Una amiga casada me facilita su propio chantaje.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mundoriki77.
Les contare que me ocurrió este verano, cuando mi mujer tuvo que irse sola de vacaciones con los niños y sus padres.
La idea era solucionar el problema que teníamos en la empresa con un cliente internacional y en cuanto pudiera irme también a la playa.
Y claro cómo iba a estar solo unos cuantos días solo, aproveche para salir algún día con los amigos a tomar unas cañas.
Uno de esos días me fui de cena con los amigos y después estuvimos echando unas copas, me fui pronto a casa porque trabajaba, pero como había bebido bastante decidí coger un taxi.
Cuando andaba hacia la parada de taxis ocurrió una de esas casualidades que ocurren una vez en la vida y que me permitirán disfrutar de nuevo de mi fetiche.
Ya les he contado en otros relatos que soy fetichista del sexo oral y de los aromas más íntimos del cuerpo de la mujer.
Tengo 38 años, mido cerca de 1,78 y sin tener un cuerpo musculado si tengo un cuerpo atlético, soy moreno, llevo el pelo corto…bueno supongo que me conocen de otro relatos.
El caso es, que subía andado por la calle, cuando en la puerta de un coche me pareció ver a una amiga de mi mujer besándose acaloradamente con un chico y para mi sorpresa no era su marido.
Al principio hice como que no la veía y continúe caminando hacia la parada del taxi, pero cuando llevaba uno 30 metros, escuche que me llamaban.
La amiga de mi mujer se llama Vanessa tiene unos 39 años y está casada desde hace varios años, su marido es viajante y pasa bastantes días fuera de casa, sin embargo jamás hubiera imaginado que le ponía los cuernos, ella es una chica apretantemente muy enamorada de su marido.
Y la verdad es que como me llevo bastante bien con el jamás me había fijado en ella, pero hay que reconocer que tiene un físico bastante espectacular, con unos generosos pechos y unas espectaculares caderas, tal vez le sobren algunos kilos pero se puede decir que esta muy buena.
Me gire para ver quién me llamaba y vi que era Vanesa, subía por la calle con su coche, iba ella sola y cuando llego a mi altura, se detuvo para llamarme:
-Hola Javi.
Dónde vas? Me dijo como si nada.
-Hola Vanessa, que tal? Voy a coger un taxi y me voy para casa.
-Sube que yo te llevo,
Me subí al coche pero la situación era muy incómoda, yo no sabía que decir y a ella se le veía muy nerviosa.
-Muchas gracias, he estado cenando con unos amigos pero mañana trabajo, así que toca retirarse pronto.
-Ah si!! yo también he estado de cena con un amigo.
La situación todavía se volvió más incómoda, estábamos dentro del coche frente a frente, se hizo un silencio y sin que yo dijera nada me dijo:
-Ya sé que me has visto besándome con mi Amigo, pero no es lo que piensas.
Por favor no se lo digas a tu mujer y menos a mi marido.
No ha pasado nada y no me gustaría perder a Manuel por una tontería.
Yo seguía sin decir nada, todavía no había asimilado lo que había visto, así que con una ligera sonrisa le dije:
-No no tranquila que no diré nada.
No sé si por el tono o porque, pero ella comenzó a suplícame como si no me creyera.
-Por favor Javi, no se lo cuentes, hare lo que mi pidas de verdad…Pero por Dios no se lo cuentes.
Ella seguía suplicando y yo no sabía que decir, solo podía mirarla sin decir nada.
Creo que me gustaba esa situación, ya que ella es bastante engreída y allí estaba perfectamente vestida y maquillada, con sus mechas rubias y sus ojos azules medio llorosos suplicándome.
-Dime qué quieres, pero no se lo digas.
La verdad es que jamás pensé en chantajearla, al fin y al cabo también era mi amiga, pero como yo seguía sin decir nada, ella me dijo:
-Vamos di algo joder, hare lo que me pidas, no seas cabrón, eres igual que todos!! que quieres que te la chupe?? Pero júrame que no dirás nada a nadie.
Aquella frase me dejo de piedra, ni en mis mejores sueños me habría imaginado aquello.
Mi cabeza iba a mil, y aquello me había dejado totalmente excitado.
No sabía que decir así que mientras lo asimilaba solo acerté a decirle
-Tranquila Vanessa arranca, y vamos a casa.
Por mi reacción ella enseguida vio que mi intención no era chantajearla y que se había pasado con su ofrecimiento, pero ahora tal vez fuera demasiado tarde.
-Entiéndeme que es una forma de hablar, solo quiero que esto no salga de aquí.
Yo me repuse, sabía que no podía perder aquella oportunidad, así que le dije:
-No quiero que me la chupes, quiero chuparte yo.
Dejaras que te lama todo el cuerpo y te prometo que no diré nada.
-Estás loco, quieres lamerme???
-Si, en lugar de chupar mi polla, seré yo quien te haga sexo oral.
En un ataque de dignidad, me dijo:
-Eres un guarro y un cabrón.
Pero yo ya me había repuesto y estaba dispuesto a todo, así que le respondí con rapidez.
–Tu has empezado esto, eres una puta que quiere que su marido no lo sepa, así que eso tiene sus consecuencias.
En todo el trayecto ya no hablamos, aparcamos el coche y subimos a mi casa, entramos en la habitación, me puse cómodo y le pedí que se desnudara.
Ella hizo un amago de ir hacia la puerta para irse, pero como si se lo pensara mejor, abrió su vestido y lo dejo caer en la habitación.
Estaba preciosa, con sujetador rosa y negro que casi no podría contener sus pechos y una braguita a juego que tapaba todo su pubis.
Me acerque a ella y la empuje suavemente sobre la cama, me arrodille y me acerque a sus pubis.
Cogí las braguitas y comencé a bajarlas muy despacio, esperaba ver un pubis totalmente depilado o con un con una ligera tira de pelo, pero para mi sorpresa me encontré un pubis bastante poblado de bello, lo tenía muy arreglado pero sin duda me sorprendió y todavía me excito más el pensar que nuestra amiga Vanessa debía ser bastante pudorosa y por ello no se depilaba.
Acerque mi cara y enseguida pude comprobar su aroma, a pesar de que iba aseada el olor era intenso…y eso me excito al máximo.
Mis movimientos eran muy lentos y creo que esto excitaba a Vanessa, ya que se movía inquieta y cuando acerque mi legua a su clítoris pude comprobar que ya estaba ligeramente mojado.
Comencé a lamerlo suavemente, lamia también toda la raja de su coñito, que ahora ya estaba totalmente mojado, sin duda Vanessa estaba excitada.
Empecé a alternar fuertes lametones con otros más suaves, y empecé a jugar con su clítoris…Vanessa no podía más y aunque intentaba aguatar para no descubrir su excitación comenzó a gemir, no podía parar, iba correrse y su coño parecía una fuente.
Continúe lamiendo más y más fuerte hasta que tuvo su primer orgasmo y termino gritando y suplicándome que parara.
Pare y la deje reponerse durante unos segundos, ella se pensaba que ya habíamos terminado, e intento levantare, pero se lo impedí.
-Vamos Javi me has dicho que solo querías hacer sexo oral, tiene que cumplir el trato.
-Tranquila Vanessa, no quiero nada más, pero todavía no hemos terminado.
Ella se tranquilizo un poco relajándose de nuevo,
-Vamos abre un poco más las piernas, ahora quiero chuparte más abajo.
Ella lo hizo, sin entender mis intenciones, seguí lamiendo su coño totalmente humedecido y poco a poco mis lamentos fueron bajando más y más en dirección a su ano.
Creo que antes nadie le había lamido su ano, porque al acercarme note como tensaba su cuerpo.
-Pero que haces???
-Voy a lamer tu culo, nuca te han hecho un beso negro???
-Pero que dices, estas loco, eso es una guarrada!!
-Cierra los ojos y disfruta, recuerda que el trato era lamer todo tu cuerpo.
Estaba totalmente tensa y tuve que continuar lamiendo su coño para que se relajara un poco, pero ahora cada vez abría mas sus nalgas, y mis lametones iban cada vez más cerca de su ano.
Finalmente puede meter mi nariz para apreciar todo su olor y su sabor, era delicioso poder ver a la amiga de mi mujer totalmente abierta para mí.
Comencé a chuparlo y aunque tenía algunos pelos a su alrededor era delicioso poder disfrutar de aquel sabor tan fuerte.
Vanessa ya se había resignado y era ella misma la que con sus manos abría sus nalgas para que facilitarme la faena.
Comenzó a gemir de nuevo, así que con una de mis manos comencé a tocar de nuevo su clítoris y con la otra jugaba con su ano metiéndole el dedo, mientras seguía chupando su culo y su coño sin parar.
Aquello hizo que Vanessa estallara, ahora ya sin disimular su excitación, no podía más, así que empezó a gritar:
-Vamos cabron chupa, sigue chupando mi culo, no pares.
Eres un cerdo, me encanta!!!!.
Aquellos gritos me pusieron a mil, estaba a punto de estallar, mi pene ya hacia ratos que no cabía dentro de mi pantalón y más cuando Vanesa siguió gritando.
-Follame Javi, por favor, follame no puedo más.
Me baje el pantalón y me tumbe sobre ella, de un solo golpe se la metí en todo su coño, entraba muy fácil ya que Vanessa estaba totalmente mojada
-Así, por favor métemela, hasta fondo.
Comencé a follarla todo lo fuerte que pude…y yo también empecé a gritarle.
-toma puta, quieres que te folle más duro??? Grita lo puta que eres.
-Siiiiiii quiero que me folles, que no pares, soy una puta y una zorra.
Follame cabron.
-Te gusta ser un puta verdad??? Y que tu marido será un cornudo.
Yo no aguante ni 30 segundo y me corrí dentro de su coño, llegando a un gran orgasmo mientras ella clavaba sus uñas en mi espalda, pidiéndome que no parara, creo que tuvo el mayor orgasmo de su vida.
Yo también tuve una de mis mayores corridas, cuando me retire pude ver su coño chorreando y ella seguía sin poder moverse porque todavía tenía contracciones del orgasmo.
-Bueno Vanessa un trato es un trato.
Conmigo tu secreto está a salvo, tu marido no sabrá lo puta que eres, le dije guiñándole un ojo.
-Seguro que tu mujer tampoco sabe lo guarro que eres, o también le chupas el culo a tu esposa, si quieres la próxima vez que nos veamos le pregunto.
Aquella frase me dejo descolocado, ya que no esperaba que Vanessa contraatacara.
Como imagináis después de este encuentro ha habido otros, aunque en los siguientes la situación cambio un poco y no fue ella la chantajeada…pero eso lo dejamos para otro relato.
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