Romina 2
Romina comienza a darse cuenta que se encuentra en un hogar donde las perversiones mas deliciosas se hacen realidad.
Pero, qué estaba pasando conmigo? Cómo era posible? Sin importar lo humillante de la situación, lo sucio, lo asqueroso, estaba caliente, cachonda, excitada, morbosa y locamente excitada, deseaba que esa mujer que casi era mi madre, esa señora fina, delicada, seria, distante, la mujer de mi papa, me estaba limpiando, acariciando, tocando. Y parecía que lo disfrutaba, que ella misma se excitaba como yo, quitando la mierda que aún quedaba en mi culo, entre mis piernas.
Por un instante recuperé mi cordura, me excusé, avergonzada, me bajé mi camisa para tapar mis nalgas y me metí a la ducha, para quitarme el resto de la ropa. Lo siento Sofía, le dije, mejor me daré una ducha, lo siento…
Ella solo sonrió con ternura… no llegué a ver su cara de lujuria, pero la adiviné. Me dijo que estaba todo bien, que no me preocupara, que era normal, y muchas cosas más… y la vi irse del baño, llevando mis braguitas y calcetines. Me encargaré de esto dijo y se fue cerrando la puerta. Entonces ya debajo del agua de la ducha y sola en el baño comencé a masturbarme como nunca… como había visto en cientos de videos, frotando, ahogando mis gemidos, pellizcando mis pequeños pezones en mis aun no del todo desarrollados pechos.. hundiendo mis dedos. Con mis ojos cerrados, tratando de no imaginar nada más para no enloquecer. Que sucio, que perverso… que enfermo todo, pensaba, pero no podía dejar de masturbarme como una puta adicta.
El resto del día lo pasé encerrada en mi habitación, entre avergonzada, cansada y semi cachonda… no podía todavía entender que había pasado. Sofía se había metido al baño luego que yo entrara a mi habitación y, por lo que me pareció, se demoró bastante tiempo. No quise ni pensar por qué.
No cené, aunque Sofía me insistió, llamándome a través de la puerta. Y me dormí temprano. Entonces pasó. Eran casi las 3 de la mañana y sentí que la puerta de mi habitación se abría. Pude distinguir en la oscuridad la silueta de mi padre, oía que susurraban con Sofía. Se acercó a mí, sigiloso, creyendo que yo dormía profundamente, sin saber que me había despertado hacía poco, de un sueño que no recordaba pero que sabía había sido súper erótico. Se inclinó sobre mí y besó mi frente, luego mis mejillas… y note sus manos en mi cuerpo, sobre las sabanas. Entonces las retiró hasta mi cintura, dejándome expuesta, desnuda. En la puerta a cierta distancia estaba Sofía. Ahí noté que ambos estaban desnudos. Junto a mí, estaba papá, con una enorme y sucia erección, pervertida, degenerada… gorda, jugosa. Acariciaba ahora mi cuerpo, no con ternura, sino con lascivia depravada, con calentura incestuosa. Me asusté, pero no reaccioné… pensé que me iba a violar, pero se fue. Me beso en el pecho, en la panza y se fue. Pude respirar de nuevo… me sentí asustada, alarmada, terriblemente excitada y aún más, enojada porque se había ido, porque no me había hecho su puta. Por qué se había ido y me había dejado asi? Poco después comencé a oir los sonidos inconfundibles de que estaban follando. Malditos y estúpidos degenerados pensé.
Sin dudarlo me levanté y salí de mi habitación, aún más sigilosa que mi papá. Llegué a su su habitación, protegida por la oscuridad, pero sin darme cuenta, desnuda, mojada, excitada, curiosa. La puerta estaba entornada… por primera vez pude verlos.
Ella a cuatro patas, en la cama, gimiendo y empujando hacia atrás, claramente distinguible en la luz mortecina de un velador, y detrás de ella mi papa la enculaba como un animal, sujetando sus caderas y empujando, gruñendo, resoplando. Se los veía increíblemente bien, no sabia que mi papá tuviera tan buen cuerpo y que Sofía pareciera una autentica actriz porno, con sus enormes tetas colgando firmes, bamboleándose. “Si dame, dame tu verga, degenerado hijo de puta ¡” decía Sofía, una y otra vez… “Tomá, puta de mierda, enferma depravada, ahora vas a comerte mi polla para limpiarla, que ya se que te gusta la mierda, cerda asquerosa! “Decía él … dios mio pensé, son unos degenerados.
Ella se giró, haciendo que el termine sacando su enorme verga de su culo y ella la engulló de un bocado, directo hasta su garganta, degustandola, chupando, sorbiendo, lamiendo… “SI, asi puta cerda, te gusta mi polla llena de la mierda de tu culo no? Seguro que más te gustaría chuparla pero cubierta con la mierda de la putita de mi hija “.
Al escuchar eso mi corazón se detuvo, y como estaba acariciándome sin darme cuenta mi coñito encharcado casi tuve un orgasmo de solo imaginarlo. Mi papa se corrió en la boca de Sofía en ese momento. Y lo que vino después no pude verlo, me asusté y corrí a mi habitación por temor a ser descubierta. Al llegar me tiré en la cama y me masturbé tan duro que al correrme me oriné toda, empapé la cama y tuve que morder la almohada para no gritar. Me quedé un instante recuperándome… Todavía los oía follar. Y yo, toda meada, volví a masturbarme. Me estaba haciendo una pajera adicta, viciosa, y al hacerlo toda mojada por mi meada me daba todavía más morbo.
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