Vampiresa
Una mujer se despierta en un lugar extraño, al necesitar refugio sucederá algo que le cambiará la vida, o más bien, la forma de vivirla. .
Esta historia la quise combinar con el género terror, de fantasía, lo gótico y lo violento con lo sexual, lo excitante y lo lascivo. Puede incluir filias y actos violentos sensibles para algunos.
Presento 3 capítulos, el contenido erótico empieza en el capítulo 2: Primera encomienda.
Capítulo 1: Vanessa.
Me gritan, me golpean, me avientan piedras, mientras tienen encadenadas mis manos con un frío y duro metal, he sangrado mucho, mientras me acercan a un palo de madera lo suficientemente grande para sostenerme, debajo yacen hojas secas, leña y combustibles, la gente al rededor con antorchas grita: «¡Quemen a la bruja!», el padre; sacerdote de la iglesia del pueblo me lleva a mi perdición.
De pronto abro mis ojos, es todo lo contrario a, al parecer, una pesadilla, estoy acostada en una posición incómoda en las frías escaleras de concreto, con mi vista hacia arriba, veo el cielo azul, sin embargo aún es temprano, la cálida luz amarilla proveniente del sol penetra los ventanales decorados, parece que estoy en un edificio ya en ruinas, pues gran parte del techo está destruido, las paredes están a medio caer, pero aún así parece ser que no han caído las cuatro grandes paredes de concreto, giro mi cabeza hacia arriba, veo una figura cristiana crucificada; parece ser tallada a mano, pronto me doy cuenta que este edificio es realmente un iglesia, una al parecer antigua, quiero levantarme, aunque estoy muy débil, lo intento, estoy totalmente desnuda, mi cuerpo, ha cambiado un poco, tengo una piel blanca, una cintura pequeña, y pechos que si tuviera que compararlo con algo, son tan pequeños como unas naranjas; pero al menos mis areolas tienen una tamaño satisfactorio, entre mediano y pequeño, mis pezones son normales, tanto la areola y el pezón son un rosa claro, mis músculos parecen esponjosos, tengo unas delgadas manos y largos dedos, mi cabello es negro azabache; lacio y largo hasta la cintura, tengo un lunar debajo de mi pequeña naranja izquierda; no es como si tuviera que levantarla, con la simple vista puedo ver el lunar, soy bastante delgada al parecer, mi cuerpo, no es tanto como lo recuerdo.
No muy lejos de mi está un charco de agua, me acerco para mirar mi rostro, y aunque no ha cambiado mucho, reboza de juventud, mi nariz es larga, afilada y respingada, mis ojos son grandes; azules y largos, como óvalos inclinados, mis cejas definidas y delgadas, mis labios son redondos y carnosos; no en exceso , mi rostro es delgado y alargado, barbilla pequeña, tengo otro lunar a la altura de mis marcadas clavículas, los muslos de mis piernas parecen gruesos a pesar de ser mi cuerpo tan delgado, ya ha pasado tiempo y no puedo quedarme para siempre aquí, así que decido salir.
No recuerdo absolutamente nada, pero vago por el bosque, largos árboles tapan el sol y deja entrar tenues rayos de sol, el frío bosque besa mis pies, y el viento me golpea el cuerpo, me cubro con mis manos pero no es suficiente; tengo frío.
Después de un tanto de caminar, encuentro una casa, no sé si dentro haya alguien, pero para mi suerte hay ropa colgada fuera de la casa, es mi oportunidad para ponerme un poco de ropa, sigilosamente me acerco a la ropa, y busco un poco de ropa para mujer mientras investigo, de pronto, se escucha la puerta de la casa abrirse, inmediatamente mi corazón se acelera y trato de esconderme, pero no hay lugar donde, se escucha la voz de un hombre
Escuché algo por ahí- grita a alguien- Cristina, tráeme el hacha-
Esas palabras generan miedo en mi cuerpo, no sé qué hacer, qué tal si viene por mi, no sé que hacer, entro en pánico pero ni puedo hacer nada, es obvio que va oírme.
-Aquí tienes- se escucha muy bajo
-Gracias, iré a investigar, no vayan a ser de nuevo esos ladrones- dice el hombre
-Te espero aquí en la puerta- dice la mujer
Escucho sus pasos al acercarse a mi, cada vez tiemblo más, el hombre se acerca sigiloso, pues no sabe a qué o quién se enfrenta, sin embargo ahora solo soy una mujer desnuda, no tengo otro remedio que hablar con él.
-¡Señor?- Grité con miedo, pero aún así en un tono de sumisión más que de agresividad-
-¿Quién está ahí?, sal de una buena vez- grita, claramente iracundo-
-Soy…-Mientras asomo mi cabeza de las sabanas blancas colgadas- espere un segundo, la verdad es que no recuerdo muchas cosas, y por ahora estoy completamente desnuda, no tengo nada, no se preocupe-
–Ehhhh, no lo creo, puedes tener un arma escondida, sal de ahí, con las manos en alto, y primero dime quién eres- replica con una mirada fría-
Para ser sinceros, tampoco recuerdo mi nombre, ¿Cómo era que que me llamaba?, pienso para mí misma, cuando de pronto una voz de no sé donde me susurra: Vanessa, ese es tu nuevo nombre. ¿Nuevo?, ¿Tenía otro?
-Rápido o no dudaré más en atacarte- Me grita el hombre-
Al parecer no tengo más opción
-Ahí voy- salgo con las manos en alto- mi nombre es… Vanessa- Digo en voz baja y un poco confundida-
-Ya veo, al parecer no mentías, ¿De dónde vienes? ¿Te embriagaste anoche como todos los jóvenes de tu edad?-
No entiendo, la última vez que recuerdo que tenía unos 36 años, definitivamente no era «joven».
-Ah, ah, no es eso señor, lo que pasa es algo extraño, pero -de pronto pensé algo rápido en mentir, no sé si me creería que me desperté así, y si me cree no sé que pasará- fui asaltada, como puede ver, me han quitado absolutamente todo.
-Así que es eso… ¡Cristina!- grita el hombre- tú, Vanessa, acompáñame.
Al llegar a la puerta ahí estaba su esposa
-Esta mujer dice que fue asaltada, hay que ayudarla, mira como la han dejado, la delincuencia hoy en día es una cosa asquerosa- dice molesto y entra a casa
-Claro querido, ven, por aquí- me hace una seña para seguirla-
Una vez dentro de la casa hay mucha calidez, la casa es grande al subir las escaleras, me conduce a un cuarto
Entra aquí- abre la puerta y entramos- aquí tenemos la ropa perfecta para ti, es una desgracia lo que pasa en nuestros días, esos vándalos a todos roban y nos dejan sin nada- Dice quejumbrosa-
-Claro que sí señora, estoy totalmente de acuerdo, mire cómo me han humillado, si no fuera por ustedes hubiera muerto de frío, muchas gracias por su hospitalidad- dije
-No hay de qué muchachita, anda vístete, una vez estés lista, baja a comer, llegaste a buena hora para acompañarnos- dice y se va del cuarto
Mientras tanto yo me cambio de ropa trato de ponerme algo sencillo, un pantalón, una camisa, y unos zapatos, ahora parecen ser más cómodos, son tan flexibles y tan suaves, lo mismo ocurre con la ropa, aún no sé en qué tiempo estoy, sin embargo procedo a bajar a cenar.
Una vez abajo ya me esperan en la mesa, sólo son ellos dos, los platos en la mesa, y me siento.
-Muchas gracias por su hospitalidad, me han salvado del frío- dije agradecida
-No pasa nada, muchacha, mira que hay varios ladrones, y gente mala por ahí afuera, hace poco también nos han asaltado, nos quitaron todas nuestras pertenencias, dinero, celulares, y papeles- dijo el hombre con enfado
¿Eh? ¿ce- celula- qué? ¿Qué es eso?
-Ya veo, sí a mi me han quitado todo lo mismo, y mire que humillación, realmente unos desgraciados- mentí
Después de eso comimos, contamos algunas cosas sin importancia y que no valen la pena, fue una charla amena, y la comida realmente fue deliciosa, cuando de pronto, empiezo a sentirme un poco cansada, somnolienta, mis ojos se entrecierran, pero no es voluntario, no puedo quedarme dormida sólo así en la mesa de quienes me han invitado a comer, debo agradecer primero, pero mi cuerpo se debilita, se pone pesado, mis ojos duelen al seguir abriéndolos, mi cabeza da vueltas y como si no hubiera dormido en milenios, caigo dormida.
De nuevo, estoy en el centro de la ciudad, el piso es de piedras, estoy descalza, mis pies llenos de sangre, hace frío a pesar de estar rodeada de ardientes antorchas, miro el cielo; nublado, como si Dios me hubiera castigado, como si me diera la espalda, mi cuerpo semidesnudo, mis ropas rotas por los golpes, el suelo mojado y frío me hacen llorar, no puedo recordar nada, no puedo hacer nada, más que pedir que se detengan.
De nuevo, abro los ojos, ¿Eso fue una pesadilla? ¿Un sueño? ¿Un recuerdo? pero cuando cobro conciencia de todo de nuevo, estoy en un lugar oscuro, sombrío, fúnebre, sigo teniendo frío, el suelo es de madera; húmedo, mis piernas están estiradas, las siento adormiladas de lo congelado que está aquí, miro mi cuerpo; desnudo, aún no puedo mover bien mi cuerpo, por lo que levantarme es imposible, tengo miedo, de nuevo.
-Hola, veo que ya despertaste- dice el hombre, con una sonrisa malévola en su rostro
Sólo puedo expresar confusión y miedo en mi rostro, no puedo hacer nada más-
-Al fin la deliciosa mujer se ha levantado, mi amor- dice Cristina, mientras aplaude por ello-
-Se levanta justo a tiempo, de nuevo, ¿no lo crees?, querida- riéndose
-Claro que si, mírala, es una delicia- y procede a encender el foco
Una vez encendido se ve un caso gigante, aún apagado, a un lado una mesa, donde parece que se estaban preparando alimentos, vegetales, verduras, especias, utensilios de cocina, y debajo del caso, una especie de círculo metálico, a lo que parece estar conectado a una manguera, por un momento empiezo a desmenuzar que «deliciosa» no es sentido figurado de mi belleza, si no, literalmente creen que mi sabor es bueno, debo escapar, pero no sé como.
-Ven, pequeña- me toma por el cabello el hombre y me levanta del suelo
-¡Ahhh!, eso duele, bájame- grito con estrés y desesperación-
-Será mejor que te calles, aunque bueno, no tienes esperanza, así que hagamos que te calles en seguida-
El hombre me acerca a la mesa, y me deja caer sobre ésta, después se agacha y parece que tomará un hacha, al parecer quiere decapitarme, no sé qué es lo que está pasando, no puedo moverme, mis gritos no se oyen.
Y entonces, vuelvo a escuchar esa voz, que no sé de dónde viene, una voz, es una mujer, vuelve a decirme
-Si quieres seguir viviendo, sólo pronuncia «Tenebrae, veni ad me.»-
-¿Qué? no, no entiendo- dije locamente al aire-
-Todo tiene un precio, bella, pero, no puedo darte más de mi, hasta que firmes el trato, pronuncia «Tenebrae, veni ad me.» y sálvate, sólo que una vez lo hayas hecho, serás mía, tu alma, tu cuerpo, me pertenecerás, a cambio, te daré la fuerza que necesitas para vivir-
Quise pensarlo un poco, realmente lo intenté, pero en vista que el hombre en frente de mi carga con un hacha, camina hacia mí para poner fin a mi vida, en este sucio y asqueroso lugar, sin poder moverme, sin poder hacer nada, si eso puede hacer que pueda salvarme de aquí, lo haré-
-¡TENEBRAE, VENI AD ME!- grité con la última esperanza de mi vida que me quedaba-
Y hubo un apagón en la casa, durante 2 segundos, después, la luz volvió, los señores se habían quedado confundidos, pero el señor inmediatamente se repuso, y empezó a querer a atacarme de nuevo, de nuevo ese susurro
-Mírale a los ojos y di: «servus».
Sin dudar lo dije- servus-
De pronto el hombre que venía corriendo hacia mi se detiene, como si estuviera hipnotizado, como, si estuviera esperando algo.
-Ahora lo tienes bajo tu poder, piensa en lo que quieres que haga, y él inmediatamente lo hará sin poner ninguna traba.
-no tiene sentido- repliqué
-¿Qué le hiciste a mi esposo, asquerosa puta?- la señora se levanta con un cuchillo y como perro con rabia corre hacia mi de nuevo
Mátala, pensé
El señor como si de un rayo se tratase y sin vacilar toma el hacha y la clava a su esposa por la espalda, la señora grita descontroladamente, el señor vuelve a sacar su hacha vuelve a clavarla en la señora, esta vez en si brazo, arrancándosela de un golpe, la sangre parece que derrama por todos lados, vuelve a levantar el hacha y la clava en su pecho, los gritos que una vez se escucharon fuertes de la señora empiezan a decaer, y la señora se tiende al piso, mientras el señor locamente vuelve a tomar el hacha y a golpear el cuerpo ensangrentado de la señora, corta, corta, en poco tiempo la señora estaba ya descuartizada, su rostro completamente destrozado y sus entrañas por doquier, sus costillas podían verse y el señor parecía haberse bañado en sangre.
-Quiero liberarlo- dije pensando en que le llegue a la voz extraña-
-Si lo quieres liberar, solo dilo- respondió
-Te libero- dije sin reacción
De pronto el señor parece recobrar la conciencia, mira a su alrededor, ve sus manos llenas de sangre, ve a su esposa abajo, descuartizada, un picadillo de sangre, del cuerpo está debajo de él, me mira con horror
-¿Qué ha pasado?-Me dice tembloroso
-¿No lo recuerdas? te volviste loco y la mataste- repuse con frialdad
-¡Eso no es cierto, fuiste tu verdad callejera de mierda!- tomó su hacha y la alzó en mi contra
-¡Servus!- grité
De nuevo, el señor entra en estado vegetal
-Suicídate.
El señor entonces toma un cuchillo de la mesa y se corta el cuello con fuerza, una cascada de sangre sale, entonces cae al piso.
-¿Qué? ¿Qué pasó? no lo entiendo- dije confusa-
-Hola-
Dice alguien pero no veo quién
-Detrás de ti, Vanessa- Suena la voz de antes, pero ahora sí se de donde proviene-
-¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? que solo yo sé- dije mientras me volteaba y trataba de digerir todo lo que había pasado, aún con miedo.
Delante de mi, una hermosa mujer, alta, piel pálida, iris rojos, rostro fino, nariz pequeña y delgada, ojos electrizantes, un cabello negro ; como el mío, finos pero bien delineados labios, una mirada fría, seductora y fuerte, de grandes pechos y una cintura pequeña, con grandes muslos, viste de al parecer un lujoso vestido dorado, aún estoy temblorosa y desnuda, por lo que intento bajarme de la mesa y cubrir mi cuerpo con la misma, asomo mi cabeza con temor-
-¿Quién soy? preguntas, soy la Reina de los vampiros; Drácula, ¿Cómo sé tu nombre? por que yo te lo di; así es, yo te traje de vuelta a la vida- dice con una mirada de poder
-¿Qué? ¿Por qué yo? ¿Una vampiresa? ¿Reina? ¿Por qué un nuevo nombre? ¿Por que hace rato dijiste que eras mi dueña?- dije con muchas dudas, rápidamente, mientras esperaba que no me matara
-¿Por qué tú? Por que fuiste ejecutada por todo un pueblo; ya te lo dije, soy una Reina; ¿Nuevo nombre? En la necromancia para traer del mundo de los muertos a alguien debes asignarle un nuevo nombre, y ese, es el tuyo, yo misma te lo puse, ¿no es lindo?; Así es, ahora eres mía, sirves a mi, vives por y para mí, tu Reina- me responde-
-¿Qué hago aquí entonces? ¿En qué tiempo estamos? ¿Usas magia? ¿Qué hice con ellos? ¿Me vas a matar? ¿Chupar la sangre?- dije y cerré mis ojos esperando lo peor, por que aunque hermosa, se veía lo suficientemente fuerte, para matarme-
-Estás aquí para tomar la energía de los humanos en distintas formas, miedo, placer, carne, sangre, lujuria, deseos, para hacer nuestro reino más fuerte, para mantenerlo con vida, para mantenernos fuertes; es el 2018, estamos en un país Europeo ahora, más específicos, Italia; Usamos hechizos, no magia; Los controlaste para matarlos, los esclavizaste; No, querida, yo no vengo a matarte, de hecho te traje a la vida, para que puedas cumplir mis objetivos; quizá tome tu sangre, pero estás tan débil ahora que eso no sería lo mejor, ven, Vanessa, mujer mía-
-Pero estoy desnuda- le dije-
-Entonces con más razón, acércate- dijo de nuevo
Pensándolo bien, si es cierto lo que dice, y quizá lo sea por que nadie mas que yo y esa voz que es igual a la de ella sabíamos mi nombre, puede matarme.
-Sí, voy- contesté
No me di cuenta, pero podía moverme, quiero decir, estas personas, ¿eran magos o algo?
-Estas personas, ¿podían usar hechizos?- le pregunté mientras iba a ella-
-No, simples mortales- contestó
Cuando menos lo pensé, ya podía moverme, fijándome en mi cuerpo, se ve diferente, pero eso será al ato que tenga tiempo
-Oh, bella que eres, Vanessa- me dice mientras pone sus grandes y rojos ojos sobre los míos- Como ya te dije, Vanessa, estás aquí por que quiero que tomes la energía de los humanos, por ahora me servirás de eso, ten, este libro, hay muchos hechizos, pero este es el mejor para poder empezar a utilizarlos, aprender a utilizar tus poderes de vampiresa, también incluye nuestras principales debilidades, así que ten cuidado, también puedes volver a tu forma humana, para que puedas pasar desapercibida, pero todo eso se explica en este libro-
Mientras lo explicaba no podía dejar de mirar su boca, por que independientemente de que es hermosa, y sus labios son tan rosas seductores, se ven tan, suaves, tan lindos, tan cálidos, jugosos, tan eróticos, no puedo dejar de ver sus tenaces colmillos color plata, relucen, como dos grandes y afilados clavos, brillan, se ven tan afilados que me cortan la mirada.
Después de un rato escuchando finalmente
-Vanessa, este mundo ha cambiado mucho, empieza por enterrar los cuerpos, y vístete como los humanos lo harían, los vampiros solemos vestir de elegantes y finas sedas, pero por ahora que estás en el mundo humano adáptate a sus costumbres, para pasar lo más normal posible, si tienes grandes problemas te dejo esta bola de cristal, contáctame, descuida, nadie sabrá que estos viejos ya no viven, así que puedes hacer de esta casa tuya y vivir aquí, caliéntate y espera mis indicaciones- me dice en tono serio
-Sí, esto, su majestad- repliqué
-Eres una buena niña, ¿verdad?- me dice mientras besa mi frente- anda, preciosa, ve
Después de eso, frente a mi cara, desaparece, ahora hay un tiradero aquí, iré a cambiarme y a quitarme esta suciedad, me pregunto si quedará muy lejos el pozo.
Aún sucia me puse algo encima y fui a investigar la casa, me doy cuenta de un cuarto extraño, parece ser que hay un objeto de forma rara en la que te puedes sentar en él, tiene agua dentro, en blanco y, parece ser un baño, pero no veo como se irán mis deshechos, hay una especie de placa metálica recta, en una esquina superior de esta cosa, e intento bajarla, por lo visto, activa el baño y hace que el agua de ahí se vaya, es una maravilla, a un lado de este hay un dispositivo aún más raro, parecen ser unas ruedas de metal pequeñas incrustadas a la pared, arriba hay una pieza de metal alargada que termina en una bola con perforaciones, me pregunto qué hará, intento bajarlas pero son muy fuertes, intento golpearlas pero no pasa nada, parece ser que este es inútil, entonces intentó soplarle, pero tampoco resulta, saco el libro que Drácula me dio, pero tampoco dice nada de este dispositivo, no lo entiendo, pero si hay un cuarto sólo para esto debe ser muy importante, parece que estas bolas tienen un parecido a las perillas de las puertas, ¿Qué tal si es una puerta? giro la bola de metal, y funciona, puede girarse, pero no es una puerta, por el contrario, cae agua de la otra pieza de metal alargada, parece como si estuviera lloviendo, es tan divertido, al final mi ropa terminó mojándose, pero pude limpiar toda mi suciedad, después de eso, fui de nuevo al cuarto de la ropa y me cambié de nuevo, para este tiempo ya está oscuro afuera, así que decido tirarme en esta cama y cobijarme en ella, muero de sueño, en tan cálido, está calientito, la superficie es seca y esponjosa, y antes de lo pensado, estaba dormida.
Capitulo 2: Primera encomienda.
Me levanté la mañana siguiente, todo era tan pacífico, no había ruidos o cosas extrañas, me levanto y bajo a la cocina donde estaban los alimentos de ayer, por suerte aún sobra y decido desayunar lo que había.
Después de eso, decidí estudiar el libro: Codex I. Se llama el libro, al hacerlo hay mucha información, nuestro punto débil es el ajo y el oro, como dice, hay muchos hechizos, hay para esclavizarlos, para hacerles olvidar cosas, para drogarlos, y para mucho más, oh si, aquí está la palabra que me haría volver a mi forma humana, pero pensándolo bien, aún no sé cómo luce mi rostro y cuerpo entero de esta forma, así que voy a un espejo.
No cambié mucho, pero sin duda luzco un poco más fuerte, no son músculos fornidos, pero están un poco marcados y ya no son esponjosos, mis muslos son más gruesos, mis glúteos más grandes y mi cintura igual de pequeña, mis pechos no crecen mucho, diría que están iguales, mi cabello es color plata, mis iris color rojo y mis colmillos plateados, mi piel es pálida, no diría que son los grandes cambios, pero si alguien ve mis iris, me van a volver a querer quemar, es mejor cambiar a mi forma «humana», después de hacerlo, no encontré qué más hacer.
Así que decidí recostarme en mi cama, tratando de recordar, ¿Quién era? pero no recuerdo nada, de pronto tengo ganas de ir a orinar, y de inmediato voy, intentando probar mi hipótesis, al acabar de orinar me levanto y bajo de la palanquita, el amarillento color de la orina se va, lo logré, ¡Sí!, le he atinado, como siempre, después de orinar mi vello púbico queda mojado por la orina, pero siempre he creído que limpiarlo con agua es un desperdicio de agua así que sólo subo mis bragas, que como siempre terminan por humedecerse, los tiempos han cambiado, ahora estas bragas son muy pequeñas, y coloridas, tengo puestas unas rosas, algo apretadas, son tan pequeñas que mucho de mi vello púbico sale de ellas, por arriba, y por entre las piernas, además de abultarse, debería cubrir más.
Después de terminar encuentro un aparato extraño, en pleno salón principal, es rectangular, es negro, y no se de que sirve, ni siquiera refleja bien mi rostro, es muy delgada esta cosa, pero creo que es un adorno más, cuando de pronto encuentro una cosita mas pequeña, cabe entre mis manos, es como un rectángulo pero muy largo, igual negro, parece algo frágil, y tiene una inmensa cantidad de bolitas de plástico pegadas en una parte de la pieza, empiezo a presionarlas todas cuando de pronto el adorno detrás de mi empieza a aparecer algo, me asusté de pronto pero viéndolo bien, parece ser una persona, varias personas que pasan unas tras otras, hacen cosas, cosas raras, hablan de lo que pasa en «Italia», ah, Drácula dijo que estábamos en Italia, al parecer la gente enloqueció por algo, la mujer que habla parece ser muy hermosa, no puedo dejar de mirarla, de pronto entra un cosquilleo en mí, lo conozco, ese si puedo reconocerlo, en mi vagina, empieza a cosquillear, y empiezo a tocarme, pasar mi mano por el pantalón y la braga apretada es difícil, entonces me lo quito, y paso mis dedos por mi peluda vagina, tocando mi clítoris, mientras veo a la hermosa mujer de ahí, empiezo a hacerlo con más fuerza, usando mi mano derecha para tocar mis pequeñas naranjas, todo es muy excitante y cuando menos, he terminado, un chorro largo sale de mi vagina, y con ello mis deseos sexuales, fue rápido pero delicioso, vuelvo a vestirme, y, a medio día, Drácula vuelve a visitarme.
-Hola, guapa, ¿Cómo estás?- pregunta con alegría, frente a mi-
-Hola, su majestad, estoy bien, solo que hay muchas cosas raras en la casa- le dije
-Oh, es cierto, han pasado muchos años y, Vanessa, la humanidad ciertamente ha avanzado mucho, descubre le «tecnología», será divertido. Pero dejando eso de lado, quiero que hagas algo, ve a la ciudad, quiero que recolectes energía de alguna mujer, en esta ocasión no necesitamos nada en especial así que creí que sería perfecto para para que empieces a practicar, ¿okay?- me dice Drácula mientras me da una linda sonrisa-
-Como usted desee- le contesté-
-Perfecto, aquí te dejo otro libro, es hechicería más avanzada, Vanessa, hay más que debo explicarte para que puedas usar tus poderes a plenitud, tu fuente de poder viene de mi, tú eres una de mis 5 vampiresas principales, y eres la representante de mi Lujuria, «Libidine», es tu fuente de poder, puedes nutrir al reino de todas mis representantes, pero con quien tienes un cien porciento de efectividad, es sacando la mayor cantidad de lívido y lujuria que puedas de los humanos, este libro habla sobre esas técnicas, y otra cosa, eres una mujer natural y eso quiere decir que tienes una vagina, puede que a muchas mujeres no les excite totalmente otra vagina, con este libro puedes modificar tu órgano sexual, si bien no puedes cambiar todo tu cuerpo de mujer a hombre, sí puedes cambiar tu órgano sexual de vagina a pene, quizá te suene raro, pero es muy común en nuestro mundo utilizar esta transformación, puedes hacer que una mujer se sienta atraída por tu cuerpo de mujer, pero no puedes hacer que una mujer se excite con una vagina cuando prefiere un pene, es importante lo aprendas, bueno, debo irme, aún hay otras cosas que debo hacer, te quiero. – Me besa la frente y se va-
Seré sincera, me agrada que me bese mi frente, se ve tan protectora, aunque no me proteja mucho, será mejor cumplir lo que me dice, hay muchas preguntas que no creo me vaya a responder, y ¿Qué rayos es eso? puedo tener un pene, pero no puedo modificar mi cuerpo a uno masculino, seré una mujer con pene, ciertamente poder usar un pene puede ser curioso, pero ¿No era más fácil poder hacer mi cuerpo totalmente de hombre? qué mas da, bueno, para empezar, como llego a la ciudad, además, si debo atraer a la gente, ¿no debo vestir más como una prostituta? o algo así, será de pensar, por ahora a la ciudad.
Salgo de la casa y veo alrededor, sencillamente parece haber un camino, hay plantas y hojas alrededor pero parece que de tanto que pisan el suelo, las plantas no crecen, creo que debería ir por ahí, después de caminar aproximadamente quince minutos llego a una calle, donde termina el bosque y empieza la ciudad, la calle es amplia, y cubierta de algo color negro, es muy extraño todo, realmente debería empezar a investigar que es todo esto, pero ahora no puedo pensar en eso, si Drácula me dijo que debo llevar energía debería enfocarme en eso, y debo pensar en ello, primero mi objetivo, y sobre todo cómo voy a hacer eso posible, se me hace algo complicado llevar la tarea a cabo, si bien puedo usar mis poderes para manipularlos, debo convertirme en vampiresa, y mi físico en ese estado puede ser perjudicial, quiero decir, si solo es esa persona no importa mucho pero si es enfrente de varia gente, es ahí donde viene el problema, debo idear un plan, pero debo
recorrer esta ciudad.
Tengo que tener un objetivo, según Drácula debe ser una mujer, entonces debo vagar por la ciudad y encontrar una, mientras camino ciertamente puedo encontrar varias mujeres, muy lindas, bastante guapas, pero mi intuición me dice que aún debo esperar un poco más, que se abra la oportunidad, el día sigue pasando y empieza a oscurecer, buena parte de la ciudad se está quedando vacía, pero sigo investigando y, después de tanto buscar, hay un lugar, al parecer la chica lo está cerrando, está completamente sola, es claro, es mi oportunidad, digo, quizá no debería de desperdiciar ninguna oportunidad, por suerte tengo ambos libros conmigo, pero por ahora pondré atención al segundo, al leerlo, me doy cuenta que es casi imposible drenar la energía lujuriosa de la chica por métodos correctos, debo usar mis poderes de inmediato.
-Tranformatio- digo en voz baja
Siento mi cuerpo más fuerte de golpe, y sin más vacilaciones, voy tras ella, camino sigilosamente, pero rápido, al llegar a ella, casualmente ha terminado y da media vuelta para retirarse
-¿Sí? buenas noches, ya hemos cerrado- dice la joven, mientras se queda mirándome un poco extraño
Quizá por ser de noche la luz no alcanza a delatar mi físico
-Tranquila querida, no vengo por eso, servus.
La chica entra en el estado vegetal, está de pie, pero parece inexpresiva, sin vida, totalmente quieta.
Es linda, tiene el cabello color rojo, es antinatural, pero puedo afirmar que es falso, se ve en su cabello, tiene unos lindos ojos verdes, es delgada pero tiene una carita regordeta, una nariz pequeñita, unos labrios pequeños y carnosos color rosa, sus ojos grandes, y cejas pobladas, parece cuidar su cuerpo, está marcado pero no es muy musculosa o fornida, su piel es blanca con un ligero tono rosado en sus rodillas, hombros y mejillas, su piel es tan reluciente, su piernas son largas y marcadas, sus clavículas hermosas una cintura mortal, tiene unos grandes senos, podría poner mi mano y aún me falta para agarrar todo, su escote es muy lascivo, tiene una vestimenta similar a una sirvienta, pero color naranja y blanco, con bordados, y tiene unos zapatos rojos que estilizan sus piernas, pueden verse bien definidos sus músculos de las piernas, tiene unos aretes parecen ser hechos de un metal plateado brillante, en forma de círculo, le sienta tan bien en su carita angelical, parece una muñequita, el sólo hecho de admirarla ha hecho que casi me enamore de ella, pero no debo olvidad mi tarea, así que decido hablarle
-¿cuál es tu nombre- pregunto
-Casandra- contesta
-Ya veo, lindo nombre, acompáñame
Mientras regresamos a mi nueva casa, para poder tomar su energía, ella viene detrás mío, mientras yo empiezo a leer el libro.
«Una de las desventajas al tomar la energía de los humanos a través de la lujuria, es que no se puede conseguir bajo hechizos de duración voluntaria, se pueden usar hechizos de corta duración, o ilimitados, pero incluso hay un límite en estos, es interesante estudiar el porqué la recolección de energía que es vital para los vampiros, es a la vez tan complicada»
Ya veo, el libro define como hechizos de duración ilimitada a aquellos que pueden durar infinitamente; aquellos que son voluntarios son aquellos que nosotras podemos decidir a voluntad cuánto durarán; y de corta duración aquellos que no podemos controlar su efecto en las personas, pero no duran mucho tiempo.
Ya veo, entonces esto tendrá que ser peor de lo que pensé, seguimos caminando y ya atravesamos buena parte del bosque, llegando a casa, presiono un botón pegado a la pared, lo cual activa una pequeña esfera parece ser de vidrio que ilumina las habitaciones, y le ordeno que entre.
No sé qué hacer, pero si sigo las instrucciones del libro, básicamente tengo que drenar su energía mientras esté consiente, puedo utilizar varias formas para sacar la energía, pero mucha de ella puede que yo misma deba sacar mi máxima imaginación, aunque estoy segura que si ahora mismo la dejo libre, se asustará y querrá irse, por lo cual creo que lo mejor será amarrarla a algo, así que hago que suba al cuarto donde me quedo a dormir, y la acuesto, tomo varios pedazos de tela y le ato una piernas y brazos por separado a la base de madera, entonces una vez está bien sujeta, tengo que hacer el trabajo, supongo me pondré de inmediato de humor con magnífica belleza, hay que tener muchas consideraciones, así que dejo el libro abierto a un lado para cualquier situación y entonces.
-Te libero, tranfomatio- La libero e inmediatamente paso a mi estado humano
Ella parpadea varias veces y empieza a entrar en razón, en conciencia sobre donde está inmediatamente se da cuenta que está en una casa que ella no conoce y que está atada de pies y manos, también voltea a verme
-¿Qué? ¿Qué está pasando? ¿Quién eres? ¿Qué me vas a hacer?- dice con una expresión de terror y confusión en su rostro
-oh, querida, no te apures, no te haré mucho daño, de hecho, si cooperas, podrás salir con vida de aquí, o eso es lo que creo, jeje, solo soy una mujer, eso es todo- le dije
-No, no, no, no, no, déjame ir, te doy lo que quieras, dinero, tengo un auto, te lo doy, ¿Qué es lo que quieres? pero déjame ir, por favor, por favor- me dice desesperadamente mientras pequeñas lágrimas salen de sus ojos
-oh, no preciosa, no llores, por favor- le digo
Entonces me acerco más a ella, subiéndome en la cama, desde abajo, acechando su cuerpo gateando, trepando desde sus pies hasta su rostro, con una descarga eléctrica que recorre mi espalda, de poco a poco, mientras más fuerte se hace, Casandra trata de liberarse, de mi, de las ataduras, pero están tan bien hechas que no podrá salir, es mía, patalea y puede que golpee un poco mi cuerpo, pero si hago un poco mas de fuerza queda totalmente encadenada, pongo mis manos sobre sus brazos, ya que están hacia arriba por las ataduras, los presiono contra la cama para evitar que se mueva mas, me siento sobre su estómago, aunque patalee ya no puede alcanzarme, veo su rostro, sus ojos llorosos, húmedos, una expresión de miedo, de terror, como si no quisiese estar más en ese lugar, sus labios hermosos tiemblan, y su cabello rojo desaliñado luce hermoso, mi rostro está sobre el suyo, y alcanzo a ver perfectamente las gotas de sudor que se combinan con sus lágrimas, mi cuerpo se excita, empieza a cosquillear una parte de mi, varias partes de mi, de hecho, mi respiración se empieza a poner pesada, la de ella ya es una respiración frenética, como quien trata de huir no importa qué, pero ya no puede hacer nada, aunque su ceño está fruncido, sus cejas demuestran una expresión de sumisión al no dejar de temblar, su hermoso cuello largo y delgado no deja de sudar, empapada en su sudor, me acerco lentamente a su cuello, puedo oler el aroma de su sudor combinado con su perfume, el aroma original de su piel y el perfume crean una maravillosa reacción química entre lo sensual y lo sumiso, lo débil y lo delicioso, mientras más me acerco no deja de hacer pequeños gemidos, no de placer, si no de miedo, empieza a sollozar y su cuello empieza a agitarse más y más
-No temas, preciosa- le dije con una amable sonrisa
Después con mi mano derecha le seco las lágrimas de sus ojos
-Todo estará bien- mientras la miro a los ojos
Parece una gatita indefensa, tan deliciosa, con mi lengua empieza a lamer delicadamente sus labios voluminosos, ligeramente lo hago, inmediatamente percibo un sabor a fresas, al parecer esta chica me entretendrá mejor de lo que esperaba, empiezo a poner más fuerza al lamer sus labios poco a poco, mientras ella trata de cerrar su labios, no se lo permito, y uso mi boca para morder ligeramente su labio inferior, un poco será suficiente para que no los pueda cerrar, la sensación de sus labios en mi boca es adictiva, después de eso la beso, junto mis labios contra los suyos, mi mente se está perdiendo poco a poco, así que la beso con pasión, como si mi vida dependiera de eso, una y otra vez recorro sus labios hermosos con los míos, nunca había sentido algo así antes, acto seguido meto mi lengua en su boca tratando de conectar con su lengua, cuando lo hice fue una sensación única, su húmeda boca y gentil lengua hacen que mi lengua sienta que se está derritiendo, como si dejara de existir, como si se diluyese, aparto mi boca de su rostro y empiezo a lamer su rostro, su nariz pequeña y bella, sus mejillas rosas, paso mi lengua sobre su joven, blanca y bella frente, no puedo dejar de hacerlo, mientras lo combino con unos besos en sus ojos, como si se tratara de extraer su nariz, uso mi boca para volver a chuparla, y en cuestión de minutos ya no había sudor o lágrimas en su rostro, solo mi saliva, mientras aprovecho para escupir sobre su cara un par de veces, marcando su rostro como mi territorio, que es mío y me pertenece, de nadie más, al verla, la sumisión en sus ojos es increíble, solo puede mirarme a mi, fijamente, sus labios y ceño siguen temblando, pero ahora en menor frecuencia, su respiración es distinta, voy a su cuello y levemente paso mi lengua por ahí, saboreando todo lo que ella tiene para a ofrecer, acto seguido bajo un poco más, su vestido cubre desde el pecho, con hombros destapados hasta la mitad de su muslos, entonces empiezo a bajar besándola poco a poco hasta llegar a su escote, de nuevo empieza a sollozar, pero ya no importa, con tan enormes pechos es claro que iba a querer hacerlos míos, bajo violentamente su vestido y salen rebotando sus grandes senos, tienen un color rosa precioso, no dudo en atacar directamente sus pechos con mi boca, no puedo dejar de lamerlos como si quisiera chupar leche de ellas, muerdo ligeramente sus pechos y ella gime, al parecer, independientemente que no quiera esto, eso no inhibe su sentir, juego con sus pechos con mi lengua y boca, entre lamerlos, besarlos, chuparlos, morderlos, y finalmente se me ocurre algo
-Tranformatio- digo
Y mi cuerpo cambia al de la vampiresa que soy, Casandra al verme, no sé si ya no le sorprende, o si me vio así desde el principio, pero solo se limita a observarme, nunca había chupado la sangre de una mujer, es mas de ningún humano, era mi oportunidad perfecta, pero esta vez en lugar de atacar su cuello, atacaría sus senos, entonces como si de un instinto primitivo, mi cuerpo reacciona solo, y, muerdo con fuerza su seno, mi boca queda mordiendo su areola, de tal forma que mi lengua puede seguir lamiendo y sintiendo su pezón, mi boca y rostro sobre su pecho, succionando su sangre y lamiendo su excitado y duro pezón, genera temblores en mi, escalofríos en mis pezones y clítoris, su sangre es tan deliciosa, es lo más exquisito que jamás había probado, es un manjar de los dioses, su sabor metálico, salado, pero a la misma vez, es un líquido espeso, aceitoso que inunda toda toda boca y la recubre de una deliciosa dulzura, mientras tanto escucho los gemidos de Casandra, esta vez son raros, parecen ser placenteros, como si realmente le gustara
-Más- dice
Aún con mi boca revolcándose en su seño, volteó a verla, su rostro expresa un placer indiscutible, su boca ya no tiembla, por el contrario, está abierta, como si le faltara el aire, sus cejas ya no tiemblan, pero demuestran sumisión, sus ojos brillan, ya no está llorando, y como si no pudiera aguantarse, gime y muerde sus labios demostrando lo bien que debe sentirse, me deja confusa
-Más, come más de mí, toma lo que quieras de mí- dice con la voz más aguda, sensual y sumisa que jamás había escuchado, quedo sorprendida, ya no había usado ningún hechizo
Dejo de morderla, sangre se había derramado por su seno hasta su pecho, llegaba hasta su cuello, pero no diría que era algo grave, un hilo de saliva y sangre conecta la herida fresca en su pecho y mis labios, tengo toda la boca llena de sangre, parece ser que he embarrado buena parte de mi rostro de su deliciosa sangre, y no puedo evitar quererla besar, aún con sangre en mis labios, la beso, una nueva dulzura nace, ya que no opone resistencia nuestras salivas empiezan a combinarse, su sangre y nuestras salivas se combinan, y de pronto también le he embarrado de sangre sus labios, estoy sudando y el aroma en el cuarto ha cambiado, la temperatura se ha incrementado y el calor en nuestros cuerpos sigue aumentando, tomo la sangre que se había derramado de su pecho y masajeo su cuello, toma un color rojizo brillante, entonces bajo hasta su cintura, y yo loca por ella abro sus piernas sin mediar palabras, levanto su vestido color naranja y blando y veo sus bragas, negras, igual de pequeñas, pero por lo visto ella no tiene vello púbico, supongo que es de nacimiento, en vista de que no se las puedo quitar decido romperlas, y ahí está, una deliciosa, sedosa, brillante, rosa, carnuda, apestosa, y fértil vagina frente a mi, sin dudar decido ir tras ella, lamiendo frenéticamente su vulva, un sabor amargo, pero que deja un tenue sabor dulce al final, no dudo en besar y pasar toda mi lengua sobre su vagina, haciendo presión en su clítoris y penetrando su vagina con mi lengua, ella hace los gemidos más obscenos que jamás haya oído, entonces con mis manos desocupadas, decido meter un dedo en su ano, de poco a poco, mientras lamo y beso su vagina, poco a poco voy abriendo su ano, hasta que bajo, y con la punta de mi lengua empiezo a lamer el contorno de su ano, lentamente, lo disfruto, tomo mi tiempo y después, meto mi lengua en su ano, mas de la mitad de mi lengua está dentro de ella, mientras hago movimientos hacia todos lados, saco mi lengua y la vuelvo a meter, como si de penetrar su ano con mi lengua se tratara, una y otra vez, beso su ano ligeramente y sigo hacia su vagina de nuevo, pero ahora decido masturbar su clítoris con mis manos, mordiendo ligeramente los labios de su vagina, como trozos de carne, beso y lamo la parte de sus muslos más próxima a su vagina, y de nuevo, muerdo sus muslos interiores, en un intento de conseguir más sangre de ella, nuevamente marcando mi territorio, toda aquella persona que quiera acostarse con ella deberá ver como dos heridas, una en su entrepierna y otra en la areola de sus senos, sabrán que alguien más estuvo aquí, lamiendo, besando, escupiendo, chupando, frotando, alguien más ya la marcó, ya la hizo suya, ella desde hoy tiene dueña, y soy yo, ella no puede dejar de gemir mientras la masturbo y tomo sangre directamente de sus muslos, de pronto, siento un líquido a presión caliente en mi mejilla derecha, dejo de beber sangre y abro la boca para poder beber sus jugos vaginas que violentamente salen a presión en forma de chorro, transparente, caliente, viscoso, y delicioso, un amargor, pero que al final te deja un sabor dulce, combinado con el ferroso sabor de la sangre, no puedo estar más extasiada, mi boca, rostro tiene una combinación de su sangre y jugos vaginales, la cama se ha manchado de éstas delicias también, su cuerpo está sucio, el mío también, cuando acaba sólo puedo besar su vagina, subo a la altura de su rostro y apasionadamente la beso, ella no opone resistencia, no puedo dejar de besar sus labios sabor fresa, quiero besarla más, y lo hago hasta quedar satisfecha, al finalizar solo puedo quedarme acostada, encima de ella, como si fuéramos amantes de muchos años, sin pensarlo, me quedé dormida.
Capitulo 3 El mundo de los vampiros
Cuando me levanto al día siguiente Casandra sigue conmigo, así que me levanto.
-Transformatio- y recobro mi apariencia humana
Al despertar Casandra, me mira.
-¿Eres un vampiro, verdad?- me dice, con unos ojos seductores-
-Sí, lo soy- sonrío
-Ya veo, eso explicaría por qué bebiste mi sangre, y el por qué tenías un cabello plateado y ahora es negro, también, no recuerdo venir a esta casa, y, sinceramente, diría que en un principio me violaste- dice
-¿Y hay problema?, ¿En que haya hecho de ti lo que yo quisiera por la fuerza?- le dije
Ella no contesta nada, solo puede bajar la mirada.
-Desátame- dice- no diré nada y no te voy a atacar, pero desátame, por favor-
-Pareciera que ayer disfrutaste lo que te hice, aunque no te preocupes, enseguida te desato- le dije
-Sí, después de un momento lo empecé a disfrutar, y al final, lo hice, pero no quita el hecho que abusaste de mi- dice, noto algo de molestia
-Sí, sí, como digas- contesté
Me acerco a ella pero la desato, quito todo y la dejo libre de moverse, tampoco he usado ningún hechizo
-Mi vestido, está roto- dice con voz triste
-Perdón ,perdón, eres muy sensual, no me pude resistir- le dije sonriendo
Aún sigue mirando hacia abajo, con una expresión rara, será resentimiento, ira, tristeza, confusión, no alcanzo a distinguirla, su cara cambia de expresiones, mientras con su puño con fuerza cierra su puño, y agarra las cobijas de la cama entre ellas, esperando yo una reacción violenta, algo susurra
-A… i… via…- alcanzo a diferenciar entre sus susurros
-¿Eh? perdón, no te he oído- le dije-
-¡Que ahora eres mi novia!- me grita
-¿Qué? ¿Cómo, no entiendo?- dije sorprendida
-Yo era virgen hasta ayer, esperaba una buena persona, pero ahora que me la has arrebatado, ahora es tu deber ser mi novia- dice molesta mirándome fijamente
Parece no mentir
-¿Ehh? no conocía esa costumbre, ¿es nueva?- le contesté con timidez-
-No, no es, es algo personal, ¡Quien sea que toque mi cuerpo debe ser mi novio, y tú hiciste más de eso, entonces ya lo eres!-dice gritándome y agitando sus manos
-Así que es así, ¿no?- dije
-Sí, hazte responsable-
Acepté, al final de cuentas es muy linda, dejar que alguien más la toque me pondría celosa, y eso no lo puedo permitir, es mi propiedad, así que no tengo problemas por eso.
-Está bien- le dije- no hay problema
-Necesito ropa nueva, préstame unas- me dijo
-Claro, aquí mismo en el cuarto tengo todo lo que necesitas, usa lo que quieras, iré a lavarme-
Después de ello voy al baño, y justo cuando entro, me asusto un poco, pero no es nada de otro mundo, ahí está, Drácula, con su imponente cuerpo y sensualidad única, frente a mi de nuevo.
-Felicidades, Vanessa, lo hiciste muy bien, haz brindado buena cantidad de energía esta vez, enorgullécete- me dice sonriendo
-Gracias, su majestad, fue un placer- le dije-
-En agradecimiento a ello, ven a mi Reino, hoy habrá banquete, y por tu buen comienzo, he decidido invitarte, únetenos en este gran festín- dice con mucha emoción
-¿En serio?, nunca había sido invitada a un Reino, sí, si quiero ir, claro que te acompañaré- dije alegremente
-Entonces vendré por ti, al anochecer, usa tu mejor vestido, y si no tienes uno, consíguelo-
Después de eso, ella se va.
Vaya, nunca me había pasado algo así, creo que hoy será un buen día.
Después de lavarme Casandra entra al baño, sin ropa.
-Hola, de nuevo, voy a usar tu regadera, quiero bañarme- dice en voz baja
-Ah, claro, adelante, ya he acabado yo, así que si quieres úsalo- le dije sonriendo
-Okay, gracias-
Yo salgo del baño y la dejo sola en sus asuntos, voy al cuarto y decido cambiarme, pero también buscar un vestido, no sé si la señora que estuvo aquí tenga un lindo vestido, decido buscar en todo el cuarto, en los cajones de madera y sus muebles grandes y de distintos tamaños, finalmente encuentro uno, es rojo vivo, con varios estampados dorados, al probármelo, la parte del cuello está cerrada, y llega hasta las rodillas, pero con aberturas desde la cintura hasta abajo, a los cotados, está bordado con el mismo hilo dorado, y está completamente cerrado, aún así, las mangas son cortas, me quedan más pequeñas de lo normal, ¿Qué debería usar de zapato? buscando entre tantas cajas, encuentro unos zapatos elevados negros brillantes, la superficie es lisa y plástica, pero son lindos, son como los que Casandra usa, pero con un broche en la parte de arriba y parecen ser muy finos, agregando más, no sé como debería adornar mi cabello, quizá solo use una diadema, esta color rojo puede resultar conveniente y puede hacer buen juego con mi vestido, mi color lacio y negro profundo hace buen dueto con el rojo, y mi cabello combina con mis zapatos, creo que eso será suficiente, no creo que sea necesario algo más, bueno, Drácula suele usar aretes con joyas muy raras, pero supongo eso es normal para la realeza, yo no estoy segura si debería usarlos, pero mejor no.
Después de tener mi vestimenta lista, Casandra abre la puerta, ya se ha cambiado, se queda un rato en el marco de la puerta, se queda quieta.
-Quiero una cita- dice, aunque fue bajo, la escuché
-Mmm, ¿una cita?- le dije
-Sí, quiero salir contigo, a pasear y comer algo, quiero conocerte, quiero saber quién es la persona con la que estoy saliendo- levanta la cara
-Está bien, saldré contigo
Ella solo sonríe y me mira de frente y a los ojos, viene hacia mi y me abraza, sorprendentemente su cuerpo es muy cálido, y su cabello huele muy bien, si, huele a fresas, esas dulces fresas que encantan el día con su fresco sabor, no soy la persona más alta del mundo y aún así puede estar acurrucada en mi, me agrada
como se siente, a pesar de tener grandes pechos, su espalda es muy pequeña, se sientes frágil y muy delgada, a pesar de su cabello antinatural, no diría en ningún momento
que es feo, no he abrazado a mucha gente, en esta vida, pero no sabía que se podía llegar a sentir así. Después de eso dice que debe volver casa, le pregunto si puedo acompañarla
dice que no, pero tampoco seré tan abrumadora, así que dejaré que se vaya sola, además debo hacer yo mis propios asuntos, la acompaño a la puerta, y justo antes de irse, se despide dándome un beso en la mejilla,
sonreímos mutuamente y se va, yo me quedo un rato a ver cómo se va, mientras se hace más pequeña.
Después de eso decido ir por comida, como no hay nada, tal parece que debo cocinar, así que decido poner una pasta sobre agua hirviendo, será fácil, y no necesito complicarme mucho,
después de eso, y de comer, me entra un poco el sueño, como no tengo nada qué hacer, subo las escaleras y mi acuesto sobre mi cama, inmediatamente me gana el sueño y me quedo dormida.
Abro los ojos, con fuente en mis pies, el fuego llega hasta cubrirme la vista, me abrasa el fuego, como si fuese el odio de la gente esperando mi muerte, pero no siento el calor del fuego, no me duele,
pero puedo observar cómo mi cuerpo se destruye por el fuego, cómo mi ropa ya se ha quemado, observo al cielo, y, como una burla, pequeñas gotas de agua golpean sobre rostro, frías e insípidas, como si Dios dijera
que ayudará a la gente, sólo hasta que yo me haya marchado, solo escucho los gritos a lo lejos, pues con el sonido del fuego haciéndome nada ya es suficiente, me quedo inmóvil, quieta, sola.
De nuevo abro mis ojos y parece que me falta aire, tomo aire a bocanadas, lágrimas salen de mis ojos, pero inmediatamente caigo en cuenta que era un sueño, una pesadilla, que se quede donde debe,
para mi fortuna recuerdo que vendrá por mi esta noche, y ya está oscuro afuera, será mejor que me prepare.
Tomo unas bragas, son negras, y, como es de ésta época, bastante más pequeña, me aprieta, pero debido a mi buena figura no abulta mi piel, si no que la adorna, el único inconveniente, mi vello púbico se desperrama de las bragas,
sale por todos lados, pero no importa, tomo un poco de fragancia de un mueble de madera y lo coloco sobre mi cuello, hombros y estómago, también detrás, en mi nuca levantando mi cabello,
el vestido rojo me lo pongo, es un tanto apretado, pero no lo suficiente para dejarme inmóvil, su botón del cuello lo abrocho, sentándome comienzo a peinarme, no quiero grandes cosas, así que solo peino mi cabello
para dejarlo lo más lacio posible, dejando mi frente al descubierto, echándolo todo hacia atrás, una vez lo está, arreglado, fino y bien pesado, coloco la diadema roja en mi cabello, hay unos aretes, esféricos color plata
percudido, y los coloco en mis orejas, finalmente, los zapatos altos negros y brillantes los pongo en mis pies, y cierro entre mis tobillos su broche, creo que estoy más que presentable, no olvidé ponerme un sostén, simplemente quería una
vista más sensual de mi, así dejando una vista sutil de mis pezones, sonrío ante el espejo, de pronto alguien parado detrás de mí.
-qué linda estás hoy, Vanessa- dice una elegante voz detrás de mi
Me volteo hacia su rostro- Gracias, su majestad- le digo alegremente mientras hago una reverencia-
-Qué bueno que ya estés lista, justo a tiempo para empezar, ven toma mi mano- dice con una sonrisa
-Así es, me arreglé especialmente para usted-
Inmediatamente tomo su mano, quizá pueda ser que he confiado mucho en ella, o que hago todo lo que ella me diga sin cuestionar, quizá la trato demasiado bien, quizá confío en ella sin
tener razones, quizá es ingenuo, quizá no lo debería de hacer, no lo sé, pero, ella, ella fue la única que me ha tendido la mano cuando más lo necesite, sin engaños
cuando no podía hacer nada, fue ella quién estuvo ahí para hacerme enfrentar a lo imposible, fue gracias a ella que estoy con vida, así que para mi no es repentino
es la gratitud que le tengo, pues fue la única que ha contestado a mi llamado, y me dio la fuerza para seguir aquí, sin vacilar, tomo su mano.
-Vámonos- dice
Inmediatamente dejamos el cuarto, que hecha la casa de madera, huele al bosque, nos transladamos a un salón enorme, lleno de gente muy elegante, ninguno parece ser un vampiro, supongo que están en su fomr humana,
pero el lugar es precioso, pilares que son prismas rectangulares, adornados, el piso parece ser de mármol, con ligero toque amarillo, es tan brillante, parece que tiene un segundo piso, pero parece ser de las edificaciones que tienen mas bien
ese piso para observa hacia abajo, pues, desde el primer piso puedes ver el techo, que hecho como una capilla enorme, se eleva muy alto, en el techo, una pintura yace en ella, varias figuras humanas desnudas desde distintas perspectivas,
como dije, el segundo piso no es tan amplio, puedes mirar desde aquí a esas personas también, hay una barrera de madera que impide que alguien pueda caer desde el segundo piso a este
grandes candelabros hay, algunos parecen ser de plata, otros de vidrio, y otros de piedras preciosas, gente vestida muy formal, el edificio parecer ser adornado con telas blancas, en los costados del primer salón,
parece haber grandes mesa con bocadillos en él, de todo tipo, bebidas, pasteles, macarrones, embutidos y demás.
-Impresionante, ¿no es así?- Dice orgullosa
-Claro es bastante bonito, ¿es en tu castillo?- pregunté emocionada
-Claro que sí, es mi salón principal, donde ofrezco grandes fiestas como ésta- dice y en su rostro, poder se puede ver
-Es increíble, me encanta- dije sonriendo-
De pronto, los candelabros bajan un poco la intensidad de la luminosidad, y, ahora es un poco más amarillenta, música suena, parece que como si fueran a bailar
-¿Me permites esta pieza, Vanessa?- Dice pidiéndome la mano-
-Sería un honor- dije alegremente mientras extiendo mi mano-
Y me lleva al centro de la pista, al parecer todos dejaría que la Reina de este lugar baile primero, por que no habpia nadie mas que nosotras, una suave canciones protagonizada con violines empieza a sonar en el salón
ella es quien dirigirá nuestro baile, pues ella es quien me ha tomado por la cintura, ella tan llena de confianza, empieza, tira con su mano la mía y me lleva, girando, hacia adelante, hacia atrás y de nuevo otro giro
mientras bailamos siento que el tiempo se detiene, todo brilla, mientras bailamos nos miramos a los ojos, detrás de ella una luz blanca la ilumina, pequeñas esferas de luz caen sobre nosotras, mientras su cabello
se mueve, mantiene una sutil sonrisa, no puedo hacer nada, no quiero moverme de aquí, es tan hermosa, estoy perpleja por si belleza, brilla, como una Diosa.
La música termina, y el baile con él, inmediatamente inicia una nueva pieza, pero ahora todos empiezan a unirse, Drácula vuelve a mirarme
-Temo que sólo pudimos bailar una pieza, Vanessa, disculpa pero ahora debo atender un asunto- lentamente quita sus mano de mi cintura, después, aún más lentamente, suelta mi mano
Guiña su ojo, y después, da la media vuelta y se va, ¡Qué hermosa!
Después de ello, tengo ganas de ir al baño, me pregunto si aquí hay baños, y sí, los hay, entonces entro en uno, son grandes, enorme cubículos, gigantes, son como un cuarto de baño para cada uno, decido entrar a uno
después de entrar me siento y orino, ahh, la relajante sensación de vaciar tu vejiga, después de eso me doy cuenta de algo peculiar, en el baño, en la pared derecha hay un pequeño agujero, bueno, no es tan pequeño, pero
hay uno, ¡Qué raro¡, ¡De qué servirá?, me pregunto, después de terminar y a punto de levantarme algo que me sorprende muchísimo, del agujero emerge un pene, es algo grande, no es muy gordo, curioso, está rosa brillante, pero no deja
de verse… delicioso, el pene erecto está ahí, y de pronto, su aroma llega a mi olfato, orina, un aroma agrio, sudor, y un fuerte aroma le acompañan, inmediatamente hacen a mi vagina electrocutarse, no puede ser, quiero verlo más de cera
una vez lo hago, y de cuclillas para poder acercarme, un pene está frente a mi, mis ojos no dejan de verlo, está tan cerca que diría que menos de un centímetro alejan mis labios del pene, el olor es increíble, apesta a delicia, es fuerte el aroma pero no deja de excitarme,
su forma es deliciosa, no será el pene más grande del mundo, pero la cabeza de este pene es más grande proporcionalmente, y brilla, como si aceite le hubiesen puesto, me tiene fascinada, mi inclino un poco hacia abajo y ahora lo tengo desde una vista
donde su frenillo puede verse, ya no puedo resistirme, y ligeramente, doy un soplido, el pene reacciona y golpea ligeramente mi nariz, ya no puedo escapar, como si unos labios se tratasen, beso apasionadamente al pene, justo en la punta, y de nuevo
y de nuevo, en la punta, en el frenillo, en todas partes de la cabeza y el cuerpo del pene, después de besarlo, doy unos pequeñitos besos en la punta de nuevo, un líquido transparente empieza a salir, es muy poco, por lo que no considero que haya terminado
y vuelvo a besarlo, al alejarme, un hilo de ese líquido transparente une mis labios y la punta del pene, entonces, con la punta de mi lengua, limpio ese líquido transparente, salado, es lo primero que puedo decir, viscoso, con la misma punta paso a lamer
el frenillo del pene, hacia arriba y hacia abajo, mientras lo combino con unos besos, y entonces, de poco a poco empiezo a chupar la cabeza, lentamente, usando mi lengua para rodearlo, haciendo movimientos con mi cabeza hacia atrás y adelante, y ahora paso a
lamer hasta la mitad del pene, sacándolo totalmente de mi boca, y volviendo a meterlo, de nuevo con mi lengua empiezo a lamer su cabeza, y no puedo evitar besarlo una y otra vez, cubro de nuevo su pene con mi boca, es tan delicioso, es salado, pero a la vez,
dulce, se mueve dentro de mi boca y es caliente, y palpita, saco de mi boca el pene, y, empiezo a lamer el pene desde abajo, hasta la punta, y lamo el frenillo con fuerza con la punta de mi lengua, ahora con mis labios cerrados, y tomando al pene con mi mano
empiezo a frotar el pene en mis labios, haciendo que el frenillo se estire y se contraiga, y restregando la cabeza del pene en mis labios, después con mi cabello suelto y largo, decido tomarlo, y, con mi cabello rodeo al pene, dejándolo amarrado, para con mi cabello
poder masturbarlo, mientras con mi lengua lamo toda la cabeza, de pronto siento como el pene se endurece y empieza a retraerse, intuyo que va a terminar, quiero ese delicioso semen en mi boca, por lo cual abro la boca y termino sacando la lengua, de manera que la
cabeza del pene termina acostada sobre mi lengua, con el mismo cabello rodeando al pene, aprieto más fuerte y lo masturbo con más fuerza, de pronto, el líquido blanco, caliente, salado, oloroso, agridulce, de horrible sabor inunda mi boca, y como si de un chupón se tratase
chupo la punta del pene para extraer todo el semen que pudo quedarse, ha quedado horriblemente babeado el pene, semen y saliva tirados en el piso por igual a lo que me recuerda, que, no todo es gratis en la vida, y debe pagar por la mamada de su vida.
-Transformatio- digo en voz baja
Y con mis grandes colmillos muerdo el aún erecto pene, hasta la mitad de su tamaño, lo muerdo otra vez, y de nuevo, de maneras tan fuertes y desgarradoras que termino amputando ese pene de su dueño, ahora, la pobre persona que ha recibido mi mamada no tiene un pene, sangre sale disparada
abro la boca y la mitad del pene cae al piso, la otra parte, sangrando mucho aprovecho para succionar la mayor parte de sangre, pero con mucho dolor, la persona detrás de esto quita lo que queda de su pene y me deja sin poner beber nada más, aún queda el resto, recojo la parte amputada del pene
y con mis colmillos la muerdo, y extraigo toda la sangre que pueda, cuando vuelvo a mirarlo, el pene ya es una cosa pálida, pequeña y contraída, en un impulso, lo tomo y me lo como, sabe extraño, pero no podía decir que es un mal sabor, como no está cocido, es bastante chicloso, y cuesta morder
pero aún así me lo trago, sangre, semen y saliva quedan en el suelo del baño, me levanto y vuelvo a poner las bragas en su ligar, la orina ya se ha secado, pero aún así el vello sigue saliendo de todas las braguitas, acomodo mi vestido, cambio a mi forma humana y salgo del baño.
Una vez lavada mi boca, labios y manos salgo del baño a acompañar a la fiesta, como el pene abrió mi apetito, me acerco a la barra de bocadillos y como de todo un poco, fue delicioso, una comida gourmet, nunca había probado nada así, se nota que ella sabe cómo disfrutar la vida, después de pasar
un rato divirtiéndome sola, y, de sentirme un poco cansada, decido ir a ver si Drácula está cerca, y como si de casualidad fuese, alguien toca mi hombro izquierdo, y al voltear, era ella.
-Hola, Vanessa, ¿Estás disfrutando?- pregunta con alegría
-Claro que sí, aprovecho de todo, gracias por la invitación- contesté
-Me alegra oír eso-
-Oye, Drácula, verás, estoy un poco cansada, y quisiera decir, que, quiero irme- le dije con cierta timidez
-Ya veo, no es ningún problema, de hecho venía a pedirte algo- me dice con una mirada sonriente, pero misteriosa
-¿Qué quiere pedirme, Majestad?- pregunto con la cabeza inclinada-
-Duerme conmigo esta noche- dice con ojos determinados
-¡Qué? ¿A qué se refiere? yo, yo realmen- dije absolutamente sonrojada y sorprendida, pero me interrumpe
-¿No quieres?- contesta
-Sí, si quiero, claro que quiero, pero es sólo que, se me hace repentino, es decir, yo haría por usted lo que me pidiera,
pelearía con quien fuera, iría hasta el fin del mundo, me quedaría a su lado por siempre, pero es solo que me sorprende- dije con ambas manos en mi rostro, no puedo ocultar mi cara sonrojada y llena de felicidad
-Estoy feliz de escucharte decir eso, entonces, ¿vienes?- extiende su mano
-Claro que sí- le doy la mía inmediatamente
Aún con el gentío en el salón, Drácula me lleva de la mano, y me lleva por unos pasillos largos, el piso cambia, ahora es alfombra, alfombra roja
ya no hay candelabros si no lámparas más pequeñas a los costados, y de vez en cuando, macetas, pinturas, floreros, jarrones, piezas de plata, joyas
y estatuas, están adornando los largos pasillos del castillo, finalmente, dos grandes puertas de madera están frente a nosotras, unidas, color chocolate, con manijas color plata,
y con una espada en la puerta izquierda, y la derecha con un sol, Drácula las abre, y entonces un gran cuarto está en frente, una cama gigante de mueble con dimensiones enormes
un candelabro de plata, tenia su pared pintado color blanco, la mitad de arriba, y la mitad de abajo, era madera, el piso es de mármol, blanco con negro
preciosos y diversos muebles de madera, y a la derecha del cuarto, una gran ventana, decoradas con cortinas de varios tonos de gris, la iluminación por el candelabro es tan
amena, que me da más sueño del normal, me muero de sueño, Drácula entra primero, y dándole una sonrisa, entro detrás de ella y cierra las puertas.
-Ponte cómoda, Vanessa- me dice
Asiento con la cabeza y, en consecuencia de no traer más ropa, sólo puedo quitarme la diadema, mi vestido, y mis zapatos altos, al no haberme puesto un sostén,
mis pequeñas naranjas quedan inmediatamente al descubierto, y, solo me cubre esa pequeña braguita negra que no puede cubrir bien mi vello púbico
ordenados, los dejo en una silla bastante grande y cómoda en un rincón de su gran cuarto; Drácula, lleva puesto un camisón de ligeros tirantes, blanco,
parece de seda, cubre desde su pecho, destapados sus hombros, hasta apenas y tapa sus caderas, un movimiento brusco y levantará suficiente para
verla desnuda, solo puedo tragar saliva ante tal belleza pura, que está frente a mi.
-Ven Vanessa- de nuevo extiende su mano
Yo solo puedo extender la mía, alcanzándola, y juntas y tomadas de la mano vamos directo antes su gran y cómoda cama, al llegar, nos acostamos inmediatamente,
pero aún no cerramos los ojos, por el contrario, ella apaga la luz proveniente del candelabro, hay luna llena y, a través de su gran ventana, mucha luz puede entrar
por lo que no estoy a oscuras, acostada, y sin mediar palabras, Drácula se pone encima de mi, con sus brazos extendidos, coloca cada uno de sus brazos al lado de mi cabeza,
apoyándose en la almohada, y, sus piernas, sosteniéndose por las rodillas, están al lado de mi cintura, una pierna de cada lado, su cabello cae, y queda al lado de mi rostro,
sus ojos, son bellísimos, brillantes, su cara es tan encantadora, su piel es parece seda, solo puedo mirarla y apreciarla, sin decir nada, Drácula se acerca y me besa,
con sus encantadores labios, y como si me amara, me besa, pude sentirlo, fue suave, fue dulce, fue amable, y después, bajando un poco a mi cuello, me muerde,
un ligero dolor aparece, como si dos agujas fuesen clavadas en mi, pero que de poco a poco desaparece el dolor, dejando una sensación placentera,
el dolor se mitiga, pues, estando así, solo puedo sentir cómo se alimenta de mi, como vive gracias a mi, cómo mi sangre se vuelve parte de ella, es un placer,
que tomen de ti como alimento, y lo gocen, después de unos minutos, termina y, como si fuese a agradecerme, me besa otra vez, gentil, cálido, suave, dulce, con olor a
canela, una chispa con estrellas, y con sabor a chocolate, se beso toca mi alma, no puedo evitar creer que siente algo por mí.
-Sólo bebe mi sangre- le dije- yo te daré toda la que necesites
-Necesitaría casarme contigo- me dice y después suelta una risita
-Cásate conmigo- le dije
Como si no le sorprendiera, solo me sonríe, pero yo estoy hablando en serio, y la miro fijamente a los ojos.
Al darse cuenta, me mira con un poco de seriedad, pero esa sonrisa no deja su rostro.
-¿Y si te dijera, que esa es otra razón por la que te traje a la vida?- me dice
-Entonces estoy de acuerdo- le dije con valor, inmediatamente-
-¿En serio estás bien casándote conmigo?, serás mía por la eternidad- me dice al oído
-Pensé que ya era tuya eternamente- contesté
Se regresa, y con unos diferentes ojos, que brillan, puedo sentir su gentileza.
-Entonces, casémonos- vuelve, una vez más, a besarme, y hacerme sentir toda clase de sensaciones.
-Sí, acepto- entre respiros dije.
———FINAL DE LOS PRIMEROS 3 CAPITULOS, AÚN ESTO VA EMPEZANDO, QUEDA MUCHO POR CONTAR, PERO DEJARÉ DE ESCRIBIRLO SI NADIE LE PONE ATENCIÓN, ASÍ QUE, SI LES GUSTÓ, SOLO PIDANLO
Y GRACIAS POR LEER, APENAS INICIA Y EL SEXO DESENFRENADO TAMPOCO HA ARRANCADO DEL TODO, SI LES GUSTÓ, HÁGANLO SABER, NOS VEMOS. ESPERO. ———————
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