Saliva VII, 2° parte

La habitación de Ber….
. . . Pensé que tal vez sería divertido y morboso este juego de sospechas! Solo faltaban las evidencias qué en algunos momentos parecían ciertas y en otros contrarias a lo esperado… Nadie hablo de lo que pensaba. Tampoco sabía por donde andaban las fantasías de Ber. Yo hacía algunas semanas que algunas veces maginaba su verga… Cuando estaba con Andy…

Así llegamos hasta mi casa, el continuo, la suya estaba muy cerca, y antes de volver la esquina insistió en que fuese esa tarde a ver la colección de insectos de la que me había hablado antes… Como poco me resultó algo excéntrico este Ber, eso despertó mi curiosidad… Sería interesante!

. . . Tal vez sería el pasadizo que me haría entrar en sus mundos y estar más cerca a de él…

Yo. Seguro que iré! Sobre las cinco?

Ber. Esta bien, o te llamo y te dejo recado…

Parecía tener cierto interés en que no faltase a la «cita», no sabía muy bien cómo tomarlo… decidí ir a ver a Andy, llamé y salió Julia*…

Yo. Hola Julia! Que paso con Andy? Os vi salir del colegio…

Julia. Aahh… Nada! Llamaron para que fuésemos a buscarle, su madre le dio un calmante y ahora duerme… Quieres verle?

Yo. Noo, déjale que descanse…

Yo. Gracias Julia! Voy a comer…

Cuando entre en mi habitación, aún podía imaginar a Nico sentado en la silla, el pantalón a media pierna y su verga, como dormida sobre su vientre… Revivi la sensación de ahogo sintiendo como llenaba mi boca…

. . . El estreno de la nueva habitación no pudo se peor…

Me quedé dormido un rato, solo se que había soñado con la lluvia y al sentir las palmadas de Gloria* en mi hombro crei que eran para que entrase en casa a refugiarme…

Gl. Un tal Bernardo te dejo un recado…

Yo. Gracias Gloria! Ahora voy…

Gl. Se atasca un poco al hablar este Bernardo, no?

Yo. Sii… Le cuesta un poco empezar, luego ya va más de corrido, vive por detrás de la casa de Andy…

Gl. Ahh… Si, ahí trabaja Cecilia…

Yo. No sé…

Esa tarde tenía varios asuntos que resolver… Mañana era Viernes y Nico volvería por la tarde, sentia cierto temor por lo que podía pasar, querría  más sexo, alternaria clases y sexo según el día? No sabía cómo evitarle! Solo la feliz idea de hacer desaparecer las revistas, papeles y notas en el fuego de la chimenea que Gloria solía encender casi todas las tardes… Una mania de mi madre…

. . . Allí ardió la pequeña Sally, apenas vestida con un chaleco de cow boy, mientras, su mirada perdida pretendia conectar con la del lector… Devoraba con supuesto placer la enorme polla de su novio… Que tristeza!

Fue Cecilia* la que saló a abrirme…

Yo. Hola! Tu eres Cecilia?

Yo. Gloria me habló de ti, trabaja para mi madre…

Cec. …? Gloria! Sii, claro que la conozco… Tu vives en la casa que da a la avenida, delante de de la de Julia!

Yo. Si, esa…

Acompañe a Ber a su habitación a la que se llegaba a través de una galería, aun lado habitaciones y al otro unas cristaleras daba a un jardín, en apariencia descuidado… En realidad, era un habitat dónde su padre y el criaban pájaros de diferentes especies… La luz suave de su habitación contrastaba con la oscuridad de la galería.

Ahí estaba su universo! Infinidad de libros, revistas de todo género, carpetas… Al fondo un enorme Carabo disecado, acompañado de pájaros y hasta una gaviota, serios y tiesos, ordenados en unos estantes… las pequeñas vitrinas con los insectos y mariposas terminaban de llenar los huecos libres de las paredes… Un microscopio!                           A la izquierda una enorme mesa de trabajo, reconocí sus cuadernos y libros del colegio, y una lámpara grande que lograba casi iluminar su cama revuelta al otro lado de la habitación… Ciencia y desorden…

. . . Cecilia nunca entro en la habitación de ber, le daban pánico los insectos y sus pájaros! A su madre le pasaba lo mismo, salvo el y su padre, eran los unicos que disfrutaban de aquella actividad…

Hablamos un rato de todo aquéllo, se mostro muy orgulloso y complacido por el asombro y curiosidad que me. había creado y casi había perdido la noción del tiempo ante todo aquéllo..

Con gran sigilo, y como contrapunto,  me habló de las revistas de Andy, que sacó de entre unas carpetas…

En todo momento evitó hablar del encuentro de esta mañana en los servicios del colegio…

Yo. Sii… las conozco, me las mostró  hace algún tiempo!

Yo. Son de su padre, tiene muchas guardadas en el garaje, a veces las vemos…

Ber. Si, a mi también me las enseño, estas, me las presto, creo que las ve con mucha frecuencia…

Ber. Me encantó el Buick grande que guarda ahí, es inmenso!

Yo. Es muy viejo no?

Ber. Si… casi una pieza de museo! Una muestra de la opulencia americana de los ’50… Algún día, convencere a Andy para que su padre nos de un paseo en el… Debe ser como ir en un barco!

. . . Por un momento temí que se desviarse de la conversación que a mi me interesaba, las revistas y, el…

Yo. Te haces pajas mirando las fotos?

Sus mejillas se pusieron muy rojas! Me divertía su reacción, pues no creo que esperase esa pregunta! Le note muy incómodo…

Yo. Disculpa si te molesto que te preguntase, yo, por las noches varias veces… hasta que me duermo!

Reí buscando su complicidad…

Ber. Bueno si, la verdad… Ayudan mucho!

. . . En todo momento, solo utilizaba las palabras justas, si fue a sentarse a su cama, fue por el ligero temblor de sus piernas… Y tal vez solo por la poca luz de la lampara que hasta allí  llegaba…

Yo. Lo has hecho alguna vez con alguien?

Ber. Noo! Aun no, y tu?

Yo. Yo…

Calle, no me atreví a mencionar a Andy y nuestros juegos… Tampoco quise mentir con un «no» pues tal vez Ber sabia algo…

. . . En ese momento mi curiosidad y mis ganas me hicieron desear no haber empezado esta conversación, estaba excitado y se me hacia muy tedioso este cortejo que por momentos no conducía a nada!

Lo único cierto era que le necesitaba como cómplice… Implicar a Ber en mis mundos e intenciones… No quería que  su pasividad me venciera. Andy siempre fue más abierto y eso facilito mucho nuestras prácticas… Ya casi no tenia nada que perder…

Apoye mi mano en su pierna y le confesé casi al oído lo que quería…

Yo. Me gustaría hacerte una mamada…

Con fingida malicia, y con la misma inocencia que tal vez Ber hubiese utilizado… No me resultó fácil, estaba muy caliente, el tiempo pasaba y no quería salir de allí sin nada…

Yo. Lo probamos?

Yo. Si no nos gusta, lo dejamos y me voy, no quiero molestar!

Yo. Tengo curiosidad!

Paso un momento de silencio en el que yo, con fingido desinterés esperaba alguna respuesta suya… Ber miraba al suelo, pensativo, sin saber que decir. Es posible que aún deseándolo, no supiese que decidir…

Me levante de su cama, estire mis brazos y piernas mientras arqueaba mi espalda y como si volviera a la realidad, me senti aliviado al haberle descubierto mis intenciones…

Yo. Ber, me voy a ir… disculpame, no debí proponerte nada, quiero que aun así, sea un secreto entre nosotros…

Yo. Me acompañas a la puerta?

Ber. Noo. Lo siento! Me gusta tu sinceridad! Solo que me da mucha vergüenza! No sé como explicarlo…

Ber. No te vayas aun!

Yo. No te sientas así, no pasa nada y nadie lo sabrá!

Yo. Me dejas que lo intente?

Asintió en silencio, el ligero temblor de sus piernas, no dejaba de delatar su lucha interior… Cogí sus brazos y le puse en pie, le abrace… Durante ese tiempo me sentí estimado, querido… Como quería que se sintiese Ber…

. . . No sabía aún cómo eran sus más íntimos secretos…   Y tal vez, este abrazo solo fuese emocionante y emotivo para mi… Solo por verle cruzar la entrada a mis mundos perversos… O, eso queria creer yo!

Todo parecía irreal, lejano, y en unas horas, seguramente improbable cuando me arrodillaba delante de el… Quería sentir sus nalgas y sus piernas antes de bajar su pantalón, queria que sintiese mis manos… Casi mi devoción en el secreto placer de mis fantasías, cumpliéndose a cada segundo…

Despacio baje su pantalón, y despacio acaricié sus nalgas aún a través del slip, así le abrace mientras recoste mi cara en su vientre… Note su calor mientras buscaba su verga con mis intenciones… Ber me sorprendió cuando bajó su slip,  me sorprendió sentirla de pronto en mis labios, algo más grande de lo que esperaba…

Aún en el silencio de esa penumbra tensa que envolvía todo el cuarto pude notar que su cabeza, como la mía no tenía piel, me gusto!… Aun no estaba erecta del todo cuando la deje entrar en mi boca, debió sentir mi lengua al recibirla… Era más grande que la de Andy, y a cada mamada la hacía llegar hasta el fondo, y así, ya erecta fue la delicia que había imaginado… El sutil sabor que aparecía en mis fantasías… Sus manos apoyándose en mis hombros y las convulsiones de su vientre… No tarde en recibir su primer chorro, salío con la misma fuerza que los que le siguieron, abundantes y desbocados que en parte trague… Me inundo la boca mientras yo seguía mamando, hasta que sus manos apartaron mi cabeza y se dejó caer en la cama… Terminaba su temor donde empezaba su tímida agonía…

Permanecí, así, arrodillado mientras terminaba de tragar despacio…

No tardo en recuperarse y verse casi desnudo, aun sin querer mirarme, se sentó y quedó en silencio… Yo me incorpore y por un instante bese sus labios, se sorprendió pero no lo rechazo.

Yo. Ber, eres una delicia…

Yo. Vístete, acompáñame a la puerta, me voy, se me hace tarde…

Ber. Pero… no quieres que te la mame yo a ti?

Yo. Sii, pero por hoy ya no, otro día? O, mañana?

Ber. Como quieras, fue muy bueno! Me alegro de que vinieses…

Me cogió de los brazos, se estiró y me sorprendió con un beso igual de breve que el que yo le di…

Nos vemos mañana! Cerró la cancela de su jardín y  solo la escasa luz de las farolas y la llovizna me acompañaron a casa… Me sentí bien, me sereno y alegro haber resuelto mi fantasía con Ber… Sería emocionante soñar con el futuro…

Continuará…

*Cecilia, era la asistenta de la madre de Ber…

* Gloria, de mi madre… Al igual que Julia en casa de Andy.

Espero que se de vuestro agrado, saludos,