MI TRANSFORMACION DE NIÑO A MUJER #3: PRENDAS E INCESTO
En este capitulo podremos obtener que paso despues de esas experiencias vividas en la niñez como al cambiar de ciudad y el pasar de los años fue cambiando mi vida y nuevas experiencias y personas llegaban a ella. Si es la primera vez que lees, te recomiendo los capítulos anteriores…
Mudarnos a la ciudad fue difícil para todos, ya que éramos los únicos de la familia en aquella ciudad, y comenzar una vida lejos de nuestras familias, costumbres, amigos y demás, no fue fácil para ninguno de nosotros, o al menos eso pensaba yo.
Por mi parte, todo para mí era nuevo, un ambiente totalmente diferente, con más ruido y aceleración. Así nos instalamos en un barrio de clase media en la ciudad, pues mi padre ganaba muy bien en su trabajo, por lo que podíamos disfrutar de algunos privilegios. Aun así, eso no nos quitó el ser cálidos como las personas de pueblo.
Estando ya instalados en la casa nueva, fue muy difícil seguir con mis gustos indebidos, ya que nuestra madre siempre estaba en casa, cuidando de nosotros.
Así pasaron unos años más, en los cuales me fui adaptando al ritmo de la ciudad y pude conocer nuevos amigos, tuve una novia de infancia, que a sinceridad, no fue nada más que una simple etapa pre juvenil, dónde se cree que tener novia es de maduro o grande y para ser sinceros a esa edad nadie sabe que es el amor, no tuvo mucha influencia en mi vida y por cosas de niños también se terminó. Mi aspecto físico comenzó a cambiar, ya que me fui engordando por no saber controlar la ansiedad que me hacía comer todo el tiempo.
También en esos años entable bastante conexión con mi madre, la cual era una mujer bastante conservadora por su crianza, a diferencia de mi padre que al estar viviendo muchos años en la ciudad su pensamiento era más igualitario, liberal y machista a su vez.
En las pocas conversaciones que tenía con mi madre o formas de juego, siempre me hacía saber que tenía unas buenas piernas, que mejor que las de mi propia hermana, haciendo el comentario «si fueras mujer, envidiarían tus piernas» «tienes piernas de mujer» «ojalá tu hermana hubiera sacado esas piernas» a lo que de mi parte no le daba importancia, pues solo miraba que tenía piernas un poco largas y con carnecita. Así pasó el tiempo.
Fue entonces hasta los 14 recién cumplidos o un poquito más, entrando ya en la adolescencia, esa etapa precoz de la juventud donde conozco la pornografía, gracias a mis compañeros de colegio y comenzó una obsesión por siempre estar viéndola. Así como también el querer verse bien, según los estereotipos, por lo que decidí comenzar a rebajar mis kilos de más e inicié a ir al GYM.
En una ocasión, viendo pornografía, llega a mi mente el recuerdo de las noches de aventura que tuve con Juan, y mi cuerpo experimentó un escalofrío y recordé lo mucho que me gustaba lo que hacía con Juan, especialmente ponerme las bragas y brasier para complacerlo. Fue entonces cuando me excitó la idea de nuevamente poder sentir la sensación de esas hermosas prendas en mi cuerpo.
De inmediato comencé a tocar mi pene, pensando en como se sentiría sentir nuevamente esa ropa en mi cuerpo y recordando lo rico que sentía cuando Juan me penetraba, le di un vistazo al video porno que estaba viendo, en ese instante mostraba a un hombre que se pajeaba la verga para metérsela a la chica, por lo que pensé en lo rico que sería que esa verga la tuviera al frente mío y poder yo estar en el lugar de la chica, así fantaseé hasta que me vine en mi mano y sin medir ningún tipo de asco, lleve mi propio semen a mi boca, lo cual no me desagrado, al contrario, elevo más mi deseo por volver a ser la de antes.
Así transcurrieron los días hasta que tuve la oportunidad de quedarme solo en casa por varias horas. Al saber que estaba solo en casa, mi mente se focalizó en una cosa y era el volver a sentir una de las mejores sensaciones que había experimentado hasta el momento. Sin pensarlo, me dirigí a la habitación de mi hermana, quien era 8 años mayor, por lo que su ropa era muy atrevida en comparación con la de mamá. Ya estando en su habitación me dirigí hacia sus gaveteros donde guardaba su ropa interior, al abrirlo pude observar un sin número de lencerías para probarme y comencé a buscar, cuál me gustaba más, hasta que elegí un tanga de elastano color negro y un bra que hacía juego con la misma, poniendo las prendas en la cama, continuo con quitarme mi ropa y de inmediato colocarme tanga, al entrar en contacto con el material se me erizo el cuerpo y comenzó a reaccionar a dicha sensación, al subirla completamente y sentir como ese hilo entraba entre mis nalgas y la parte delantera tocar mi miembro fue lo más maravilloso para mí, así solté de la misma quedando perfecta para mi cuerpo. A pesar de mis kilos de más, pude notar que encajaba bien en mi cola, proseguí con colocarme el bra, fue un poco más difícil el abrocharlo, al tenerlo puesto sentía que faltaba algo dentro de él, por lo que tome dos forros de almohadas, los hice pelotas e introduce dentro del bra simulando los pechos.
Así duré unos 10 minutos, modelando por toda la habitación de mi hermana, las prendas que tenía puestas, me miraba al espejo y me encantaba lo que veía, solo una cosa faltaba y era seguir bajando de peso. En eso siento que se abre la puerta del garaje y de inmediato me alarmo, me quito lo que tengo puesto, lo dejo en su lugar y salgo para el baño a simular que me estaba bañando.
A los días, encontré nuevamente la oportunidad de hacerlo, esta vez elegí un cachetero mediano o al menos me llegaba a la mitad de mí nalgas, de color rojo, tela suave y un bra color blanco muy lindo que creía hacía buen juego, ese día decido buscar entre el closet de mi hermana y escojo una falda tipo colegial y una cacheta corta que llegaba a la mitad de mi torso, dejando abierta podía observar el bra, así comencé a modelar por todo la habitación y pude salir hacia mi cuarto a buscar algo y volver, me sentí tan puta que comencé a tocar mi pene y a la vez mi culito, comencé a masajear e introducir uno de mis dedos, así fui aumentando e introduciendo otro dedo, tanto era mi excitación que quería tener un hombre enfrente mío para que me diera por el culo. Así que no siendo suficiente con mis dedos, comienzo a buscar algún objeto para introducírmelo. Buscando, revisé en el closet y encontré dos consoladores. Uno parecía un pene, y el otro un cilindro que comenzaba de un grueso y terminaba en otro. No era mucha la diferencia, pero sí engrandecía. Por lo que de inmediato tomo el que es tipo cilindro y lo introduzco en mi ano volviendo a sentir ese placer inexplicable de excitación y placer, así dure como 15 minutos jugando con el consolador y pajeando mi pene hasta sentir la descarga de todo en todo mi cuerpo y ver salir de mi pene mi semen, que nuevamente sin pudor la lleve a mi boca para saborearla y sentirme lo más mujer posible. Después de unos minutos de descanso, me quito toda la ropa y la deja en su lugar como estaba. Había un problema, es que manché la falda con mi semen, así que busqué pañitos húmedos y limpié lo mejor que pude para que mi hermana no se diera cuenta de que había cogido su ropa. Al terminar, me dirigí a mi habitación, y los días después a lo sucedido, pasé con mucho temor a que mi hermana lo descubriera y me reclamara o regañara mis padres, pero eso nunca pasó.
Así pasó aproximadamente 1 año, vistiéndome y jugando con mi culito en la habitación de mi hermana. Al pasar tanto tiempo ya tenía más experiencia en cuanto a cómo vestirme, sabía maquillarme, sabía usar tacones y también el cabello me había crecido bastante. En ese año también baje aún más de peso, quedando en uno ideal a mi estatura y cambie mis rutinas de GYM a unas más femeninas, como solía ir cuando el local se encontraba lo más vacío posible o en su defecto no había nadie más que los entrenadores, y que por lo general en ese horario estaba una mujer y no tuve ningún problema. Durante el entreno comencé a hacer amistad con la entrenadora (Leidy) y al tener más confianza ella, me indicaba qué ejercicio debía hacer. Claro, a ella solo le dije que era bisexual.
Comenze a utilizar ropa holgada para que no se notara mi figura, más, sin embargo, mis piernas y nalgas resaltaban al usar pantalonetas, sudaderas y/o jean pegados, por lo que mis amigos siempre me molestaban con que tenía cuerpo de mujer. Sin embargo, nunca pasó a mayores, ya que siempre he sido una persona que ha puesto límites y respeto moderadamente a pesar de todo y así mismo ellos me lo brindaban a mí. Nunca escuche malos comentarios, insinuaciones o disgustos de parte de ellos, con la excepción de Felipe y Andrés, quienes a ser más cercanos conmigo, nos jugábamos muy pesados y sabíamos lo más mínimo el uno de los otros, o eso creíamos, en fin, éramos como el tridente de mejores amigos dentro del grupo amigos donde era conformado por chicos y chicas.
Estando en la casa de Felipe jugando a la Play Stations, se inició una conversación sobre mujeres y novias, a lo que ambos me preguntaron, que yo, siendo tan manso, pinta (bonito) e inteligente, porque carajos no tenía novia. Yo me callé un rato, pensé y dije:
Yo: Pues normal, no me ha llegado
Andrés: ¿No te ha llegado, qué? La regla. Nos echamos a reír.
Felipe: ¿A no ser, que seas marica?, y le respondo:
Yo: ¡Eche qué! Nada más porque no tengo novia soy marica
Andrés: Eche, pero si eres bien pinta y no has tenido novia hace rato
Yo: Eso no tiene nada que ver, además yo me cuido de andar con bandidas
Nos volvemos a reír y Felipe pregunta:
Felipe: Hey! ¿Pero seamos sinceros, tú, con qué pateas?
Yo: Joa les voy a hacer sincero porque son ustedes; a mí hasta ahora me gustan las dos.
Ellos se quedaron sin decir una palabra y hubo un silencio incómodo. De momento, Felipe rompe el hielo diciendo:
Felipe: O sea que si eres marica, pero te gustan las mujeres.
Andrés: Hey.. Tan rica que es la vagina, y tú prefieres que te den por el culo.
Yo: Por eso digo hasta ahora, porque no te ha tenido sexo con un hombre, solo me atrae si es bonito y ya
Andrés: tas jodido
Felipe: ¿Bueno, ya, a la final qué? Vainas de marica no tienes, pero si te gusta es tu problema.
Andrés: Ja, ja, ja, tú, si eres raro en todo, menos mal, piernas y culo si tienes..
Yo: ¿Hay qué? ¿Te gustó? Hablé claro para clavarte (penetrar)
Nos reímos todos nuevamente y seguimos jugando, hablando y molestando.
Luego de esa conversación siguió todo normal, pero noté que Felipe después de ese día buscaba estar más unido a mí, pues no me causó asombro, ya que tenía más cosas en común conmigo que Andrés, ya que Felipe estudiaba conmigo en el mismo colegio, grado y aula.
Ya había pasado año y medio desde que inicie a vestirme de mujer, ahora con más libertad, debido a que permanecía mucho tiempo solo en casa, mi madre inicio un negocio de pastelería en donde administraba su local, mi padre seguía en su trabajo que le demandaba mucho tiempo, mi hermana también pasaba fuera de casa, en la universidad, su negocio que inicio con unas amigas, mi hermano trabajaba todo el día en una empresa bástate reconocida y pues yo, que estudiaba en las mañanas, salía a las 12:30 PM y tenía toda la tarde en mi casa, hasta caer la noche tipo 6:30 a 7:00 PM que iban llegando todos, así que no me preocupaba por nada.
Un día llegando del colegio, tenía ganas de poder ser penetrada por alguien y no sabía que hacer para lograr tenerlo, había pensado en llamar a Felipe, ya que lo veía muy cercano a mí y decirle que me ayudara, pero pensaba en lo mal que sería, y no quería perder una amistad como esa, así que mi consolación fue nuevamente vestirme y masturbarme con el consolador de mi hermana.
Al entrar a casa, me dirigí a mi habitación, a cambiarme e ir al baño, después de un día bastante caluroso y de deporte en la escuela, por lo que aproveché, me depilé lo poquito de bellos que tenía en las piernas, genitales y trasero, me bañé y salí justo para la habitación de mi hermana.
Estando a allí desnudo, abro las gavetas y closet para elegir qué ponerme ese día, por lo que me decido por una tanga de encaje tipo hilo color blanco, un bra que hacía juego. De inmediato me fui colocando las prendas y observaba lo hermoso que se me veía en mi cuerpo, pues parecía toda una mujer.
Mi apariencia había mejorado mucho desde que inicie, ahora parecía una chica de 1.60, trigueña, con ojos negro claro, cabello hasta los hombros, cuerpo tipo pera, no demasiado femenino, pero si acorde, contextura media, piernas fuertes, culo levantado, y mi cara era bastante andrógina, por lo que para muchos podía ser una figura o chica perfecta.
Pues era claro que había trabajado mucho en mí sin hacer mucho ruido, más, sin embargo, no era perfecto aún, así que seguí en mi fetiche y entonces al estar en el closet me decidí por colocarme un short de jean que se acoplaba perfectamente a mis piernas y llegaba un poco más abajo de mi culo, recorte rellenar mis senos, así que salí a mi habitación, en buscar unos globos rellenos de harina, los cuales era lo más similar que podía parecer a unos senos, los introduje dentro del bra y volví a la habitación de mi hermana para seguir, estando delante del closet escojo una camiseta crop top color azul cielo, me dispuse a maquillarme, al terminar solté mi cabello y me levante frente al espejo viendo en él, el reflejo de una hermosa jovencita. Al observar esa hermosa figura y muy juvenil me encendí mucho más de lo que ya estaba, solo me faltaba el calzado, pero los zapatos de mi hermana no me quedaban, ya que eran una talla menor a la mía, así que decidí ir por unos tenis unisex a mi habitación, de lo más emocionado y caminando lo más femenino que podía fui hasta allá me los puse, al volver a la habitación de mi hermana, que voy por el pasillo cuando veo que entre mi hermano (era mayor por 4 años) de la puerta que da con el garaje y este levanta la mirada al segundo piso, quedando yo inmóvil, con un nerviosismo que no me daba ni para correr o hacer algo más que solo estar inmóvil y de momento escucho:
Ander: ¿Tú que estás haciendo vestido así? Con voz de enojo.
Yo, sin saber qué hacer y en momento de shock, solo me agaché en forma de feto y comencé a gemir. Sentí que todo se había perdido y que ibas a ser repudiado por mi familia, que me castigarían y tendría más ojos en mí y un sin fin de cosas pasaban por mi cabeza. Ander subió las escaleras y me dijo:
Ander: Levántate de allí
Yo me levanté con mucho temor y estaba dispuesto a recibir un golpe, cuando nuevamente mi hermano me vuelve a preguntar:
Ander: ¿Qué haces así vestido? Y… Esa ropa es la de Yurle (hermana)
Yo: No sé, solo me gusta
Ander: Ahora sí, tenemos una mariquita aquí.. Una hermana más
Yo: No. no lo vuelvo a hacer más..
Ander: Jumm yo si decía que ibas a GYM era muy raro. Ahora que vengan nuestros papás, les digo.
Yo: No les digas nada por favor y Yur me va a matar
Ander: Como no les voy a decir, más bien vez a cambiarte
Triste y con el llanto en la garganta me fui a cambiar y mientras iba caminando hacia la habitación de mi hermana, Ander estaba allí de pie mirándome, yo entre a la habitación me senté en la cama y seguí pensando y con más nervios aún porque Ander le iba a decir a mis padres y por ende mi hermana se enteraría y sería peor.
Pasaron los minutos y yo aún allí, sentado en la cama, pensando en todo lo que pasaría ahora en adelante. Cuando de repente veo que se abre la puerta de la habitación y entra Ander un poco más calmado y sereno, yo haciendo el esfuerzo para levantarme de la cama y expresándole:
Yo: ya me voy a cambiar, no debes venir a revisar
Ander: espera… Quédate allí donde estás
Caminado hacia la cama, se sienta en ella también y me dice:
Ander: fue difícil no mirarte cuando caminabas hasta aquí. ¿Desde cuándo te gusta vestirte así?
Yo: hace como un año.. Silencio hubo y continuó diciendo: ¿Le vas a decir a nuestros padres?
Ander: pues esto no es normal y ellos deberían saber, además si quieres ser mujer debes hablar con ellos.
Yo: No sé si en verdad, quiero, me van a rechazar y más, mamá, sabes cómo es ella
Ander: Pues bueno, a la final algún día se enteraran y esperemos no sea por boca ajena
Yo: entonces no les vas a decir…
Ander: No lose, es que… Te pareces una misma mujer de esta forma, párate para verte
Yo: que estás diciendo, me estabas regañando y ahora quieres verme? Soy tu hermano
Ander: ¡Bueno! Fue algo inevitable, verte cuando caminabas, te veías bien linda. Ahora más bien párate para ver a mi nueva hermanita.
Yo mucho más calmado al saber que Ander estaba cediendo, me levanto de la cama y camino hasta el espejo, Ander me observa y se muerde los labios.
Ander: sí que pareces toda una mujercita, date una vuelta.
Sin decir nada, me doy media vuelta frente a mi hermano de la forma más femenina posible, quedando de espalda a él.
De momento siento que Ander se levanta y se posa detrás de mí, agarrándome por la cintura y diciéndome:
Ander: ese short se te ve lindo, qué culo provocativo tienes.
Sin decir nada, y si entiendo su bulto, escucho:
Ander: ¡Qué rica estas hermanita!, A ti te luce mucho más esta ropa, que a Yurle
Ese comentario me encendió bastante al saber que era provocativa para alguien, a pesar de que fuera mi hermano, a lo que respondo:
Yo: si hermanito, gracias
Ander: Sí, ¿alguna vez has estado con algún chico?
Yo: No, solo me visto en secreto. Nadie más que yo, y ahora tú, que lo sabes
Ander: ¿Entonces no has probado verga, quieres probar la mía?
No sé qué me dio cuando escuché esas palabras de su boca, pareciera que fuera una señal o un regalo el estar en esa situación, ya que lo que más quería era tener una verga frente mío, pero pensé, es mi hermano. Aun así, la excitación y ganas de verga hicieron que no lo viera como un problema, por lo que de mi boca salió:
Yo: si hermanito, quieres ser el primero.
En ese momento fue lo primero que se me vino a la mente, pues obviamente no era el primero, ya que Juan había sido quien me había orientado hacia lo que era.
Así que de forma inmediata, mi hermano me abraza por la cintura y me comienza a besar el cuello, mi instinto hace que suba los brazos y rodee su cabeza, me doy media vuelta quedando frente con mi hermano, quien posa sus manos en mi culo y lo agarra fuertemente, yo rodeo su cuello con mis brazos y nos damos un beso, que al tiempo se volvió más intenso y con lengua.
Segundo después de ese increíble beso, él posa sus manos en mi cintura y yo sin esperar comienzo a bajar hasta quedar mi cara de frente con su bulto, desabrochó su pantalón y lo bajo junto con su bóxer y de forma resortada sale su verga del escondite, quedando completamente parada frente mío, sin ningún problema, inicio metiendo la cabeza de su verga en mi boca, sintiendo su sabor y sintiéndome feliz porque tenía una verga en mi boca, así proseguir jugando con mi lengua, dándole chupones y cada vez introduciendo más su verga en mi boca, hasta hacerle unas arcadas.
Mi hermano solo disfrutaba y suspiraba por todo lo que hacía sentir con mi boca. Así pasaron unos
minutos y al sacar su verga de mi boca, me sube de golpe y me da nuevamente un beso, diciendo:
Ander: Vaya, hermanita, la que tengo, estuvo muy rico. Sí que sabes cómo hacerlo
Nuevamente, me aprieta las nalgas y expresa, «estas nalgas bien paraditas se ven ricas, hoy vas a saber que es ser mujer completamente», me guía y lleva hasta la pared y me da media vuelta nuevamente, desabrocha el short y me lo baja poco a poco, ya que estaba muy pegado a mis muslos y mi culo no lo dejaba pasar, cuando Ander ve que llevo puesto una tanga de hilo, se enloquece e intenta bajar el short más rápido hasta que lo logra, al apreciar mi descubierto y levantado culo, el cómo lucia esa pequeña tanga despertó más deseo en mi hermano de quererme comer, me dio una nalgada y dijo “que culo hermoso hermanita, en tanga se te ve más hermoso” continuando con el manoseo a mi cuerpo, yo solo disfrutaba también del momento y todo lo que mi hermano me decía me excitaba más, en eso siento su dedo húmedo apartando el hilo y buscando mi ano, hasta que lo encontró, me comenzó a menearlo e introducirlo, fue algo muy rico y le dije:
Yo: Hermanito, solo métemela ya.
Mi hermano sin pensarlo, saco su dedo de mi ano y aparto el hilo hacia un lado y puso la punta de su verga en mi ano, haciendo leve presión comenzó a meter su verga en mí, yo encantada por ser penetrada, así mi hermano poco a poco fue metiendo sus 15 centímetros de verga en mi culo, hasta que sentí que se pegó completo a mí.
Ander: hermanita, ya eres toda una mujercita, y sí que lo tienes abierto.
Yo: solo me introduje algunas cositas..
Con mucha calma fue haciendo movimientos pélvicos que con el paso de los minutos fueron intensificando más. Yo, en la gloria y superexcitado, comienzo a dar gemidos muy sutiles, y mi hermano continúa dándome por el culo.
Así duramos unos 3 minutos y entonces Ander me saca su verga y me indica que me pose en la cama en forma de perrito, así lo hice y dándome una palmada me abre las nalgas vuelve a introducir su verga en mí e hizo que me inclinara mucho más mi cuerpo, pegando mi pecho a la cama, me agarra por la cintura y nuevamente comienza a embestirme de la manera más feroz que podía, yo seguía disfrutando y gimiendo ahora un poco más elevado y mi hermano me daba palmadas, las cuales me gustaban cada vez más, así seguimos unos 5 minutos más hasta que siento que dentro de mí, comienza a salir semen de su verga, una sensación muy rara, pero deliciosa y en momento un suspiro de mi hermano y sabía que se había venido dentro de mí, apreté su verga con mi culo sentí nuevamente los chorros de su semen en mi culo, me saca su verga y cae en la casa al lado mío, con su verga semiparada llena de semen, en eso yo me doy vuelta y comienzo a chuparle su verga hasta dejarla limpia. De mi culito salía su semen, el cual chorreaba mis muslos también.
Me recosté sobre la cama, dejando mi mano en su verga. Al retomar el aliento, mi hermanito dice:
Ander: ¿aún quieres más?
Yo: ya tú no puedes más..
Ander: me has cogido cansado, pero sí que lo sabes hacer. ¿Cómo te llamas?
Yo: como me preguntas eso, me conoces
Ander: No pendejo, tu nombre de mujer
Yo: Mmm no lo había pensado
Ander: bueno, deberías, porque ya eres toda una mujercita..
Sin decir más una palabra, mi hermano se levantó de la cama y se fue a su habitación, yo quedé allí acostado y volviendo a la realidad, preguntándome qué fue eso, qué pasó?
Sin más, después de un par de minutos me quité todo, limpié y puse todo en su lugar, nuevamente, me dirigí al baño a lavarme y desmaquillarme.
Después de ese día, fuimos más unidos como hermanos, compartíamos un poco más de que antes, pero no pasaba nada más allá que compartir tiempo, pues mi hermano tenía su novia, la cual era algo tóxica, pero llevaban ya varios años juntos. Mi hermano nunca les contó nada a mis padres, pero sí estaba muy pendiente de mi.
En la continuación del relato, podremos obtener que paso despues de ese encuentro vivido con mi hermano y como se fueron dando las cosas para avanzar en este proceso hermoso.
Espero les haya gustado este nuevo capitulo y que sigan al pendiente de cada unos de mis relatos, como poco a poco fui pasando se niño a una gran mujer.
PD: Tratare de montar 1 capitulo de mi vida por semana hasta que lleguemos al final.
Besos.. Muak..