Mi niño ya es un machito

A veces los papás tenemos que hacer sacrificios para que nuestros hijos estén bien.
Julio y yo desde que nos quedamos solos éramos muy unidos, él era muy feliz pasábamos tiempo junto, jugamos deportes, comíamos botanas, nos bañábamos juntos y antes de dormir veíamos películas abrazados.

Debo decir que siempre le hablé de nuestro cuerpo masculino, de cómo cuidarlo, de los cambios, sabe que mi cuerpo es más grande, robusto y peludo y que el suyo poco a poco cambiará, nunca lo ví con morbo, solo con amor de padre, alguna vez me vio con erecciones, le enseñé que es normal y que con una simple paja se baja, también conoció el esperma, sabe que es alguna vez salió de ahí y que en sus bolitas están sus hijos que saldrán en algún momento en su futuro, sabe que el hombre tiene un aroma y que somos peludos y que podemos orinar donde queramos, sabe que ser hombre es bueno y que tenemos la dicha de serlo, pero Julio ya entró a la pubertad, ya empieza a cambiar y está en transición.

Ya no hace las mismas acciones que antes, a veces peleamos y gritamos, empieza a tener olores más fuertes, noté que ya le ha salido vello en sus axilas y en sus genitales, y cada mañana despierta erecto, lo sé porque es muy ruidoso al masturbarse, le he dicho que puede hacerlo en el baño pero se molesta.

Anoche pasó algo… Desperté por la vibración en la cama, yo duermo en boxer, Julio estaba sobre mi espalda, frotaba su pene en mis nalgas, al sentir eso quise quitarme pero no me dejó, desde que él tenía 8 años lo metí a lucha grecorromana, así que tiene buen tono muscular y es fuerte, he notado que se excita al frotarse con otros muchachos y ahora estaba aplicando eso sobe mi, quise quitarlo, pero no me dejó, empezó a someterme en la cama, me hizo una llave y empezó a frotar su joven miembro en mi, bajó mi boxer y sentir nuestras pieles juntas, estaba sudado y caliente me llegaba el olor su axila, la tenía yo casi en la cara, empecé a excitarme también, él comenzó a moverse más rápido y gemir hasta que eyaculó, dejó mis nalgas llenas de su esperma, dió un grito de placer y se envolvió a un lado de su cama a dormir.

Me sentí raro, mi dulce niño estaba haciéndose hombre, pero estaba siendo dominante.

A la mañana siguiente estábamos los dos en boxer(cómo solemos estar siempre) en la cocina, hice el desayuno y quise abordar el tema, me gusta hablar las cosas antes de pelear. Le comenté que qué había sucedido, el lo tomó algo molesto y me dijo que tenía ganas, que solo se despertó excitado y necesitaba deslechar, que es su cuerpo y tiene necesidades, empezó a subir el todo de voz y decir que es hombre y que su verga está cambiando y tiene todo el tiempo ganas de relajarla, que no lo entiendo y que yo debo estar para él, que debo estar con él en esos momentos y que no me puedo molestar por su naturaleza.

Acepté su argumento, y le dije que me disculpara que no quería que se molestara, pero que no podía hacer eso nada más. Él se enojó y me gritó que cómo le decía eso, si yo era su papá, se levantó y caminó hacia a mi y me dijo —¡tú eres mi papá y me debes entender! Y si tú hijo necesita deslechar ¡Lo ayudas! Es tu obligación —

Julio estaba muy molesto, estaba frente a mi, alzó una mano como queriendo abofetearme y fue ahí cuando me quebré —perdón hijo, lo siento, no quiero que pienses que no estoy para ti— abracé su cuerpo desnudo lo empecé a llenar de besos, en eso bajó su boxer y dejó su pene blando a mi vista —ahora pídeme perdón de rodillas — me arrodillé y olí sus genitales sudados, los besé jugué con su prepucio, lamí sus bolitas aterciopeladas, mame esa verga Jover y roja por la excitación, escuché los gemidos de mi nena, tomó mi cabeza y me taladró la garganta con su miembro, casi me hace vomitar, hasta que empezó a gemir más fuerte y sentí la punta de su verga en la garganta seguido por sus chorros calientes de esperma.

—Asi me gusta papá, así es— me dejó ahí en el piso y se fue…

Danny J