virgen
Está divino este relato me encantó, quierooo mas