Mi novio y mi ex

Yo tenía la fantasía de ver a mi novio con otro chico y él tenía la fantasía de coger con mi ex novio..
Mi novio (Leo) que era un chico twink, delgado, súper pasivo y con un trasero suave y bastante grande. Habíamos hablado desde hace varias semanas sobre experimentar con un fetiche que tenía y que le venía de perlas a Leo, ya que yo tenía la fantasía de verlo con otro chico y él tenía muchas ganas de tener sexo con mi ex Dani. Así que después de hablarlo llegamos a un plan; Leo pasaría los próximos días hablando con él por mensaje, cosa fácil pues ya antes se habían conocido por mi en una fiesta. En cuanto a mi ese día, dejaría vacío el armario para poder ver desde ahí a través de un agujero y poderlos grabar. Nuestro departamento, cómo es común para un par de jóvenes que acaban de cumplir 18, era extremadamente pequeño y de un único cuarto que servía a modi de todo.

Finalmente el día llegó y yo esperé dentro del armario en cuanto llegó, él es moreno, de pelo lacio y negro, usaba una camiseta morada de botones que traía abierta y debajo una playera delgada, desde que lo ví me comencé a exitar, esa camisa se la había regalado yo hace años, lo que le dió un giro perverso que me encantó. Según mis deseos, que Leo estaba dispuesto a cumplir, lo trataría como si en serio lo tratará de ligar, así que inició poco a poco, se sentaron a la mesa y comenzaron a hablar, desde mi escondite lo veía todo.

– Y dónde está Quimet? – preguntó Dani nerviosamente.

– ah, tenía un asunto con su familia, volverá hasta la noche.

– seguro? Sería terrible si llegara de repente.

– Relájate, él no va a llegar – le dijo Leo a tiempo que le acariciaba la mano – sabes, tenía ganas de estar a solas contigo desde que nos conocimos en el cumpleaños de Quimet.

– en serio? Yo igual, aún que no sabía cómo acercarme, que bueno que me mandaste mensaje.

Leo se le acercó más a la cara y le tomo de la mano.

– había fantaseado con esto.

– yo igual y mucho – Dani se acercó y besó a Leo tomándole de la cara, quien le respondió rápidamente, podía ver la lengua de Dani entrando por su garganta Leo sin dudarlo puso su mano sobre el pene de Dani, que soltó un gemido y se arqueo, Dani le agarro de la cintura y lo levanto de la silla para arrojarlo sobre la cama, Leo se puso de espaldas y abriendo sus piernas invito a Dani a ponerse entre ellas y a seguirle besando. Dani le comenzó a meter la mano por debajo de la camisa y se le veía su torso mientras la mano de Dani subía quitándole su camisa, Leo respondió de igual manera y le quitó la suya, ví la espalda morena y ancha de Dani que tantas veces había sentido mientras me metía su enorme verga que me encantaba. Dani empezó a besarle el cuerpo hasta llegar a su pantalón y sin dudarlo se lo quitó dejando a Leo en sus boxer rojos que le marcaban el culito, Leo mismo fue quien se acercó a Dani y le quitó el pantalón para ver sus boxer negro con blanco que le marcaban las piernas gruesas. Quietos ahí viéndose uno a otro a una prenda de la desnudez total Leo mirando los ojos de Dani, se acercó a besarle, le agarraba del cabello y lo apretaba contra su cara, se lo despegó de golpe y le preguntó «te gustó» a lo que Dani respondió «claro, me encantas, desde que te ví en la fiesta me encantas te, desde entonces me he masturbando pensando en ti» contesto sin quitarle la vista ni un segundo.

– y en Quimet?

– a veces también.

– lo extrañas? – Dani asintió – extrañas como te la mamaba? – asintió de nuevo – te puedo pedir algo raro?

– dime.

– mientras te hago una mamada… – decía Leo al mismo tiempo que le masturbaba por en cima del boxer, luego por dentro y finalmente se lo quitó, dejando salir de golpe el gran pene de Dani, grueso y largo de 17 centímetros, con la cabeza brillante y rosada – podrías mientras te la mamo, decir el nombre de Quimet? … Dani asintió.

Leo bajo y sacando la lengua comenzó a lamer la verga de Dani, quien sólo gemía a lo que Leo reclamo «dilo» Dani comenzó suave a decir mi nombre, casi inaudible, pero entre más Leo se metía la verga de Dani si voz se hacía más fuerte.

– Quimet, Quimet, ay sí Quimet, mamamela tragatela entera, ay Quimet que rico sigue, sigue, Quimet – me envolvía un inmenso calor el oírle decir mi nombre, gemirlo y más con su verga en la boca de Leo. Me masturbaba mientras les veía, lo hacía al ritmo que Dani se cogía a Leo. Leo se sacó la verga de Dani y se recostó sobre la cama. «Ven papi, méteme toda tu verga, házme tuyo, hazme tu puta» Dani se abalanzó sobre él, frotando su verga contra él, la cama estaba de lado así que podía ver la verga de Dani frotándose contra su vientre, le cogió de las piernas y levantando a Leo… Se detuvo justo en la entrada, su pelvis se movía instintivamente, obligándose a no metérsela.

– Tienes condones o … – su silencio afirmaba cuál era la otra opción.

– Déjame ver… – Leo se levantó de la cama, en el cajón de a lado teníamos más que suficientes pero Leo se dirigió a su celular – espera… – dijo Leo sabía que en cualquier momento mi teléfono vibraría y así fue.

– te está gustando?

– me está encantando, estoy súper caliente.

– quieres qué use condón? – me quedé pensando un instante.

– no, quiero que se venga dentro de ti, cuando terminen usaré su semen para cogerte, haz que te preñe puta, quiero que quedes bien preñado de él.

– disculpa – continuó Leo con Dani sin saber que estaba pasando. Leo se acercó a Dani quien le veía sonriendo, se veía que Dani realmente gustaba de él, con la mano lo siguió masturbando y le dijo directo a los ojos «quiero que me preñes, que me llenes de semen» al oír estás palabras Dani se volvió loco se levantó, arrojo a Dani en la cama y le ordenó » ¡Ponte en cuatro! » Leo le hizo caso y Dani cogiéndolo por el cabello y jalandolo violentamente.

– te gusta así perra?

– métela despacio.

– no, llevo mucho esperando.

Y sin ningún cuidado le metió su verga de golpe, Leo soltó un quejido que se convertiría en gemido se notó que le dolió de inicio, mas sólo de inicio ya que se veía en su cara que lo disfrutó, su rostro se ponía rojo y comenzó a sudar en el mismo instante que se la metió. Leo jamás se había puesto tan rápido conmigo y Dani nunca me lo hizo con tanta fuerza, verlos pervirtiendo nuestra cama me puso la verga aún más dura, verlos hacer algo entre ellos que fuera sólo suyo me calentó más de lo que había podido imaginar, en la cara de Leo se veía un placer que era para Dani y Dani mostraba una fiereza que era sólo para Leo, verlos tener un momento tan auténtico de intimidad me encantó. Apenas pasó un instante y Dani cogió por el cuello a Leo, que se le marcaba su manzana än su delgado cuello blanco, comenzó a darle un ay otra vez se la metía y se la sacaba, ahora se veían de nuevo como ellos mismos, Leo con la misma cara que ponía conmigo y Dani con la misma fuerza que lo hacía antaño conmigo, aún que claro eso no quitó para nada mi deseo de seguirlos viendo. Se escuchaba el rápido ritmo del trasero de mi novio al chocar con el vientre de mi ex novio «Pat, Pat, Pat…» Leo gemía, él gime agudo, corto y soltando mucho aire y siempre lo hice al ritmo que te lo cojas, sabe cómo gemir para prenderte, la metes y gime, la sacas y suelta el aire la retienes lo más adentro y él mantendrá su gemido, a veces como un sólo jalón de aire continuo y en otras como un entre cortado y constante gemido combinado con risa, mientras era cogido, casi parecía que violado por Dani, la cara de Leo se volvía una sonrisa interrumpida por el dolor de su rostro al ser penetrado, sus ojos abiertos de par en par y el sudor caía por su frente hasta manchar las cobijas donde dormíamos. Dani tomo el cuello de Leo y lo apretó hasta ponerle rojo totalmente.

– te gusta puta?

– sí, me encanta, cogeme más, más.

– te gusta que te preñe, no es así puta sucia?

– sí ay papi preña a tu puta, preñame.

– te voy a llenar el culito, eres una sucia.

– sí lo soy.

– dilo.

– soy una sucia puta – Dani lo jala violentamente.

– eres mi puta sucia.

– lo soy, soy tuya, soy tado tuyo, acuéstate acá.

Leo saco la verga de Dani, salió lentamente y se veía que disfrutaba mucho sentir como salía, cuando estaba por salir lo empino y se le dejo ir entera de nuevo, Leo le ponía la mano pero se la quitaba y lo seguía cogiendo, le dió un par de cachetadas y siendo cogido con toda la fuerza volteó a verme a través del hueco, y viéndome directo a los ojos comenzó a gemir diciendo.

– ay Dani, Dani, Daniel ay sí más, porfa Dani, Dani nene cogeme, Dani.

– te gusta mi verga.

– sí.

– te encanta, más que la de Quimet verdad?

– sí me encanta.

– te gusta más que Quimet.

– sí papi sí, sí.

– hay te amo puta te amo, levanta más tu culo – Leo cogió mi almohada y la puso debajo suyo. Casi al instante y con una gran embestida Dani termino dentro de Leo y Leo se corrió en mi almohada, al sacarlo el semen de Dani escurrió del culo de Leo y mancharon mi almohada.

Terminando, rápidamente Leo hizo que Dani se vistiera y se fuera con el pretexto de que ya llegaría pronto, y así desnudo salieron del cuarto y lo acompaño a la entrada del departamento, para que se fuera por su cuenta.

Salí del armario, fuí hasta la cama y coloque mi cara en la almohada para llenarme con el semen de Dani mientras susurro su nombre. Me desnudo antes de que llegue Leo, para recibirle directamente. Leo entra y me ve desnudo y con la cara llena del semen de mi ex, mi verga está aún muy dura y apunto de venirse. Leo camina hacia mi y me monta mientras estoy sentado en la cama, se la mete y entra fácil, siento el semen de Dani que lubrica todo mientras entro en Leo, el semen de mi ex resbala por mi verga y me mancha el vientre, Leo sigue diciendo su nombre mientras me lo cojo, gime como niño, hasta que no aguanto más y lo preñó con mi leche.

– me encanta sentir su semen dentro de ti, te dejo bien preñado.

– pero aún así me gusta más que lo hagas tú.

– te amo.

– te amo.

Después de aquello, le tome unas fotos con su culito escurriendo y se las mando a Dani con la leyenda «mirá como me dejaste» y se fue a bañar y antes de meterse me dijo «te encargo que puedas preparar algo de comer en un rato llegarán mis primos» se metió a bañar, me alegraba que vinieran sus primos, dos hermanos de 12 y 14 que venían de vez en cuando, al parecer nuestra noche de sexo aún no terminaba.