SOY UNA PUTITA TRAVESTIDA CADA VEZ QUE ME CALIENTO CON UN MACHO

Desde que supe que quería probar el sexo homosexual y me decidí a ser usado por el que me quisiera culiarme, elegí adoptar la figura femenina de las hetairas…
Claudio fue uno de aquellos que hicieron cornudo a Mike. También Guz, y Tom, un taxista de aplicación que me condujo de vuelta a mi casa y que se dio cuenta de que venìa salida, algo ebria y algo drogada por los humos de la cannabis que llenaba el ambiente de la disco que acogía a todo tipo de ejemplares de la bohemia provinciana que se duplicaba en época de verano.

Quedé de entregar mis relatos de cómo me fui convirtiendo en hembra loca por el sexo anal. Además de ello, la infidelidad omnipresente que era el rasgo permanente en las mujeres prostitutas. Me quiero sentir como ellas, ser yo mismo una puta, pero llevar al extremo la lujuria. Mike o Mikel es mi último amante y es el que me ha calentado hasta el punto de que me es imposible decirle que no. Basta su presencia para que sienta fluir la sangre a mis genitales: se me pone dura y mi ano palpita con ardor y ansias de ser brutalmente accedido.

La verdad es que me he preparado para ello. Desde muy pequeño aprendí la excitación que me producían los enemas, al punto que buscaba cómo replicarlos introduciendo todo tipo de líquidos que después expulsaba mientras me masturbaba. Cuando empecé a eyacular me embadurnaba el dedo medio en el semen y me lo metía en el ano. El placer era muy parecido a la sensación de ser culiado. Mike me coge sin preservativo y en su jerga lo expresa como limpio.

Combinada la infidelidad con la participación de otro que me observaba ser culiado a través de un celular dispuesto para compartir la escena sin que Mike se diera cuenta.

Me gusta eso porque actúo hacia la cámara con todo lo que aprendí de las putas.

Mike me pone patas al hombro y me arrastra hacia su verga que me clava sin ningún miramiento. Resiento el desgarro en mi interior, pero pasa en un segundo al disfrute del sexo con dolor.

CLAUDIO

La primera vez que supe de él fue a través de una amigui -travesti maduro como yo- que lo había contactado para culiar por un incentivo. Me dijo que tenía una verga muy grande y que no habia podido resistirla porque era muy estrecho su canal anal.

Me interesó eso del tamaño de verga y más aún cuando me envió fotos de una verga bastante apetitosa. No era descomunal, pero sí me ardieron los deseos de probar mi culo. Me aseguré de que era sano y recibí la información de mi amigui. Se hacía periódicamente exámenes para detectar ETS o VIH, de modo que además de recurrir a la medicina preventiva  Prep, me seducía ser preñado por esa pichula de mayor tamaño que la de Mike. Esta última no era  de una gran envergadura y nunca me habìa hecho acabar como me ocurrió en dos ocasiones con un chef y con artesano a los que monté y cabalgué hasta que de pronto sentí que acababa…

Claudio llegó a mi casa y procedimos a desvestirnos. No pude evitar irme sobre su paquete, sacar la verga y degustarla a lengüetazos para engullirla. El varón aprovechaba para palpar mis nalgas, deslizar el hilo dental de la tanga y meter uno, dos y luego tres dedos en mi poto ya dilatado en espera de verga y semen.

Me puso en cuatro y procedió a deslizar su herramienta en mi flor carnívora que esperaba ansiosa devorar y mamar… Sin sacarla o porque no podía extraerla de la ávida víbora que lo succionaba, me puso patas al hombro y luego me dio vuelta hasta quedar encima del corcel humano en cuya silla de montar campeaba esa verga que me tenía loca…

Me llenó de leche mis interiores. Nos dirigimos a la ducha y me lavó mi rajita lubricada con su semen. Lo que viví después fue de película. No sé cómo, pero logró introducir su puño en mi abierta cavidad lasciva. Afortunadamente había practicado un profundo aseo con lavativas que me despejaron de heces los intestinos…

Gustavo fue otro de los corneadores, pero esa historia la contaré más adelante.

CONTINUARÁ

Para mis lectores, una advertencia, se debe practicar el sexo seguro y ello implica el preservativo. Por el efecto de producir excitación me refiero al sexo sin condón, pero ello es ficción, salvo mis relaciones con Mike.

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