Tomi se entrega al placer que le dan sus papis
se sentó en el sofá, se pajeaba y olía la doble tela que conservaba el perfume de la concha de su madre, y luego fue para hacía la zona más finita de la prenda que a pesar de ser blanca, se veía oscurecida y percudida por el roce con el ano, su aroma trajo muchos recuerdos a su cabeza.
Hola, está historia no es mía, pero espero que ustedes la hagan suya así como me sucedió a mi.
Patricia es una mujer de 28 años delgada con pechos pequeños y cabello ondulado, negro hasta pasar los hombros, con 155cm de estatura parecía más una niña que una mujer, a pesar de que estaba presa de las adicciones, cada vez más sumergida en la cocaína, contrajo muchas deudas y su pequeña casa era un desastre. Tenía una habitación y un living comedor todo encimado con la cocina, y un patio muy pequeño donde jugaba el pequeño Tomas que con tan solo 7 añitos veía a su madre, la que alguna vez tuvo rostro dulce e infantil, ser marcado por ojeras permanentes a causa de los largos días en que no dormía ni comía.
Con el tiempo llego una asistente social y le quitaron al pequeño Tomy, mandandolo a un hogar para niños judicializados que era dirigidos por una parroquia, todos sabemos lo que pasa en esos lugares, incluso su madre quien no dudo en internarse en una granja para desintoxicar su cuerpo y recuperar al pequeño tomy, a quien ella amaba con su vida.
En la granja conoció varas personas adictas, algunas a la coca como ella, pero también había otras diversas, como el caso de Gustavo quien era adicto a los niños, es decir él se excitaba sexualmente con niños, solo verlos jugar en las plazas a él lo encendía tanto que no podía evitar masturbarse allí mientras los miraba, y aunque, según se sabía nunca intentó nada más, esa era su última oportunidad de esquivar el encierro, ya sea en una cárcel o un un psiquiátrico, solo el hecho de ser heredero de una pequeña fortuna y varias casas era lo que lo mantenía en la calle, Pato y Tabo hicieron amistad y él confeso a Patricia que si había llegado más lejos , una vez se había manoseado un niño en la plaza y se calmó por varios meses, otra vez se masturbo y cabo en la cara y el cuerpo de un bebé que se encontraba en su cochecito, y las últimas veces manoseaba un niño de la calle por unos pesos, jamás intentó penetrar a ninguno para no hacerle daño , pero necesitaba de vez en cuando un encuentro cercano de ese estilo.
Mientras tanto Tomy en el orfanato fue víctima de golpistas de niños más grandes, quien luego de amanzarlos según dijeron ellos, comenzaron a meterlo al mundo sexual para luego convertirlo en su juguete, Tomy ya había recuperado peso y se veía bien llenito, con un rostro hermoso como el de su madre, llamo la atención de uno de los párrocos, quien primero lo salvó de una golpiza que le iban a dar los mayores, por romper su revista pornográfica y luego intervino cuando encontró al niño olfateando ropa interior femenina, que también le dieron para calentarlo.
El cura no quería perderse de este niño y lo llevó a una habitación apartada, llamó a una mujer mayor que colaboraba allí y le hizo sacar su ropa interior frente al niño, y luego se fue, el cura le dió un gran sermón que el niño poco comprendió, solo recuerda que el propio cura acercó ese apestoso trozo de ropa y posteriormente se puso a manosearlo, tanto su pitito como su cola eran acariciados hábilmente, pero el cura quería que el niño sea suyo siempre y por eso lo iba llevando de a poco, con el pasar de los días, lo convenció de que se deje lamer todo por este hombre que oficiaba de héroe salvando y cuidándolo de todo aquel que quiera dañarlo, contento Tomy iba siempre a la misma hora y se ponía en cuatro patas para que esté depravado lamiera su ano y acaricie su pene como a él tanto le gustaba, incluso el niño le devolvía el favor masturbandolo con ambas manos,
Por otra parte Patricia y Gustavo habían empezado a coger, más como una travesura que por el sexo en si, Pato vio en el una posibilidad con la economía perfecta para salvarla a ella y a su niño.
Pato logró su objetivo, le dieron el alta y no volvió a probar cocaína, aunque de vez en cuando un porro se fumaba junto a Tabo. El sin embargo había empezado a sentir la necesidad de ese contacto perverso, y Pato supo cómo aprovecharlo, una noche en que ya estaban bien colocados con marihuana, ella se puso a hablarle como niña y eso bastó para que Tabo termine de enamorarse de esta mujer que le brindaba lo que él tanto anhelaba.
Pato recuperó a Tomi antes que el cura intentara penetrar con su verga al niño, aunque si ya lo había hecho casi a diario con su hábil lengua, convirtiendo al niño en buscador de ese placer que el hombre le daba.
Con ayuda de Tabo , ella saldó sus deudas y su casa se veía más ordenada, su niño ahora se quedaba con la niñera y ella tenía su aventura con su macho, quien los mantenía desde el anonimato, todo a cambio de teatralizar sus perversos deseos, pasaban los meses y cuando Tabo se empezaba a aburrir, ella sabía bien como encarrilar nuevamente, es así que una vez se apareció con una paleta simulando ser una niña, meses más tarde incluyeron un biberón el cual Pato se metía y luego se lo convidaba a su amigo para que lo saboree totalmente impregnado en su flujo, y hasta llegó a usar pañal y chupete, pato sabía que aunque su economía había mejorado notablemente, esa alcancía tenía caducidad ya que el ya tenía más de 45 años y su interés sexual se aplacaba.
Hubo un hecho perturbador que la movilizó, encontró a su pequeño hijo masturbándose lamiendo su ropa interior, ropa que tenía vestigios de su encuentro reciente con Tabo, ella le dió dos bifes al niño y este se tiró en la cama a llorar, arrepentida ella se acostó y lo quiso calmar primero con palabras y luego como solía hacerlo cuando bebé, pasando su pezón por los labios de Tomy, hizo que el niño se prenda como si de un bebé se tratara y eso provocó una contracción en su vulva, Pato le preguntó a Tomi sobre lo que vivió en el orfanato y Tomi le relato todo con lujo de detalles, ella entendió sobre el placer del niño y y bajando su calzoncillo descubrió su pene pequeño, lo masturbo suavemente y luego se lo metió en la boca hasta hacerlo gozar al niño, casi ni se dio cuenta la cantidad de flujo que despidió durante el hecho.
Luego de pensar mucho y excitarse también, ella decidió ir por todo, planeo al detalle sus pasos, para comenzar invitó a Tabo a su casa y presentó a su hijo que ya tenía 8 años, casi 9, él se mostró muy amable con el niño, todo fue normal , después de comer se sentaron en el sofá a mirar tele y Pato empezó a manosear a su novio, lo calentó hasta que se fueron a la habitación, Tabo solo pensaba si el niño escuchaba que pasaría, ella lo tranquilizó poniendo seguro a la puerta, Patricia no quería callar sus gemidos e inclusive eran más fuertes que de costumbre, Tabo se calentaba cada vez más pensando lo que escuchaba el niño, pato incluso gritaba cosas obscenas como, no me importa que me escuchen, me encanta que me cojas el culo, me encanta la pija y volvía loco a su macho, después de que acabaron, se puso un remeron largo y llamo a su hijo para dormir junto a ella, así toda transpirada y con mucho olor a sexo, acurrucó a Tomi en su pecho y se durmieron.
Tabo estaba entre la espada y la pared, el niño dormía junto a su madre solo con calzoncillos y su madre con una remera que al subirse mostraba como seguía destilando su semen, a su vez sabía lo peligroso que era dejarse llevar por su perversión, esa fue la única noche que se quedó a dormir, las siguientes veces cogían desenfrenadamente y luego se iba, dejando a madre he hijo en esas sábanas mojadas de placer, el niño con su slip y la madre a veces con con remera y otras solo con su tanga, especialmente las veces que él acababa en sus pequeños pechos, cuando llegaba a su casa se volvía pajear pensando en cómo Tomi apoyaba la cara sobre el pecho de su madre, en contacto directo con su semen seco,
A los días ya no ponían llave a la puerta y más de una vez ella miraba desafiante a su macho y dejaba un poco abierta la puerta, a él le parecía ver la sombra de Tomi mirando por la rendija y eso lo encendía más.
Tomi recibió de regalo de navidad una consola de videojuegos y su mamá le hizo un hermoso regalo a Tabo.
Compro para la ocasión un guardapolvo a cuadritos, que ella usaría para calentar a su macho, era rosa con cuadritos blancos y tenía cuellito con dos solapas, se abrochaba por atrás y era igual al que usó su hijo en jardín, ella le mostró de dónde sacó el modelo, se maquillo un poco exageradamente, hizo dos coletas en su cabello y con unas zapatillas de tenis terminó su caracterización, su cuerpito delgado y con senos pequeños la hacía ver más infantil aún, Gustavo estaba enloquecido y más aún cuando se agachó frente a ellos, Pato no tenía ropa interior, su vulva se asomaba blanquita suave y hasta se vislumbraba sus labios rosas, algo brillantes de humedad y es que cada vez le calentaban más las perversiones de su novio, la cena fue vertiginosa ante el espectáculo que ambos hombres presenciaron, Pato buscaba cualquier motivo para exhibirse, y actuando se puso a lavar los platos arqueaba bien su espalda y con las piernas separadas, casi que se podían contar los pliegues de su culito, y ni hablar del flujo que que tenía su vagina.
No tardaron en meterse a la habitación y a pedido de ella dejaron la puerta totalmente abierta, la puso en cuatro patas y enseguida empezaron a retumbar los gemidos, una sombra se encontraba tras ellos y eso no hacía más que calentarlos a los dos, Gustavo estába sobre la mamá de Tomi, la cogía desde arriba y el niño tenía en primer plano la concha mojada de su madre y el culo siendo penetrado por un pene , que si bien era más pequeño que el del cura, al niño se le antojo.
Por suerte la bombacha que Pato uso mientras limpiaba la casa para la ocasión, estaba en el piso y Tomi se la llevó como si se tratara de un trofeo, se sento en el sofá, se pajeaba y olía la doble tela que conservaba el perfume de la concha de su madre, y luego fue para hacía la zona más finita de la prenda que a pesar de ser blanca, se veía oscurecida y percudida por el roce con el ano, su aroma trajo muchos recuerdos a su cabeza, ese olor le recordaba a los besos que le pegaba el cura después de perderse lamiendole el culo, sin calcularlo dejo la tanga en su cara para seguir olfateando y llevó su mano izquierda a la entrada de su trasero y lo froto con las llemas de los dedos , su orgasmo llegó casi en unión con el de su madre, y quedó dormido allí sentado, al igual que la pareja quedó dormida abotonada, cuando se levantaron y vieron al niño completamente desnudo, a ambos se les hizo agua la boca, pero lo saciado de sus cuerpos evito que hicieran una locura, pasaron a Tomi a la cama e iniciaron su día con normalidad.
Año nuevo no fue menos intenso, pero eso se los dejo para el próximo relato, si es que quieren leerlo!
Magnifico relato muy bueno ,en espera de la 2da parte hay que darle al niño lo que quiere.
«Hubo un hecho perturbador que la movilizó, encontró a su pequeño hijo masturbándose lamiendo su ropa interior».
Uh ojalaaa. Sera impacto al inicio, pero nunca maltraten a los niños si descubren el placer!! Yo estaría lo más halagada y super caliente que lo chupo todo si me entero que mi bebe hace eso ❤
El maltrato no está bien, las historias son solo una mezcla de anécdotas enriquecidas para ser llevadas más al extremo