Segunda Oportunidad 1ra parte
El destino le da una segunda oportunidad a un hombre encerrado injustamente. .
Dicen que el destino le otorga una segunda oportunidad a los pacientes, pero somos tontos y no la vemos cuando nos la dan… yo no seré ese tonto.
Han pasado años desde la última vez que tuve sueños y esperanzas. Soy el mayor de dos hijos, siempre será un problema para padres inexpertos el tipo de atención y cuidado que le dan a uno u al otro, y aun más si tomamos en cuanta si estos tienen años de diferencia. Soy mayor a mi hermano por 3 años, y mientras a mi me mandaron a trabajar desde una edad bastante temprana, a mi hermano lo enviaban a la escuela con parte de mis ingresos ganados durante el día.
Siempre fue el favorito y no tenían miedo de demostrarlo una y otra vez, pero no me importaba mucho al cabo de los años, cuando yo tenia 23 años, trabajaba en una cadena de comida rápida como un despachador, y es allí donde conocí al amor de mi vida, se llamaba Elena, era una chica dos años menor a mi que comía sus almuerzos de la universidad en el local donde trabajaba, como era cliente frecuente poco a poco nos dábamos información y nos volvíamos amigos, era una mujer hermosa en verdad, era hija de extranjeros qué se habían venido a vivir aquí para llevar una vida tranquila, una cintura delgada y un abdomen perfecto, tenía caderas con un culito redondo y firme qué le gusta presumir en jeans vaqueros y zapatos de tacón, también tenía una excelente delantera, era difícil mantener una conversación constante con ella cara a cara sin dar un rápido vistazo a sus pechos siempre escotados, y sobre todo a ese característico lunar en su teta derecha qué saltaba a la vista, por aquellos años me atrevía a calcular qué era una copa d fácilmente.
Pero su atractivo no solo estaba en su cuerpo, era una mujer bella, una hermosa rubia de nariz pequeña, piel blanca con un ligero bronceado, unos exquisitos labios carnosos que se pintaba con labial rojo intenso y unos hipnotizantes ojos verdes, sensuales y coquetos. Era la ama y señora de mis fantasías nocturnas durante aquellas noches en que no podía dormir, no hubo rincón de su cuerpo qué no bese en mis sueños, ni tampoco hubo posición o acto sexual que no me atreví a imaginar usando a Elena como lienzo, en mis fantasías me volvía loco el aroma que recordaba de cuando hablábamos, y no podía contenerme. Usaba sus fotos de Instagram para dedicarle mis masturbaciones, no habré bañado de leche sus fotografías cientos de veces usando la pantalla de mi celular y con el tiempo poco a poco me iba animando más y comencé a tomar más confianza para algún día invitarla a salir…
Pero el destino tuvo otro plan. En mi trabajo, en aquella cadena de comida rápida hubo un suceso que lo cambió todo para mí. Un día tras hablar con Elena al medio día, ella usaba un suéter de cuello de tortuga con un escote ovalado en su pecho por supuesto, el escote negro, aquel Lunar llamando a mis ojos a gritos y el verla morderse el labio mientras le servía su pedido, hicieron que tragara saliva y guardará ese momento en mi mente. Le pedí a mi gerente un descanso y luego de que a regañadientes me lo diera, me fui a la bodega del local y comencé a jalarme la verga con furia, no podía desperdiciar la imagen fresca que aun polulaba por mi mente de Elena y me corrí con furia. Limpie todo lo que pude y el día siguió con normalidad para mi, pero esa noche mientras mi gerente estaba sacando limpiando la caja, cuatro hombres entraron a la fuerza y encapuchados al local, estaban asaltando el establecimiento y se llevaron a la bodega a mi gerente allí la violaron múltiples veces antes de terminarla de un disparo en la cabeza, al final no se llevaron nada de la caja y solo se ensañaron con el cuerpo de mi jefa.
A la mañana siguiente la policía fue a mi casa y me llevaron como sospechoso, mis padres no dieron un duro por mi y me veían desde las ventanas de la casa con desprecio, solo mi hermano estaba preocupado por mi, como siempre lo a sido por mi. Resulta que entre el adn qué había en la escena del crimen, estaba el mio producto de la paja qué me hice en la bodega, aunque en un inicio la policía tomó mi testimonio, ni ayudó a mi situación que los verdaderos culpables del asunto, también eran extrabajadores y subordinados de aquella gerente como yo, me metieron en el mismo saco que aquellos criminales y asesinos que se querían vengar de mi antigua gerente. Aunque pedía a gritos mi defensa, mi familia no dio un solo duro para ayudarme y termine en la cárcel por dos años, hasta que a uno de los lumbreras de la policía se le ocurrió revisar bien las cámaras de seguridad y confirmar mi testimonio fue que me liberaron, pero ya todo había sido en vano.
Cuando salí de la cárcel solo mi hermano menor me esperaba, fue el único que creyó en mi desde el inicio, y el único que se preocupo por mi, me llevó a su casa, una casa grande que parecía una mansión al lado de la playa, se nota que la vida lo trató bien tras el fallecimiento de nuestros padres en un accidente de tránsito el año anterior, logro su independencia y un excelente trabajo como doctor, el año anterior de había casado y no podía esperar para ver a la afortunada esposa de mi pequeño hermanito… ojala nunca hubiera estado tan ansioso de eso.
Cuando llegamos a casa… me recibió como un balde de agua fría… mi querida Elena yendo a los brazos de mi hermano cargando a una criatura de un año y recibiendolo con un amoroso beso de bienvenida. Mis piernas se pusieron blandas y un frío escalofrío paso por mi cuerpo, pero lo que más dolor me causó, fue el saludarla y ella nisiquiera me llego a reconocer ni un poco.
Recuerdo que en la cena, ambos me contaron su… Maravillosa historia de amor, como ella se quedó perdidamente enamorada de este… simpático muchacho que conoció en la universidad, como se casaron en menos de dos meses después de mi arresto y también el como poco después de tener un año de estar casados tuvieron a su primer bebé de una larga lista de hijos que desean como pareja… y mientras ellos compartían sus recuerdos maritales con caricias dulces y gentiles… yo me sentía muerto por dentro.
Han pasado 16 años tras aquello y han sido años difíciles… nadie quiere contratar a un excombicto qué solo curso la educación básica. Mi hermano me ofreció empleo pero desde aquello no quise volver a verlo, se que no era su culpa lo que había sucedido… pero sentí una terrible traición de mi propia sangre. Sobrevivi a base de hacer trading y poco a poco fui formando mi vida hasta hacerla decente, tengo sexo de vez en cuando con prostitutas qué invito a salir en discotecas o con mujeres que preparan mis colegas con pastillas mágicas, de esas que las hacen olvidar absolutamente todo lo que hicieron la noche anterior y hace que solo sientan el culo roto. Pero no es lo mismo, me obsesione con Elena… y por más mujeres similares que me encuentro y fallo no son ella, no huelen a ella, no tienen sus gestos, no tienen su voz, no tienen sus ojos, ¡No son ella! Y creí que así sería… hasta recibir la llamada milagrosa.
Una noche, recibí una llamada de la policía, se me solicitaba en servicios infantiles, mi hermano y su esposa habían tenido una discusión familiar en medio de un viaje en auto. Las niñas están bien pero… mi hermano y nuera… Han fallecido. Esa noche fui a la morgue para confirmar si se trataba de ellos, y en efecto ellos eran, ante las autoridades rompí a llorar y me lleve las manos a la boca… para ocultar mi sonrisa, y las lágrimas que rodaban por mis mejillas no eran otra cosa más que pura felicidad.
En el testamento se dio el veredicto, mi ingenuo hermano me dejó la custodia total de:
Daisy, 17 años.
Agatha, 14 años.
Mira y Belle, gemelas de 11 años.
Gracias hermanito… te prometo cuidar de tus hijas muy bien, además de heredar la casa y el negocio que había fundado mi hermano como un accionista destacado, antes de darme a las niñas todas tenían que permanecer por lo menos un mes en el hospital, pues todas habían salido lastimadas en mayor o menor medida del accidente y mientras eso ocurría, solo debía permanecer en mi nueva casa para aclimatizarme y mientras eso ocurría me dedique a explorar.
La casa en la playa tenía muchas puertas de cristal corredizo, una enorme sala, 6 habitaciones tan grandes como mi antiguo apartamento, camas lujosas y elegantes con sábanas tan suaves como los pétalos de una flor, en el patio mirando hacia el mar había una piscina mediana y al lado un Jacuzzi muy elegante. En la despensa habían toda clase de aperitivos excelentes, pero también… ocurría que encontré unos frascos muy interesantes. Uno de los frascos era uno de pastillas para la impotencia (hay hermanito…) y también habían unas pastillas moradas qué superan de inmediato, se trataba de viagra. Creo que para tener tantas hijas, no la pasaban muy bien en la cama, al lado de estos frascos secretos había un jarrón mediano que me llamó la atención de inmediato. Era Hierba y de muy buena calidad, mi primer impulso era el de empezar a fumar claro pero… mejor lo guardaría para después.
Entre a la recamara de mi hermano y su esposa, no tarde mucho en encontrar el guarda ropa de Elena, sus pijamas, sus pantalones, sus faldas, sus blusas y lo más importante… su lencería y su ropa interior, Elena sabía que era una mujer erotica pero nunca me imagine que podía llegar a tantos detalles, Victorias Secrets, conjuntos demasiado rebeladores que honestamente rayaban en solo ser hilos de tela, no me quejo, el solo imaginarla con esas ropas me volvía loco, supongo que intentaba salvar su matrimonio en la cama, o quien sabes… talvez invitaba a otros hombres mientras mi hermanito no estaba, las opciones eran infinitas, rebuscando más, encontré su cesta de ropa sucia y allí estaba mi botín, unas bragas usadas y un brasier usado. Alli comprobe todas mis suposiciones de Elena, su bracier era una perfecta talla DD, para los menos versados, eso significaba que mi difunta nuera tenia alrededor de 99 centimetro de tetas, redondas y firmes, pero la mejor parte es que todavía guardaban el aroma que tanto recordaba, el aroma con el que tantas veces me corrí mientras lo recordaba en mi mente. Me acosté en la cama y envolvi esas bragas alrededor de mi verga, empecé la faena fuerte restregandome su bracier en mi cara, cuando estaba a punto de correrme descansaba para poder tomar un segundo aire y continuar, la faena duro 40 minutos hasta que después de soltar un grito descargue todo lo que tenia descargado, se había sentido como si esa había sido la primera vez que me masturbe, jadeando decidí guardar mi amado tesoro en las gavetas de Elena, pero note algo interesante, dos años en prisión te enseñan a guardar cosas y a saber como buscar cosas, esta gaveta tenia un doble fondo.
No estaba listo para lo que encontré allí, todo un catálogo de juguetes sexuales de toda clase: estimuladores succionadores de clitoris, plugs anales de todos los tamaños, colores y formas, anillos vibradores con estimuladores de clitoris, varitas masajeadores de hasta 8 velocidades (Elena disfrutaba de las actividades intensas), Balas vibradoras inalambricas, lubricantes y geles estimuladores, abrazaderas vibradoras de pezon y la mejor parte fue Un consolador vibrador con un estimulador de clitoris acoplado que aun conservaba el aroma del interior de Elena. Mi verga se puso en un segundo Round y definitivamente, necesitaban de estos estímulos para salvar su matrimonio, recuerdo que lo primero que hice, fue llevarme aquel consolador a la nariz para memorizar bien ese aroma, lo lami y lo sabore con tantas ganas pata que nunca se me olvidara aquel dulce manjar.
(Como esto está ya muy largo, en la parte 2 continuaremos un mes después de estos eventos)
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