Mi primo de 12 con su macho de 33 (parte 2): la humillación.
Un negro venezolano y yo humillamos a mi primito de 12.
Buenas foro, ¿cómo están?
Les comento que quiero hacer una saga con todas mis vivencias durante la cuarentena de 2020, de cuando me quedé varado en casa de mi tía y ella estaba en su luna de miel, ahí descubrí que mi primo de 12 años tenía por amante a un negro venezolano repartidor de comida de 33 años.
Ya como les comenté en la primera parte titulada: “Mi primo de 12 con su macho de 33”, me llamo Román, en aquellos tiempos tenía 27 años, soy un hombre bisexual relativamente alto, mido 1,82, soy de tez blanca, delgado, y mi pelo es castaño, hace años que me lo dejé largo para poder hacerme un rodete que combina muy bien con mi barba.
Si hay algo que había notado, aparte de que mi primo Gabriel era un degenerado ordeñador de vergas a sus cortos 12 años, es que a él le gustaba muchísimo ser humillado, le daba muchísimo placer y excitación el ser maltratado, escupido e insultado.
De a poco fui probando con golpes cuando me cabalgaba la verga, primero de a poco en el culo, esos le gustaban pero cuando le levantaba la mano para pegarle unas cachetadas, después del golpe Gabito tomaba mi mano y empezaba a mamar mis dedos como si se tratase de un pene que le iba a dar una eyaculada en la boca, masturbaba mis dedos y me pedía lujuriosamente más golpes, yo obviamente lo complacía con toda la violencia posible.
Era demasiado excitante, un niño degenerado no todo el mundo tiene la suerte de tener a su alcance, por esta razón lo comenté con Yeferson, el amante venezolano de piel oscura de mi primo.
-Amigo, tenemos que hacerle una buena humillada a Gabo.
-La verdad es que yo ya lo había pensado pero tengo miedo que se lo tome a mal. – Comentó el venezolano.
-¿Qué se lo tome a mal? Jajaja, pero si vos fuiste el que se lo cogió primero sin ningún miedo, no me vayas a decir que sos un cobarde… – Le dije entre risas.
-No, no, pero uno nunca sabe. Ya veremos, se lo propondré. – Afirmó Yeferson y dejó ahí la conversación.
En un momento que no me di cuenta, Yeferson habló con Gabito y le comentó sobre mi propuesta, obviamente él no le dijo que era idea mía pero accedió sin problemas.
Llegó la hora, era madrugada y ya estábamos los tres en el apartamento de Yeferson a punto de tener nuestra sesión de sexo. Gabito se fue a aprontar mientras el negro preparaba ron con Coca Cola y yo armaba los porros.
Pusimos una porno hetero en la computadora y nos echamos en el sofá a beber y a disfrutar, pasaron unos minutos y apareció totalmente producida la Gabito, literal que vino gateando, totalmente desnudo con su cuerpo flaquito y un plug anal que tiene un peluchito que simula ser la cola de un zorro, todo metido en el culo, con los labios pintados, las uñas también pintadas, ambos de rojo y mucho maquillaje en la cara, todas las pinturas se las compró Yeferson y las dejaba en su baño para que cuando Gabito quisiese pintarse pudiera hacerlo libremente en la casa del venezolano.
Sin mediar palabra, fue directo hacía nuestros pies que estaban apoyados sobre la mesa del café y empezó a olerlos, a todo esto tanto yo como Yeferson ambos estábamos totalmente vestidos.
Gabito nos quitó los championes a ambos y empezó a oler todo, a lamer nuestros pies con las medias incluídas, olía y lamía, en ese instante Yeferson fue atrás de Gabito que estaba arrodillado y le dijo que me quite las medias con la boca.
-Huele perra, huele, siente el olor a pata de un hombre, eso te gusta, ¿no? Sucia. – Le decía violentamente Yeferson mientras lo tenía tomado de los pelos a Gabito.
-Mmmmm… Seeee… – Respondió el nene.
Esa respuesta le valió un golpe en la cabeza a Gabito por parte de Yeferson.
-¿TE HE DICHO YO QUE ME RESPONDAS? PUTA DE MIERDA, BASURA INMUNDA – Le gritó firmemente Yeferson.
Gabito se quedó callado y seguía oliendo con Yeferson de fondo tomándolo de los pelos, de apoco fue quitándome la ropa y también a él, quedamos los dos en bóxer.
Yo tenía puesto un boxer naranja que me marcaba toda la erección y el venezolano uno blanco que dejaba a la vista los puntos que marcaba el líquido preseminal.
Gabito empezó a mamarnos los pies, pasaba su dulce lenguita por todos nuestros dedos, limpiaba la basurita que teníamos entre los dedos de los pies.
-¿TE GUSTA LA MUGRE PERRA DE MIERDA? – Le grité en la cara a Gabito
El nene no respondió hasta que se le dio la orden, ya iba entendiendo la dinámica del juego.
-Síííí, papi. – Dijo Gabito.
Me puse de pie en ese momento, firme al lado de él, lo tomé de los pelos y se los estiré para decirle:
-No, puta de mierda, yo no soy tu papi, soy tu dueño, tu amo, vos sos una perra que tiene amo. ¿Te quedó claro? Basura, respondé.
-Sí, amo. Perdón, amo.
Me dijo mirándome con una carita tierna, mi reacción fue la de escupirlo y darle una cachetada que lo tiró al piso, después tomé a Gabito por los pelos y le dije:
-NO ME MIRES A LOS OJOS, NADIE TE DIO EL DERECHO DE HACERLO. NADIE, PUTA DE MIERDA.
La excitación era total, me sentía el dueño del universo tratándolo así, Gabito se dejaba, estaba extasiado increíblemente y con la verga como piedra.
Gabito lo único que hacía era seguir órdenes de sus machos, lamía, olía, todo lo que le pedíamos.
En eso Yeferson se puso de pie y se quitó su bóxer quedándose totalmente en pelotas y con la verga durísima, un pedazo de pija negra importada del Caribe, toda curva parecía una banana, con las venas bien saltonas.
Yeferson se abrió de piernas mientras estaba acostado y tomó a Gabito de sus pelos y lo llevo a oler su sucia y hedionda verga negra, toda mojadita y pegajosa de la calentura.
-Huele, puta de mierda, huele. – Le decía a Gabrielito.
Mientras él olfateaba yo miraba el espectáculo, el negro puso a Gabito entre sus piernas y las levantó dejando libre su ano.
-HUELE AQUÍ, HUELE LA MIERDA, HUELE EL EXCREMENTO, DE AQUÍ SALISTE TÚ, BASURA.
Yefeson se puso cada vez más agresivo, cómo disfrutaba de ver a un macho sometiendo a una maricona como mi primito.
-Abre la boca. – Ordenó Yeferson a Gabito.
Ahí en ese momento el negro expulsó un pedo en la boca de Gabito, un pedo bien cargado de olor a mierda y sonido.
-Agradece, basura. – Le dijo el venezolano a mi primo.
-Gracias, amo mío. Gracias. – Dijo Gabito sumisamente.
-Huele la verga de tu otro amo, basura. – Ordenó Yeferson refiriéndose a mí.
Automáticamente empezó a olfatearme todo, también le di mi culo para que huela, mi ano, toda mi raja es bastante peluda, no los cachetes de mi culo pero sí dentro tengo mucho pelo y Gabito deleitó su hocico de perra con mi hoyo.
Obviamente no quería ser menos e hice fuerza para sacar un pedo y echárselo en la cara al niño puta y haciendo fuerza lo logré, no fue tan fuerte como el de Yeferson.
Ya estábamos los dos con la verga durísima, nos pusimos en la cama uno al lado del otro, yo pasé mi mano por atrás de la nuca de Yeferson y él hizo lo mismo, nos pusimos bien juntos y Gabito empezó a mamarla toda, la comía entera, le daba dos mamadas a la mía, dos a la del negro.
-Eso, puta. Mamalo, perra. Eres una perra tragona y sucia. – Le gritaba Yeferson a Gabito.
-OOOH, SIII PERRA DE MIERDA, ALIMENTATE, BASURA INMUNDA. LLENÁ TU BOQUITA, PERRA. – Le decía babosamente a mi primito.
Nos miramos por un instante con el negro y eso desencadenó en un enorme beso con lengua entre los dos mientras éramos chupados por mi primito de 12 dulces añitos.
-Eres un degenerado de mierda mi pana. – Me dijo Yeferson.
-Y vos también, negro maldito. – Respondí entre risas.
Entre la bella chupada de Gabito más los besos de Yeferson la calentura era extrema.
Me salí del lado de Yeferson y tome a Gabito por la nuca para hacerle tragar toda la verga del negro, conseguí que mi primito le hiciera una rica garganta profunda a toda la pija negra del venezolano, casi vomitó de tan al fondo que llego y lo hizo gemir a Yeferson de placer, él se reía de las cosquillas que la boquita de Gabo le provocaba mientras acariciaba sus pezones negros.
Después de eso, saqué a Gabito de entre las piernas del negro y lo coloque boca arriba sobre el colchón, vi su asquerosa cara de niño puta después de haberse comido una verga monumental.
Ahí fue cuando afloró mi yo más agresivo y le di dos cachetadas fuertes a Gabito, una con la mano abierta y otra con la reversa de la mano, lo escupí tres veces en la cara y le grite:
-PUTA, PUTA DE MIERDA, ME DAS MUCHO ASCO, PUTA BARATA.
Gabito no decía nada pero acariciaba sus pechos, sus pezones. Yo por mi parte me paré encima del colchón y fui hasta la cabeza de mi primito, abrí mis nalgas y me senté en la boca de Gabito.
-OOOOH, ESTO ES LO QUE SOS, UN PUTO PAPEL HIGIÉNICO. PARA LO ÚNICO QUE SERVÍS: PARA LIMPIAR CULOS.
Mientras a Gabito yo le decía esas cosas, sentí como su lenguita empezaba a moverse y recorría mi ano, tocaba mi punto G masculino, meneaba mis culo con mi primito limpiándolo con su boca.
Para todo esto, Yeferson estaba excitadísimo, las venas de su pene estaban a punto de explotar, después de que yo sacara mi culo de su cara, el venezolano tomó a mi primito, lo dio vuelta para quitarle el plug que todavía llevaba en el ano y escupió el hoyito de Gabo.
Con un sonido muy estridente provocado por la chupada y toda la saliva, Yeferson penetró analmente a Gabito con su lengua, Gabito por su parte estaba tocando el cielo con las manos, se notaba su tremenda excitación mediante sus gemidos, aparte de que él mismo abría su culito para ser mamado.
-ERES UNA PUTA SIN DIGNIDAD, ERES UNA BASURA, AGRADECE QUE YO ME FIJÉ EN TI, PUTA REGALADAAAA. – Le gritó Yeferson a Gabito.
Y fue ahí que empezó una competencia a ver quien escupía más a Gabo, escupimos su cara, todo su cuerpo, chorreaba nuestra saliva.
“Puta de mierda”, “basura”, “niña violada asquerosa”, eran las cosas que le gritamos a Gabito mientras lo escupíamos.
Obvio que una humillada así no podía finalizar sin reventarle el ano a Gabito. Yeferson se posicionó en la cama, se recostó, abrió sus piernas un poco y llamó a Gabito para que lo cabalgue, él sin mediar ni una oración aceptó, abrió sus nalgas, se posicionó y se incrustó la pija negra de Yeferson sin ningún tipo de condón, esta vez fue a pelo.
-SEEE, PUTA ASÍ, MUEVE ESE CULO MAMI. – Decía Yeferson.
Gabito empezó a intensificar sus movimientos y comenzó a saltar sobre la pija del negro, por mi parte yo apreciaba al espectáculo y decidí unirme para una doble penetración.
Frené los movimientos de Gabriel y se la empecé a pasar por la espalda, toda mi pija dura acariciaba la espalda de mi primo hasta abajo, hasta que se la busqué introducir.
Con mucho amor y cariño logramos la dilatación del culito de Gabo y empezamos la doble…
-AHH, AHH, AHH SEEE ASI PUTA, ASÍ MI PUTA MARAVILLOSA. – Le gritaba.
Era un estupendo momento, Gabito tenía en su ano de 12 años dos vergas adultas que lo único que buscaban eran saciar sus apetitos más repulsivos.
Al nene ya le empezó a doler el culo de tanto de tanta verga…
-Ay, me duele basta, ya no quiero. – Osó decir Gabito.
-¡CÁLLATE PUTA! ¡NO HABLES! – Gritó Yeferson con cachetada de por medio.
A Gabito ya le dolía mucho el cuerpo y empezó a llorar, las lagrimas caían por su carita de niña abusada. A mí eso me puso como un toro, me desconocí por un instante y empecé a embestir ese culo de una forma muy violenta por tres minutos más aproximadamente.
-AAAAAAHHHGGGG SEEEEE PERRA TOMA TOMA TOMA TODO EN EL CULO!!!!
Con cuatro lechazos violentos rellene el recto de Gabito con mi leche, era la primera vez que lo hacíamos a pelo, fecundé el orto de mi primito de 12 años, ensucié toda la pija de Yeferson que seguía dentro del ano de Gabito.
El negro venezolano utilizó mi semen como lubricación para seguir, dio vuelta el cuerpito de Gabito y lo penetó en posición de piernitas al hombro.
-UFFFF BEBÉ, QUÉ RICOOOO, QUÉ RICO PUTA, AQUÍ TIENES A TU MACHOOO SEEEEEEEE. – Dijo Yeferson muy degeneradamente después de rellenar el orto con todo su semen.
Los dos habíamos vaciado nuestros huevos en el culito de Gabrielito, que por más que sea una puta golosa, no dejaba de ser un niño de 12 tiernos años.
Yeferson se levantó rápido de la cama y tumbado quedó Gabito, después de unos minutos de relajación, se puso en cuclillas para sacarse del culo toda la leche que le dejamos.
Escupió todo el semen de su cavidad anal y del mismo suelo, Gabito empezó a lamer el piso a comer nuestra leche mezclada y nos mostraba como había quedado su ano después de la cogida.
-ESE ES TU LUGAR, PERRA! EL PISO ES TU LUGAR. – Gritó Yeferson.
-EEEEHHH. JAJAAJA, MIRÁ CÓMO QUEDÓ TU CULO, PERRA SIN DIGNIDAD, BASURA. – Agregué yo.
Empecé a sentir una incomodidad y eran ganas de mear, en mi mente me decía que espere para ir al baño, que me quede viendo este espectáculo, pero ahí se me ocurrió una cosa…
Me acerqué a Gabito, él estaba con su cabeza gacha y yo con mi pie lo toqué, él levantó su mirada y empecé a mearle la cara. Gabito atinó a abrir su boca para recibir mi orina…
-AAAAhh, qué rico, cómo te quiero bebé. – Le dije dulcemente.
A todo esto, Yeferson se acercó y viendo en espectáculo no pudo resistirse pero él lo meó por completo, de pies a cabeza.
Atrás quedó el bello rostro de Gabito maquillado y bien arreglado, terminó todo destrozado, violado, cogido, ultrajado y meado
Espero les haya gustado esta parte de mis aventuras sexosas con mi primito. Los leo en comentarios!
Saludos.
Ufffff justo lo que necesitaba sexo duro sigue así amigo esto me encato
Me la jalé un par de veces antes de terminar de leer. Ojalá continúes la saga.