Pantimedias manchadas
Un tipo se vino en mis pantimedias a la mitad de un vagón del metro de la CDMX.
Hola a tod@s; hoy día quiero platicarles lo que me sucedió ayer en el metro de la CDMX rumbo al trabajo.
Como de costumbre, salí a las 6:30 de la mañana de casa para dirigirme al trabajo. Primero tomé un micro para llegar a la estación más cercana del metro y de ahí, hasta llegar a la oficina. De casa, mi esposo y yo nos vamos en el mismo micro, pero ya en el metro, cada uno toma direcciones diferentes; así es que, en el metro fue que me sucedió la siguiente historia.
Llevaba puesto mi uniforme: un conjunto sastre en color beige (color que corresponde a los días jueves), unas pantimedias en color natural y unas zapatillas claras, con tacón del 10. Igual que siempre, el metro venía hasta el tope y lamentablemente ya no pude tomar uno de los primero vagones, donde sólo van las mujeres; ni modo. Para no irme tan sola, busqué a alguna pareja para acompañarme de ellos y que los varones que van solos, no se quieran aprovechar.
A lo lejos, vi a una pareja de jóvenes, como de entre 20 y 22 años, venían con un uniforme tipo escolar. No dije nada, simplemente me acerqué a ellos y esperamos que llegara el siguiente convoy para abordarlo. Una vez que llego dicho convoy, me fui detrás de ellos. Como era lógico, el muchacho abrazó a la chica por la cintura y en seguida empujaron a la gente para ingresar al vagón. Yo fui detrás de ellos y al ingresar, era tanta la gente que sólo pude tomar con una mano, uno de los postes de la entrada, con la otra mano iba sujetando mi bolso de mano. Atrás de mi quedaron varias personas y por su olor, quiero pensar que por lo menos dos de ellos eran albañiles; ese era su aspecto.
El metro cerró sus puertas y comenzó su camino. Los empujones son naturales cuando los vagones van llenos, y también como siempre, cuando voy sola, los roces en las nalgas y a la altura de mis piernas se comenzó a dar. Ni para voltear porque simplemente no podía.
A la mitad del camino, hubo una falla en el metro y se quedó varado cerca de 5 minutos; tiempo suficiente para pasar lo que pasó.
Sentí claramente como un par de manos diferentes, tanto por la derecha como por la izquierda de mi cuerpo comenzaron a acariciar de manera más clara mi cuerpo. Sentí claramente como una mano trataba de subir mi falda y yo no podía hacer nada. Sentí una mano en mi pierna derecha y algo se atoró a mis pantimedias, no se si fue una esclava, una pulsera o un reloj; pero sentí que se me estaban jalando. Traté de mover mi cuerpo hacia adelante pero esa mano ya estaba en toda mi pierna, así es que la sostuvo; no la soltaba, así no podía moverme. Ya comenzaba a sentir algo de calor y no pude hacer otra cosa más que cooperar para no hacer un drama de esto.
Me apretaba mi muslo y hubo un momento en el que sentí mi pierna húmeda. Algo pegaba en mi pierna y en seguida sentí lo mismo que cuando mi esposo se masturba con mis piernas enfundadas; era un hecho, se estaban masturbando en mí. Probablemente no duró ni un minuto o dos, pero el vagón ya estaba en marcha.
Con los movimientos del tren y los embates de esa verga en mi muslo, el tipo no tardó en venirse y sentí como si me estuvieran orinando la pierna.
Llegamos a la estación y ahí bajamos muchos. Por pena no quise voltear, pero corrí para llegar a la parte baja de una escalera y poder ver lo que había sucedido con mi pierna. Wow, el semen aún estaba un poquito caliente. Lo junté con uno de mis dedos; primero para olerlo, después para comérmelo.
Llegando a la oficina fui al baño a masturbarme, pues lo sucedido me había prendido. Lamentablemente me di cuenta que mis pantimedias se habían roto, que lástima. Terminando de masturbarme le pedí permiso a mi jefe, para que me permitiera ir al súper que está cerca del despacho para comprarme otras pantimedias; pues son parte fundamental del uniforme. Dejé en el bote del baño mis pantimedias rotas y fui a comprarme otras. De regreso en la oficina, me metí al baño para ponerme las nuevas pantimedias y que creen, que las rotas ya no estaban; mágicamente desaparecieron. Yo pienso que mi jefe las tomó, pues él me trae unas gana incontrolables, jejeje.
Ojalá y mi relato les haya gustado y que me lo hagan saber en algún comentario, así me permitirán seguir contando mis historias. Y si quieres saber más de mi y conocerme mejor, ve a mi perfil, encontrarás información importante.
Besos
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