Mi inicio en el incesto

Les contaré cómo inició el incesto cómo hermana y cómo madre.
Cuando era joven siempre tuve muchas ganas de sexo, cuando ya era mayor de edad tuve sexo con enamorados y amigos pero cuando me iba a mudar a Quito, capital de Ecuador para estudiar, tuve mi primera experiencia de incesto con dos hermanos, fue algo inesperado porque todo fue entre tragos y una cosa llevó a la otra y mientras uno de mis hermanos me culiaba en cuatro, de pronto otro hermano entró a la habitación y todo se convirtió en un trío. La sensación de rosar la pueril estando desnudos los tres y si entiendo la verga de mis hermanos entrenado por mi vagina y por mi boca, fue muy excitante. Con mis hermanos los seguimos haciendo pero de manera muy eventual.

Yo tengo 60 años y soy muy activa sexualmente y con las indicaciones del ginecólogo todavía me mojo con facilidad, aunque me gusta cuando utilizo un lubricante adicional, mis hermanos utilizan viagra para culiar mejor y nos favorecemos todos.

Con mis dos hijos el incesto fue primero con el menor, debo admonitor que sin darme cuenta yo había despertado las ganas de que ellos quieran culiar conmigo desde que eran niños.

En casa tanto mi esposo como yo siempre fuimos muy despreocupados al momento de estar con ropa interior y a momentos desnudos. Siempre que utilizábamos el baño tanto para hacer nuestras necesidades, cómo para bañarnos dejábamos la puerta del baño abierta, la ducha tiene puerta de vidrio por lo que se podía ver muy claramente.

Al momento de culiar con mi esposo dejábamos abierta la puerta de la habitación pero cuando mis hijos estaban en casa nos asegurábamos que ellos tengan cerrada la puerta de la habitación de ellos.

Cuando mi hijos ya eran mayores de edad, tenían la vida más afuera de casa y prácticamente solo llegaban a dormir. Un sábado en la noche, cómo casi todos los sábados, mi esposo y yo estábamos culiando, habíamos puesto una película porno para excitarnos, yo estaba tan excitada con la película porque se trataba de como una mujer casada culiaba con los amigos de oficina de su esposo sin que él se entere, algo que yo lo hacía en la vida real, por eso estaba particularmente excitada y cuando comenzamos a culiar con mi esposo, yo tenía las piernas abiertas viendo hacia arriba  y mi esposo me metía su enorme verga, me culió bien rico y en varias poses, finalmente me terminó culiando en la misma pose que iniciamos y me llenó la vagina de semen, mientras él se fue a bañarse, yo me comencé a masturbar mientras me chorreaba el semen y los flujos, al abrir los ojos me quedé asombrada y excitada al ver que mi hijo menor había abierto la puerta de la habitación y nos había estado espiando, él se estaba masturbando mientras nos quedamos viendo, su verga era enorme, no sé cuántos minutos nos masturbabamos juntos pero salió corriendo a su hablara ion cuando mi esposo salió del baño, yo volví a culiar con mi esposo en ese momento, a él no le gustaba acostarse sin bañarse, así que cuando acabamos de culiar, nuevamente se fue a bañar. Yo sin dejar de estar excitada, me puse solamente una camiseta y fue a la habitación de mi hijo, él se estaba masturbando, yo me quité la camiseta y me puse en cuatro sobre su cama y me culió bien rico. Desde ese día, culiamos todas las semanas, a pesar de qué yo sigo casada y mi esposo también tiene su esposa, pero cuando culiamos es tan rico como cuando lo hicimos la primera vez. Pero lo hacemos siempre en un motel o nos vamos de viaje como un viaje familiar de madre e hijo. Mi hijo menor sabe que yo culeo son su padre y con muchos amigos de él, sabe que yo culeó con mis hermanos y con su hermano mayor.

Con mi hijo mayor lo hacemos menos seguido y a diferencia de mi hijo menor, él cree que solamente tengo sexo con él y con mi esposo.

Con él comenzó el incesto cuando me llevó de paseo a Miami, mi esposo y la familia de mi hijo estuvieron de acuerdo. Cuando llegamos a Miami nos pusimos de acuerdo con mi hijo de hospedarnos en un hotel modesto para aprovechar el dinero para hacer varias compras y comer en varios restaurantes.

Cuando llegamos a la habitación, comenzamos a sacar la ropa de las maletas, la cual era muy poca tanto de él como de la mía, ya que la intención era que aprovecharíamos el paseo para comprar ropa. Sinceramente yo no tenía idea del calor que iba a hacer en Miami y no tenía ropa tan escotada para el clima.

Asi que le dije que me bañaría para estar sentirme un poco más cómoda y que quería ir de compras urgente para tener ropa cómoda y disfrutar más del paseo.

Luego de bañarme me vestí lo más ligera de ropa que pude por lo que obviamente no iba a utilizar sujetador. Me puse una camiseta blanca con un short blanco de tela.

Mi hijo no podía quitar su mirada de mis tetas, salimos del hotel y cuando íbamos caminando por la ciudad, mis tetas llamaban la atención, yo estaba bien excitada viendo tantos hombres sin camiseta por el sector de la playa y tenía los pezones parados todo el tiempo y tenía la vagina mojada.

Finalmente entramos a una tienda de ropa y la chica que nos atendió me asesoraba y me dijo que lo más adecuado para pasear por el sector de la playa es un top tipo bikini y que me quedarían bien con shorts como el que estaba utilizando y que para la noche pudiera utilizar encima del top o del bikini una camiseta con malla.

A pesar de tener 60 años, muchos hombres creen que yo tengo 45 años y que cuando salgo con mis hijos, creen que somos pareja, al igual que lo pensó la chica de la tienda de ropa, ya que cuando me dio varias prendas para que vaya al probarme en el cuarto probador, le dijo a mi hijo, si quiere usted puede acompañar a su esposa para que vea qué tal le queda la ropa que se va a probar. Mi hijo accedió y me esperaba afuera del probador. Cuando me puse el primer bikini, era tan pequeño que me sentía desnuda y me excitaba que mi hijo sea quién opine si que me quedaba bien, así que abrí la cortina del probador para que me hijo me viera, antes de que yo le pregunte cómo que quedaba el bikini, se le paró la verga y dijo “que grandes tetas tienes”. Antes de que yo responda a su comentario, apareció la vendedora y me dijo, creo que sus senos son más grandes de lo que yo pensaba y me trajo unas tallas más grandes.

Yo no aguantaba más la excitación y le dije a mi hijo que quería regresar al hotel para vestirme más cómoda con la ropa que había acabado de comprar y volver a salir.

Cuando llegamos al hotel había sudado tanto en el camino que me bañé nuevamente, luego lo hizo mi hijo, cuando él salió de la ducha, yo lo esperé desnuda en la cama y comenzamos a culiar. Desde ese día hemos culiado muchas veces.