Sexo en la playa con chica de pezones puntiagudos.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por CarlosOtero.
Esta tarde en la playa iba paseando y disfrutando de todas las nenas que eran de mi gusto.
De sus traseros con bikinis tipo tanga y sus deliciosos mofletes al aire.
De sus pechos, preciosos, al aire.
Entonces vi una nena con unos pechos muy pequeños al aire tumbada en una silla de playa.
Esos pechos me pusieron loquito, porque tenían los pezones muy en punta.
Deliciosos, pensé.
Los pezones muy en punta me vuelven loquito, ya sean de senos grandes, medianos o pequeños, como los de esta chiquita.
Me puse muy cachondo.
Y para que la cosa no fuera a más tomé una decisión rápida.
Una decisión que nunca antes había tomado ante una situación parecida.
Me acerqué a la nena, que estaba muy morena y llevaba un sombrero de paja.
Y antes de que se diera cuenta de que yo estaba a su lado me arrodille y ¡comencé a chuparle los pezones!.
Ella, ante tal sorpresa, ni se inmutó.
Sin embargo, dejó que yo siguiera.
Y a los pocos segundo gemía de gusto y me acariciaba la cabeza.
Pronto empezó a manar leche del pezón que estaba lamiendo con fruición.
Y empecé a chupárselo con más ganas, si cabía, con más impulso.
Bebiéndome todo el jugo lácteo que me iba ofreciendo.
Ya saciado de mamar, me saqué el rabo, todavía de rodillas.
Lo tenía muy sensible.
Llevaba mucho rato erecto.
Me puse de pie a la altura de su pecho.
No hicieron falta ni 20 segundos para que con tres movimientos de mi mano sobre mi rabo acabara eyaculando.
Ni más ni menos que 5 largos chorros de semen fueron a caer sobre su cara y sobre esos pechos tan deliciosos que me habían vuelto loquito con solo verlos.
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