Nancy la madura más bella
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto sucedió ya hace un tiempo eran vacasiones de verano mis padres me obligaron a trabajar en la tienda de mi abuela, para ganar dinero propio, los días eran aburridos desde que salía el sol hasta que caía la noche, como la tienda estaba conectada a la casa de mi abuela podía ir a ver televisión un rato y me quedaba a dormir allí para no tener que tomar el transporte tan temprano, entonces no veía a mi vecina con morbo solo era la señora que a veces platicaba con mi abuela acerca de recetas de cocina y cosas que cualquier par de mujeres hablarían, casi siempre usa ropa olgada y tenis deportivos lo que la hace resaltar es que siempre usa una blusa de tirantes escotada, bastante sencilla, ella ya me conocía desde que tengo 12 años, ella hace sus actividades de ama de casa y va a comprar a la tienda cosas básicas, siempre está en su casa y su esposo trabaja desde temprano hasta la noche, un día como cualquier otro era medio día y hacía mucho calor y todo mundo usaba shorts y camisas de tirantes u olgadas, yo estaba apoyado en el mostrador sosteniendo mi cabeza con mi mano apoyada con el codo en la tabla vieja, se escuchaba como arrojaba agua al patio y tallaba con la escoba solo escuché como abrió la puerta dió unos pasos y subió el escalón para estar de frente al mostrador allí fue cuando toda la percepción que tenía hacia ella cambio radicalmente, estaba dudando a chorros, el cabellos que toda la vida lo peinaba con cola de caballo estaba alborotado t a los lados llegándose al hombro, castaño y cubriendo una parte de su rostro,usaba una playera que parecía que la había cortado con unas tijeras dejaba ver su abdomen firme, sin mangas y muy muy escotada podía ver el sudor pasar por en medio de sus deliciosos pechos, quede embobado conella, pidió sus cosas y antes de irse dijo.
Nancy – Hace calor, ¿No cres?
Yo – Si bastante, hasta esta sudando usted.
Nancy – No me digas usted háblame de tu.
No soy tan vieja, jajajaja.
Yo – Rei junto con ella, tienes razón.
Nancy – Ya estoy cansada, pero quiero disfrutar mis vacaciones sin preocuparse por deberes de la casa que hacer.
Yo – Si, verdad, mejor de una vez.
Nancy – A ver si dura 3 días en lo que me voy
Yo – Pues esperemos.
Nancy – Bye, cuídate.
Yo – bye, tu tambien
Apenas se dió vuelta y le llamaron por teléfono bajo el escalón y para mi sorpresa llevaba un pants que también parecía que lo corto ella le llegaba a las rodillas el pants y wow, estaba súper ajustado y se marcaba su braga con un poco de sudor y la braguita se salía por arriba del pants, dejando ver el resorte azul de esa deliciosa tanga y me éxito mucho me fui a masturbar en su honor, fue entonces que me comenzó a gustar y a exitar cada vez que la veía, pasaron los días y no podía resistir en pensar que podría tener esa tanguita en mis manos con su olor femenino, comenzó a usar esos pantalones entubados y camisas ajustadas era un verdadero espectáculo, era fin de semana y mi abuela lavaba ropa pero tuve que hacerlo a mano en el lavadero de la azotea, al estar tallando mi ropa escuché como subían escaleras de metal, me di cuenta de que lo único que me dividía de ella y su rico cuerpo era un muro, el muro no está muy alto por lo que subí al lavadero y lentamente me asome al otro lado ahí estaba ella, como siempre tan exquisita tendiendo ropa, una lona tapaba el sol en toda su azotea y era difícil que me viera, de nuevo bajo las escaleras, parecía que tenía prisa por qué bajo tan rápido que una de sus tetas se le salió, eso me puso de punta, ya me estaba tocando la entrepierna, hasta abajo ella tenía una lavadora y un lavadero tenía ropa en ambas y se puso a tallar, ver ese movimiento que hacía y como se movía si culo fue un orgasmo completo, mire la ropa tendida y había muchas bragas, no le vi sentido tomar una braga recién lavada, para que la tomaba si ya no había olor, me desanime al ver que terminó de lavar y metió la poca ropa sucia que aunque sabía dentro de su casa, todo tiene llave, pero recorde que se iba a ir de vacaciones, recuerdo que anteriormente se fueron a algún lado, no recuerdo a dónde y le dejaron sus llaves a mi abuela así que mi única esperanza era que eso se repitiera una vez más, al otro día, mi abuela estaba regresando del mercado y se acercó a ella para hablar, se acercaron al mostrador y me senté abajo del mostrador para no parecer chismoso.
Nancy – señora Marcela, mire, me voy a ir de vacaciones 2 semanas y soy muy despistada, no quiero que se me vallan a perder, con decirle que tengo tanta ropa que la pierdo de tanta que es.
Tenía razón, casi no repetía la misma ropa en casi 1 mes por lo menos.
Sr.
Marcela – Si, no te preocupes hija, las pongo donde nadie las agarre y me las pides cuando regreses.
Mi dedo se cumplió, estaba emocionado, se despidieron y mi abuela entro a la casa, yo le ayude con las bolsas y me dijo
Abuela – Lucas, puedes guardar las llaves de la señora Nancy, no se me valla a olvidar dónde las puse.
Mi mente perversa dió giros y claro que no se me iban a olvidar, las traería siempre conmigo.
Yo – Si, claro, yo las guardo.
Espere un par de días y me invadió un remordimiento por lo que quería hacer, ya todos se lo imaginan, pero no pasa nada, la buenota tiene demaciada ropa para ponerse, pero apenas lavo ropa, así que aún estaba desanimado, tal vez no halla nada que valga la pena…
Mi abuela me dijo que fuera a la casa de Nancy para asegurarme de que todo estuviera bien cerrado y me regresará rápido, sin dudarlo ni un segundo dije que si, tenía las llaves en el pantalón, mi miembro comenzaba a pararse mientras metía la llave entre y busque por todos lados, pero no encontré nada ya me había tardado mucho, pero no me di por vencido, regrese a la casa de mi abuela y espere a que fuera de noche, me levanté a las 2 AM, hora que se duerme mi abuela por completo, para no hacer ruido en la puerta subí a la azotea y brinque la barda, estaba dentro de la casa de Nancy, el corazón me palpitaba fuerte, no se por que abrí la puerta trasera y encendí las luces, busque en el cuarto de su hija y encontré una tanga debajo de las cobijas, bien usada, olía muy fuerte, pero yo iba por el premio mayor, el cuarto de Nancy estaba con llave, por suerte tenía todas, abrí la puerta y Vi los cestos de ropa que había visto, eran 5 botes abribuno por uno en el primero había varios brasieres, olían rico en el otro había ropa de su esposo, en los otros 2 había ropa de sus hijos, y el último ya la tenía parada, lo abrí y HABIA MUCHAS TANGAS, CALCETAS PANTS Y CAMISAS DE ELLA!, Estaba lleno el bote, lance mi cara dentro y olía riquísimo, soy virgen así que no se exactamente como huele una vagina, pero eso olía a gloria, metí la mano hasta el fondo y Hale con fuerza, salio casi toda la ropa exepto la del fondo estaba cubierto por tangas de una de las vecinas más buena del vecindario, era como encontrar el tesoro perdido, tome algunas y las puse en mi nariz la parte que va en la vagina y olía con fuerza, y me ponía otra en la boca en el mismo punto para saborearlas, salía un sabor que me exitaba, muy rico me saque la verga y tome una tanga y me masturbe con varias hasta acabas incontables veces, lamia una tras otra, estaba en el paraíso, me fijé en el fondo del bote y eso significa que esas son las que llevan más tiempo allí, tome una de esas y varias de las que olían más fuerte, me lleve varias como recuerdo, también me lleve calcetines, los que olían más fuerte, también me gustan los pies femeninos y me lleve varias calcetines, saborie las tangas de su hija, pero esto no acaba aquí, me fijé en los cajones del ropero y en uno de los cajones de hasta abajo y hasta el fondo envuelto en una bolsa era un vibrador, se me volvió a parar, abrí la bolsa y salió un olor más fuerte que las tanguitas, lo saqué y note que aún estaba un poquito mojado, me lo metí a la boca y lo lami para saborear los fluidos de esa diosa, me fui a mi casa como a las 5 AM, al otro día hice lo mismo hasta que se cumplieron las 2 semanas, un día antes recogí toda la evidencia, me vine en sus tangas limpias para saber que mi semen está en ella, deje semen en su consolador, me lleve más tangas y calcetines, solo me puse sus tacones en la nariz y me fui, pero no soy tonto, fui a sacarle copia a todas las llaves y les puse marcas para saber de qué puertas son, regreso ella y su familia y los últimos días del verano cada vez que la veía sudar recordaba ese olor y sabor, empecé a hablarle bonito para ligarmela pero no funcionó, aún así, desde entonces cada vez que su casa se queda sola yo voy a servirme algunas tanguitas para saborear, espero que les halla gustado, es mi primer relato, muchas gracias por leerlo hasta el final.
Ya no he podido saltar a su casa por tangas ya no trabajo en esa tienda.
Mi sueño, mi anhelo es estar con una madura, me encantan…
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