Mi vida como maestro 15. Un largo camino a casa (parte 4)
Finalmente logro llegar a mi apartamento despues de un dia interminable y pensar que todo inicio por Wilmito.
En ese momento comprendí todo, por eso Diego se fue a hablar con Damián para pedirle las llaves y cuando hablo con el hombre calvo lo que hizo fue metérmelas entre el culo, por eso sentí una mano diferente y algo duro, no podía ser cierto, no podía creer que a Diego se le hubiera ocurrido eso, yo estaba tirado en el suelo mientras veía como Damián y Diego se alejaban se subían a su auto y se iban, estire mi mano para tocar mi trasero, trate de meter mis dedos y cuando lo logre pude sentir algo duro, era verdad tenía las llaves de mi apartamento metidas en mi culo, eso me tranquilizo al menos un poco, ahora debía sacarlas y ver cómo hacer para regresar a casa sin embargo me sentía demasiado cansado para eso, así que poco a poco me fui desvaneciendo hasta quedarme dormido tirado en el suelo
No se cuánto tiempo paso calculo que unos minutos, me despertó la lluvia, el abrir los ojos me costaba del cansancio que tenía, sin embargo, el agua fría que caía por mi cuerpo me hizo estar cada vez más despierto, me levanté y vi que ya todo estaba apagado, seguramente ya todos se habían ido y como yo me había quedado tirado en el estacionamiento del costado de este lugar, nadie se daría cuenta que yo estaba ahí, o bueno lo más probable es que si se dieran cuenta, pero decidieron dejarme ahí. En ese momento sentí el frío en mi cuerpo, aún tenía la faldita, las medias y la camiseta sin mangas puesta, no era mucho, pero algo hacía, sin embargo, ya estaban algo mojadas. En ese momento vi hacia todos lados pero no se veía rastro de nadie, me dirigí hacia el bar para ver si podía entrar y resguardarme de la lluvia, pero para mí mala suerte estaba completamente cerrado, intente por la parte trasera y tampoco, inclusive trate de forzar varias ventanas pero esto fue inútil, así que opte por salir a la carretera para ver si alguien me llevaba, pues estaba bastante lejos de mi casa y no me podía ir caminando, además que las llaves, en ese momento recordé donde estaban y el miedo se apodero de mí, las llaves estaban metidas en mi culito, me lleve las manos e intente entrar pero debido al frío todos mis músculos se habían contraído y por más que intente no pude meter mis dedos para sacar las llaves en ese momento, así que no me esforcé mucho por sacarlas, pues estaba en medio de la nada, bajo la lluvia y tiritando de frío, mi prioridad era ver como no morir de frío y regresar a casa lo más pronto posible, así que me dispuse a salir de ese lugar, camine por unos diez o quince minutos hasta que finalmente logre salir a la carretera principal, empecé a caminar por ella en dirección a donde debía ir, por si algún carro pasaba para hacerle alguna señal y tener la suerte de que me llevaran, aunque era un tipo vestido con falda y medias, no sé si alguien se detendría, además de la humillación que eso representaba para mí, sin embargo no tenía otra opción para llegar a casa, pasaron unos cuantos carros, unos ni me prestaron atención, otros redujeron la velocidad y al verme se rieron y continuaron, no fue hasta que una gran tractomula se detuvo, en ese momento pensé que estaba salvado, pues por fin alguien había decidido ayudarme. Tan pronto se detuvo abrí la puerta del camión y vi a un tipo de unos cincuenta años, moreno, con bastante barba y se veía de bastante robusto.
—Camionero: Wow que hace un putito como tu solo bajo esta lluvia
—Yo: emmmm es que vera, es una historia algo larga, pero básicamente me han pasado muchas cosas el día de hoy y solo quiero regresar a casa
—Camionero: jummmm ya veo, pero creo que necesitare más detalles para dejarlo subir al camión
—Yo: Básicamente me chantajearon para ponerme esta ropa y dejarme usar por varios hombres, pero en este momento lo único que quiero es regresar a mi casa, ¿me podría llevar?
—Camionero: Jummmm, nos la verdad, encontrarse a alguien así a mitad de la carretera da algo de desconfianza, no ocultas nada verdad
—Yo: No para nada
—Camionero: A ver alza la falda para ver que no traes nada debajo
—Yo: mmmmm está bien
En ese momento ya no me importaba nada, solo quería regresar a casa así que me alce la falda dejándole ver mi pene y bolas a este camionero, luego antes de que pudiera decir otra palabra, me gire y le mostré mi trasero a lo que este como era de esperarse reaccionó
—Camionero: Wow que culito que tienes putito, bien veo que no traes nada peligroso, antes por el contrario, jajaja a ver ábrete las nalgas para ver que no tengas nada ahí
—Yo: mmmmmm (en ese momento pensé que tal vez vería las llaves o algo asi, pero pues aún así me abrí un poco las nalgas, por suerte no se alcanzaron a ver las llaves)
—Camionero: Ayyyy que rico, bueno súbete rápido para irnos putito
En ese momento me subí lo más rápido que pude y tan pronto lo hice el camionero arranco, al subirme ya mi cuerpo empezó poco a poco a recuperar el calor, el camionero también ayudo ya que encendió la calefacción
—Camionero: Bien ya que tenemos algo de tiempo mientras llegamos a una parada, cuéntame putito ¿cómo terminaste así?
—Yo: Emmmmmm bueno pues verán, todo empezó cuando …
En ese momento le conté todo lo que había ocurrido al camionero, claro ocultando algunos detalles como lo que había pasado en la mañana con Wilmito, le dije que había quedado con alguien y me habían dejado tirado en la calle sin nada y por eso llegué desnudo a mi departamento en donde mi administrador pues me usó hasta dejarme así, a me dida que yo le contaba la historia este camionero se sobaba el bulto cada vez con más intensidad, hasta el momento en que finalice la historia, para lo cual ya tenía un gran bulto entre sus pantalones, al final le dije para donde iba y por suerte me podía dejar cerca de mi casa
—Camionero: ¿Wow que morboso, te metieron tus llaves en tu culo ajajjajajjajjaja y aún siguen ahí?
—Yo: Emmm pues si, por cierto, ¿cómo te llamas?
—Camionero: Soy Guillermo y tu putito?
—Yo: Yo soy Mateo
—Guillermo: jajajjajaj te queda mejor putito o zorrita, aunque bueno creo que vamos a tener que ver cómo te sacamos esas llaves del culo ajjajajjajajjaa, por cierto, ¿esa ropa esta mojada no? deberías quitártela y la pones en la parte de atrás que hay como unas barras metálicas, a veces ahí pongo ropa cuando se me moja
Lo pensé por un momento, pero pues ya que la verdad el quedarme desnudo o con esa mini ropita que traía no hacía mucho la diferencia, además que al ser ropa de mujer no era que me gustara mucho el usarla, así que me la quite y me levanté un poco del asiento y me gire para ponerla en las barras metálicas que me había indicado Guillermo, al hacerlo claramente quede casi que en pie y mi trasero quedo a la vista de este camionero, por lo cual lo siguiente que sentí fue una nalgada y una pequeña manoseada por parte de él
—Guillermo: Uyyyy que rico culito tienes, no me sorprende que ya te lo rompieran de esa manera
En ese punto ya no me importaba lo que me ocurriera o me hicieran yo solo quería regresar a casa, así que luego de poner esa ropa a secar me senté nuevamente en el asiento del copiloto, en ese momento Guillermo se desabrocho un poco la camisa, revelando su pecho peludo, cosa que yo noté al instante, pues un me encantaban los hombres peludos
—Guillermo: jajajaja, ¿se te antojo o qué?
—Yo: ¿qué? (me puse rojo y desvié la mirada)
—Guillermo: No te hagas te me quedaste viendo, además que hace rato estas que me miras la verga, porque mejor no me la chupas un rato mientras llegamos
En eso Guillermo se terminó de abrir su camiseta revelando todo su pecho fuerte y peludo, junto con una barriga una poco grande y también llena de pelos, este hombre era demasiado peludo, luego poco a poco empezo a desabrochar su pantalón te jean y al hacerlo quedo libre una gran mata de vellos púbicos negros que se veía super tupida, el camionero no estaba usando ropa interior, esto me empezo a calentar aún mas
—Guillermo: ¿Te gusta? ven agáchate y para que sientas el olor de un macho
Guillermo me agarro de la cabeza con fuerza y me jalo hacia su entrepierna, pegándome a esta, yo abrí un poco más su pantalón para poder estar más cómodo, con lo cual salió mucho mas de ese vello púbico que estaba oculto, tan pronto estuve a pocos centímetros de su bulto empecé a sentir un aroma muy, muy fuerte, parecía que este hombre no se había bañado hace unos días, sin embargo ese olor me estaba poniendo mi pene cada vez más duro, así que pegué mi nariz a este frondoso bosque de virilidad y aspiré hondo por la nariz, haciendo que este gran aroma ingresara por mis fosas nasales y me llenara por dentro, al tiempo que yo emitía un leve gemido, el camionero noto esto y me pego con más fuerza mi cabeza a su bulto, haciendo que toda mi cara se restregaba contra su matorral de pelos de macho. Yo estaba más que encantado estando entre sus piernas, así que poco a poco fui bajando su pantalón, al tiempo que se empezaba a revelar una verga gruesa, cuando ya tenía la mitad del tronco libre empecé a darle pequeños lametones a este gran trozo de carne, a lo cual el camionero reaccionó soltando pequeños gemidos mientras tomaba mi cabeza con fuerza para que la pegara aún más a su bulto, mientras que yo seguía jugando con mi lengua subiéndola y bajándola por lo que se veía de su pene y sus pelos púbicos, dando pequeñas vueltas con mi lengua para que se enredara en esos pelos, mientras saboreaba su esencia a hombre.
—Guillermo: Ufffffffffffffff que sucio eres, eres un puto muy goloso, ya veo porque terminaste así
Guillermo poco a poco se fue bajando más el pantalón hasta que finalmente dejó libre su verga, yo me aleje un poco para poder apreciarla mejor, era una verga más morena aunque su piel, grande y gruesa, sobre todo gruesa, llena de venas por donde la vieras, no estaba circuncidada por lo cual a duras penas se le veía una parte de su glande rosadito que hacía contraste con su piel canela, esa verga era la de un hombre la de un macho de verdad y su olor lo comprobaba, tan pronto salió el olor que había estado sintiendo se intensificó mucho más lo cual hizo que mi boca empezará a babear. El camionero no me dio tiempo a reaccionar y nuevamente me pego a su pene, cosa que me encanto pues yo empecé a restregarme contra esa verga con mucha desesperación, pues quería que ese sudor, ese hedor de macho se me quedara impregnado en mi cara, quería sentir ese aroma en nariz por siempre, poco a poco fue sacando mi lengua para lamer aquel falo, recorriendo desde la punta aun cubierta por su prepucio hasta su base llena de pelos, luego lo tomé en mis manos y baje su pielecita, en ese momento casi que los ojos se me ponen blancos del olor que salió de ese pene, era algo indescriptible, algo que solo pasaba en mis fantasías más morbosas, algo que me hizo abrir la boca y lamerlo por completo, para poder saborear toda su esencia.
—Guillermo: Ahmmmmmm si, ahhhhh que rico síguele, síguele
Yo ni corto ni perezoso obedecí lo que aquel hombre me había encomendado, así que empecé a lamer y chupar esa verga lo mejor que podía, pasando mi lengua por su glande, mientras de este salía ese liquido preseminal con su característico sabor saladito, pasando a metérmela lo más que podía en la boca, luego sacándola y lamiéndola por fuera, pasando a sus huevos sudados, que estaban igual de ricos que toda su verga, metiéndome primero uno a la vez, jugando con ellos, saboreándolos, succionándolos un poco para luego pasar al otro, hasta que me los metía los dos a la vez, aunque casi no me entraron logre que así fuera, se sentía muy rico tener esas dos pelotas calientes llenas de leche de macho en mi boca. Mientras Guillermo con su mano libre me iba agarrando las nalgas y tocando la entrada de mi ano, jugando con sus dedos, primero solo metiendo la punta y luego un poco más, para luego sacarlo y volver a meter el dedo haciendo pequeños círculos, dando pequeñas palmaditas en mis anito o nalgas de vez en cuando, también cuando yo me la metía lo más que podía él soltaba un gran gemido y me apretaba una nalga con bastante fuerza, para luego rematar con una nalgada y volver a meter las puntas de sus dedos en mi ano . Yo seguía entretenido con mi nuevo juguete, lo lamía por todos lados, tanto así que por los lados de mi boca y parte de mi cara ya estaban llenos de saliva y tal vez liquido preseminal, en eso estaba cuando nos detuvimos y Guillermo me hizo parar de chuparle su verga.
—Guillermo: ,mmmmmm que rito la chupas putito, pero ya llegamos
—Yo: ¿A dónde?
—Guillermo: Ya estamos cerca de donde me dijiste que vivías
—Yo: Ohhhh vale ya veo
Eso sonó como si ya todo fuese a acabar aquí, aunque una parte de mí ya quería llegar a casa y poder descansar luego de un día tan largo, otra parte quería seguir ahí con este hombre lamiendo y chupando todo su cuerpo, estaba demasiado excitado en ese momento por suerte él estaba igual que yo
—Guillermo: Pero ni creas que te voy a dejar ir sin antes probar ese rico culito que me ha hecho agua la verga desde que te recogí, además aún debemos sacar tus llaves
—Yo: mmmmmm claro que si (en ese momento estaba demasiado caliente para rechazar cualquier propuesta que este hombre me hiciera)
Lo siguiente que hizo el camionero fue acomodarme de tal manera que quede recostado contra la ventana mirando a él y me hizo abrir las piernas, para posteriormente empezar a dedearme nuevamente al tiempo que yo empezaba a gemir, luego aun con su mano en mi culito se me acerco a la cara y abrió su boca para besarme cosa que yo correspondí haciendo lo mismo, pero este camionero me beso de una manera espectacular pues abría cada vez más su boca para comerme toda la mía, mientras que su lengua jugaba con la mía, sus grandes labios carnosos chocaban contra mi barbilla una y otra vez con cada beso que este hombre me daba, mientras yo disfrutaba de su boca y de sentir esa tupida barba que lo hacía lucir tan sexy, en ese momento él se quitó por completo su camiseta y volvió a la acción, continuaron los besos mientras me iba metiendo cada vez más sus dedos en mi culito, yo aproveche que se había quitado su camisa y con mis manos me agarré de sus grandes brazos acariciándolo por todas partes, sintiendo sus grandes músculos, recorriendo su piel mientras nuestras bocas seguían juntas en un mar de babas que parecía interminable , luego mis manos se fueron hacia su pecho, hacia su peludo pecho, agarrando sus dos pectorales con fuerza mientras sentía como cada vez más sus dedos estaban en mi interior, yo solo podía gemir de placer mientras el me seguía dando unos de los besos más apasionados que me han dado en mi vida. Sentir esos dos grandes pectorales en mis manos y poder amasarlos con fuerza era todo un deleite, en eso siento como sus dedos entran mucho más en mi haciéndome soltar otro gemido, el camionero lo nota y empieza a bajar por mi cuello lentamente haciéndome gemir mientras su lengua va recorriendo mi cuello, el tiempo que él va dando pequeños besos luego llega a mis tetillas y las muerde un poco, para finalmente tomarme con la fuerza y alzar aún más mis piernas haciéndome quedar prácticamente acostado boca arriba, él se agacha lo más que puede y saca sus dedos de mi interior se los lleva a la nariz y los huele con fuerza para luego emitir un gran gemido
—Guillermo: mmmmmm que rico huele putito, me lo voy a comer completito
—Yo: mmmmm que rico estas, comete lo que quieras todo es tuyo
Acto seguido pegó su boca a mi culito y empieza a darme pequeños lametones mientras saborea lo que hace un momento había olido, empieza metiendo su lengua y dando pequeños círculos con ella luego siento como lanza un gran escupitajo a mi ano para posteriormente seguir metiendo su lengua, esta sensación era algo indescriptible para mí, era muy morbosos, más aún cuando sacaba su lengua y me lamia todo el ano como su fuera paleta hasta mis bolas, para luego darme un nalgadas y continuar metiendo su lengua, yo sentía como este trozo de carne entraba en mí y recorría las paredes de mi ano al tiempo que este se dilataba cada vez más, sentir los pelos de su barba en mi trasero me daba un poco de cosquillas aunque también me excitaba, el alternaba su boca con sus dedos metiéndolos poco a poco en mi ano, hasta que en un momento se levantó y me dijo
—Guillermo: Ufffffffff que rico, bueno creo que ya estas listo puto, vamos a recuperar esas llaves
En ese momento me dio algo de miedo porque sabía que me podía llegar a doler, pero no había otra manera necesitaba mis llaves, así que tomé mis nalgas con mis manos y las abrí para él, quien con mano metió dos de dedos por completo en mí, estos dedos entraron hasta el fondo haciéndome gemir instantáneamente, luego el empezo a mover esos dedos en mi interior, se sentía raro pues al tener mis llaves adentro sentía como si fuera algo inmenso lo que tenía en mí, mis respiraciones empezaron a aumentar al tiempo que él empezaba a mover más bruscamente sus manos, cuando de repente siento que saca sus dedos con fuerza de mi interior, al hacerlo pude sentir que algo grande había salido de mí y pude respirar tranquilamente, el alzo su mano y en ella estaban las llaves con el número de mi apartamento, el las miro victorioso y las colocó a un lado
—Guillermo: Bien, ahora que ya no hay nada que estorbe vas a sentir esta verga que tanto te gusto en tu culito putito
Guillermo se puso entre mis piernas se términos de bajar el pantalón y acomodo su verga en la entrada de mi culito, sentir como ese gran glande rosado iba entrando en mi era majestuoso, esa gran verga ancha iba entrando en mi al tiempo que este camionero se me acercó y nuevamente me beso llenándome toda la cara con su saliva, yo por mi parte me volví a aferrar a esos grandes y musculosos hombros. El camionero iba metiendo su verga poco a poco hasta que finalmente logró meterla por completo, yo no lo podía creer, esa verga tan enorme estaba dentro de mí y lo mejor no me estaba doliendo, en ese momento supe que estaba tan dilatado que no podría ir al baño al siguiente día, pero eso no me importo ya que yo quería que este hombre me la siguiera metiendo con todo y pelotas, yo gemía con cada embestida que este hombre me daba, lo cual a él lo excitaba muchísimo pues empezaba a aumentar el ritmo con el que me follaba, sonaban como sus pelotas golpeaban contra mi culito, yo ya estaba bañado en sudor, estaba lleno de éxtasis y todo esto sumando a la gran comida que boca que este hombre me estaba dando, en un momento empecé a sentir mucho placer y mis piernas empezaron a temblar, sentí como una corriente eléctrica salía de mi ano para recorrer todo mi cuerpo haciéndome eyacular al instante, nunca en mi vida había botado tanta leche de mi pene, supongo que debido a toda la excitación del día, Guillermo noto como de mi pene salía y salía semen por lo cual intensifico sus embestidas haciéndome sentir aún más placer haciéndome soltar un grito y gemido a la vez, el por su aparte aumento mucho más sus embestidas y empezo a bufar como el gran toro que era llenándome el culito con su semen, yo me sentía en la gloria, el placer que tuve en ese momento fue algo que jamás me hubiera imagina que existía, mis piernas seguían temblando al igual que mis brazos mientas ambos tratábamos de recuperar la respiración, bañados en un mar de semen y sudor, mientras nuestras bocas aun seguían unidos en un beso de éxtasis y morbo
—Guillermo: mmmmm uffffff que rico putito, hacia mucho no me venía de esa manera y por lo que veo tú también
—Yo: Si jeje, la verdad nunca me había venido tanto, tal vez es por todo lo que ha ocurrido, por todo lo que he pasado hoy que había sido muy excitante y pues no me había podido venir
—Guillermo: Si tiene sentido, bueno creo que hasta aquí llegamos
luego de decir esto se levantó y saco de la guantera un trapo con el que se empezó a limpiar un poco el semen, aunque no parecía que se esforzara mucho, tal vez por eso olía tan rico pues no se limpió bien los restos de nuestra cogida, yo me acomode nuevamente y vi las llaves de mi apartamento y las tome antes de que se arrepintiera de dármelas cuando ya las tuve intente coger el trapo que él lo había puesto sobre su pierna, pero este rápidamente me lo quitó y lo escondió
—Yo: ¿ehhhh me lo prestas para limpiarme?
—Guillermo: No, quiero que te vayas así, oliendo a sexo, oliendo a macho, que si alguien te ve por la calle sepa que te ha cogido un macho
—Yo: mmmmmm okey, bueno este, emmm gracias por traerme, de verdad me gustó mucho lo que hicimos hace mucho tiempo no lo hacía de esa manera
—Guillermo: Tampoco yo, pero espera dame tu número, por si algún día necesito un bien culito en el cual desahogarme jeje
Yo lo mire y lo dude un poco, pero finalmente acepté pues había disfrutado mucho este encuentro, a pesar de que no hubiera estado en mis planes pues tampoco es que este último encuentro fuese contra mi voluntad a diferencia de los demás del día, por lo cual acepte, luego mire en donde estábamos y por suerte estaba a unas tres o cuatro calles de mi apartamento eso era fantástico por fin este día tan largo llegaría a su fin
—Guillermo: ¿Aquí está bien o quieres que te acerque más?
—Yo: Aquí esta perfecto, nuevamente muchas gracias por traerme Guillermo
—Guillermo: Fue un gusto de verdad jajajja, cuídate, espero que nos volvamos a ver putito
—Yo: Tu también cuídate (Luego de eso me iba a bajar del del camión, pero Guillermo me detuvo)
—Guillermo: ¿Que no te vas a despedir bien?
—Yo: Pero claro
No podía creer que el saliera con esa frase, aunque era algo rudo también era sexy y romántico, creo que por eso disfrute tanto este encuentro, por lo cual nos acercamos y nos dimos un último beso con lengua para posteriormente bajarme del camión viendo hacia todos los lados que nadie viniera, le ventaja era que era de madrugada y había muy poca gente a esa hora, sin embargo no debía confiarme, luego de que confirme que no había nadie me separe del camión y me despedí con la mano, gesto que él correspondió, luego puso en marcha su camión y se alejó lentamente, en ese momento empecé a caminar hasta mi apartamento, sin embargo iba tratando de ocultarme detrás de cada arbusto o poste que pudiera, llegó el momento de cruzar una gran avenida por la que normalmente pasaban varios autos, así que desde una distancia prudente espere a que dejaran de pasar, cuando fue el momento salí corriendo a toda prisa antes de que otros autos llegarán, sin embargo para mi mala suerte cuando iba pasando del afán se me resbalaron la llaves de mi apartamento por lo cual me toco detenerme y regresar rápidamente a recogerlas cuando estaba agachado recogiéndolas siento como una gran luz me encegueció, las alcanzo a recoger y en ese momento comprendo que llego un auto al frente mío y me empezo a pitar, yo me puse rojo de inmediato y salí corriendo para seguir pasando la avenida mientras que un motociclista se detuvo y me grito
—Motociclista: Lindo culo maricon, ajjajajajjaja (luego de esto pito)
Yo escuche esto y me dio aún más vergüenza así que me tape rápidamente mi trasero y seguí corriendo hasta que finalmente logré pasar la calle y me metí un por una calle, mire hacia atrás pero por suerte no me había seguido, así que a pesar del momento bochornoso continúe mi camino, pase por otra calle hasta que finalmente logré llegar a casa, o al menos la parte de afuera ya que no quería que el guardia me viera en estas condiciones, así que desde lejos gracias a que tenía puertas de cristal el edificio pude ver un momento en que el guardia se levantó de su puesto y se fue al baño o a algún otro lugar, sin embargo no podía entrar por la puerta principal debía entrar por el estacionamiento, así que me apresure y aprovechando que no me podía ver me oculte detrás de un arbusto que queda cerca a la entrada del estacionamiento, ahora solo debía esperar a que entrara un coche, para mis suerte no tuve que esperar mucho pues como a los diez minutos llego uno por lo cual las puertas del estacionamiento se abrieron, yo espere a que el auto entrara y agachándome me fui detrás de este hasta que se estaciono, por lo cual me oculte del otro lado de la puerta del piloto, escuche como se bajó y poco a poco se fueron alejando sus pisadas, eso era un gran alivio cada vez estaba más cerca, saque mi cabeza y no había rastros del guardia, así que me apresure a subir, sin embargo no me quería arriesgar a presionar el botón del elevador, pues con tan mala suerte que alguien saldría y me vería así, así que opte por tomar las escaleras, era un largo camino pero era el más seguro, nuevamente mire hacia todos los lados y no había nadie así que me aproxime a las escaleras y empecé subir, tan pronto lo hice las piernas me empezaron a temblar nuevamente, la verdad es que estaba demasiado cansado, así que con mucho esfuerzo logre subir, cuando llegue a mi piso la sorpresa que me lleve fue que me encontré a al guardia bajando las escaleras de donde era mi piso, yo me quede pasmado al verlo, me sorprendí muchísimo al verlo y me tape inmediatamente
—Guardia: Wow señor mateo que gusto verlo, veo que sigue como se fue, justo vine a acompañar a su vecino que llegó algo pasado de copas, pero no esperaba encontrármelo de nuevo, luego de que se fuera así
—Yo: Ehhhh si jeje es que la verdad, casi no logro cumplir el reto, pero finalmente pude jeje (yo empecé a subir lentamente las pocas escaleras que me faltaban mientras que el guardia bajaba)
—Guardia: ohhhhhh sí ya recuerdo el reto, pues vaya reto difícil le han puesto, se ve que está cansado (el seguía bajando)
—Yo: Si jeje la verdad es que si, ahorita solo quiero acostarme y descansar (seguí subiendo hasta que nos cruzamos)
—Guardia: Si claro me imagino que debe estas super cansado, debió ser un reto duro
El guardia tan pronto nos cruzamos nuevamente mandó su mano hasta mis nalgas, pero este vez se me pego mucho más y mando su mano hasta mi ano logrando meterme un poco su dedo sin embargo tan pronto lo hizo supongo que sintió algo mojado y retiró la mano, yo me asuste un poco él se miró la mano y en ella aún estaba un poco de los restos del semen que Guillermo me había dejado adentro, el guardia se lo llevó a la nariz y luego lo olio sorprendiéndose al instante
—Guardia: Wow, veo que el reto fue más que duro, aunque por lo que veo le gusto
Acto seguido procedió a mandar su mano quitándome mis manos y tocando mi pene jalandolo un poco, haciendo quede este saliera una última gota de semen que me había quedado atrapada en mi prepucio, luego con esa gota en su dedo se lo llevó a la boca y lo saboreo, mientras que yo no podría creer lo que estaba viendo
—Guardia: Que rico, se ve que se divirtió esta noche
—Yo: Ehhhh ehhhhh
Yo no sabía cómo reaccionar, la verdad ya no quería nada más sexual ese día, estaba a unos metros de mi apartamento, para mi suerte en ese momento le sonó el radio, pues era su compañero que le decía que lo necesitaba para algo, el oír esto fue un alivio para mi pues el Guardia miro el radio con algo de decepción, mientras que yo avance por la escalera
—Guardia: Salvado por la campana, bien señor mateo, espero verlo pronto y que siga haciendo este tipo de retos, que tenga buena noche
Trans escuchar esto me dio vergüenza decirle cualquier palabra el guardia así que me apresure a seguir subiendo las escaleras hasta que finalmente llegue a mi apartamento, por fin, entre y lo primero que hice fue tirarme en mi cama hasta quedarme profundamente dormido, por fin este día que parecía interminable había acabado, por suerte al día siguiente era domingo y podría descansar todo el día, par que ya finalmente el lunes todo volviera a la normalidad, tener que ir al colegio y ver nuevamente a Wilmito, así que pensando en ese niño por el cual había empezado todo cerré mis ojos y me quede dormido
Continuará
Próximo episodio
Un nuevo día exhibiendo a Wilmito
El cierre con el portero del edificio fue muy excitante… Buen capitulo!
Me gusta mucho tu historia y espero que sigas con muchos capítulos más, ahora que ya vuelves con Wilmito, como sugerencia,podrías hacer un episodio sobre una revisión médica en su escuela también e incluir más personajes
Wow, bastante larga esa noche para nuestro amigo, lo debió disfrutar mucho.