RELATOS POLINESICOS EROTICOS. La orgía o ménage à quatre
Nuestros deseos más profundos giraban en torno a la sexualidad humana que pugnaba por salir a la superficie y que la civilización impedía con sus estrictas normas morales y seudo éticas. Ansias retenidas y solo explicitadas cuando compartíamos el orgasmo que el alcohol y la cannabis nos hacían soñar.
Era la hora de abordar el avión que nos llevaría a un punto lejano en el océano Pacífico en plena Polinesia.
Nos habíamos enterado de la vida idílica que se llevaba en esa posesión insular en que el contacto con la naturaleza revivía todo lo propiamente humano.
Nuestros deseos más profundos giraban en torno a la sexualidad humana que pugnaba por salir a la superficie y que la civilización impedía con sus estrictas normas morales y seudo éticas.
Ansias retenidas y solo explicitadas cuando compartíamos el orgasmo que el alcohol y la cannabis nos hacían soñar que éramos libres dentro de esa cárcel que otros manejaban como lo normal.
Ingresamos a la cabina y nos dirigimos a los asientos señalados por la azafata. Una morena de hermosos ojos azules que brillaban con un ligero resplandor cuando se cruzaron con los de Tarhy.
Me apretó la mano y luego me susurró algo al oído. No oí claramente lo que me quiso decir, pero intuí que se trataba de un contacto lésbico que solo ellas pueden advertir en una muda invitación.
En efecto, después de que hubimos despegado con el rugir de los motores ya en pleno vuelo, pudimos desatar nuestros cinturones.
Tarhy me dio un beso en la mejilla y algo me dijo que iría al baño.
Pasaron algunos minutos y a la vuelta, su rostro sonrosado y las ardientes mejillas me dijeron sin palabras que había logrado algo con la azulada invitación de la morena azafata.
-Después te cuento.
-De acuerdo.
Esa noche fue cuando después de acomodarnos en el cuarto del hotel, me referiría ese encuentro que, solo de sospecharlo, me había puesto dura la verga.
Desnuda en la cama se dio vuelta hacia mí y empezó el relato que me tenía en ascuas.
-Fui en dirección al baño y cuando estaba a punto de entrar, siento que me cogen de la mano y me llevan hacia el compartimento de servicio del personal de a bordo. El sobrecargo había ido a la cabina y estábamos las dos solas. Mireille, ese era su nombre, me tomó del cuello y hundió su lengua en mi boca buscando mi lengua que entrelazó con la suya. Desesperadas, ardíamos de deseos y las manos empezaron a realizar su búsqueda ansiosa de placer.
De pronto siento que mi vagina ha sido invadida por visitantes que sin pedirlo se han metido entre los labios para llegar al clítoris erecto. Un ardor seguido de la descarga de mis flujos vaginales y MIreille se apresura a libarlos directamente de mi sexo.
Un orgasmo múltiple me hace caer en éxtasis y siento que me voy a a desmayar…
En el clímax del relato, golpes insistentes en la puerta. Tahry se envolvió en la sábana y corrió a abrir.
Mireille apareció con los ojos inyectados y con el torso semi desnudo se dirigió a mì.
-¿Quieres probar? Me ofreció sus pezones. Ávidamente los succioné como lo haría un bebé de pecho.
Tarhy se dirigió a mi verga que amenazaba con explotar. Su mamada es especial porque abarca no solo el glande sino todo el cuerpo del pene y la base incluidos los testículos y el área perianal- Para acelerar el rgasmo, me hunde no uno sino dos y hasta tres dedos en mi culo que se abre a su caricia con la avidez del órgano que ha probado toda clase de objetos por su canal. Aunque el mayor placer lo produce una verga dura y gruesa que avasalla toda resistencia y pasar de dolor irresistible a ardor para luego dilatarse y estrangular al invasor deseado y esperado.
Una masa de cuerpos entrelazados que hacía difícil distinguir cuál era cuál. En un momento y mientras Tarhy se entregaba al 69 con Mireille, aproveché para hacerle la cola a la azafata que dio un quejido seguido de un gemido que desató un vendaval de suspiros y gemidos ahogados por la vagina de la otra.
De pronto y con sigilo, siento unos brazos que me rodean y me hacen volver el rostro. Sin poder rehusarme siento la lengua de un hombre que me pide paso hacia mi boca. Me trenzo en un beso caliente, morboso. Mi pene se queda quieto dentro del reducto anal de la azafata, pero recobra su actividad cuando Dario me penetra con fuerza. Su verga le hace honor a su apodo de El africano. Morena y gruesa, de un largo extraordinario que puede compararse solo con una verga animal.
Resiento el ataque. Mi culo se abre a su máxima dilatación, pero es incapaz de dejar entrar solo hasta un tercio de la monstruosa herramienta. Después de varios intentos y sucesivos escupitajos, avanza hasta la mitad. Pero ahora ya me he hecho a la idea de que no es posible renunciar a ser follado por semejante macho cabrío.
Pujo como si fuera a parir y Dario en un supremo esfuerzo con la mayor e intensa energía me clava su verga hasta que queda entera metida en mi orto.
Ni un segundo de espera. De inmediato empezó el mete saca infernal que parecía que me cagaba y con el vaivén desenfrenado, solté todo mi carga de semen en el culito de la azafata que se revolvió gozándolo mientras sorbía los jugos vaginales de mi mujer.
Tarhy también quería ser sodomizada, pero al verme empalado, dudó un momento y le ofreció su vagina húmeda de saliva y fluidos propios.
Dario sacó su verga de mi culo y sin limpiarlo lo introdujo en la zorra de mi mujer que se revolvió extasiada y empalada.
En uno de los escarceos, aproveché el culo libre de Tarhy y le metí mi verga que se había repuesto ante la excitación producida por estímulos de todo tipo.
MIreille se montó a horcajadas delante de mí y me ofreció su culo chorreante de mi propio semen…
La luz del sol apareció entre los pliegues de las cortinas. Los actores del coito múltiple, agotados, se echaron a dormir entrelazados rezumando fluidos y esparciendo olores de sexo caliente…
Mañana será el primer día en Polinesia y sus habitantes. El preámbulo había sido generoso en sensaciones y aberraciones.
La lujuria se dejaba ver con su repertorio libidinoso…
Soy su anfitrión JuanaLaLoca que les entregará esta nueva saga.
Aunque parece ficción, es todo real. Lo ficticio solo es el velo que encubre la verdad-
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!