Una historia de verdad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una historia diferente, porque es una historia verdadera.
Desde pequeño he sentido una gran atracción por la ropa interior femenina, no recuerdo cuando fue la primera vez que me puse una prenda femenina, tampoco sé porque eso me atraía o porque me gustaba, lo cierto es que por las noches usaba las prendas de mis hermanas sus braguitas, también sus trajes de baño esos me encantaban porque me quedaban muy ajustados, dormía con ellos, me acostumbre a levantarme primero que todo el mundo en casa y me daba tiempo de quitarme lo que me había puesto, amanecía muy mojado de un liquido muy pastoso las prendas se manchaban por eso tenía que lavarlas y secarlas como podía, era un poco angustioso todo eso porque nunca mi familia ha sabido que yo tengo esa debilidad, y que aún a edad adulta todavía la tengo, cuando era niño disfrute mucho mas de eso porque, era diferente mi cuerpo se adaptaba más a esas prendas me quedaban muy bien, era lampiño y muy blanco y siempre he tenido buenas nalgas, todas las noches eran una historia diferente cada días quería yo más cosas, más ropa, llegue a acumular muchas
Mis hermanas preguntaban por su ropa y yo no decía nada, había un techo falso en el apartamento y allí tenía guardado todo mi closet, de mi segunda vida, esto me llevo a masturbarme mucho hasta tres y cuatro veces en la noche, empecé a desear más emoción y un día intente meterme el dedo en el ano, estaba muy cerrado pero la grasita esa que me salía a montón me la empecé a rodar por el ano y conseguí que se puso muy resbaloso y entonces el dedo empezó a meterse poco a poco esa primera vez fue cuando tenía 8 años, fue muy rico, luego me hice adicto a esa práctica, y ya no era el dedo empecé a meterme cosas más grandes cada vez, pasando por el desodorante de bolita, por la escoba, velas, un día me metí unos tapones de esos que usan las mujeres para la regla, esos tapones se pusieron grandísimos allá adentro, también botellas, frascos del picante, ese frasco me encantaba y me encanta todavía, aunque un día cuando yo tenía como 18, un hombre me propuso penetrarme por el ano y yo le dije que sí,
Eso me dolió mucho y el acabo y fue una experiencia muy interesante lo hice otras veces con diferentes hombres, porque yo me iba para una playa solitaria a caminar con trajes de baño de mujer, me los cambiaba frecuentemente, tenía varios, de hilo, enteros de dos piezas, en esa playa siempre iban hombres solos yo creo que buscando ese tipo de aventuras un día encontré a un trió de hombres que me llamaron hacia ellos y no fui me dio miedo esa aventura, pero otros hombres de diferentes edades y tamaños de pene me encontré siempre que iba para la playa venia llenito de leche, esas aventuras no duraron mucho porque en verdad a mí me gusta disfrutar de mi cuerpo yo solo me visto con prendas femeninas me meto diferentes cosa por el ano y así me gusta pasar el tiempo en este momento tengo puesto una tanga hilo que me queda apretadita siento como el hilo se me mete por el culo y la grasa que no para de salir si alguien comparte esta historia sería bueno que nos pusiéramos en contacto para hablar de nuestros días.
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