Puro morbo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
hola a todos, es la primera vez que escribo me llamo Sabrina, les cuento que me considero una mujer muy sexual y ardiente, aunque actualmente este casada, y tengo dos hijos, más uno en camino.
Debo admitir que jamás me prive de nada, he hecho absolutamente de todo y lo repetí varias veces, lo único que no disfrute del todo fue del sadomasoquismo ya que los golpes no son de mi agrado, pero me encanta que me sometan y me humillen, incluso disfruto la zoofilia y el insesto con un primo, realmente soy una mujer muy caliente y muchos hombres me an tildado de sucia, ya que disfruto mucho del morbo y de saborear todo fluido que salga de una persona, y esto es gracias a que mi desvirgador me acostumbro a todo hasta hacerme disfrutarlo, me presento tengo 38 años, una hija de 14 y un varón de 9, estoy en pareja desde hace 5 años con un hombre mayor que yo y que gracias a Dios nós da una buena vida, estoy embarazada de 22 semanas, pero lo que les quiero contar es sobre mis inicios ya que si bien ahora soy una mujer nada despreciable, cuando era una niña era bastante feita, mis compañeros me cargaban por mis aparatos dentales y mis lentes, también notaba que mis compañeras a partir de los 13 ya estaban tomando cuerpo de mujer, en cambio yo parecía un nene medio rellenito y sin pito, al menos así me veía yo.
Por estas razones yo siempre estaba más bien sola o con una amiga que era dos grados más grande, ella al igual que yo no era muy agraciada físicamente, tenía tez blanca y ojos claros pero tenía el clásico cuerpo de la gordibuena, nalgona y tetona, sin embargo ella me contaba que tenía mucho éxito con los tipos, me contaba que no andaba con pibes de su edad que todos eran mayores de 30 y que no se andaba de besitos, sino que iba a la cama sin vueltas, me relataba sin descanso como se la cogían en cualquier parte, en el auto o incluso en un baldío que había a mitad de cuadra de la escuela, yo creó que por razón de lo que me contaba fue que yo deje de mirar a los chicos de mi edad y empecé a apreciar a los más maduritos, aunque sin éxito ya que me trataban como a una niña.
Solo uno me miraba con ojos de hombre y es que el miraba a todas las nenas del la escuela con cara de depravado, el era el sereno de la escuela, cortaba el pasto y hacia algunos arreglos, por lo tanto estaba todo el día dando vueltas por el colegio, un día yo estaba en el recreo sentada a la sombra de un árbol sola como siempre que mi amiga no venia y el estaba apoyado en la pared, justo parado frente a mi y resulta que ese día tenía un pantalón roto en la costura entre las piernas, a la cual el desimuladamente miraba, cuando me di cuenta de la situación lejos de cerrar las piernas las abrí más como ofreciendocela, inmediatamente me sentí exitada, el también al ver mi actitud se se agarro el pene como acomodandocelo, se le notaba que lo traia duro por como se le levantaba el pantalón, así se aguanto un rato, solo mirando entonces se hacerco y yo le pregunte que miraba y el dudo un poco pero después me dijo que miraba mi bombachita, yo me reí y le dije, si te gusta te la vendo, y el saco un bollito de plata y me la ofreció, yo me reí más fuerte porque solo se lo dije en broma, pero el insistió me me pedía que por favor se la venda, hasta ese momento no sabia porque la quería, en primer momento pensé que era medio tarado o oigo así porque hasta ese día nunca le había escuchado la voz solo sabia que se llamaba Felipe y que su casa estaba en el fondo del patio de la escuela.
Así que le dije que me espere que iba al baño a sacarla ya que era bastante la plata que me ofrecía, cuando me saque el calzón vi que estaba sucio en la parte de atrás y me sentí muy apenada, cuando salí le dije que no se la iba a dar, que o la lavaba o le daba otra limpia y el insistió incluso me dio más plata y se la dí con todo y manchas.
Me sentía rara andando en la escuela sin bombacha y a la vez estaba exitada, y más con el agujero en el pantalón donde entraba vientito fresco, en el segundo recreo me fui a sentar en el mismo lugar pero Felipe no aparecía solo llego al final del recreo y me hacia señas para que abra las piernas yo me reía y me hacia desear solo cuando sonó la campana las abrí bien y me apreté el pantalón para que pueda darme la luz y me vea bien, note como su rostro se ponía colorado y su pantalon se inchas por demás.
El resto del día fue normal y recién al otro día que volví a la escuela me acorde de lo sucedido, obviamente le conté a mi amiga y ella se reía y me decía que era una pervertida, eso si me advirtió que no lo siga isteriqueando porque no me iba a dar más pelota, que los hombres eran así, me acompaño al fondo del patio donde estaba su casa para que mire para adentro a ver si estaba el, Felipe ni bien me vio asomada, me invito a entrar pero yo me negaba, entonces saco la pija del pantalón y me la mostró, esa fue la primera pija que vi y a pesar de estar morcillona me pareció enorme.
Mi amiga me hablo mucho y me contó de su primera vez por delante y la primera vez por atrás y me dijo que a pesar de que le dolió mucho, también le encanto y ahora no puede estar una semana sin sexo, que justo el día anterior falto al colegio y se fue con un camionero, y me contó del olor a hombre que había en el camión y como le dio por todos lados, ella sin querer me estaba convenciendo de querer probar ese placer.
A la salida del colegio Felipe me dijo que cuando quiera valla a visitarlo, que la puerta de su casa esta siempre abierta y que entre sin pedir permiso, también me devolvió la bombacha, limpia y perfumada, yo me asuste le dije que ya me había gastado la plata y el me dijo que no quería la plata, que cuando quiera más que le lleve otra bombacha igual de sucia, saco 10 pesos más y me los dio, yo estaba re contenta me compraba golosinas todo el día, solo me puso como condición que no le cuente a nadie.
Llego el fin de semana yo estaba en la calle jugando sola y tenía ganas de comer algo era la hora de la siesta y solo algunos estaban en la calle, ya que la mayoría dormían la siesta, se me ocurrió ir a cambiar mi bombacha por plata, y como a dos cuadras estaba mi escuela, fui para allá, salte el muro que separaba la escuela de un campito y entre a la casa.
El pecho me vibraba, tenía miedo pero algo me movía a entrar, el estaba dormitando en un sillón, los desperté y y cuando se paro tenía el pene afuera del pantalón, se la agarro y me dijo querés esto, yo le dije que no, que solo quería la plata, me ofreció 30 pesos y le dije que si, pero la condición era que me temía que cambiar ahí frente a él, con mucha vergüenza me saque el pantalón, y después la bombacha, pero el se abalanzó sobre mi y me apretó contra la mesa haciéndome subir de frente a él e inmediatamente empezó a buscar mi vaginita con su pene, entonces me pregunto si era virgen y le dije que si, entonces se separó de mi, las lágrimas no se hicieron esperar y el me consoló me pregunto cuantos años tenía, 14 le conteste y después de un rato sollozando me convenció de dejarme lamer, cuando su lengua hizo contacto con mi clítoris fue como una descarga que me hizo gemir sin querer, y así continuo hasta arrancarme mi primer orgasmo, después me puso en 4 patas sobre la mesa y me comió la cola, no podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco y de repente sentí que algo me mojaba la planta de los pies, ese había sido su acabada, recién en ese momento sentí lo que que me decía mi amiga, el olor a macho, su semen era tan espeso que quedo todo pegado en mis pies, cuando me bajo de la mesa casi me caigo por tener los pies resbalosos, me hizo sentar en su sillon y se arrodilló a comerme más la concha le dedico todo el día a sacarle el jugo, y yo solo lo disfrutaba, tanto que no me molestaba el calor sofocante de ese sucucho ni el olor a sucio del lugar, tanto así que empezó a oscurecer y el me despertó de mi letargo para que me valla a mi casa, desde ahí se hizo costumbre cada dos o tres días me metía en su casa para hacerme comer bien, el me trataba muy bien y la única condición que ponía además de que obviamente no le diga a nadie, era que valla sin bañarme, yo no Entendía de porque le gustaba mi olor pero poco a poco lo empecé a descubrir ya que yo también me excitaba con su olor a macho en incluso el mio me calentaba, recuerdo que cuando estaba bien sucia de la cola el me lamia y yo después le pedía que me bese así saborear mi propia suciedad era lo que más me calentaba, hasta que en el día de mi cumpleaños de 15 luego de estar 3 meses a pura lamida el me pidió que sople la velita, así me dijo y me enseño a chupársela, esto lejos de molestarme me calentaba más, sentir el sabor del pre cum y el semen cuando me acababa en la boca me encantaba y fui yo la que le pidió que me penetre pero no quería por adelante ya que en mi familia hay que llegar virgen al matrimonio así que se la pedí por atrás.
Era un sábado y yo pensaba que sería fácil porque su lengua ya no me molestaba cuando la metía bien adentro, solo me daban ganas de cagar, me presente en su casa a las 2 de la tarde, el calor era sofocante, me desnude por completo, y me subí a la cama apoyada con las rodillas y los codos, como un gato agasapado ante su presa, el se arrodilló en el piso y me mandaba la lengua hasta el fondo, después de un rato le pedí que me la meta porque ya me estaban dando ganas de ir al baño, el apunto su cabeza ensalibada y empujo, yo me estire para adelante queriendo me sacar pero el me agarro firme de la cadera y siguió empujando, el dolor era orrible, me ardía mucho y sumado a las ganas de hacer caca, no me gustaba nada, pero bueno la Punta ya había entrado, ahora faltaba lo peor, el tayo era más gruesa que la cabeza, el me atravesaba sin piedad a pesar de mis suplicas y lágrimas.
Una vez toda adentro yo le rogaba que termine, pero el se quedo quieto adentro mio, y me decía que me relaje, pero yo no daba más y seguia llorando, entonces intento sacarla y fue peor, sentía que me sacaba los intestinos con mierda y todo, entonces me pegue a el quedando los dos parados al lado de la cama, abotonados, el me guió suavemente al sillón y se sentó haciendo que yo me sienté encima, allí sentada metió sus manos entre mis piernas y me empezó a masturbar, a los pocos minutos ya gozaba de mi primer orgasmo vaginal y yo sólita me empecé a mover de arriba a abajo, y se sentía rico, estaba resbalosa y es que mi cuerpo no me mentía, yo me estaba cagando con su pija adentro, el olor disipó mis dudas y el se puso como loco a decirme que me cague en su pija, y eso me dio valor para moverme más, entonces me pidió que le convide, yo pase mis dedos por el resbaloso borde de mi culo y lo saque marronsito clarito, se los hacerque el los chupo luego de olerlos, esto los repetí varias veces mientras me desesperaba saltando en su pija, ya tenía buen ritmo y me encantaba sentirme tan puta y tan sucia, entonces pase la mano una vez más y la que chupo los dedos fui yo, y ufff me encanto, era asqueroso pero me encanto, el dejo de pajearme la concha y yo tube mi primer orgasmo anal cogiendo desesperadamente sobre mi macho que correspondió llenándome la cola de leche, su pija se puso blandita y se fue saliendo.
Me levante y el me detuvo para lamerme el culo y aunque me ardía bastante lo deje, cuando le mire la pija tenía un pedazo de caca dura y marrón en la punta como si su pija se le hubiese clavado, me arrodille y no se si por calentona, morbosa o curiosa pero me puse a comerle la pija, me calentaba el sabor de mi caca y a el lo volvía loco lo sucia que era, la pija dio un salto y bien dura me la metió otra vez, ya casi ni dolía y lo disfrutamos mucho, desde ese día siempre que me culiaba yo me esforzaba por cagarme en su pija para poder saborearla, después, con el tiempo fuimos cumpliendo más fantasías, como una vez que yo tenía la panza muy llenita, habíamos comido asado en casa y tipo 5 de la tarde fui a su casa, me acosté en su cama directamente, estaba tan llena que no me quería ni mover, me levanto las piernas y me penetro el culo con ayuda de un escupitajo que me hecho previamente, todo iba bien hasta que me pidió que valla yo arriba suyo yo me movía bastante fuerte a pesar de tener como siempre la sensación de querer hacer caca, pero esa sensación ya formaba parte del placer, el hecho es que hicimos un enchastre en su cama, su pija se me salió de la cola y como quien apretarme un sachet de mayonesa la mierda empezó a salirse lejos de frenar, nosotros seguimos cogiendo y el tomaba los excrementos y me los unto en las tetas para luego chuparmelas, después fui yo quien le chupo la pija toda sucia, el acabo una gran cantidad de semen en mis tetas y yo lo junte con mis manos para comerlo pero era más el sabor a mierda que el del semen, literalmente nos rebolcamos en mis excrementos.
Entramos a bañarnos y me pidió que le orine en la boca, el lo saboreo bien en la ducha y después el me orino a mi, aunque le costó un poquito más y fue más cortita me encanto así que también lo incluimos en nuestras prácticas sexuales, con el tiempo me enamore de él pero cuando le dije a mis padres, el se tubo que escapar por que sino lo iban a linchar los vecinos del pueblo, desde ahí no encontré ningún hombre tan sucio como el, solo tuve alguna que otra experiencia linda pero pasajeras con hombres de la calle y mi amiga de la infancia, si les gusto mi vivencia les sigo contando otras.
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