Mi tía Puta.
Sobrino estará una semana con su tía solos..
Hola, soy Mateo y quiero contarles lo que me pasó a mis 12 años de edad con mi tía Angélica. Siempre me ha gustado mi tía; ella es la típica madre de familia trabajadora, dedicada a sus hijos y a su esposo; se esmera mucho. Ella es físicamente chaparrita, pelo corto de color castaño, un culito grande, tetas promedio pero caídas; es de cara pequeña y nariz ancha; ella es güerita con lunares. Tiene un carácter carismático, una mirada tierna y coqueta a la vez; tiene ojos pequeños color café, pero muy dominantes; le gustan las cosas bien hechas; también tiene unos labios muy ricos, carnosos y rosados.
Una tarde tuve que ir a su casa después de la escuela, ya que mis padres no estarían durante una semana por cuestiones de trabajo. Yo era hijo único y no me podía quedar en mi casa solo, entonces mis padres hablaron con mi tía Angélica para que me cuidara durante una semana. Ella aceptó feliz porque mis primos se fueron de vacaciones a Francia y ella se quedaría sola y mi tío no estaba en la zona por su trabajo, entonces solo estaríamos nosotros dos en su casa. Mis padres, antes de irse, le dejaron a mi tía Angélica mi ropa para que no me preocupara de qué ponerme.
Una ves llegando de la escuela medi cuenta que mi tía había llegado de su trabajo ella era maestra de primaria se veía muy guapa pues traía un vestido blanco y podía ver su tanga remarcarse y sus tetas rebotar por lo caidas que estaban pero lo mejor eran sus pies, siempre me exitaban sus pies eran pequeños y suaves apesar de su edad madura me encantaban m3 daban ganas de chuparlos, masturbarme y venirme en ellos. Siempre utilizaba zapatillas altas y que lucieran sus pies.
Mi tía Angélica me recibió de beso y me dijo que estaba feliz de que yo estuviera con ella estos días; yo igual, porque la vería más frecuente… Al llegar me dijo las reglas de la casa, pero no eran gran cosa, lo típico: que me portara bien, comiera y no saliera sin permiso. Al terminar, Me dijo que lo hacía porque ella estaba algo mal y quería que me portara bien. Me dijo que de 4 a 9 de la noche no la molestara porque ella tomaba una pastilla que la hacía dormir y relajarse al punto de no recordar nada. Ella decía que hasta esa hora la podía ir a ver o hablar con ella; en ese momento se me vinieron a mi cabeza muchas cosas; solo le dije a mi tía que no se preocupara, que yo estaría en mi habitación haciendo tarea y estudiando; en ese momento deseaba que ya fuera la hora.
Una vez dada la hora, las 4:00 de la tarde, me cambié, me puse un short negro y una camisa de tirantes blanca y subí a su habitación con mi celular. Una vez arriba, verifique si ya estaba durmiendo y, por suerte, ya estaba dormida con su pijama puesta; era blanca y transparente, podía verle sus tetas y su vagina; se veía muy rica. En ese momento pasó…
En ese momento me sentía excitado de verla así, pero antes comprobé si en verdad estaba dormida o estaba fingiendo. Entonces levanté su mano y la dejé caer en su cara; se veía que sí estaba dormida, ya que sí sonó el golpe demasiado duro y mi tía no hizo nada. Entonces procedí a cumplir mis sueños, que era tener sexo con ella mientras la grababa con mi teléfono.
Saqué mi teléfono y empecé a grabar… Lo primero fue darle un beso en la boca apasionado; después toqué sus tetas y las mordí jugando con mi lengua; después le quité sus calcetines y empecé a chuparle sus pies lentamente, hasta en la planta de sus pies. Mi tía Angélica no reaccionaba, pero sí se podían escuchar sus gemidos: hhhmmm…..!, hhhhhmmmmm……!!! Yo ya estaba tan caliente que me bajé mi short y empecé a masturbarme con sus pies tan suaves, tan pequeños que eran; no podía creer lo que estaba haciendo con mi tía Angélica y más porque me estaba grabando con mi teléfono.
Me quedé pensando en lo que hacía, pero mi mente decía que no bastaba. Entonces me puse donde estaba su cara y le metí mi pene, pero antes de eso jugué con sus labios; se sentían húmedos. Mi pene parecía un pintalabios que recorría sus labios. Al meterle mi pene, se sentía genial; sentía mi pene húmedo, podía sentir su lengua y parte de sus dientes. Lo único que hacía era meterlo y sacarlo de su boca mientras ella gemía muy excitada; se escuchaba hhhhhmmmmm……!
Mientras hacía eso, yo la grababa y le decía que era una puta tragavergas siendo mi tía. Me sentía muy excitado y eso que solo llevaba 30 minutos en su habitación y lo que faltaba…
Por favor, amigos, apoyen esta historia con sus comentarios y apóyenla si quieren segunda parte.


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