Saliva VIII, 1° parte.

Mi necesaria despedida de Nico? Cuanto le eche de menos tiempo después… Cuanto le desee durante ese tiempo… .
. . . Esa  noche la tormenta no fue solo en la cuidad… Se desató también en mis sueños… Pesadillas en las que me sentía infinitamente culpable por haber incitado a Ber a participar de mis «juegos»… No podía dejar de oír sus leves gemidos y esos demonios que agitaban su vientre al tiempo qué  su verga se  vaciaba en mi boca… Fue muy desado ese instante en el que bebia toda su inocencia… Ya hacia horas en las que fue irreparable…

Pensé en Andy… Y en mis ganas viscerales de estar con el de nuevo. Por momentos aparecían nítidas las imágenes de su culito, y mi verga forzando su agujerito, deslizándose despacio dentro de el… Sus quejas y fingidos sufrimientos… Su excitante forma de simular que lloraba, agitando sus caderas e intentando librarse de mis envestidas… Cerdo sueltame!! Así hasta quedarnos quietos, hasta haberme vaciado dentro de el, apurando los utimos instantes de violento y morboso placer… Cerdo! Te corriste dentro! Cerdo…

Así empezó el día, masturbandome entre sueños,  fantasías y el apremio de levantarme, desayunar e ir al colegio….

En la entrada del sendero sólo apareció Julia*

Jul. Hola, no esperes a Andy, hoy no irá al colegio…

Yo. Aahh… bueno, que tal sigue?

Jul. Mejor… Pero aún así esperaremos al Lunes…

Yo. Bien, luego iré a verle!

Esta vez fue Ber quien, después de una pequeña carrera se unió a mi marcha casi a medio camino del colegio.

Ber. Holaa,

Me saludo a su manera. Una breve y timida sonrisa, y una mirada cómplice que evitó comentar lo de ayer. No hablamos más que para despedirnos…

Ber. Nos vemos a la vuelta!

Yo. Ok. Estaré por aquí…

Se perdió entre la masa de alumnos  y yo fui al servicio. Todo parecía frío y abandonado, más al entrar al reservado y no poder imaginar a Andy…

La mañana paso entre el aburrimiento y los breves instantes en los qué aún podía sentir la leche de Ber en mi boca…

Volvimos del colegio en silencio. Yo no sabía bien que decir y Ber, tampoco dijo nada. Perdidos en nuestros mundos!

. . . No pude evitar mirarle mientras continuaba su camino, antes de volver la esquina y desaprecer…

Ahora mi prioridad era otra… Tenía que idear un  plan para quitarme de encima a Nico, no me dejaba vivir la idea de que esta tarde volvería con sus «clases particulares» y no sabía cómo hacer para evitarle…

Puntual entro en casa…

Nic. Hola… Como estas?

Yo.  Hola, bueno dolorido por lo del otro dia…

Nic. Lo siento, estas cosas son así! Te acostumbraras!

Yo. Acostumbrarme? Espero que la deuda esté pagada ya… O el dolor era parte del negocio?

Nico me miro con cierto recelo, tal vez molesto por mi comentario…

Nic. No se, ya veremos que pasa hoy…

Se recostó sobre la silla y acarició despacio el bulto que ya se marcaba entre sus piernas,  el deseo en su mirada no dejaba dudas de que hoy las «clases» sexo, otra vez…

Se puso en pie y se acerco a mi, abrió su pantalón, su slip apenas daba para cubrir su verga…

Nic. Te gusta así?

Nic. Sácala, quiero que la mames, si?

Su forma de hablarme volvia a ser hiriente, autoritaria… Ineludible… No sabia negarme…

Volvió a insistir… me cogió de la nuca presionando mi cabeza contra su vientre, sentía su vello en mi cara y mi mano liberandola de su ropa. Aprecio grande y gruesa como la recordaba, la cabeza cubierta por su piel y apuntando al suelo…

. . . Recuerdo ese momento exacto en el que la sentía quemar en mi mano,  mientras acercaba mi boca… Mis labios y mi lengua hicieron que se perdiera en mi garganta. En  secreto estaba ansioso por obedecer! » De mis perversas y atodestructivas  necesidades»…

Nic. Asii, despacio, tranquilo. Me gusta mucho como lo haces!

Sabía lo que debía hacer… Retenía en mi memoria esos  momentos en los que mi lengua se mojaba de las primeras gotas que la abertura de su piel dejaba escapar, y el veneno de su sabor mientras crecía y descubria su cabeza ocupando casi toda mi boca… Volvía la sensación de ahogo!

. . . Nunca entendí  por qué mis infiernos eran tan acogedores, y pese a que hayan pasado ya los años continúen siendo  tan perversamente bellos…

Solo se oían sus callados gemidos,  acompañando a a sus manos que contenían  mi cabeza, follando despacio mi boca, ahogandome con sus contenidas envestidas… Esperaba en cualquier momento sus violentos chorros golpeando mi garganta, inundando mi boca…

Tal vez oyó  algun ruido cuando de pronto separó mi cabeza y se dejo caer en la silla?

Yo, aún de rodillas temí que tal vez Gloria* andase cerca o algo así. Sentí pavor. Imagine como abría la puerta con intención de darnos algún recado y su inexplicable gesto de sorpresa al descubrir nuestras «clases»…

Yo. Que paso?

Nic. Nada… Dejame las revistas, quiero mostrárte lo que quiero que hagamos…

Yo. Las revistas… Ya no las tengo!

Nic. Se las devolviste a tu «amiguito» o que? Eh?

Yo. Ardieron en la chimenea… Jamás existieron… No se, de que revistas me hablas?

Nic. Como? Por que lo hiciste? Eran muy buenas!

Nic. Joder! No te bastaba con esconderlas, o que?

Su gesto de sorpresa y enfado me conjelo la sangre, estaba realmente contrariado, furioso… Pero debía hacerle saber que yo no estaba muy dispuesto a ser su «putito». Aunque me daba cierto morbo ser tratado así, no quería demostrarle mis debilidades…

Bastante fastidiado, trato de salvar la situación cuando con una amabilidad inesperada, me aseguró que solo quería mostrarme unas fotos que le resultaban muy excitantes.

Nic. Bueno, supongo que aquí terminamos por hoy!

Se levantó al tiempo que cerraba su bragueta..

Yo. Por curiosidad, que hacían en esas fotos?

Nic. Un 69…

Si, las recordaba. Solo las paredes de mi anterior habitación nos habían visto, Andy y yo, era parte de nuestros «juegos» era muy especial…

Entendía su inquietud…

Continuará…