Unos pies de fantasia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por poeta87.
Todo comenzó un día como cualquier otro con la llamada de cecilia (la criada) para ir al instituto. Ella era una mujer de unos 35 años de edad de origen ecuatoriano q había emigrado a España para poder ganar dinero y así conseguir su sueño de abrir un negocio en su país. Ella era una mujer de estatura media, piel negra, con un cuerpo bastante normal pero unos pies deslumbrantes que casi nunca podía ver xq siempre llevaba puestos unos calcetines altos para la limpieza. Llevaba tiempo obsesionado con aquellos lindos pies y siempre pensaba en la formula para estar cerca de ellos, pero era imposible. Varias veces ofrecía a cecilia un masaje de pies cuando terminaba sus tareas y se descalzaba en el sofá esperando la llegada de mis padres, pero jamás me dejo. Lo mas cerca que podía estar era sentado al lado de ella mirándolos fijamente y derritiéndome por lo q había debajo de aquellos calcetines. En repetidas ocasiones le robe alguno de sus pantys o calcetines para masturbarme con ellos y descubrir su delicioso aroma.
Un día sin saberlo el destino me tenia reservado una grata sorpresa que no olvidaría nunca. Estando en clase apareció el director y nos comunico que el siguiente profesor se había puesto enfermo y que en vista de la situación podríamos salir una hora antes de lo previsto. De regreso a casa estaba feliz por lo sucedido y al entrar por la puerta me pareció muy raro no ver a Cecilia, así q deje los libros en el suelo y al aproximarme a la habitación de mis padres la observe abriendo los bolsos de mi madre. Al instante cecilia levanto la mirada y me vio a lo cual ella se sorprendió y quiso disimular guardando los bolsos. Le dije que la había visto y q se lo diría a mis padres y corriendo me fui a mi habitación cerrando la puerta. Al momento ella llamo a la puerta y me dijo q no había hecho nada que solo limpiaba, a lo cual yo le respondí q era mentira y que me dejara en paz o llamaría a mi madre por teléfono y así lo hizo. Una vez calmado y analizando la situación en mi habitación pensé q era la ocasión perfecta para chantajearla y conseguir por fin tener sus pies a mi disposición. Al rato cecilia volvió a llamar y me dijo q x favor no se lo dijera a mis padres xq el trabajo era muy importante para ella y que me podía compensar.
Ella intentaba persuadirme con sobornos como el de hacerme las tareas del instituto, me ofreció dinero, me dijo q me dejaría faltar a clase los días que quisiera etc. Yo x supuesto yo no acepte nada de eso sabiendo que con el paso de las horas se pondría nerviosa y tendría que aceptar la propuesta q le haría. Mi plan era poder disfrutar de sus pies a mi antojo. Mientras yo fantaseaba con eso volvió a aparecer cecilia y entre lagrimas me decía q x favor saliera a hablar con ella. Yo sabia q este era mi momento y no pensaba desaprovecharlo. Ella me pregunto que podía hacer para q no le dijera nada a mis padres y yo sin dudarlo le dije cual era mi plan. Sabia q si le decía en primer momento lo de masturbarme no aceptaría así q solo le dije que quería lamer sus pies hasta que fueran a llegar mis padres. Ella entonces se sorprendió y me dijo q estaba loco y q eso era asqueroso. Yo le dije q esa era mi única propuesta y que si lo hacia estaría a salvo.
Ella dijo q de ninguna manera y se fue indignada pero al cabo de media hora apareció para aceptar mi propuesta. Sin perder tiempo la lleve al salón y le dije q se sentara en el sofá y se descalzara mientras yo ponía una manta en el suelo. Me senté y contemplé sus pies con aquellos calcetines rosas y dije q x fin disfrutaría de lo había dentro de ellos. Agarre sus pies y fui sacándole lentamente los calcetines hasta dejarlos desnuditos en mis manos. DIOS mío eran preciosos, perfectamente cuidados, muy suaves, con las uñas pintadas de blanco que contrastaban con su piel negra de la parte superior y a la vez con el color de la planta mucho mas claro e igual de apetitoso. Eran maravillosos así q sin mas demora empecé a olerlos, besarlos, lamerlos e incluso a morderlos. Su aroma y sabor eran deliciosos y yo me tumbaba en el suelo y decía a cecilia q recorriera todo mi cuerpo con ellos q los dejara encima de mi cara mientras pasaba mi lengua entre sus dedos y los lamía de arriba abajo no podía creer lo q estaba haciendo. Estaba cumpliendo mi sueño mas profundo. Estuve así como una hora hasta que no pude aguantar mas y dije: -OK cecilia llego el momento. Y ella pregunto: – el momento de q? ¿x fin terminaste? A lo cual yo respondí q aun no, que para finalizar quería masturbarme con sus pies. Entonces ella se enojo mucho y dijo q jamás lo haría. Yo le dije que seria rápido, que si lo hacia bien tardaría muy poco q solo tenia que sacar mi leche con sus pies y q si lo conseguía estaría a salvo.
Entonces ella se puso a llorar y me dijo q por que era tan malo con ella, que por que le hacia pasar por esto. Yo le conteste q era su castigo por robar y que no tenia q avergonzarse de nada xq estaba luchando por su trabajo Tras pensarlo un instante y sin dejar de llorar me dijo q de acuerdo. Entonces me desnude y me tumbe en el suelo y dije q con un pie masajeara mi pene mientras yo lamía el otro. Tras unos minutos estaba súper excitado y con mi pene muy duro así q le agarre los pies, los embadurné de saliva y puse mi pene entre ellos y le dije: mi pene es todo tuyo, sacame hasta la última gota. Entonces ella sollozando empezó a masturbarme lentamente. Ohh Dios mío era maravilloso, sus pies estaban suaves y muy calidos.
Llevábamos 10 minutos así y le dije que me encantaba q era una diosa y ella solo me decía q me corriera pronto, yo le decía q lo hiciera mejor, q pusiera mas ganas. Entonces ella sorprendiéndome abrió los ojos y empezó a apretar mi pene y a masturbarme súper rápido. Casi no veía sus pies de la velocidad que llevaba pero era una sensación increíble. Yo no podía articular palabra y solo me limite a cerrar lo ojos y a disfrutar. Al cabo de 5 minutos a ese ritmo no pude aguantar más y explote encima de sus pies. Le dije que no parara hasta vaciarme y así lo hizo durante un minuto o mas estuve derramando leche sobre ella. Cuando terminamos me limpie con sus calcetines y mientras ella lloraba y se quitaba mi semen de sus pies le dije q había sido un placer hacer tratos con ella.
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