Niñera
Niñera por una noche .
Me fuí de viaje
A conocer el mundo,
Mochila al hombro.
Me hospedaba en casas
Entre familias,
Era más económico
Y era más divertido.
Se me agotaba el recurso
Me quedé de niñera unos días,
Eran una familia joven:
Mamá, papá y un bebé de meses.
Estaba hospedada con ellos,
Pasaban por dificultades maritales
Y les sugerí que hiciesen algo juntos, yo me quedaría a cuidar del bebé…
Y me escucharon
Y me dejaron a solas
Un par de horas
Con la criatura…
Mamá – ay, de verdad no sabes cómo te agradezco!
Yo – ay dulzura no tienes por que…
Papá – bueno, un par de horas y regresamos…
Y se fueron,
Y me encaminé hacia mi dormitorio con el bebé.
Yo- ven cariño, juguemos un ratito…
En la cama él jugaba, yo lo cuidaba diligentemente… Y el morbo se asomó… Me dió curiosidad… Y me saqué el sujetador… Y levanté la camiseta que tenía puesta.
El bebé jugaba con sus juguetitos, me recosté un poquito junto a él y tomando su manita le dí un besito y la coloqué sobre uno de mis senos.
Pareció entender mi juego,
Se dedicó a juguetear y jalonear mi pezón, que se ponía más y más duro y yo me ponía más y más caliente…
Era un niño amamantado, así que sabía que ésas cosas se comen también…
Así que entre jalón y jalón en un momento se acercó para chuparlos…
Fue un momento sublime, sentir el contacto de su boquita hambrienta, su lengua juguetona… Sus manitas toscas…
Yo ya estaba en otro mundo, jadeando y meneando mi cuerpo sobre la cama, con el niño abrazo encima mío.
– vamos cariño, sigue chupando… Mmmmmmm
Pobre criatura que se pasaba de una teta a la otra sin conseguir nada… Entonces se retiraba, pero yo me lo volvía a acomodar…
– a dónde vas?!- le decía al tiempo que le metía la teta en la boca… Y lo mantenía pegadito a mí…mmmmmmm
-mmmm cariño sigue chupando….
Y así continuamos una hora más, hasta que yo pude acabar… Entonces le preparé una botella con leche de su mamá y ordené todo.
Entonces regresaron a casa, les entregué al bebé dormidito y me fuí a dormir yo también, encantada, extasiada… Feliz.
Se volvió una rutina, de vez en cuando me lo dejaban, y yo me quedé más tiempo de lo previsto con ellos…
El niño se acostumbró a mis juegos, de tal manera que a veces me buscaba los senos aún frente a quien estuviera…
– eey qué buscas?! Le decía jugando cuando estaban ellos en casa, entonces pensaban que solo tenía hambre y la mamá se disponía a alimentarlo…
Y yo amaba verlo comer… ( Qué rico chupas esas tetas) Pensaba…
Así pasaron días, conseguí también un extractor de leche, que me ayudó a generar una producción… Suficiente. Entonces el crío se me pegaba con más entusiasmo… Ya había una recompensa para su boquita hambrienta.
Pero cuál sería mi sorpresa?! El no sería mi único bebé lactante… Pasó un accidente un día; pensé que estaba sola.
Así que recién saliendo de bañar, me puse a sacar leche, ni siquiera me había vestido aún. Lo único que traía puesto era la toalla en la cabeza.
No me di cuenta de la puerta de la casa y no me percaté tampoco que mi puerta del cuarto estaba entreabierta…
Y la puerta hizo ruido y giré la cabeza y ahí estaba la dueña de la casa…
Mamá – qué haces?
Yo – me dió curiosidad y ahora no puedo parar…
La señora con cara de sorpresa, pero no enojada ni escandaliza… Sólo sorprendida…
Se fue a acostar al niño que venía dormido… Y regreso, yo ya me estaba vistiendo…
– y tienes bastante leche! -Dijo observando el extractor…
Yo me reí…
– y… Qué haces con ella?
– me voy a servir un cereal… Jajaja
…
– Puedo probar poquito?
-… Bueno – y le ofrecí la botella del extractor…
Pero no cogió la botella… Tomó mi mano, y me acercó frente a ella…
Yo no pude decir nada ni resistirme ni nada… Sólo me concentraba en mantenerme de pié, me temblaban las rodillas…
Fue la sesión de lactancia más rica y morbosa… Hasta entonces… Daba succiones profundas, largas y violentas… Soltaba una teta y se pegaba a la otra y así lo hacía mientras me abrazaba por la cintura, me tenía atrapada entre sus brazos y su boca.
Me quería morir! Estaba muriendo por tocarme para acabar pero al mismo tiempo no quería moverme e interrumpirla…
– se me va a tirar la leche… – dijo con la boca llena de mi seno y de mi leche…
Se levantó la blusa, así sin dejar de mamar. Se desabrochó el sujetador de maternidad… Y yo sabía que tenía que devolver el favor, pensé que era lo que quería que hiciese…
Entonces el llanto; el niño despertó. Ella me soltó y salió corriendo, así como estaba… Y regresó, al mismo sitio, así donde estaba sentada regresó al mismo sitio ahora con el bebé en brazos…
(Qué está pasando Dios mío?!) Pensé mientras la observaba ofreciéndole la teta chorreante al bebé, quien la recibió gustoso… Y así abrazándolo con un brazo… valga la redundancia… Me abrazó con el otro y continuo su lactancia también… Yo no lo podía creer!!!
– en cuál me quedé?
Yo no dije nada… No pude, sólo le ofrecí la que tenía más cargada, también la sujeté por la nuca, para guiarla… Con la mano libre después de todo le acaricie la cabecita al bebé… Que mamaba de su mamita mientras su mamita mamaba de mí…
Fue loco, fue genial… Ahora sí fue lo más morboso… Hasta ése momento…
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