Una etapa secreta

Tuve un gusto peculiar hace años.
No sé si entre en alguna categoría para este sitio, pero contaré una anécdota de mi pubertad. Cuándo entre a la secundaria, me tocaba quedarme con mis tíos hasta que llegara mi mamá por mí. Ellos habían tenido su primer hijo, que en aquel entonces mi primo tendría como 9 o 10 meses de nacido ya. Saliendo de la escuela iba a su casa. Casi siempre estaba mi primo en su cuna y diariamente la quedaba viendo, que era algo grande para él solo. Cómo mi tía trabajaba por las tardes, me quedaba un buen de horas a solas con mi tío y mi primo. Uno de esos días, yo no podía dejar de ver a la cuna, mi tío lo noto y me pregunto que tanto la veía. Me hice el tonto sin saber que responderle, pero él mismo me pregunto si quería entrar. Tenía curiosidad y apenado dije que sí. Él abrió la cuna, me cargo un poco para meterme dentro, al lado de mi primo. Como era muy espaciosa, entraba perfecto. Me sentí muy cómodo dentro y me dijo que si quería podía dormirme dentro, el peso me soportaba y no había problema. Aun no entendía que sucedía conmigo que decidí mejor bajarme esa vez. Todo el día estuve pensando en aquella extraña sensación que me provocó la cuna. Al día siguiente sucedió algo similar, y de nuevo mi tío me ofreció subirme. Volví a aceptar, esta vez quedándome más tiempo. Como mi primo era tranquilo y dormía mucho no causaba ningún problema que estuviese ahí. A veces tomaba siestas cuándo llegaba de clases. Por lo tanto él volvió a sugerir que podía dormir en la cuna mejor, acepte. Me empezó a gustar estar en la cuna y ver como mi tío atendía a mi primo, le daba su biberón estando al lado y lo cambiaba también. Casi siempre solo lo dejaban en pañal y una camisa por el calor. Empecé a querer ser como mi primo, cosa que también se dio cuenta mi tío. Por ello empezó a quitarme el uniforme de la escuela para que yo me quedara solo con la camisa que usaba debajo y mi calzón que tenía la forma de un pañal. Era tan agradable dormir en la cuna en paños menores. La cosa fue escalando cuándo sentí más curiosidad del mundo de mi primo. Cómo mi primo no tomaba pecho, mi tío se sacaba la leche de sus senos y la ponían a congelar para poder dársela diariamente a mi primo. Un día hablando del tema, pregunte que se sentirá el sabor de la leche, entonces mi tío me dio a probar del biberón, y la verdad se sentía sabrosa. Recuerdo que mi tío me dijo que estaba deliciosa porque venía de la teta de mi tía. Como si él también la había probado. Desde ese día me preparaba a mi también un biberón con leche de mi tía. Apenas llegaba de la escuela, me quitaba la ropa, mi tío me ponía en la cuna, me daba mi biberón y me quedaba profundamente dormido. Me levantaba mucho antes de que llegará mi tía para que no se entere de nada. Era un secreto entre nosotros. Lo que también era secreto, es que nunca le confesé a mi tío que a veces me excitaba todo eso. Varias veces recuerdo mientras bebía del biberón pensaba en los senos de mi tía y me pellizcaba mi pene erecto sobre mi trusa. Hicimos esto hasta que me cambie de secundaria y ya no iba seguido a su casa. Fueron días que recuerdo con cariño y con cierto morbo. Lastima que no volverá a suceder.