Mi primito (6) se enamoró de mí

El primito pervertido de la familia me busca para «divertirnos» de una manera muy diferente a otros primos.

Esta historia comienza con una visita de la familia de mi padre a mi casa. Eran mis tíos junto a su hijo, Santiago, de 6 años.

Ya yo sabía que Santiaguito era una niño bastante diferente a los otros, siempre pensé que estaba «adelanto a su edad», porque ya lo encontraba haciendo cosas bastante cuestionables: Tocándose por encima de su pantaloneta, alzándole la falda a las niñas, frotándose contra el apoya brazos del mueble, tocándose con otros niños, y en general, siendo un pequeño pervertido. Nunca le dije nada a sus padres, ni a él, porque me causaba bastante morbo el verlo haciendo esas cosas, la verdad. Me lo imaginaba buscándome para hacerlas conmigo también, y para mi suerte, no tendría que imaginármelo más…

01.
-¡Hola, familia!- Dijeron mis tíos al entrar por la puerta 
-Hola Gerardo, ha pasado ya bastante desde la última vez- Dijo mi madre mientras iba hacía ellos y los saludaba de beso y mano.
-Hola Santiaguito, ¿Cómo está e’ niño?- Dijo mi madre en forma cariñosa a Santiago.

Santiago solo sonrió y pasó a la casa, no era mucho de socializar con gente muy grande, excepto conmigo. Apenas me vio, y se me lanzó a las piernas a abrazarme como para saludarme. Pude sentir como mi bulto chocaba contra su frente, lo que me causó una leve erección.

02.
-Epa… Hola Santi. Te veo muy feliz hoy…-
-Es que me gusta estar contigo, primo- Dijo Santi, mientras movía su cabeza en mi bulto, sabía bien lo que estaba haciendo
Santi: -Primo, tengo un juego nuevo que quiero que juguemos los dos-
-¿Hmm? Suena interesante. ¿De qué se trata?- Dije yo
Santi: -Se llama…-

De la nada, llega mi tía por detrás de Santi a saludarme.

Gloria: -¡Hola sobrino, ¿Cómo estás?-
Logré hacer que Santi me soltara las piernas
-Hola tía, estoy muy bien, y más con Santi aquí- (Me refería a tenerlo acariciando mi bulto con su cara)
Gloria: -Hmm, veo que está muy cansón hoy-
-Oh, no, no se preocupe. Así son los niños. Muy enérgicos- (Y sabiendo lo que sé que hace, no me cabe duda)
Gloria: -Aww, qué lindo eres con mi Santi. Serás un papá ejemplar un día de estos-
-Jaja, no lo creo, no me van los niños mucho, jaja- (Como juguetitos sí)
Gloria: -Qué mal, sí lo serías-

Después de una aburrida conversación con mis tíos acerca de la vida y el futuro, llegó la hora de almorzar, y a Santi no le se ocurrió mejor idea que sentarse en mi pene, ahí, a la vista de todos.

03.
-(Hmmm… qué rico)- Pensé al sentir ese culito en mi bulto
Gloria: -¡Santi! No incomodes a tu primo y bájate de sus piernas-
-Tranquila tía, no me molesta, me parece tierno incluso- Dije, mientras pensaba en moverlo un poco adelante y atrás disimuladamente
Mi tío me miró con ojos de «sospecha», por alguna razón, le daba la impresión de ser un pervertido. Supongo que es porque un día me pilló masturbándome con porno gay, por lo que le daba esa impresión de ser un gay «malvado» que también va por niños o algo así. Y tenía razón, jaja.
Mientras Santi comía de su plato, que estaba junto al mío, empezó a mover el culo de adelante hacía atrás en mi bulto, que ya estaba durísimo.
-(Oh… ¿Este nene me acaba de leer la mente? Dios, qué pedazo de culo tiene este niño…)- Pensé
El culo de Santi era muy diferente al de otros niños de su edad. Era grande, estaba bien formado. No sé cómo tenía un culo así a los 6 años, pero me encantaba. Solo quería desnudarlo y comérmelo ahí mismo.

Desafortunadamente para mí, Santi pasó el resto del día jugando con los vecinitos de mi barrio, por lo que no tuve la oportunidad de llevarlo a mi habitación.

04.
Ya en mi cama, empecé a masturbarme imaginándome a mí y a Santi cogiendo como dos amantes
-Oh, ¡sí! Dale mi amor… Mueve ese culito como el putito que eres mi vida…- Decía en voz baja, imaginándome a Santi montándome
-Hmmm, ahora eres mío mi amor, y vamos a hacer esto siempre que yo quiera-
Santi: -Sí papi, dame duro-
El imaginarme a Santi diciéndome eso mientras imaginaba que cogíamos me hizo tener un orgasmo fuertísimo, y un chorro de semen me cubrió todo el pecho al venirme.
(Jadeando) -Wow… eso fue increíble…- Dije, ya exhausto.
Caí rendido por el cansancio.

Mientras dormía, empecé a soñar que alguien me estaba tocando. Que me acariciaban el pene de forma torpe. Fue ahí cuando pude abrir los ojos y darme cuenta que dicho sueño no era solo un sueño. Ahí estaba Santi, en la oscuridad al lado mío en la cama, tratando de masturbarme.
Santi: -Hmmm, qué grande la tiene- Dijo Santi en voz baja mientras trataba de mover sus manitas de arriba a abajo en mi verga.
Fue ahí cuando Santi empezó a besar mi pene. Lo besaba como si estuviera enamorado de él.
Yo solo quería agarrarlo del cabello y hacer que se tragara mi pene, pero no podía hacer nada, no quería asustarlo.
Santi procede a llevarse mi pene a su boca. Baja el prepucio y procede a comerse mi glande de una forma algo torpe. Normal teniendo en cuenta que tenía solo 6 años. Pero la sensación de tener a un niño tan pequeño comiéndome la verga era tan placentera que casi me vengo en su boca. Sentir esos dientecitos no desarrollados y esa lengüita tan pequeña era como estar en el cielo. Desafortunadamente para mí, Santi escuchó como si alguien se levantara en el cuarto siguiente al mío, por lo que rápidamente se sacó mi verga de su boca y se fue corriendo a su habitación.
-(¡NOOOO!)- Pensé al ver a mi niño salir corriendo antes de venirme en su boca.
Tuve que terminar yo mismo esa tarea, masturbándome pensando en toda esa situación.

A la mañana siguiente…

05.
Me encontraba en mi habitación, aún molesto porque alguien interrumpió el lindo momento que mi Santi y yo estábamos teniendo la noche anterior
-(Dios… ¿Dónde aprendió eso Santi? O sea, siempre supe que era un pequeño pervertido, ¿Pero llevarse un pene a la boca por su propia voluntad? Eso sí que nunca me lo imaginé)- Pensé
De la nada, Santi entró a mi habitación
Santi: -¡Hola primo!- Se sube a la cama 
Me empecé a poner duro de nuevo al verlo en mi cama
–Oh, hola Santi. ¿Necesitas algo?-
Santi: -Hmm, no realmente, pero quería hablar contigo-
Me puse nervioso, por un momento pensé que se refería a la mamada que me dio anoche
-¿So- sobre qué?- Dije, algo nervioso
Santi: -¿Recuerdas que ayer te dije que quería jugar un juego contigo?-
Empecé a hacer memoria
-Oh, sí. Recuerdo que me dijiste algo sobre un juego-
Santi: -Bueno, el juego se llama «Verdad o Reto», y aprovechando que ni mis papás, ni los tuyos están, pensé que sería la ocasión perfecta- Dijo Santi, mientras sonreía de forma extraña

Continuará…