Última noche de pasión
En una solitaria casa, me entregó a mi amante completamente .
Era un domingo por la tarde. Mi familia y yo habíamos ido a comer a un pequeño terreno que tienen en el centro, honestamente nunca me gusta ir ahí pues es bastante aburrido.
Después de comer me dispuse a marcharme pues ya no quería estar ahí.
— Mamá.
—¿Qué pasa?.
— Tengo tarea que hacer, ¿Puedo irme?.
— Pregúntale a tú papá.
Fue difícil convencer a mi padre, pero después de tener como condición que ni hermano me acompañará yo acepte.
Mi hermano me llevo a nuestra casa; no está muy lejos del terreno así que no nos llevó mucho tiempo. El, una vez que comprobó que yo estaba adentro y con la puerta cerrada se volvió a ir.
Yo entre a los cuartos donde vivimos, saque lo necesario para hacer la tarea. Encendí la TV para poner un poco de música y estar más cómoda.
Media hora después de que llegue, mi tía con su familia se fue. Cada domingo ellos se iban, eso solo significaba una cosa, estaba sola en casa.
Una idea alocada se formó en mi mente, no tuve que pensarlo dos veces para hacerlo, pero antes necesitaba prepararme.
Me metí a bañar rápido, me aseguré de lavar bien cada parte de mi cuerpo he incluso me rasure. Para ropa interior escogí una pequeña tanga rosa junto a un sostén de un color similar. Me coloque una ropa sencilla; fácil de quitar.
Comprobé si realmente estaba sola en casa antes de subir por las escaleras hasta el segundo piso. Coloque la puerta hacia las escaleras para que copito no se escapara; ya lo había hecho antes.
Fui al patio en dónde tenemos las lavadoras y a copito, el al verme comenzó a mover su colita, yo me agache para acariciar su cabecita.
— Espera un poco.
Tomé un cobertor que había sobre el lavadero, tenía planeado lavarlo, pero me servía tal y como está.
Junto a copito nos fuimos hacia el cuarto que estaban junto a las escaleras, entramos y yo coloqué el cobertor sobre el suelo, lo doble por la mitad para que fuera mas cómodo. Copito se recostó sobre el y comenzó a frotarse en la suave tela. De nuevo yo comprobé que no había nadie.
Comencé a quitarme la ropa, primero mi blusa, la doble y la dejé sobre una silla, después mis pantalones, solo deje la ropa interior. Copito al mirarme se puso ansioso.
Sentía el frío sobre las plantas de mis pies, así que me subí al cobertor. Copito se paró de patas para meter su cabeza entre mis piernas.
— Espera, no seas impaciente.
Lo hice a un lado, pero me fui a sentar al sillón justo en el borde. Abrí mis piernas para el, copito de inmediato se acercó y aún con mi tanguita puesta empezó a lamer mi vagina con mucho fervor.
— Justo así chiquito.
Mientras copito devoraba mi vagina yo me quite el sostén, lo deje a un lado para empezar a tocar mis pechos, pellizque mis pezones dejándolos duros.
Ya estaba bastante mojada pues copito siempre supo que lamer para ponerme así.
Me levanté, me quité las bragas y me fui hasta el cobertor en dónde me acosté. Copito se lanzó sobre mí, ahora le gustaba más darme «besos» así que yo abrí mi boca y saque mi lengua para que copito devorará mi boca también.
Me encantaba que el me besara, lo hacía con tan intensidad que me daban espasmos.
Mientras copito me besabas comencé a masturbarme, empecé con un dedo, luego dos, tres y cuatro. Quería tener mi agujero listo para mi macho.
Después de un momento de estarnos besando, copito se alejo para lamer entre sus piernas, supe que estaba listo.
Me coloque espalda abajo y con mis piernas abiertas.
— Ven aquí bonito.
Copito al verme así se acercó para lamer más mi agujero ya bastante húmedo, yo le ayude abriendo los labios de mi vagina. Sentía como su lengua se metía y sus dientes me daban pequeñas mordidas.
Copito después de varias señas se subió sobre mí, nos colocamos en misionero. El comenzó a moverse, metiendo y sacando su polla de mí. En un momento la saco y su polla comenzó a picotear mi clítoris, esto me calentó como no me imaginé.
Intento bajarse, pero yo lo detuve. Sostuve la cabeza de copito cerca de la mía, saqué mi lengua y el de inmediato comenzó a besarme de nuevo. Tomé su polla con mi mano, comencé a frotar ese caliente pedazo de carne contra mi clítoris. De des en cuando copito se movía picoteando mi húmeda vagina.
Me sentía tan caliente que en el momento en el que copito se alejo yo empecé a frotar mi clítoris con rapidez hasta que mi cuerpo empezó a tener convulsiones y me corrí. Había tenido mi primer orgasmo.
Me quedé ahí, sentía como copito lamía los fluidos de mi muslo. Necesitaba descansar un poco.
Después de un momento nos cambiamos al sofá, ahí de nuevo yo abrí mis piernas y copito se metió entre ellas. Está vez yo tenía mis piernas más arriba, dándole completo acceso a copito de mi agujero.
La polla de copito me penetró, comenzó a follarme bastante duro y profundo. Sentía su polla entrar bastante adentro.
Me calentaba tanto que sus garras se aferraran a mi estómago dejando esos arañazos.
Copito dejo de moverse, el nudo en su polla empezó a crecer, pero no estaba bien metido en mi agujero por lo cual use mis manos para meterlo. Solo recordar la sensación de esa polla hinchada dentro de mi me pone caliente de nuevo.
Rodé con mis piernas el cuerpo de copito, quería mantenerlo ahí, junto a mi. Acaricié su osico y comenzamos a besarnos.
Abrí mi boca y el casi metía su osico en esta, lamía cada parte de mi boca, quería llegar hasta mi garganta.
Yo también lo lami, intenté seguirle el ritmo, pero era difícil.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero comencé a sentir al cabo de unos minutos como el semen de copito empezó a desbordarse de mi agujero. El líquido comenzó a salir de mi vagina, pero su nudo aún no se quitaba.
Empecé a mover mis caderas sin despegar mi boca de copito. No esperaba que el me sujetará de nuevo y empezará a follar me otra vez, pero está vez metía su nudo aún más adentro.
Con mi mano empecé a frotar mi clítoris. Fue algo mágico, copito aún con el nudo en su polla follandome duro, mi clítoris duro siendo masturbado por mi y nuestras bocas unidas en un candente beso. Obviamente me corrí al instante.
Los fluidos de copito se mezclaron con los míos, dejamos el sillón bastante húmedo.
Me aleje sacando por fin la polla de Copito de mi, para mí sorpresa aún estaba dura. Ver ese jugoso trozo de carne tan caliente y húmedo me dió antojo.
Acaricié a copito de tal forma que el se echara de panza. Me arrodille en el suelo para que de este modo copito quedará sobre el sillón y la tarea fuera más fácil.
Había visto videos de como hacerlo así que ya tenía una idea.
Tomé la polla de copito, comencé a lamer la punta, aún tenía un sabor extraño, pero me acostumbré.
Lo metía un poco en mi boca, me aseguraba de no usar los dientes.
A pesar de que copito era pequeño tenía una polla grande, así que al intentar meterla toda en mi boca casi me ahogo. Aguanté las ganas de vomitar y lo metí en mi boca, jugueteaba con el usando mi lengua y mientras hacía eso empecé a masturbarme metiendo mis dedos en mi agujero.
Copito expulsó un chorro de su semen en mi boca y yo me lo trague. Saboreé el sabor de el delicioso semen de mi macho.
— Eso estuvo bastante bien.
Mire a copito, su erección ya había bajado por lo cual su polla había vuelto a meterse, pero copito aún estaba inquieto. Honestamente yo también estaba bastante caliente y aún quería ser follada por mi macho.
Me acosté en el cobertor, está vez boca abajo, levante mis caderas un poco para que copito pudiera follarme mejor.
Cómo siempre el se acercó, lamió mis muslos y mi agujero y después se montó en mí. Sentía su polla picar en medio de mi vagina y culo, levanté las caderas para que lo metiera en mi vagina, pero para mí mala suerte y un mal movimiento metió su polla dentro de mi culo.
Era la primera vez que lo metía por ahí así que me dolió bastante, intenté apartarlo, pero el empezó a follarme duro sacándome lágrimas por el dolor. Solo pude aguantar.
Cuando su nudo empezó a hincharse quise sacarlo, solo logré que la bola quedara justo en mi agujero haciendo que este se abriera a su tamaño.
Me quedé ahí, lloriqueando. Dolía bastante, como nuestra primera vez.
Tarde un poco en adaptarme, sentía que el culo me ardía, pero si copito estaba satisfecho por mi estaba bien.
Moví mis caderas, copito me sujeto y empezó a moverse metiendo su bola dentro de mi culo. Sentía como su leche caliente me llenaba por completo.
Estaba bastante feliz de entregarme a copito completamente, ahora sí era completamente suya. Mi vagina, mi boca y ahora mi culo, todo le pertenecía a copito.
Mi familia llegó hasta muy noche, por lo cual copito y yo nos entregamos a la pasión. Lo hicimos durante varias horas, me sorprendía la resistencia que tenía.
Mi agujero estaba bastante abierto de tantas veces que el nudo de copito había estado adentro, pero no me molestaba, ¡Me encantaba!.
Exquisito relato cariño. Muy bueno 🥰😘❤️👍