Regalo del día de las madres.
Mi hermano y yo nos cogimos a nuestra madrastra por su día especial..
Relato ficticio
Soy Raúl, tengo 19 años. Soy un chico alto, blanco, delgado pero marcado. Mi hermano tiene 22. Él es de mis mismas características, pero más alto y mejor tonificado ya que casi vive en el gym.
Llevo 5 años viviendo con la puta de mi madrastra y su regalo del día de las madres fue mi polla y la de mi hermano mayor.
Mis padres se separaron cuando yo tenía 14 y mi hermano 17 , no sabíamos por qué, pero al poco tiempo supimos que ambos se engañaban mutuamente, mi madre lo engañaba con otro hombre y mi padre la engañaba con una compañera de trabajo. Al poco tiempo, menos de 6 meses, ambos se casaron con sus parejas así que por un tiempo estábamos en casa de papá y otro en casa de mamá, por lo que convivíamos con ambas parejas. Siempre habíamos sido muy unidos mi hermano y yo, y esto sólo nos unió más que antes. Él y yo somos unos pervertidos, desde más o menos sus 11 años mi hermano ya sabía pajearse y lo que era la pornografía, miraba revistas para adultos y a veces hacía bromas sexuales a mis primas y las chicas de su escuela. Aunque no pasó mucho tiempo para que madurara, a los 14 ya era bastante ejemplar y bien portado, aunque me seguía teniendo fantasías y era un pervertido aún, yo era testigo de todo ya que me lo contaba, además dormíalos en el miamo cuarto y si no lo hacía, me enteraba de una forma u otra.
Mi hermano empezó a tener sexo a los 14 años, su primera vez fue con nuestra prima más cercana, después con sus constantes noviasgos, tenía relaciones sexuales muy constantes. Él me enseñó a pajearme cuando yo tenía 12 y también me alentó a tener mi primera cogida a los 15 años, ese fue el inicio de lo que más me gustaba, tener sexo. Como mi hermano, tenía sexo muy aeguido también con mis novias, chicas de la preparatoria, etc. Incluso también con nuestras primas. Él y yo nos contábamos todo, nuestras fantasías, nuestros anhelos, etc.
Cuando nuestro padre se caso con nuestra madrastra, Rebeca. Mi hermano supo exactamente lo que quería con ella, y bueno, yo igual. Rebeca es una mujer diez años menor que mi padre, tiene 35, por lo que es jóven. Tiene un gran culo y grandes tetas, cabello bastante largo y siempre viste faldas o shorts pequeños. Es toda una tentación. Mi padre estaba feliz con ella, cuando íbamos con mi padre, por las noches escuchábamos como ellos la pasaban bien… y bueno, vaya que la pasaban bien; mi hermano y yo nos pajeabamos muchísimo con todo ese ruido.
Mi hermano a los 18. Más o menos empezó a espiar a Rebeca, la miraba por la ventana de la regadera, la miraba de espaldas mientras cocinaba o recogía, etc. Él sí que le tenía unas ganas tremendas. Yo por otro lado me limotaba a pejarme pensando en sus grandes tetas.
Así pasaron años, unas cuantas veces Rebeca encontró a mi hermano espiandola y pajeandose, pero extrañamente no lo regañaba, incluso seguía con sus actividades normales. Así pasó el tiempo, hasta que cumplí 18, un día llegué a casa en el último semestre de preparatoria como todos los días, no estaba mi padre, pero tampoco mi hermano ni mi madrastra, creí que estarían fuera, aunque me pareció un poco raro, ya que no solían salir juntos. Eso se acabó cuando subí a darme una ducha, en el camino, mientras pasaba por el pasillo, ecuché ruidos en la habitación de mi hermano, decidí entrar, y !oh, sorpresa! Eran mi hermano y Rebeca, ella estaba acostada bocarriba con las piernas alzadas y abiertas, mientras mi hermano estaba penetrándola arrodillado mientras sujetaba sus piernas. Se asustaron, se separaron inmediatamente y trtaron de vestirse. Yo me quedé impactado, mi único reflejo fue irme de ahí, y me apresuré a meterme a la ducha, en la ducha mi hermano tocó la puerta pidiendo hablar conmigo, yo le dije que esperara y que hablabamos cuando terminara mi ducha.
Lo que vi me pareció excitante, la verdad, me pejée en el baño después de ver semejante escena, nunca había visto la vagina de mi madrastra, per uf. Me encantó.
Cuando terminé. Me cambié y bajé, ellos estaban esperándome muy preocupados, mi hermano ya tenía 21, así que sabia muy bien lo qie hacía, y ella, bueno, ella estab superasustada, no quería que nuestro padre supiera. Los dos se me acercaron asustados, muy exaltados, pidiendo que no dijera nada a mi padre que regresaría del trabajo en unas dos horas. Yo no sabía qué decir, pero en realidad no me molestaba, les dije que no diría nada y que sería un secreto bien guardado, además, mi hermano y yo confiabamos en nosotros, guardamos en secreto tantas cogidas con nuestras primas, esto era un poco de lo mismo. Ese día mi padre llegó y el hambiwnte estubo un poco incómodo, él no se dio cuenta realmente, así que el día siguió con normalidad, por la noche, escuché en el cuarto de mi padre el sonido de la cama rechinar y los gemidos de Rebeca, casi inmediatamente recordé lo de la tarde, me excité de nuevo y me hice una paja.
Así pasó tiempo, casi 5 meses, un día, me quedé solo con Rebeca, la verdad, lo disfrutaba, verla en shorts tan cortos era excitante, aunque yo no era tan atrevido como mi hermano, por lo que no me atrevía a insinuarme o algo por el estilo. Aunque no hizo falta, ya sabíamos que Rebeca era una puta que amaba el pene. Ese día rebeca se la pasó haciendo cosas atrevidas, se agachaba dandome la espalda justo enfrente mío fingiendo recoger así que veía su culo, o mostraba sus tetas de frente. Podría parecer un descuido, pero yo sabía lo que quería, era obvio.
Así siguió, insinuandose un buen rato, hasta que se acercó y sacó a conversación lo de ese día con mi hermano, entre muchas cosas que me dijo, gran parte sobre como la pasaba bien con él, seguramente para provocarme, me preguntó si no me excitaba aquello, muy apenado, le dije que sí un poco, bajé la mirada e intenté alejarme un poco, luego ella tomó mi mano y preguntó «¿no quieres gacer lo mismo conmigo?» acercando mi mano a su vagina.
Yo estaba vuelto loco, mi madrastra me pedía tener sexo con ella. Apenado le dije que sí, y ella se rió un poco, luego sonrió y me dijo que ella tambien lo desdaba, para este punto mi pene ya estaba durísimo, y ella lo notó, así que lo agarró. Me dijo que era un buen pene y que le gustaría verlo, sin pensarlo mucho accedí y me bajé los pantalones, ella se veía feliz, y yo también, la verdad. Lo empezó a masturbar, y al poco tiempo a mamar también, lo lamía riquísimo. Su boca engullía casi todo mi pene hasta la garganta, lo hizo así por un buen tiempo hasta que me vine en su boca, yo me asusté un poco, era mi madrastra, pero ella estab de lo más normal. Paró y se limpió mi semen, yo quise disculparme pero me dijo que no era nada. Después dijo «es mi turno» se sacó la blusa y el short, hizo su tanga a ún lado mientras metíauno de sus dedos en su vagina y masajeaba sus tetas con la otra mano. La escena era realmente excitante, como estar en el cielo. Me dijo que jugara un poco y empece por masajear, besar su sorber esas tetas enormes. Después me dirijí a su vagina, se quitó la tanga, y acerqué mi boca a ella. Con mis manos separé los lados de su vagina, dejando ver el interior rosa y mojado, ella estaba gimiendo, lo siguiente que hize fue sacar mi lenguay pasarla de abajo a arriba por su vagina, después empecé a mater toda mi lengua y a moverla dentro suyo. A ella parecía gustarle mucho, se retorcía y gemía mientras se masajeaba las tetas. Yo me masturbaba mientras le hacía un oral.
Al final, me vine en el sofá y ella se vino a chorros, siguió tocando su vagina un rato. Yo sólo me levanté, me puse los pantalones y subí a mi cuarto. Hablamos de eso un poco después y fue todo. De vez en cuando lo repetíamos, yo chupaba su vagina de vez en cuando.
Pasó un tiempo así, haciéndonos orales, yo se lo conté a mi hermano como siempre, él es mi mejor amigo y sabemos todo el uno deo otro. Ese día nos pajeamos los dos juntos celebrando que ya habíamos tenido relaciones con nuestra madrastra, aunque él me dijo que sin dudas me la tenía que coger, metérsela, penetrarla y venirme en ella. A fin de cuentas, ella estaba operada y no podía embarazarse, así que la podíamos llenar de leche cuanto quisiéramos. Cumplí, los 19 años y seguía haciendo lo mismo, mamarle la vagina un rato y ella me mamaba la verga a mí. Me guataba mucho, pero también quería cogérmela como lo hacia mi hermano.
Un diez de mayo, un día antes del día de las madres, mi hermano me dijo que me la cogería a como diera lugar, y decidió que sería al día siguiente, día de las madres, dijo que eso le daríamos de regalo y que quería hacer un trío conmigo, la idea me gustó mu ho, la verdad, un trío era una de mis fantasías favoritas, y bueno, yo estaba superemocionado.
Al día siguiente, diez de mayo, mi padre le dio un regalo antes de irse a trabajar. Como todos los días ella recogía en sus shorts pequeños y provocaba las vergas duras mía y de mi hermano. Empezó a coquetear y a insinuarse, ya sabiendo que ambos estabamos entersdos del sexo que teniamos con ella, ella empezó a acercarse a mi hermano poniendo sus tetas en us cara, depués bajó su mano hasta su entrepierna y empezó a sobarla.yo estaba excitado con tal escena. Mi hermano empezó a besarla, era incleíble, pero portó un poco y se acercó a su oído, escuché cómo le dijo que teníamos algo pleneado para ella, se alejó y le guiñó un ojo. Luego se levantó y me dijo que fuéramos a la habitación de papá. Subimos y detrás de nosotros iba ella, subiendo las escaleras con sus grandísimas tetas. Llegamos a la habitación de papá y mi hermano dijo lo que tenia planeado, un trío. Ella se rió un poco, me miró y luego dijo, «pues vamos rápido, antes de que llegue su padre» faltaban unas 5 horas para que llegara, así que era perfecto. Mi hermano empezó quitándose la camisa, ella sus ropas, quedándose sólo con su sostén y su tanga, se veía espectacular. Yo me quité mi camisa, depsués mi hermano su pantalón y yo enseguida lo mismo, al poco tiempo, terminamos los tres en ropa interior juntos.
Mi hermano empezó, se acercó a ella y se empezaron a besar, ella sobaba la verga de mi hermano mientras él masajeaba su vagina, yo veía. Depsués de muchísimoa besos y toqueteos, me diberon que era mi turno, pasé y me hizo lo miamo, me epmezó a besar y a masajer mi pene por fuera de mis bóxers, luego me dijo que me los quitara. Me los quité y mi hermano hizo lo mismo. Ya estábamos completamente desnudos frente a ella.
Las cosas se empezaron a calentar, yo empecé a chupar su vagina mientras ella se la mamaba a mi hermano, después mi hermano y yo cambiamos posiciones, ella me chupaba la verga y él chupaba su vagina, después de poco ella se vino. Nos dijo que pasaramos a lo aiguiente, ella se recostó y los dijo que empezáramos, mi hermano se apresuró y sin más, la tomó de las piernas y metió su pene en ella, ella se veía espectacular gimiendo con mi hermano dentro, él se movía de adelanta a atrás, la tomaba de la cintura y de vez en cuando cambiaba la velocidad mientras ella gemia y pedía más, en nuestra familia las pollas son grandes, la de mi hermano mide unos 23 0 24 cm. y la mía 22.
Después de casi 2o minutos así, cogiéndola, me hermano me dijo que era mi turnl, se apartó y me dijo que lo hiciera, yo estaba un poco nervioso, pero cogérmela era mi fantasía favorita, así que sólo agarré mi pene y lo metí en ella, como dije, no podía estar embarazada, así que me di la livertad de hacerle lo que quisiera sin condón, empecé a penetrarla, ella genía comp una puta y a mí me encantaba, sentía como mi pene se deslizaba en su abierta vagina de puta, rosa y toda húmeda, seguía y seguía, mi hermano etsab sentado en una silla en la habitación viendo todo y pajeándose. Pasaron unos 20 o 25 minutos y me vine dentro de ella, fue glorioso, sentí como mi semen salía de mí y mojaba aún más su vagina. Ella empezó a gemir más y más fuerte hasta que paró con una sonriza y masturbando su vagina, después ella se vino, mi hermano y yo presenciamos como el semen salía de su vagina mientras ella metía sus dedos en ella, mi hermano y yo nos esstabamos pejando y disfrutando como nunca, era nuestro primer trío en familia. Él se acercó a mi oreja y me susurró, «es nuestro secreto de ahora en adelante. Disfrútalo hermano»
Ese día seguimos tenido sexo por unas dos horas, después cada quien hizo lo suyo. Y así empezó un actividad constante de tríos entre mi hermano, mi madrastra y yo. Aún si mi hermano no estab, yo cogía con ella y si yo no estaba, él lo hacía, nos masturbabamos juntos al escuchar a mi padre y a ela por las noches, cogiendo de nuevo como si no le bastara, es una puta, aunque la verdad, eso nos encanta a mí y a mi hermano.
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