Mi vida como maestro 2. Wilmito completamente desnudo en el baño

Se revela quien robo la ropa de Wilmito y para recuperarla este deberá oler varias cosas, sin mencionar que termina desnudo en un baño del colegio..
Luego de no encontrar a Wilmito al lado de la bodega, me preocupé un poco, así que hice lo único que se me ocurrió y empecé a buscarlo por los alrededores para ver si se había escondido o algo así, pero nada, solo no lo encontraba. En ese momento recordé que había un baño más o menos cerca, aunque realmente no era tan cerca, tenía que pasar por enfrente de unos salones y pasillos, pero aun así fui, al llegar note que los baños tenían un cartel que decía en mantenimiento, pero justo por eso me pareció el escondite perfecto,  entré y empecé a revisar cubículo por cubículo, uno tenía la puerta cerrada, así que miré por debajo y ahí lo vi, vi unos pies morenitos y descalzos, era más que evidente de quien se trataba, ya que a Wilmito cuando se le perdió su ropa, se le perdió todo, zapatos y calcetines incluidos. Luego pensé en si dejarlo ahí un momento más o llamarlo para que saliera, iba a llamarlo cuando escucho que alguien va entrando, me di cuenta por que venía silbando, entonces me apresuro a esconderme a otro cubículo, ya que si alguien encontrara a un maestro en el baño de estudiantes podría hacer muchas preguntas y más aún, si en ese baño hay un estudiante desnudo, así que me metí en un cubículo, pero yo sí me subí en la taza para que no se vieran mis pies, iba a cerrar con seguro pero estaba roto y no se podía, pinche escuela pública pensé. Luego escuche como alguien entraba, aun silbando, en ese momento pensé que ya conocía ese silbido, que se me hacía familiar, pero no podía recordar de donde, quien entró, caminaba un poco por el baño, luego vi que se paró en frente de la puerta de al lado y vi su sombra agacharse, luego pasó al frente de mi cubículo e hizo lo mismo, por suerte no abrió la puerta, solo se alejó, pues su silbido se escuchaba cada vez más distante, sin embargo aún no recordaba donde lo había escuchado antes, luego sonó como se cerraba la puerta del baño y el silbido paraba, yo estaba a punto de bajarme de la taza pues pensé que ya se había ido cuando lo escucho decir:

—Extraño: Así que aquí te escondes verdad.

En ese momento volví a subir el pie que estaba por tocar el suelo y empecé a sudar frio, pues pensé que me habían descubierto, claro luego pensé en quien tenía al lado y supuse que no me estaba hablando a mí, o eso quería creer, estaba muy nervioso cuando recordé de donde había escuchado ese maldito silbido, en ese momento pensé, claro que idiota era obvio como no lo pensé antes.

—Extraño: ¿Que paso, te quedaste helado por estar desnudo? o es que el ser un exhibicionista te dejo sin habla.

Luego sonó un Pum Pum Pum, como golpeaba con fuerza la puerta del cubículo al lado mío, en donde se encontraba Wilmito, luego espero un momento para ver si había alguna respuesta, pero nada ocurrió, todo se quedó en silencio, luego nuevamente Pum Pum Pum esta vez más duro, tanto así que yo peque un pequeño salto, sin embargo, Wilmito no hizo ningún sonido, sin embargo eso no fue suficiente para librarse de este personaje.

—Extraño: Así que no vas a contestar, bien, bien, acaso no quieres recuperar tu ropa verdad

—Wilmito: …

—Extraño: Bien, entonces mucha suerte estando desnudo y que todo el mundo te vea jajajajajaja

—Wilmito: Eh eh espere, ¿usted tiene mi ropa?

—Extraño: Porque no sales y lo averiguas.

En ese momento quede sorprendido por lo que acabo de oír, él le había robado la ropa a Wilmito, eso era algo que no me esperaba para nada. Luego de unos segundos escucho como se abre la puerta del cubículo de al lado, me hubiera encantado ver la expresión de Wilmito al salir del cubículo completamente desnudo, probablemente se estaría tapando su penecito, pero aun así hubiera sido muy excitante verlo, sin embargo, me tuve que conformar con oír, aunque no por mucho.

—Extraño: Uffffffffff ya sabía que eras una putita, pero nunca me imaginé que estuvieras así de rico.

—Wilmito: (Con la voz algo temblorosa) Ehh donde está mi ropa?

—Extraño: Ven sal, si quieres tu ropa me tendrás que obedecer en todo, así que sal.

Luego escuche como Wilmito caminaba y aproveche que hacía ruido para bajarme de la taza tratando de hacer el menor ruido posible, como la puerta no cerraba bien debido a que no tenía seguro, quedo un rendija muy fina pero suficiente para pegarme a ella y ver el exterior, así que eso hice y fue ahí cuando lo vi, cuando confirme mi sospecha, era él, el  conserje de la escuela, ahí estaba un hombre de unos 40 años, no era feo pero tampoco guapo, promedio diría yo, era corpulento sin llegar a ser musculoso, tal vez por el trabajo que tenía había ganado un poco de masa muscular, de piel morena con pelo castaño, con músculos muy poco marcados, sin embargo si se veía bastante grande, esto por una panza prominente que lo hacía lucir más mayor, tenía puesto su clásico overol de jean manchado y viejo de tanto uso, con una barba algo desaliñada igual que todo de él, también se le veía en la cara algo de sudor, al parecer había trabajado duro hace poco, para rematar sus ojos verdes lo hacían lucir mucho mejor de lo que realmente era. Luego vi cómo apareció el cuerpo de Wilmito completamente desnudo, desde mi punto de vista podía ver esas redondas y perfectas nalgas morenas que me hacen chorrear baba por el suelo, se acercó un poco temeroso hasta quedar algo cerca del conserje.

—Wilmito: listo ya salí, ¿dónde está mi ropa?

—Conserje: Calma, porque tanto afán, además te dije que si querías tu ropa me ibas a obedecer en todo, como ves no la tengo aquí, así que, si la quieres de regreso, solo obedéceme, es fácil.

—Wilmito: ¿Y qué debo hacer para recuperarla?

—Conserje: Algo que se te que gusta desde hace mucho, bueno no solo yo, ya varias personas en la escuela lo saben.

—Wilmito: mmmm está bien.

El conserje al escuchar que Wilmito estaba de acuerdo sonrió de una manera muy picara, para posteriormente empezar a bajar la cremallera de su overol, al tiempo que lo hacía, iba apareciendo un gran pecho moreno y con algunos pelos, al seguir bajando el cierre  se revelo una panza algo prominente, sobre la cual se veían unas pequeñas gotas de sudor, pero lo más interesante de esta era la cantidad de vellos castaños que salían desde su ombligo y bajaban en un largo y frondoso camino hasta perderse en el resto de su overol, justo ahí en donde empezaba su vello púbico se detuvo la cremallera, era un hombre muy varonil y el verlo así me lo confirmaba, y lo haría aún más. Luego el conserje procedió a sacar uno por uno los brazos de su overol, al hacerlo pude apreciar mejor su pecho y sus pectorales, un pecho grande y fuerte, junto con unos pectorales prominentes, recubiertos por una fina capa de vello y en el centro ya algunos eran más largos, en resumen, todo un espécimen, en ese momento yo ya estaba excitado solo de verlo, y eso que aún no había visto nada. Al alzar su gran y grueso brazo se le podía ver una axila muy rica, pues tenía algunos pelos castaños y en la cual se le alcanzaban a apreciar unas gotas de sudor, era un macho en todo el sentido de la palabra, luego de que ya tuvo sus dos brazos y torso descubierto lo pude apreciar bien, su cuerpo era bastante grande, algo marcado, sin llegar a ser mega musculoso, sin embargo si tenía algunos músculos grandes y marcados, tal vez por el tipo de trabajo pesado que hace, y sumado a todo eso, el que en algunas partes de su cuerpo como su pubis y axilas estuviera una capa de vello lo hacían ver muy varonil, yo estaba embobado apreciando su gran cuerpo, ya chorreando la baba en el suelo y cuando sonó su gran y grave voz, que me sacó de mis pensamientos.

—Conserje: Bien, ¿qué opinas, te gusta lo que ves?

—Wilmito: Ehhhhhhh.

—Conserje:  Vamos no seas tímido sé que te gusta, si quiere puedes tocarlo

—Wilmito: No es que, este no …

—Conserje: Así que no tengo buen cuerpo.

—Wilmito: No para nada, antes, al contrario, me parece que tiene muy buen cuerpo

—Conserje: ¿De verdad? ¿entonces ven y tócalo para que confirmes, o son puras mentiras lo que me dijiste?

—Wilmito: No, claro que no son mentiras, es la verdad.

—Conserje: Entonces ven.

Wilmito se acercó al conserje y con una de sus manos le tocó el brazo, y lo apretó un poco tocándole su tríceps que se veía algo marcado, luego paso su mano al pecho con esa fina capa de vellos del conserje, la comparación de la manito de Wilmito con el gran pectoral de este hombre era algo grandioso y más por el contraste del vello, Wilmito también lo toco un poco y apretó para nuevamente retirar la mano.

—Wilmito: Ehhh si, está bastante fuerte.

—Conserje: ¿jejeje, gracias y que dices te gusta?

—Wilmito: mmmm pues, se ve bien.

—Conserje: Si eso lo sé, oye mejor ven y me haces un favor

—Wilmito: (Se demoró un poco en contestar) ¿Cuál sería?

—Conserje: Es que hoy ha sido un día algo pesado y no sé si estoy sudado, ¿me ayudarías a ver si huelo mal? (El conserje alzó el brazo dejando su axila peluda al descubierto y ofreciéndosela a Wilmito)

—Wilmito: mmmmmm, este yo creo que no, eh usted está bien. (se demoró un poco en responder, supongo que estaba sorprendido al ver semejante axila peluda y probablemente sudada)

—Conserje: Dale, ayúdame si, yo creo que hasta te va a gustar, ¿además así vas a recuperar tu ropa más rápido?

—Wilmito: ¿Pero luego de esto ya recupero mi ropa verdad?

—Conserje: Si, solo tienes que ayudarme a verificar que mi cuerpo no huela a sudor y ya, es que la verdad no se a quien más decirle

—Wilmito: Está bien, lo haré, pero solo para recuperar mi ropa.

Wilmito entonces se movió y acercó lentamente su rostro a la axila de aquel hombre, desde mi punto de vista pude ver perfectamente como Wilmito pegaba poco a poco su nariz, al principio lo dudo un poco y retrocede, pero luego volvió a ver al conserje y supongo que ante alguien tan guapo y que tenía su ropa tuvo que ceder, el volvió a acercar su cara lentamente hasta que su nariz toco los pelos sudados del conserje, luego inhaló profundamente para sentir su aroma, o eso me pareció a mí, pues se escuchó como tomo aire y en ese momento vi en la cara de Wilmito una expresión de satisfacción, pues le estaba gustando hacer esto o al menos lo que estaba oliendo, aunque no creo que lo aceptara si se le preguntaba. Luego iba a retirarse cuando el conserje le tomó su cabeza por detrás con su otra mano y lo empezó a empujar más hacia su axila, Wilmito, puso un poco de resistencia, pero luego ya finalmente cedió ante aquel olor de macho, Yo tenía una vista limitada pero excitante. lo único que yo podía ver era como la cara de Wilmito se hundía más en la gran axila peluda de aquel hombre y luego como este iba moviendo la cabeza de Wilmito de un lado a otro, como tratando de restregar la cara de este niño con su axila, luego de tenerlo así un buen tiempo lo soltó para que Wilmito tomara aire.

—Conserje: ¿Uffffffffff te gusta verdad? se nota, tienes una carita muy linda, ¿anda dime a que te huele? ¿Huelo mal?

—Wilmito: Este huele bien jeje

—Conserje: ¿Pero solo bien, o a que te huele?

—Wilmito:  Pues huele muy, bien, huele rico, huele a hombre (luego vi como la cara de Wilmito se ponía roja y agachaba la mirada por lo que había dicho)

—Conserje: Que no te de vergüenza, está bien si te gusta, además a mi también me agrada sentir tu cara ahí, (tomo la cara de Wilmito y la subió) así que continua, no era el único lugar en donde quería saber si estaba sudado (luego alzó el otro brazo revelando su otra axila peluda)

—Wilmito: Wow tienes muchos pelitos (se acercó a la otra axila del conserje y el mismo empezó a olfatearla, para que luego el conserje comenzará a restregar la cara de Wilmito por completo en ella)

—Conserje: Si, cuando seas grande también tendrás varios pelitos. Ufffffffffffff sí que rico, me encanta como hueles mi axila, mi sudor, mi esencia de hombre, de macho, eso sigue así, mmmmm (empezó a soltar pequeños gemidos a medida que aquel niño se restregaba en su axila)

—Wilmito: Mmmmm huele muy bien (seguía perdidamente encantado con el olor de aquel hombre pues se notaba como hacía más fuerza para meterse en esas axilas, ya que el conserje dejó de sostener su cabeza)

—Conserje: Si, se nota que huelen bien y que te encanta ese olor

—Wilmito: Es que nunca había olido nada así.

—Conserje: ¿Ah no? pues cuando quieras ya sabes que están a tu disposición. Mmmmmm si es verdad, deberías probarlas, saben mejor de lo que huelen (con la otra mano empezó a sobarse la verga sobre el overol, en el cual ya se notaba un bulto prominente) Anda no tengas miedo, sé que te va a gustar el sabor

Luego tomó la cabeza de Wilmito y la pasó a su otra axila en la cual yo podía tener una mejor visión de lo que estaba pasando, vi como Wilmito tenía los ojos cerrados y su rostro claramente era de placer, aunque no veía su penecito por la postura estaba más que seguro que este estaría paradito. Toda esta escena me tenía muy excitado, mi verga estaba parada y yo me estaba sobando un poco por encima del pantalón, pues ver a este Niño meter su cara de esa manera en la axila de este macho, para que así se le quedara impregnado ese olor en su cara, y que cuando saliera de ahí su rostro de niño oliera a hombre, a macho. Esto era algo muy, muy caliente y pervertido.

—Conserje: Dale pásale la lengua, sé que te va a gustar el sabor, solo confía en mí, además entre más rápido terminemos, más rápido recuperarás tu ropa.

Luego lo que vi, hizo que de mi verga erecta empezara a salir líquido preseminal, pues Wilmito sacó su lengüita y le dio una lamida a la Axila sudada de aquel macho. Esto ya estaba pasando a otro nivel y eso me estaba encantando. En ese momento el conserje soltó un gran gemido de placer que se escuchó por todo el baño mientras se retorcía un poco, por otro lado, Wilmito siguió dando pequeños lengüetazos a la axila de aquel macho, mientras que este se metió su mano entre el overol y empezó a sobar su verga enérgicamente.

—Conserje: Ayyyyy si, esto se siente tan bien, eres un chico muy obediente, que rico se siente tu lengua en mi axila, como te comes todo mi sudor, ufffffffffffffffff de verdad lo haces muy bien, a ver ahora pasa a la otra (Alzó el otro brazo y llevó la cabeza de Wilmito hasta su axila, cambiando la mano que tenía metida en su overol y con la que se estaba sobando la verga)

Wilmito como si nada se pegó a la otra axila del conserje y supongo que la siguió lamiendo, esto lo sé por las caras y sonidos de placer que, hacia el conserje, además que ahora ya tenía en un mejor plano como este semental disfrutaba teniendo a un niño pegado a su axila y con la otra mano se masajeaba su verga. Esto sigue así unos minutos, el conserje gimiendo y Wilmito en su axila, hasta que veo que el conserje deja de manosearse la verga y saca su mano, la lleva hasta su nariz e inhala profundamente, luego sus ojos se le pusieron en blanco de lo rico que debía oler esa mano, al tiempo que se retorcía y lanzaba un gran gemido y suspiro. Luego de que se olió muy bien la mano quitó a Wilmito de su axila y la mano que hacía un momento tenía en su verga, se la pegó a la nariz de Wilmito para que este la oliera.

—Conserje: ¿Mira acerca tu nariz a mi mano y dime a que te huele? (le puso la mano casi que en la cara a Wilmito)

—Wilmito: ¿ehhh su mano? okey está bien (Acerco su nariz a esa mano gruesa varonil e inhalo para sentir ese gran aroma, aunque no supiera en donde había estado esa mano hace unos momentos)

—Conserje: ¿mmmm y bien, te gusto el olor? (cuando hizo la pregunta se le notaba una cara de placer y picardía al mismo tiempo, pues quería que Wilmito oliera su mano llena del olor de su verga)

—Wilmito: este pues, Mmmm si olía bien jeje (Wilmito estaba algo nervioso o eso parecía)

—Conserje: ¿Solo bien? ¿Dime a que te dio olor?

—Wilmito: Pues olía algo a sudor, pero no mucho, también olía como a mmm … olía a …

—Conserje: ¿A qué olía? Dime no tengas vergüenza

—Wilmito: Pues olía a hombre

—Conserje: ¿Ohhhh ya veo y te gusto ese olor a hombre?

—Wilmito: Mmmmm … (No le quiso responder, supongo que por vergüenza)

—Conserje: Dime, no te preocupes, ¿estamos en confianza verdad?

—Wilmito: Pues la verdad si me gusto (inmediatamente Wilmito agacho la cabeza y se puso rojo por lo que había acabado de admitir)

—Conserje: No te avergüences, está bien que te haya gustado, es más a mí me gusto también (agarró con su mano la cara de Wilmito y la levantó). Además, aún falta un lugar de mi cuerpo el cual debes ayudarme a ver si huelo a sudor

—Wilmito: Otro lugar, ¿cuál?

—Conserje: Uno donde también tengo vello y puedo sudar (luego de decir esto el conserje miró fijamente hacia su pubis como indicándole a Wilmito)

El conserje tomo su mano y la coloco en el borde de su overol, justo en donde tenía el cierre de su cremallera haciendo un poco de presión hacia abajo, lo que provocó que se le vieran mucho mejor sus vellos púbicos, estos a diferencia de los demás de su cuerpo eran mucho más oscuros, diría que negros. Luego con su otra mano se bajó un poco más la cremallera lo que provocó que ya saliera a la luz todo ese bosque de masculinidad y hombría. Wilmito estaba inmóvil, me hubiera gustado ver su cara completa, pero solo podía ver la mitad, y era una cara de asombro, supongo que al ver a un hombre con esa cantidad de pelo le sorprendió mucho, pero más que todo por la zona donde se encontraba ese vello, sin mencionar que el conserje lo había incitado a olfatear aquella zona.

—Conserje: Bien, entonces adelante, ya sabes donde debes oler

—Wilmito: mmmm pero realmente es necesario, es que no se

—Conserje: Sí claro que, si es necesario, además este es el último lugar y ya luego te podre dar tu ropa

El conserje al ver que Wilmito no parecía tan convencido con la mano que había bajado su cremallera se la pasó por todo su abdomen, para luego bajarla un poco, metiendo y enredando sus dedos en su vello púbico, esto sin dejar de ver fijamente a Wilmito, luego de jugar con poco con sus dedos y su vello púbico los saco y también puso su mano apoyada en el borde del overol, lo que hacía que al ambas manos estar apoyadas en la misma posición pero en lados distintos hicieran que  se viera por completo la pelvis del conserje, lo cual hacía que se viera mucho más varonil.

—Conserje: Anda, no tengas miedo, mira que es muy suavecito, ya lo sentí con mis dedos y parece peluche, sé que te va a encantar este peluche.

—Wilmito: ¿Después de esto me dará mi ropa verdad? (Wilmito estaba accediendo, pues no tenía otra opción para recuperar su ropa)

—Conserje: Es correcto, solo ayúdame con esto y te diré dónde está tu ropa. (Que hábil movimiento, ni yo me di cuenta del juego de palabras en su momento)

—Wilmito: De acuerdo, está bien (Lo dudo un poco pero luego se fue agachando)

Mis ojos no podían creer lo que veía, Wilmito se estaba agachando hasta quedar arrodillado quedando su cara justo a la altura del bulto del conserje, este lo veía desde arriba con ojos de lujuria, como un cazador ve a su presa, luego Wilmito se fue acercando poco a poco hasta quedar muy cerca de ese gran matorral de vellos negros que me imagino emanaban un gran olor a sudor. Wilmito tomó aire y metió su nariz en el vello púbico del conserje, este al sentir la nariz de aquel niño lanzó un gemido y se retorció un poco. Wilmito por su parte continuó con su nariz en aquel matorral, donde de vez en cuando se escuchaba como tomaba aire, luego el empezó a retirar su cabeza de aquel lugar, pero inmediatamente la mano del conserje lo detuvo.

—Conserje: Espera aun no lo has olido bien, necesito que huelas toda la zona para asegurarme.

El conserje con su mano en la cabeza de Wilmito empezó a empujarla para hundir más su cara en sus vellos, luego con algo de fuerza movió la cabeza del niño de un lado a otro, como restregando la cara de Wilmito en su entrepierna, mientras soltaba varios gemidos y con cada movimiento yo veía como su overol se bajaba un poco más, luego de un rato soltó a Wilmito quien se apartó inmediatamente y pudo respirar mejor. Para este punto ya se le empezaba a ver el tronco del pene del conserje, debido a que el overol se había bajado un poco. Wilmito aún estaba de rodillas recuperándose cuando el conserje tomó su overol de los lados y lo dejó caer completamente al suelo, quedando este en sus tobillos, pero revelando un gran pene de un color moreno, el cual tenía un tronco bastante grueso y largo, de unos 18 o 20 cm diría yo, con varias venas que lo adornaban y con un glande rosadito del cual solo se apreciaba su punta, ya que el resto estaba cubierto por prepucio. Pero lo que sin duda coronaba ese gran monumento, eran ese par de grandes bolas perfectas, que parecían las de un toro, eran grandes, perfectamente redondas y colgaban solo un poco, sin mencionar que se veían bastante sudadas, para este punto yo ya tenía mi pene a reventar y mi ropa interior empapada en líquido preseminal por todo lo que estaba viendo. Wilmito se quedó asombrado al ver ese miembro viril tan grande, se quedó ahí en el suelo sin saber que hacer, luego se empezó a levantar.

—Conserje: No, espera aún falta más por oler, no te puedes ir así, mira aquí también se suele acumular sudor (tomo su gran pene y lo levanto un poco dejando a la vista por completo sus dos grandes pelotas, mientras que con la otra mano las señalo)

Wilmito miraba asombrado aquel trozo de carne, lo pensó un momento, pero luego se acercó y coloco su nariz en ese par de bolas jugosas, yo nunca había sentido envidia de un niño hasta ese día, pues quería ser yo quien oliera esas grandes bolas de toro sudado, que debían oler a hombre a macho, debían de llevarme a otro mundo. Al parecer a Wilmito le gusto este olor, puesto que se quedó un buen rato ahí y por iniciativa propia hundió más su cara pasando aquellas bolas por gran parte de su rostro, el conserje al ver que Wilmito hacía todo esto estaba que se moría del placer, pues tanto su cara como la cantidad de gemidos que daba lo delataban, luego él decidió dejar caer su gran pene sobre la cara de Wilmito, el cual ni se inmuto y siguió con lo que estaba haciendo, luego el conserje tomó su pene y empezó a darle pequeños golpecitos a Wilmito en el rostro con ese gran mástil, mientras el niño seguía oliendo sus bolas.

—Conserje: Ufffffffffffff sí que rico, me encanta sentirte en mi piel, me tienes muy caliente, mira aquí en la punta también, ahhhhmmmm.

De un momento a otro vi como Wilmito se separaba y como el conserje sostenía su pene, este quedó prácticamente en la cara de Wilmito, luego el conserje subió solo un poco el prepucio de su falo y se reveló más de esta gran cabecita rosada, cosa que Wilmito no pudo pasar por alto, pues me imagino que cuando paso, de ese glande salió un olor increíble, tanto así que hizo que Wilmito inhalara hondo por la nariz, pusiera una cara de placer y se acercará más a este prominente tronco, tanto así que la punta de su nariz tocó la punta del pene del conserje, luego Wilmito siguió olfateando hasta que de la punta de aquella verga morena y venuda empezó a salir un líquido transparente y viscoso, el cual alcanzó a tocar la nariz de Wilmito, este al verlo, inmediatamente se alejó.

—Conserje: No te preocupes, eso es un líquido que nos sale a todos los hombres cuando algo o alguien nos gusta, así que no tengas miedo y pruébalo sé que te va a gustar, mmmm, si, ahhhh.

Wilmito se quedó un tiempo pensando, pero luego se acercó a aquel líquido viscoso y sacó su lengüita y la paso por la puntita del glande de este hombre, para posteriormente degustarlo y al parecer le gusto, porque acto seguido se acercó más y siguió lamiendo la punta de este gran trozo de carne. Mientras el conserje desde el primer lengüetazo ya estaba en otro mundo, tanto así que sus ojos se pusieron blancos y estaba que bufaba como un toro de verdad, todo esto debió al gran placer que estaba sintiendo en ese momento. Él estaba en un mar de placer cuando un ruido lo sacó de esa fantasía que estaba viviendo y lo trajo de vuelta a la realidad, pues estaba sonando su celular, este al principio no le hizo mucho caso, pero luego de que siguiera sonando Wilmito lo notara y parara de lamer para sacar el celular del bolsillo del overol que se encontraba en sus tobillos, este no tuvo más remedio que regresar al mundo real. Wilmito tomó el celular, lo vio y se lo pasó al conserje.

—Wilmito:  Es Cesar Contreras (luego le paso el celular al conserje, pero justo dejo de sonar)

—Conserje: Gracias chamaco, gracias.

El conserje tomó el celular, pero ya no estaba sonando, reviso unas cosas supongo que WhatsApp, aunque por la expresión de preocupación de su rostro no debía ser nada bueno, además quien lo llamaba no era nadie más ni nadie menos que el director del colegio, lo supe gracias a que Wilmito lo dijo en voz alta. Luego vi como él se separaba de Wilmito y empezaba a subirse el overol y a acomodarse rápidamente. Wilmito al ver esto también se levantó, al conserje solo le faltaba subirse la cremallera y aún tenía su pene por fuera y erecto, así que empezó a masturbarse rápidamente para terminar, luego de unos minutos lo hizo, me imagino que estaba muy caliente por todo lo que acaba de ocurrir, toda su leche cayó al suelo, quedando ahí una gran mancha de leche y luego este se acabó de acomodar la ropa y metió su pene dentro. cuando el conserje ya estuvo arreglado miro a Wilmito

—Conserje: Gracias por ayudarme, eres un buen chico, ¿te gusto?

—Wilmito: Ehhhhh este, pues … (Se puso rojo al instante)

—Conserje: No te preocupes, esa carita ya me lo dice todo (mientras acariciaba la mejilla del Wilmito y este sonrió)

—Wilmito: Usted dijo que me daría mi ropa y yo cumplí, así que ahora me la debe dar

—Conserje: Yo dije que te diría dónde está y lo haré, soy un hombre de palabra (al decir esto se puso la mano en sus huevos). Bien, tu ropa está en mi armario, el armario del conserje, así que si quieres puedes ir por ella cuando gustes, siempre está abierto.

—Wilmito: Que, pero pensé que usted la tenía acá

—Conserje: Disculpa, como ves me necesitan en otro lugar y debo ir rápido, pero no te preocupes a esta hora no hay nadie por ahí, solo ve y tómala, bueno te dejo, me gustó mucho estar contigo, espero que se repita

Dicho esto, último el conserje abrió la puerta y salió de este dejando la puerta abierta y a Wilmito ahí, aun completamente desnudo mientras yo lo miraba desde un cubículo. ¿Qué hará Wilmito para recuperar su ropa? Yo veo una oportunidad para chantajear a Wilmito, todo esto y mas en el siguiente capitulo.