Nodriza
Aquí empieza una historia de amor y lactancia .
Bueno…
Todo comenzó en una app de citas… Pero en una comunidad evangélica; todo dentro del temor de Dios nuestro Señor.
Nos vimos, nos gustamos, nos hicimos match. Y comenzó la cacería… Digo, la comunicación… Comenzó la comunicación.
Detalles?
Yo… con errores a cuestas, de esos que la sociedad machista no perdona, aunque qué me importa mientras me perdone mi Dios.
El… Viudo, con su huerfanito de dos meses de nacido y una niña apenas en el kinder…
Qué pensé al principio?
Que éste wey más que una novia, quería una niñera para los niños… claro… claro… 🙄🙄🙄
Pero bueno; eso me pasa por andar de exploradora en una app dentro de una sociedad que no conozco, y no descargar Tinder, como la gente normal… Pero bueno, ya estaba ahí, vamos viendo a ver qué se da.
Segunda cita; ya nos besamos, cuarta cita; ya me le trepé en el vehículo… Ha sido genial, no sabría decirte quién tenía más ansiedad, pero fue genial: nos estábamos despidiendo, ya era tarde y ya sabes el besito de despedida y tal… Pero su perfume… El perfume que traía, me hizo estremecer, apenas olfatear en su cuello lleno de pelitos que iban creciendo… Entonces me acerqué más al cuello, quería impregnarme de su fragancia… Y quería restregarme y hacerme daño con su barba…
Los ánimos se calentaron, nos decíamos cositas dulces… Yo lo besaba en los labios, en las mejillas, los párpados… El cuello… El cuello… ¡Y que lo muerdo! Jajaja suavecito, pero sí dió un respingo… No lo esperaba… Pero es que ya he esperado bastante.
El: ¿Qué haces?
Yo: -shhhhh – poniendo el dedo índice sobre sus labios… – no pasa nada…
No había nadie, la calle estaba sola… Los cristales del vehículo están polarizados… No tanto pero lo suficiente a penas. Entonces se liberó un poquito la tensión. Porque el quería, pero no sé qué lo detenía…¿Su temor a Dios, quizá?
Nos despegamos un poquito del abrazo, nos miramos a los ojos.
Yo: – ¿estás bien?
El… Asiente silencioso, pero no me suelta del todo…
Yo: – mira Saúl – se llamaba Saúl… jajaja – yo… Tengo bastante experiencia… Soy auténtica y me conozco, sé lo que quiero y cuando lo quiero… No soy persignada, no soy mojigata… Y no soy santa inocencia….
Momento de silencio. Pero no nos soltamos, el me acerca hacia con el… Nos besamos, dulcemente… Y de un sólo movimiento estoy trepada en su regazo… Estábamos Buenos de flacos, así que cambiamos perfecto de su lado (del conductor) sólo se hizo tantito para atrás.
Entonces, en un beso intensamente apasionado, lleno de ganas y de «hambre» nos fundimos y nuestras manos atacaban, se movían solas, por aquí, por acá, por más allá… yo me meneaba, me tallaba, me frotaba contra su miembro… Que dentro de su pantalón, aún así ya se sentía… Duro… Grande… Peligroso…
Era tan fantástico el momento, yo estaba tan exitada… Comenzó a prestarle demasiada atención a mis senos, los cuales apretaba y sobaba… Cosa que me hacía estremecer, y me ponía más caliente… Los besaba y mordía así encima de la ropa…
Así llegué al primer orgasmo… Entonces tuve necesidad de levantar el vestido, para dejarle libre el camino; necesito que las mame… Me estoy volviendo loca, necesito su boca devorando mis pezones…
Pero había que explicarle una cosa, antes de llegar más lejos… Y que se vaya a espantar (eso me estresa mucho)
Yo: – Saúl – dije, haciéndome poquito para atrás, para mirarlo a los ojos – necesito mostrarte algo… Es posible que te impresione o que te dé como… Asco? …
Saúl – qué pasa amor? Qué podría darme asco?
Yo: – … Mmmm esteee… – me estresa esta parte jeje – … Mmmm bueno… Hummm…
Saúl: – cariño… Ya dí que pasa!
Yo: -… Tengo leche.
Saúl baja la mirada hacia las glándulas mamarias, y nota por primera vez cómo las venas que más bien son los conductos están notoriamente abultados, se notan a través de la piel las venitas azules, nota también que el sujetador con todo y que es de esos modernos tops está apretado y estorba a mi congestión láctea.
Saúl: – en serio? – pregunta mientras toca con suavidad y recorre el camino de la tela y baja y aprieta sus dedos… Su dedo con suavidad pero dándose cuenta de lo dura que está la mama por la leche acumulada – y por qué me daría asco, amor? – pregunta, mientras se acerca y me besa cada seno por encima aún de la tela del top.
Yo: – pues no sé, pensé nomás… No es como común un fetiche de estos…
Saúl: – fetiche… – seguía besando y ya tocaba con más suavidad… Se restregaba también la cara… – es una delicia, ahora veo por qué hueles a leche constantemente.- y sigue besando… Y va jalando y estirando el top… Hasta que queda el seno desnudo y dispuesto ante el…
Y yo… Muriendo de deseo… – me encanta dar de mamar! – digo entre gemidos… Aún meneo mi cuerpo contra su miembro… Me siento tan caliente…. El acerca su boca abierta, hambriento atrapa un pezón y comienza la succión, prueba, saborea… Y enloquece.
Entre trago y trago de leche, se me fueron las horas…
Entre orgasmo y orgasmo, le empapé el pantalón y aún hubiera podido seguir, pero empezó a llegar gente del las empresas hacia la parada del colectivo; y así comenzó nuestra sigue etapa en la relación.
Cuando nos despedimos me dice – qué se me hace que te llevo conmigo a casa y nos amamantas a todos…
Se espera la Parte 2.
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