Mis grandes tetas me meten en problemas… Pero también me dan grandes placeres.

Desde niña he tenido tetas grandes y eso me llevo a tener sexo con hombres y mujeres..
Hola, quiero contarles un poco sobre mí y mis pechos. Desde niña me desarrolle a muy temprana edad, es decir, a los 7 años ya usaba brassier talla 32b y conforme iba creciendo la talla iba aumentando hasta lo que son ahora copa 38D a mis 20 años.

Pero está vez nos vamos a centrar en mi niñez, para mí no era un problema el ser una niña con pechos grandes ya que mi mamá se encargaba de fajarmelos todos los días antes de ir al colegio, obviamente ella se preocupó que al ser tan chica mis senos fuesen tan grandes y un día me llevo a un consultorio que se ubicaba en una torre medica, eran consultorios privados y la doctora que me atendió era una chica joven pero guapa, bien arreglada y olía rico.

La doctora le dijo que no había nada de que preocuparse y nada se podía hacer para tener el crecimiento, es aquí donde mis senos me dieron placer por primera vez.

Ese día en el consultorio de la doctora me desvesti y me puse una batita azul, me acosté en la camilla y la doctora me examinó los senos, primero de forma circular con sus guantes de látex, apretaba el pezón con dos dedos y volvía a masajear, todo normal hasta ahí, mi mamá observaba y la doctora actuaba profesional pero el celular de mi mamá sonó y ella tuvo que salir del consultorio a contestar a los dos segundos regresó y le dijo a mi doctora:

-Disculpe dra pero van a traer a mi sobrino voy a bajar a esperarlo, no hay ningún problema?

La hermosa doctora le contesto que no y que se fuera tranquila. Mi mamá bajó y yo me quedé sola con esa pervertida mujer.

– Siéntate, me dijo y yo obedecí. Ya sentada comenzó a acariciar mi seno derecho lentamente.

– Tienes unas tetas muy ricas para tu edad, debes de tener mucho cuidado porque los hombres van a estar detrás de ti, llamas mucho la atención.

Sus caricias iban en aumento y yo empezaba a jadear un poco porque iba sintiendo cosquillitas.

– Si, le dije jadeando.

-Te gusta? Preguntó ella mientras se metía mi pezón en su boca y succionaba lentamente para después hacer círculos con la lengua.

– Doctora… Yo… Siii!!!. Respondí gimiendo.

– Acostúmbrate mi niña, estás buenísima y me estás volviendo loca, desde que entraste me empecé a mojar… Mira.

Dijo metiendo los dedos a su vajina y sacándolos mojados, paso los dedos sobre su boca y lamió y después los paso sobre mi boca y por instinto lami sus dedos, el sabor y olor me gustó.

– Te gusta? Me preguntó.

– Si. Le respondí tímida.

– Hay que apurarnos antes de que llegue tu mamá, ella no te toca?

– No

-Que tonta, pero mejor para mí, yo te voy a estrenar. Acuéstate y abre flexiona las piernas y después abrelas.

Así lo hice y ella directamente se fue a lamer mi vagina.

– Aaahhhh, se siente rico.

– Verdad que si, mi niña. Quieres más?

– Siiiii!!! Aaaaahhhh.

Su lengua seguía lamiendo mi clítoris, ahí fue donde más se concentro y lo que más me encantó. Entre respiraciones me preguntaba.

– Cuántos años tienes mi amor?

– Siete. le respondía.

– Siete Años y ya te estoy haciendo sexo oral.

– Siiiii,  aaaahhhh que rico se siente doctora.

Dejó de hacérmelo para subirse sobre mi y empezar a besar y chupar mis senos.

– Me encantan tus tetas grandes.

Yo no decía nada, solo me dejaba hacer.

Ella se desabrochó la blusa y como no llevaba brassier sus tetas rebotaron en mi cara.

– Chupa. Me ordeno

Yo abrí la boca para meterme en pezón mmmm que rico sentí al probarlo por primer vez.

– Así, mi niña, así. Un poco más fuerte… Mmmm que rico chupas la teta mi amor…. Aaahhhh siiiii.!!!

– Ahora vamos hacer algo, dijo mientras bajaba su teta a mi concha y la frotaba, no se imaginan el placer que sentí al sentir su pezón duro en mi vagina. Gemí de placer.

– Aaaaaahhhh, doctoraaaaa.

– Chupa, me ordenó.  – Vas a probar tu propios fluidos.

Me metí su pezón a mi boca y el sabor que tenía era salado pero rico.

– Sacame la leche mi bebé, aahhhh siii, así mi niña… Mmmm, siiiii. Aaahhhhhh que rico chupas.

Yo estaba endiosada chupando esa teta firme y grande, un poco más grande que mis tetas.

– Ahora, bajate y haz lo mismo que yo, pon tu teta en mi vaginal.

Así lo hice y me encantó sentir mi seno frío dentro de su tibia vagina.

– Ayyyyy bebé, que rico, frota un poco más. Aaaahhhhhhh. – Ahora ven, para chupartelo.

Cuando saque mi seno de la vagina de mi doctora no pude evitar lamer un poco sus fluidos.

– Traviesa, ven eso será otro día con más tiempo. Rápido ven antes de que llegue tu mamá.

Me dijo mientras me jalaba para chupar mi seno bañando de sus jugos.

Yo gemi.

– Aaaahhh doctora!! Que rico.

– Si mi niña, es muy rico, pero ya no tenemos tiempo. Vístete y entra al baño y échate agua en la cara. Me dijo mientras me daba un tierno beso en la boca.

Yo me metí al baño pero cuándo me estaba vistiendo me metí los dedos en mi cuquita sin pelos y sentí delicioso.

– Sal ya mi niña, que tú mamá no tarda.

Cuando salí todo estaba en orden.

– Siéntate y no le vayas a decir nada a tu mamá ni a nadie lo que hicimos, me lo prometes?

– Si, pero lo vamos a volver a hacer doctora?

– Si tú no dices nada si, mi niña y más cosas ricas.

– No diré nada, lo prometo.

Mi mamá tardo 5 minutos más.

– La niña está bien señora, pero debemos de vernos una vez a la semana para revisión.

– Doctora yo no puedo traerla, trabajo y ahorita pedí permiso en el trabajo. Yo trabajo en la otra torre, podría traerla pero no quedarme a la consulta. Cómo le hacemos?

– No se preocupe yo puedo recibirla, atenderla y después usted viene rápido por ella, me voy a tardar aproximadamente una hora. Páseme su número y yo le aviso cuándo hayamos terminado y no se preocupen solo le cobraré la mitad de la consulta.

– Gracias doctora.

Mi mamá y la doctora intercambiaron números y agendaron la cita.

– Aquí la espero señora, es muy importante que traiga a la niña.

– Si doctora.

Aquí termina mi primera experiencia, pero no es la única. Mis tetas me llevaron a recorrer el camino no solo con la doctora sino con hombres también.

• Espero les haya gustado, es mi primera vez que escribo.