Morbolandia

En este relato ficticio, voy a introducir una fantasía sexual, un mundo donde el sexo es el modo de vivir, el trabajo es sexo, el estudio, es sexo, la familia es sexo y la vida misma….
Marcos es un joven que ha perdido la memoria, pero recién está percatandose de la realidad en la que vive. Con 16 años de edad, siendo un chico delgado, de piel blanca y tercia, cabello castaño claro y ojos azulados, le ha tocado regrese a la escuela a penas el día que despertó de su estado de coma en el cual estuvo alrededor de medio año. ¿Cómo sucedió el incidente? Nadie le dice nada.

(Narra marcos)

Ayer desperté de coma, pero al ver a mis padres rápidamente estos llorando de felicidad, tengo dos padres, hombres los dos, primero se acercó el de cabello oscuro ya que no recuerdo sus nombres y me dió un corto beso sobre los labios, pasajero, a lo que solo lo observé. Entonces, el de cabellos rojos vino encima mío, no solo me abrazó sino que se subió en la cama conmigo. Entonces me empezó a besar no tan brusco pero sí a una velocidad que yo no entendía, él buscaba contacto y yo solo pude reaccionar lo mejor posible. Sus labios eran válidos, pero lo sentí por unos cortos segundos la verdad. Ambos me abrazaron y llevaron a casa.

Me dieron mi tiempo a solas para estar en mi habitación, no me estresaron con nada, pero sí, dejaron claro que no podía faltar mañana a clase…

Esa mañana papá Jake (el de cabellos rojos) me llevó personalmente. Me dejó en la entrada que ya estaba vacía y tras despedirlo con la mano entré. Entonces me encontré con una escena que inmediatamente hizo recorrer una electricidad por mi cuerpo. En la sala de bienvenida habían algunas sillas de espera y en estas un agujero por abajo donde algunos chicos estaban acostados con sus rostro bajo esos agujeros. Yo fruncí el ceño, entonces un profesor se me acercó.

— Marcos ¡Qué haces con tu pantalón cerrado!… Rápido, quitatelo y siéntate a esperar porque te llamen. Te darán tu nuevo horario de clases ¡llegas tarde!

Sin más él se retiró y yo obedecí. Me quite el pantalón y caminé a sentarme. En el agujero que estaba bajo mi culo había un chico de pelo gris, este me sonrió antes de sentarme y luego de acomodarme, sentí como su rostro se pegó a mí culo…

— ¡Oh!… ¿Q-qué… Haces? — Pregunté sin entender, aunque de cierto modo no lo veía como algo malo.

Él no respondió, solo enterró su nariz en la raja de mi culo. La sensación era estupenda, no pude evitar saborear mis labios y luego esa humedad que vino después me hizo gemir por lo bajo.

Una boca se pegó en mi culo, sin importar la tela del boxer blanco que tenía puesto, la humedad alcanzó mi ano dándome así un placer bastante apetitoso. El chico no se esperó y empezó a chupar. Su succión creaba un sonido tan morboso que de repente me hizo perder la cordura y bajé una mano para tomarlo de la nuca y presionar más su rostro contra mi culo.

— Abre mi culo, porfa…vor — Le pedí, pues quería sentirlo más

En eso lo que sentí fue que con sus dedos rompió la tela de mi ropa interior, entonces si lengua ahora sí no se precipitó en lamer reiterada veces ni hoyo medio cerrado… Era maravilloso.

Yo estaba ahí, en esa sala solo mientras me comían el culo con tan solo entrar. Lamentablemente, me llamaron, era hora de entrar así que me despedí del chico a lo que él dijo

— Tu culo estaba rico. Espero verte de nuevo, para volver a comerlo.

Sonreí y fuí llevado a un salón con otros chicos. Exactamente 5 más, ahí me hicieron desvestirme de inmediato y tras entrar desnudo me senté en el piso con los demás. El piso de madera estaba cálido, entonces presté atención a las indicaciones del profesor que tenía su pene bien erecto afuera de la ropa.

— Ahora vamos a practicar el trago de orina. Por favor, elijan parejas de inmediato. Luego que uno se levanté, el otro empezará a mamarle la verga y entonces pueden tomar su tiempo para miarse en la boca de su compañero. Eso sí, el que no pueda tomarse todo la orina será castigado… No quiero ver gotas amarillas en el piso. ¡Comiencen!

Aquel hombre se veía intimidante y tenía unos juguetes sexuales a su lado, incluso unos guantes, que realmente, no recuerdo para qué eran…

Mis compañeros eligieron pareja y yo, por reaccionar tarde quedé con un chico muy alto, este estaba parado ya al frente mío, su piel algo morena era hermosa de apreciar, pero mi miembro tenía un tamaño colosal que al ponerlo en frente de mi cara, realmente sentí que este podría asfixiarme cuando se lo comience a mamar… El profesor dió la orden y yo, como buen putito que debía ser, tomé esa verga en mi mano y fuí metiendolo a mi boca. Era grande y grueso, pero el chico no me tuvo piedad, me tomó del cabello y empezó a usar me como su juguete.

Arcadas me sacaba, él no dudó en tratar de meter toda su polla, me hacía sentir como esta ingresaba en mi garganta cosa que dolía, más no pude hacer nada, me deje. Él pronto tomó mi cara y me follo, duro, sin compasión, no le importó que estaba robándome el aire, al contrario, parecía gustarle más… Cuando miré alrededor note que los otros ya estaban tragando miado, menos nosotros. Él parecía no cansarse, no tener ganas de orinar en mi boca aún. Resistía y me follaba poniendo mis ojos en blanco. Seguía, parecía que iba a romper mi garganta, duro, cada vez más profundo hasta meter toda su verga en mi boca y garganta. Cuando mis labios se pegaron a su pelvis y no me movió de ahí, sentí que estaba a nada de desmayar. Llevé mi mano a mi garganta sintiendo un bulto enorme que se extendía por toda ella.

No podía visualizarlo bien, tenía los ojos llenos de lágrimas. Entonces, sentí su orina en mi interior, él empezó a hacerlo todo sin mover su pene de ahí. Hasta había parecido que se atoró con mi garganta, sin embargo, me agarró de la nuca y presionó más, mientras presionabs movía mi cabeza de lado a lado sin sacar nada. A la vez seguía depositando todos sus miedos directamente a mi estómago. Yo escuchaba al profesor exclamar eufórico de fondo.

— ¡Así se hace! Follalo hasta que se desmaye ¡Bien! Puedes orinar y luego eyacular en su garganta

Escuché eso y luego sentí que la orina paró. Aquel compañero fué sacando muy lentamente su verga de mi garganta hasta que lo escuché gemir, entonces lo terminó de soltar todo. Una corrida nada gentil, sino abundante me golpeó por dentro y en ese momento él me follo la boca un poco más hasta sacar su polla y soltarme. Ahí caí, rendido, de mi boca salía un líquido blanco mezclado con una amarillo. Me sentía perdido, adolorido, pero… De alguna manera toda esa sensación me había gustado

— ¡Marcos! ¡Ordene no querer ver ni una gota de orina, ni ningún otro líquido en mi piso!… Ahora serás castigado. Los demás pueden follar la boca de marcos tanto como quieran, déjenlo sin poder hablar si es necesario. Y orinen. Hasta que se llene y no pueda tragar más… Empezaré yo

Aquel hombre maduro vino directo hacia mí. Yo tirado en el piso no pude hacer nada, él me sentó recostando mi espalda a un sillón y rápidamente metió su verga hasta el fondo, de inmediato privandome de aire… Me queje tanto como pude, pero si verga gruesa y aún más larga que la del compañero, no me dejaba hablar. Empezó no solo a follarme, estaba violando mi garganta, rompiendo mi ser. Destrozandome por la boca. Sentía golpes a mi cara, era como si pensara que mi boca era un ano y mi cara un culo… Cada golpe me noqueaba más, pero aguante como pude. Dolía tanto que por un momento deje de sentir y después el saco su verga y teniendo solo la cabeza de su pene en mi boca se empezó a orinar. Todo fué directo a mi estómago otra vez, caliente, con un sabor muy extravagante… Así vino otro compañero. Aunque los demás, no fueron tan agresivos, no tenían una verga tan grande, pero sí que gozaron de mí. Todos me tenían de inodoro, era agobiante pero de cierto modo, excitante… Tantas vergas que pasaron por mi boca usandome a su beneficio, eso me había gustado aunque no podía ni hablar… Finalmente me dejaron tirado en el piso. Y el profesor dijo.

— Si no te levantas y marchas, vendrá la próxima clase y te volverán a usar ¿O acaso quieres trabajar en los baños? Si soportas esto, podrías soportar más.