Primer perro
Creo que será mi único relato aquí, una experiencia de cuándo era muy pequeño a mis 10 años con el perro de mi abuela, una mezcla de 3 razas bastante grande y social el cual siempre seguía a alguien a todas partes.
Cuándo tenía 10 años me entró la curiosidad gracias a barios videos de internet que había visto de hombres que dejaban lamerse aus intimidades por perros, lo cuál me llevó a una vez a solas probar con mi perro, un macho grande de waimara.
Yo me había encerrado en mi habitación y lo llamé, a lo cual el vino rápido a estar conmigo, yo de forma cautelosa acariciaba su cabeza y lo mimaba, al punto de poco a poco quitarme la ropa y mostrarme a el de forma cautelosa. Esto funcionó y llamó su atención, olfateando mi culo sobre los boxers lo cual me calentaba, de forma rápida y sin resistir me quité los boxers y suos . .sentir su lengua rozar mi ano virgen era lo mejor, me quedé ahí gimiendo en silencio mientras me masturbaba con el perro lamiendo mi ano de forma voraz, incluso el mismo perro empezó a lamer mi pene lo cual me dio escalofríos y excitación, yo me deje completamente mientras el perro saboreaba mi culo y yo lo acariciaba para sentir su pelaje suave y corto, al cabo de minutos de placer terminé acabando en la boca del perro y llenandolo de mi joven semilla lo cuál el pareció disfrutar en su momento, sin pensarlo me agaché a su altura y abrí mi boca para recibir su lengua y saborear su saliva canina, era exquisito, me abracé a el y no pare de besarlo hasta calentarme denuevo y ponerme en 4 sobre el piso, el no lo pensó dos veces y se acercó para meterme esa polla rosada enorme y palpitante, yo estaba nervioso pero exitado.
En el momento dónde esa cosa entró, no pude evitar soltar un gemido ahogado y sentir sus embestidas sin parar, su agarré y como me lamia la cara como podía, yo no podia mantenerme a pie y quedé aplastado en el suelo mientras mi culo de 10 años era desvirgado por un perro macho fuerte que me llenaba con cada embestida, a tal punto de soltar unos grandes chorros de semen canino lo cual me dejó lleno y enganchado por unos minutos hasta soltarse con dolor, pero sin pensarlo me di la vuelta a intenté mimarlo un poco mas, a lo cuál el accedió para dejarme saborear ese semen canino directamente de su verga rosada, fue la mejor cosa que probé , ese sabor tan rico que me llenó el paladar y no dude en tragar para luego vestirme y estar como si nada hubiese pasado. Pero obviamente ese acto se repitió barias veces con ese perro el cual me llenó el culo mas de una ocasión incluso junto con otros perros que conocía, probando semen canino por aquí y por allá, esto es todo espero les haya gustado el relato
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