Solo en mi cuarto (SCAT, gay)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ric1lop.
Ando en un país del Caribe de visita por trabajo.
Antes de venir investigué sobre el ambiente en relación al sexo.
Supe que durante años, y hoy todavía un poco pero con mayor riesgo, este era un paraíso para el turismo sexual.
Sí, incluso para ese tipo de turismo que están pensando, y no me refiero al turismo gay.
El caso es que leí que en la capital hay un cine porno al estilo de unos que hay en mi país, en los que hay más acción en las butacas que en la pantalla.
Decidí ir, y hace un rato me aventuré.
Había leído que ese lugar era incomparable si eras una "size queen", o sea si te fascinan las vergas grandes.
Llegué, esperé a acostumbrarme a la oscuridad, y en efecto varios hombres, jóvenes y maduros estaban ocupados en diversas actividades sexuales.
Estuve de pie un rato, y a los 2 minutos ya estaba un sujeto parado junto a mi.
El corazón me latía a mil, por la adrenalina de la situación.
Procedí a sentarme, y tras de mi fue el sujeto.
Se sentó junto a mi, yo me estaba acariciando la verga por encima del pantalón.
Se sentó muy cerca y rozaba su brazo con el mío y también la pierna.
Continué tocándome descaradamente y él hacía lo mismo.
Me dije a mí mismo, ¿a qué viniste? y deslicé mi mano hasta su verga.
Se la toqué por encima, y de inmediato se reclinó y le bajé el cierre.
Ahí empezó lo bueno.
Tenía una verga gigantesca, enorme, muy gruesa, mucho muy gruesa.
Se la acaricié, se la jalé, y se excitó muchísimo, se le lubricó bien rico, de manera que jalársela era una delicia, la vergota enorme y resbalosa.
Me desabrochó la camisa y me chupó y mordisqueó las tetas, mientras me acariciaba la verga por encima del pantalón.
Como pudo se arrodilló entre las butacas y me la sacó para mamármela, y me dijo vamos a movernos más al centro de la fila.
En ese momento me paré y me fui del cine.
Estaba como les digo con la excitación y la adrenalina al máximo, pero pudo más la razón, ¿se imaginan si me meto en una bronca policiaca por acá?
Total que ahí vengo de regreso al hotel, toda caliente sedienta de verga.
Pasé por un minisúper y me compré un desodorante con envase cilíndrico y tapa redondeada sin bordes, y dos enormes plátanos machos.
Llegué al hotel y me bañé, me metí los dedos y me saqué caquita que estaba muy en el fondo, últimamente me gusta hacer eso, incluso a veces a propósito no termino de cagar al 100%, y me meto el dedo hasta lo más profundo y saco los trozos restantes, se siente muy rico.
Ya afuera de la regadera primero me penetré con el desodorante, estuve relajando así mi vagina.
La técnica que siempre utilizo, el envase en bolsa de plástico y mucha crema como lubricante.
Después poco a poco lo hice con el plátano.
Los dos plátanos con todo y cáscara, tan gruesos como la vergota del sujeto en el cine.
Estuve una hora y media o más penetrándome así, muy rico.
Cuando estoy en este "mood" de puta, me olvido de que tengo verga, es más, ni se me para a veces, pero estoy excitada y sintiendo al máximo en mi vagina.
La primera parte, digamos los primeros 12-15 cm me entran fácilmente, pero luego hay otro esfínter más interno, puede doler como el diablo si no se hace con cuidado, pocas veces lo he traspasado con algo verdaderamente grueso.
Una vez lo hice con un envase de fijador de cabello, otra vez con una botella de tequila.
Hay que estar verdaderamente caliente como puta para lograrlo, pero una vez que se traspasa ese esfínter el placer es mayúsculo, indescriptible.
Bueno, pues eso hice hace un rato con los plátanos, primero así sin la bolsa de plástico.
Luego le coloqué al plátano en un extremo la tapa del desodorante para darle esa forma de cabeza de verga deliciosa, y para que no se desprenda la tapa lo coloqué dentro de la bolsa y la lubriqué.
Fabuloso, un placer increíble.
En varias ocasiones salió mi dildo casero embarrado de mierda, y lo lavé en el lavabo.
En la habitación hay un espejo grande, hasta el piso.
Me senté frente al espejo, de cuclillas en la alfombra, y me fui sentando sobre la vergota falsa hasta metérmela casi toda, así varias veces hasta adentro y hasta afuera.
Entonces me di cuenta de que salió bien embarrada de mierda, no poquito, sino con trozos , grandes, como me gusta la caca, con consistencia de plastilina.
La toqué, tibia, resbaladiza.
No me aguanté la calentura, primero la toqué con la punta de la lengua, deliciosa, calientita, con un sabor dulzón, acre.
Estaba tan excitada que no pude más, me metí todo lo que pude la verga en la boca y la chupé y lamí, hasta comerme toda la caquita riquísima y hasta que lo limpié por completo.
Ese fue el éxtasis, primero el sentir el gigantesco dildo dentro de mi, hasta lo más profundo, y luego el saborear esa mierda que estaba deliciosa, exquisita, todavía parece que siento la tibieza, la textura y el sabor en mi boca.
Me bañé de nuevo, me lavé profusamente la boca, y me puse a escribir esta narración.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!