Mis Andadas perversas callejeras (amante a las Pantimedias).

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bien pues entonces la sensación de mantener la palma de nuestra mano sobre su pierna será una sensación muy emotiva y buscaremos la eyaculación automática, segundos después veremos la reacción ya que deberemos sacar nuestra mano de su pierna, para en otro momento con otra palabrería se la volvemos a poner… esto será muy difícil ya que la tipa se puede molestar, pero la ultima vez la tipa iba sentada con una cartera la cual ubico a un costado cerca de la ventanilla ( cualquier mujer cuidadosa de que no la morboseen hubiera puesto como es normal su cartera encima de sus piernas, para taparlas parcialmente en fin…)

Lo que mas me erotizo fue que desde principio a fin ella dejo la cartera en ese costado y nunca la movió de ahí, a parte de eso tenia su mano derecha metida entre la parte media de su falda, eso me dio un nivel de erotismo absoluto, a mas de eso cuando me puse a hacerme el loco según yo chateando con el celular, en realidad mirando sus piernas de forma mas espontánea, viendo que en varias ocasiones ella se rascaba la rodilla izquierda, eso me dio otro impulso de fatal erotismo…

La que paso inesperadamente por el umbral de la obsesión.

Hace un tiempo, estuve en la U tratando de encontrar piernas envueltas que manosear, un recorrido por la U que no tenia mucho sentido, ya que las piernas buenas estaban por iniciar sus clases y por lo tanto debía esperar a ver si es que se irían en algún bus. Pero al retirarme al punto estratégico principal (el parqueadero de buses) vi algo que me pareció tremendamente increíble, si… ahí estaba con un uniforme de esos que llevan un chaleco azul, y una falda muy corta, con unas medias color “negro café”, muy rápidamente caminaba hacia el parqueadero; yo como pocas veces me volví de mente tranquila, y trate de controlar mis emociones, la seguí esperanzado de que suba en algún bus. Bien solo la vi subir con mucha emoción a la línea 5, que sagrado numero, eran alrededor de las 18H35, yo pensé mejor que otras veces y decidí irme a la parte de arriba por la panadería y bar que ahí en las afueras de la U, para poder hacerme el loco, subir en la 5 y posteriormente buscar adonde ella estuviera sentada, claro con la suerte de que ella se siente sola y me sea fácil el acceso. Los minutos pasaban y el arranque de la línea 5 parecía muy tardío y el tiempo se me hacia pesado. La ansiedad llegaría a su fin cuando la línea 5 empieza el asenso por la loma, era como si se aproximara el final de los tiempos y nuestra mente se volvía un mundo de impactos y sensaciones raras.

El bus se puso enfrente, y a mi lado otras personas se disponían a subir pero yo me sentía como en una competencia “inexistente”, simplemente me lance con todo, apartando incluso a una señora (muy vieja) de una forma poco educada. Ya dando los primeros pasos en el bus, solamente mi mente estaba programada para buscar a la tipa, sabia que era el momento y que no había un mañana para una posibilidad de esta magnitud. El bus estaba un poco oscuro y debía contemplar con mucha atención y cautela.

Mirando de derecha solo vi unos cuantos asientos ocupados hasta la mitad pero sin resultado, al mirar a la izquierda (el lado del mal) la vi en el segundo asiento, en el que da a la ventanilla, yo no lo pensé simplemente me lance; y he ahí, unas piernas que cuando caminaban se veían bien rellenas y buenas, ahora estando sentadas y con una falda que se alzaba y mostraba un poco mas, era lo mejor y todavía no lo podía creer, pero lo peor fue que no sabia que hacer.

El viaje transcurrió y yo intente mirar, lo hice y eso provoco una revolución en mi hipófisis, sabia que debía hacer algo, ya que unas de este calibre no podía dejar escapar, pase todo el viaje pensando, y la idea mas cercana era la de seguirla hasta su domicilio, para tal vez tener otra oportunidad en el futuro con un bus lleno. En fin, pero inesperadamente ella saca dinero de su cartera, lo cual me decía que estaba próxima a bajarse mas pronto de lo que yo pensé; pues entonces sabia que debía generar una buena idea, hasta que ella manifiesta la intención de levantarse, a mi mente surgió la idea de que cuando ella se levantara yo la manoseara (ya que su falda era tan corta que era demasiado fácil un rose con la mano), esto me dio una gran provocación y al ella levantarse yo amague con la intención de pasarme al asiento de la ventanilla (en donde ella estaba), ella lentamente empezó a salir y mientras lo hacia yo aplique mi manoseo clásico, y fue como subir a los paraísos magníficos del fetichismo absoluto, fue un momento mágico, rozar esas piernas con mi mano, esas piernas que falda corta hacía muy esplendidas, esas medias negro café que irradiaban poder, solo sentirse por única vez en una falsa gloria…

La que consumió su palabra de auxilio. (“Versión poética de la mujer del almacén”).

Ella simplemente se aisló del grupo, y mando su destino al suplicio

se estaciono en una esquina, y con ansias la esperaba…

algo que no razonaba, lo que nunca pensaba,

llegando el tiempo para subir en la nave,

ella solo mostro la señal con cuerpo, ahora yo debía hacerlo…

majestuoso momento de gloria, llovía un estruendo en mi cerebro.

Un bus lleno seria un sueño resuelto, ahora ella estaría en desacuerdo,

¿pero podría mantenerlo? Eso me rondaba y me alteraba, pero de acuerdo,

Soy un depravado, ahora solo me acerco, bajo y observo falda que me da consuelo,

Corta como en el sueño, medias negro café que envolvieron piernas semis gordas;

Este es mi momento, si que nadie lance el cuento, yo actuare primero,

Ella de espaldas ante mí, mis manos igualarían la medida para manosearla y ensuciarla,

¡rueguen ante mi que el juego no falle!, ahora los dedos en sus piernas son de alta grandeza, esto es lo que el señor de la depravación diría: “Máxima Expresión De La Ciencia”. Ahora es grandioso el sentir esas piernas conmigo, cada movimiento de mi mano sobre sus piernas son de agrado.

Ahora ella se sienta, y yo adquiero el asiento de la izquierda, mantendremos la mirada puesta sobre sus agrandadas piernas, que se hicieron así por su sentada siniestra…

Que piernas tan bohemias, que nos envolvieron en una tela de seda que estanco nuestras puertas hacia la conciencia; pero ya demasiado tarde ante aparición de piernas con medias tan excitantes, ahora solo mirando hacia abajo ella con su maldita cartera hacia los lados, sin consideración alguna mostraba sus piernas con una falda que destacaba la desgracia…

Pero ahora yo no hallaría la supuesta esperanza, admirado y provocado solo seria un condenado; que acción la mía colocando mi mano a su costado…

Máximo clímax:

Fue de fantasía ella lo hizo y no predijo que esto pasaría…

Post clímax ( quitando la mano sobre su pierna):

Ella reacciono pero no doblo su expresión de ayuda, porque se había consumido en una lluvia de represión y susto que la dejo mirándome sorprendida, yo un poco asustado y eyaculado debía salir enseguida, la escena era como de un crimen sin victima….