Novia infiel

Infiel con stripper .
Me llamó Jorge y con mi novia Evelyne estamos preparándonos para casarnos. Ella tiene 19 y yo 22. Ella tuvo dos despedidas de soltera que marcaron su camino hacia el matrimonio. La primera fue una celebración tradicional con todas las mujeres importantes de su vida, mientras que la segunda fue organizada por sus amigas más cercanas y para ello un amigo que es dueño de un local de strippers llamado El Subte me consiguió entradas para el show. Se las regalé y ella se enojó un poco diciendo que no le gustaba pero yo insistí y sus amigas la terminaron de convencer para ir. Fué un viernes a la noche y luego el fin de semana la encontré muy relajada, sonriente pero a la vez distante. Cómo si estuviera pensando en la noche anterior. Le pregunté varias veces como estuvo el show y su respuesta siempre fue ambigua, dejándome sumido en un mar de dudas.

A los pocos días hablé con mi amigo y me mandó la grabación de ésa noche.

Lo que ví fué desbordante.

Ella estaba con sus amigas en una mesa cuando uno de los strippers se acercó. Era un moreno de 1,90 con un físico impresionante. Tenía una tanga minúscula que no podía contener su «paquete» y el espectáculo desató la euforia entre las mujeres. Pero  el moreno cuyo nombre luego me enteré era Germán y era caribeño puso toda su energía en la que celebraba su despedida de soltera.  Le empezó a bailar a su lado rozándole su cara con su «paquete» y para mi sorpresa ella se dejó llevar y le bajó su tanga dejando al descubierto su gran pene. A mí novia se le iluminó la cara, sus ojos se abrieron y su boca enseguida empezó a besar para luego meter el pene en su boca saboreándolo. Hubo una conexión intensa con Germán y el la alzó en sus poderosos brazos, sus bocas se encontraron en un apasionado beso y mientras las amigas deliraban de placer y alegría una de ellas le quitó los zapatos dejándola descalza. Ella ni se dió cuenta de lo excitada que estaba y el semental la llevó cargada en sus brazos desapareciendo detrás del escenario. Luego mi amigo me contó que había habitaciones para casos así. Yo quedé totalmente consternado y celoso pero a la vez noté una enorme erección, la situación de verla poniéndome los cuernos fue totalmente exitante.

Quedé esperando que volviera, lo cual sucedió luego de un par de horas y cuando sus amigas estaban por marcharse ya que el show había terminado.

Todas se reían y ella con una felicidad enorme en su cara les cantaba detalles.

Luego de ver esa grabación no pude aguantar y me masturbé un par de veces y muchas más con el correr del tiempo.

Me prometí no decir nada, callar y consentir que ella tenía derecho a ser infiel y yo dejarla disfrutar de una situación así.