Mi primera vez de ser meado.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En aquel entonces solíamos beber te Lipton como bebida predilecta, y yo a sabiendas de las terribles ganas que ella tenía de mear, le ofrecí uno para que estas aumentaran.
Yo comí muy rico, ella no sé si tanto, el caso es que tras un rato ella no pudo más, y necesitaba urgentemente ir a orinar, para lo cual yo fuí con ella.
Entramos al baño de mi sala, ella me insistía en que me saliera, y al ver que no estaba dispuesto a hacerlo y que sus ganas eran muy grandes, decidió ponerse a mear conmigo adentro.
No recuerdo si fuí yo o fue ella quien bajó sus pantalones, pero recuerdo que muy claro que antes de sentarse dijo las palabras "te odio", con una cara de capricho, ellá se sentó en la taza, y yo en el piso justo frente al retrete, casi casi tenía su vagina meándome en mi cara.
Comenzó a orinar, siendo una de las micciones mas abundantes, largas y deliciosas que recuerdo, tanto fue así que no aguanté e introduje mi mano en el chorro, embarrándome totalmente de ese rico y calientito néctar.
La meada terminó y ella tomó un trozo de papel, y lo pasó por su linda rajita.
Salimos, conversamos normalmente otro rato, pero el haber visto frente a mis ojos tan bella micción, me dejó bastante horny.
Tanto fue así que regresamos al baño, y comenzamos poniendo en práctica lo que yo había visto en un vidéo porno, tener a la mujer sentada sobre tus piernas mientras le comes los labios a besos.
Eh de decir que los besos son uno de los mas grandes afrodisiacos que existen para mí, por lo que una corta pero buena sesión de besos es suficiente para ponerme al 1000%.
De simples besos procedimos a las felaciones, ella se agachó y metió mi pene en su boca, cosa que no me resultó la gran cosa comparándola con lo que pasó después.
Comenzamos a quitarnos prendas, primero se despojó de su blusa, y yo me sentía mucho mas libre puesto que podía acariciar su suave espalda mientras la besaba, después vino su pantalón, quedando ella en ropa interior sobre mí.
Ella hizo lo propio, y me quito la camisa sin cesar la gran tanda de besos, para finalizar, se despojó su brasier, quedando con sus suaves tetas al descubierto y nuestros cuerpos desnudos y sudados juntos y más calientes imposible.
Ella se detuvo para proceder una vez más a las felaciones, a lo cual a mi se me ocurrió una idea.
Le pedí que si orinaba en una botella, pero ella entendió que si meaba sobre mí, lo cual me pareció mejor idea así que la dejé.
Bajó sus calzoncillos hasta sus rodillas, abrió sus piernas y tardó algunos segundos, a lo cual yo levanté la mirada para verla, a lo cual ella respondió: "espera".
En cuestión de segundos liberó un delicioso, oloroso, y caliente chorro de orina que empapó mi pene, cosa que fue tan placentera que lo único que me salió decir fue "oh por dios", y me vine como pocas veces en mi vida.
La tapa del baño estaba abajo por lo que terminó meando la tapa, el piso, sus calzoncillos y mi pantalón que obviamente traía abajo.
Ambos sudados, desnudos, y satisfechos, comenzamos a vestirnos, yo fuí por un trapeador para limpiar la evidencia y abrí la ventana para liberar los olores y se secara más rápido.
Todo eso ocurrió con mi hermana mayor en su cuarto, sin que se diera cuenta en lo más mínimo.
De ahí en adelante quedó mas que reafirmado mi gusto por todo lo que tiene que ver con orines femeninos.
¿Quieren más? comenten y puntuen nos vemos luego.
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