1.90, 110 kilos, una verdadera bestia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi primo el rugbier, fué el primero
Vengo de una familia numerosa, con muchos tíos y primos. Eso hace que las fiestas navideñas sean verdaderos rejuntes de gente, pero a pesar de eso, siempre fui muy tímido y reservado. Desde muy chico tengo el mismo cuerpo que ahora, a mis 32 años.
Siempre fui alto y robusto, y desde que me desarrollé, a la edad de 10 años, que tengo vello en el cuerpo y la misma verga, que, como mi cuerpo, es larga y robusta. Siempre fui muy atractivo al sexo opuesto y nunca tuve problemas para conseguir citas, cosa que hacía para que nadie descubra mi verdadera orientación sexual, cosa que tenía clara desde mi primera paja, 10 u 11 años. Como siempre fuí muy masculino, logré durante muchos años mi cometido de que nadie se entere de mis verdaderos deseos, cosa que a mediados de mis 25 años, entendí que era mucho mas sano serme fiel a mi mismo y dar rienda suelta a mis impulsos, fue cuando salí del armario y para mi fue realmente fue necesario, ya no disimulo mi condición y hasta diría que por el contrario, estoy un poco orgulloso de ella.
Sin extenderme tanto, comenzaré con este relato, que se dió mas o menos cuando estaba empezando la escuela secundaria
Como decía anteriormente tengo muchos primos, yo soy uno de los menores, la mayoría de ellos no me llevan mas de 3 o 4 años, y fue con este grupo de primos que descubrí las sensaciones de las pajas grupales, casi por accidente. Mis abuelos tenían una casa muy grande, con una terraza inmensa, mis primos conseguían revistan porno (que se las afanaban a mi abuelo) y se escapaban a la terraza a pajearse en grupo. Un día yo estaba en la terraza y ví que ellos subían apurados, me escondí tras unas bolsas y porquerías que había por ahí, ya que intuí que se trataba de algo pícaro y prohibido. Ellos se metieron directamente a la casucha que había en la terraza (un par de chapas amontonadas que servía de galponcito) y yo me acerqué a espiar lo que hacían. No voy a decir que no entendía lo que hacían porque como dije, me pajeaba desde los 10 años y esto me pasó promediando los 12, pero fue una sensación totalmente nueva ver a mis primos con sus pijas en sus manos pajeandose y fumando. Rápidamente me prendí y ellos me aceparon sin problemas, ese era nuestro secreto.
También tengo primos de mayor edad, el protagonista de mi relato es el mayor de ellos. Se llama Manuel y me lleva 12 años. En ese momento yo lo veía como un Dios… era mucho mas alto que yo (y yo para ese momento ya era alto) y con un cuerpo totalmente perfecto, musculoso y lampiño, de cabello castaño claro y con una cara bien marcada que le daba cara de malo, solo la cara porque es un pan de Dios. Por esos tiempo el tenía 25 años y jugaba al Rugby, por eso tenía ese cuerpo típico de esos jugadores, piernas extremadamente grandes, culo duro y sin ser flaco tenía una cintura fina, que se ensanchaba en una espalda gruesa.
Varias veces, con mis primos (compañeros del club de la paja) lo íbamos a ver a los partidos, ya que generalmente jugaba cerca de la casa de mis abuelos. Me encantaba ver a todos esos hombres corriendo, transpirando, sucios y embarrados siendo bruscos y violentos, características de ese juego, pero lo que mas me gustaba era cuando con mis primos íbamos a visitar a Manuel al vestuario para saludarlo. Recuerdo que la primera vez que entré a ese vestuario me sentí morir. Ver tantos hombres grandotes desnudos, sucios, gritando, jugando entre ellos, tocándose, apoyándose era algo que me hacía poner la piel de gallina, no podía sacarles los ojos de encima, recuerdo que solo quería quedarme ahí y mirarlos.
Manuel vivía en ese momento con su hermana, unos años menor que él, y su hermanito de mi edad, también primos míos. Sus padres (mi tíos) en ese momento estaban en proceso de separación y casi nunca estaban en la casa ya que cada uno había empezado una nueva relación y solo pasaban a ver a sus hijos y dejarles dinero, una o dos veces por semana.
Era verano y recuerdo que no quería quedarme en mi casa y les pedí permiso a mis padres para pasar unos días en casa de mis tres primos, mis padres dudaron pero aceptaron. Jamás pensé que podría pasar los que pasó ese verano….
La casa tenía 3 habitaciones, la matrimonial, la de mi prima y la de mis primos, Manuel y su hermanito, pero como la matrimonial no se usaba ya que mis tíos estaban ausentes, Manuel utilizaba la habitación grande para él.
Yo dormía en la habitación de mi primito, y con él recuerdo que nos quedábamos hasta tarde mirando TV o revistas porno para luego pajearnos, sin ningún contacto.
Estaba fascinado con Manuel, como hacía mucho calor era habitual ver a mi primo mayor en calzoncillos paseando por la casa, antes o después de ir a trabajar, le gustaba estar fresco y yo moría viendo ese hermoso bulto que bamboleaba de acá para allá cuando él caminaba. Fantaseaba pensando en su pija, ya había visto que su pubis no era muy velluda, tenía unos pelos rubios finitos y su calzón marcaba un hermoso contorno de su pene en reposo y unos huevos grandes y redondos.
Una tarde apareció en la casa mi tío, el papá de los chicos, cenamos como todos los días y mi tío fue a mirar TV a la habitación de mi primito, se recostó en una de las camas y se quedó dormido, por lo tanto me había quedado sin cama, por lo que Manuel me invitó a dormir en la cama grande con él. Ya tarde, entrada la madrugada yo caía de sueño y ya la transmisión de la TV se había terminado, por lo que decidí ir a acostarme… al lado de Manuel.
Entré a la habitación y no veía nada, por lo que encendí la luz y ahí yacía este mastodonte en la cama de dos plazas, acomodado de forma tal que casi la ocupaba toda, él estaba ya dormido y boca arriba, con un calzoncillo blanco que resaltaba todavía más el tamaño de su hermoso bulto, por lo que rápidamente apagué la luz y traté de acomodarme como pude, hacía calor, por lo que yo también me quedé en calzoncillos y me acosté a su lado. Todavía recuerdo el calor que irradiaba todo su cuerpo, a centímetros de mi piel, era imposible no calentarme, pero sabía que nada iba a pasar, asíque hacía esfuerzos para dormirme, cuando lo conseguía me despertaba por alguno de sus movimientos o por la misma calentura que me generaba tenerlo casi desnudo pegado a mi.
Todavía escucho su respiración mientras dormía, yo solo quería tocarlo, pero sabía que eso estaba prohibido, no podía hacerlo. En un momento mi calentura pudo mas que mi razón y muy lentamente, casi en cámara slow, empecé a estirar mi mano hacía su cuerpo. Pensé que lo mejor sería tocarlo por sobre la prenda, así sería menos evidente el contacto y él no despertaría… y así lo hice. Puse mi mano, muy despacio a centímetros de su bulto y ahí la dejé, al notar que él no reaccionaba la fui moviendo en dirección de su masculinidad. Es indescriptible la sensación de su piel sobre el calzoncillo, juro que sentía su piel caliente y suave. Trataba de respirar despacio, pero por momentos no lo conseguía, creo que me estaba por desmayar en cualquier momento, en ese momento no pude más y dirigí mi mano hacia su pene, todavía sobre le calzón. Fue la primera vez que tenía contacto con otra pija, y que pija… era un monumento perfecto, y su tamaño era proporcional al de su cuerpo, se sentía larga y gruesa.
Él seguía respirando de forma normal, por lo que asumí que no sentía nada y que estaba profundamente dormido, por lo tanto redoblé la apuesta y esta vez levanté el elástico de su calzón y metí, muy suavemente mi mano en busca de su gran pija, cosa que encontré sin mucha dificultad. Cuando entré en contacto con ella mi corazón latía a mil por hora y la respiración se me entrecortaba, él seguía sin reaccionar por lo que bajé su calzoncillo un poco y dejé su pija y sus grandes huevos al aire libre. Me incorporé y con la vista ya acostumbrada a la oscuridad pude ver una pija monumental, sin dudarlo acerqué mi cara al hermoso miembro, sólo quería sentir su olor, el cual me embriagó y bloqueó lo poco que quedaba de mi razón… sin pensarlo agarré suavemente su pija dormida y me la metí en la boca.
Fue una sensación exquisita, era la primera vez que tenía una pija en la boca y empecé a mamarla como si quisiera comerla, siempre de forma suave para que mi victima no despertara. Nosé si fue mi sensación o las ganas de que pase, pero sentí que esa maravillosa pija crecía en mi boca, lejos de parar, corrí el prepucio para saborear el glande de la pija de mi primo Manuel, cada vez más rica. En ese momento me dí cuenta que él estaba teniendo una erección, empezó a gemir y a moverse, por lo que le subí la ropa interior y me hice el dormido, creo que me dormí cuando estaba amaneciendo, recién ahí mi corazón se calmó.
Cuando desperté, entrado el medio día, él ya no estaba, se había ido a trabajar. Me levanté y fui al baño, me hice la paja de mi vida pensando en la pija de mi primo Manuel, que hacía unas horas había tenido en mi boca.
La tarde transcurrió tranquila, cuando volvió mi primo del trabajo me saludó con un beso en la mejilla como siempre y fue a ducharse, para salir, como siempre en calzoncillos…
Mi tío no se iba, por lo que nuevamente debía dormir (para mi placer) junto a Manuel en la cama grande. Esta vez fui a la cama mas temprano y él ya estaba dormido, me acosté junto a él, como la noche anterior, empecé a escuchar su respiración y como todo me indicaba que estaba profundamente dormido, estiré nuevamente mi mano para tocarlo, yo ya tenía una noche de experiencia en tocarlo sin que lo note, creí que esta noche sería lo mismo, pero no. Toqué su bulto, primero sobre su calzón, y luego por debajo de él, lo bajé y rápidamente lo metí en mi boca, bajé la piel de su pito y lamí su exquisita pija, también lamí sus huevos, sus grandes y suaves huevos, y en ese momento siento una voz que me dice:
-¿Qué estás haciendo??!!! -Preguntó Manuel sobresaltado
-…yo…yo, -no sabía que responderle
-Asíque tengo un primo puto chupapijas-dijo él con una miraba que nunca le había visto.
Yo traté de salir de ahí por miedo a que la cosa se ponga violenta, pero me agarró de los pelos y dirigió mi cara directamente a su pene que ya tenía el doble de tamaño de su estado en reposo, juro que no lo podía creer, me dijo que abra la boca y que me lo trague todo, así lo hice, él prendió la luz del velador para ver el espectáculo, mientras me decía “chupá puto, chupá…”
Su miembro cada vez crecía más y ya no podía metérmelo en la boca, no me cabía, por mas esfuerzo que hacía, era un monumento a la pija, por lo larga y gruesa, asíque me dediqué a lamerlo como pude y masturbarlo.
Me volvió a agarrar de los pelos y me tiró boca abajo a la cama, me arrancó el calzón que tenía y al ver que yo también tenía la pija parada me dijo:
-Puto de mierda, como te calienta chuparme la pija, y mirá el pedazo que tenés, casi tan grande como el mío…
Era verdad, mi pija estaba que explotaba de la calentura, me abrió la boca con las manos y forzó a que entre su pedazo en mi boca, mientras me daba pequeños cachetazos y me decía “puto, abrí bien la boca que me vas a lastimar con los dientes”, así lo hice. Tuve que parar porque me dolía la boca, nunca la había tenido tan abierta durante tanto tiempo. Tenía su preseminal en la garganta, boca, cara y ambos estábamos iguales de calientes.
En ese momento me abrió los glúteos con las manos y me metió la lengua en el culo, yo me quería ir de ahí, nunca había sentido esa sensación, yo gemía y le pedía que pare, pero lejos de hacerme caso, el metía cada vez mas su lengua y mordía fuerte mis nalgas.
Hizo que me siente en su cara, con mi culo en su boca, y con sus piernas me tenía prisionero, por mas que quería no podía zafarme, en esa posición metió su mástil en mi boca y cada vez lo enterraba mas, yo sentía arcadas y cada vez mas preseminal en mi garganta, no podía respirar, él se dio cuenta de eso y me liberó, yo tosía.
Fue ahí cuando me dijo:
-…ponete en cuatro que te voy a culiar, ese culito va a probar una buena pija…
Yo le dije que no, que no quería, que nunca lo había hecho, que me iba a doler mucho, que por favor no. Sin escucharme, me dio vuelta, lengüeteó un poco mas mi culo y me pidió que me relaje, que mi iba a coger igual, quiera yo o no y que no grite porque se iban a despertar todos…Accedí, me puse en cuatro y vi que él se ponía algo en la pija, como un elástico, una goma, ahí aprendí lo que era un forro, y sacó desde la mesa de luz un pomo con una crema que primero se puso en la pija, luego en mi culo varias veces y cada vez mas adentro, me dijo que con eso no me iba a doler tanto, le volví a pedir por favor que no lo haga y me dijo:
-…puto esto lo estas buscando desde anoche, pensé que había soñado que me chupaban la pija, pero ahora sé que fuiste vos… viniste a buscar leche, yo te voy a llenar de leche.
Y sin más, con una mano me tenía de los pelos y con la otra dirigía su misil hacia mi interior.
Yo quería gritar del dolor, sentía que me estaban rompiendo, y literalmente mi primo Manuel lo estaba haciendo, Igual empezó despacio, pero in pausa, fue un momento interminable, el dolor era insoportable hasta que sentí que sus huevos chocaban con los míos, así se quedó 5 minutos aproximadamente. El dolor se estaba yendo y le estaba dando paso a muchas otras sensaciones… empecé a sentir placer, sentía ganas de moverme, él noto esto y me dijo:”…así puto, movete despacio, ubicate vos así sentís placer…”
Yo empecé a moverme, pero con cada movimiento mío, volvía ese dolor insoportable, yo le pedía que por favor que pare, que no aguantaba más, por favor que la saque, ahí me di cuenta que estaba llorando, con lágrimas en los ojos le pedí por favor que no siguiera, que me estaba lastimando, él no hizo caso, me volvió a pedir que me relaje. En ese momento la sacó, se volvió a lubricar, yo veía como brillaba su pija con esa crema mezclada con mi sangre, se puso crema en los dedos, y empezó a metérmelos de a uno, recuerdo que sus dedos eran extremadamente gruesos, pero nada comparados con su pija.
Empezó con uno, suavemente, el dolor ya no era tan intenso, yo empecé a moverme nuevamente, cuando él se dio cuenta de esto introdujo un segundo dedo, el dolor volvió como una descarga eléctrica, le pedí que me deje, y al contrario, con una mano de agarraba de los pelos y con la otra mano me introdujo un tercer dedo. Al cabo de unos minutos yo seguía sintiendo los tres dedos de mi primo Manuel en el culo, pero ya no dolía, él los sacó, me acomodó bruscamente de la cintura y nuevamente me introdujo lentamente su gran pedazo de carne, duro y brillante, el dolor volvió pero en menor intensidad.
Yo ya no me resistía, en parte porque era inútil y en parte por las sensaciones que me generaba ese momento. Yo estaba en cuatro patas en la cama matrimonial de mis tíos y Manuel, mi primo, de pié junto al borde cogiéndome como los dioses, primero lento, luego se trasformó en una bestia, me tenía de los pelos y de los hombros para que no me adelante, mientras me bombeada rápida y fuertemente, luego de varios minutos paró y se tiró boca arriba a la cama y me pidió que me sentara sobre su pija, accedí y así lo hice, con el culo dolorido de tamaña culeada, como pude me senté en cuclillas sobre su misil que en esta posición parecía todavía más grande, con una mano me manejaba desde la cintura y con la otra ubicaba su pija en mi culo, cuando entró la cabeza (sin dificultad) colocó su mano libre en mi hombro y presionó hacia abajo… por Dios, la sensación, en esa posición de tamaña pija entrando dentro mío, es indescriptible, ya no sentía dolor, si incomodidad pero era olvidada por el placer que estaba empezando a sentir.
Yo subía y bajaba, primero porque sus musculosos brazos me obligaban a hacerlo, luego, por voluntad propia, porque con cada movimiento sentía cada vez mas placer, asique empecé a subir y bajar solo, gimiendo, él me tapaba la boca para que no haga tanto escándalo y nadie despertara, lo hacía cada vez mas rápido. Él subió su torso y quedamos cara a cara, recuerdo que me dijo, “que lindo te movés puto, como te gusta mi pija, como me calentás…estoy por acabar…” y seguido me tiró boca arriba a la cama, me metió toda su pija en la boca y empezó a eyacular en mi garganta, yo sentía los borbotones de leche que pasaban por ella, tenía arcadas, quería vomitar, traté de alejarlo con mis manos, pero era imposible, tenía mas de 110 kilos de músculos arriba mío y sabía que no se iba a mover… Siguió bombeándome la boca por unos cuantos segundos hasta que salió de mí, ahí pude respirar con mas facilidad, quería escupir los restos de semen que quedaban en mi boca, pero me volvió a agarrar de los pelos y me dijo “tragate toda la leche, no era eso lo que querías??, trágatela porque te cago a piñas”, y me tragué el poco semen que quedaba en mi boca, me hizo volver a chuparle la pija para quitarle los restos de semen y ahí cayó rendido a la cama, se durmió casi automáticamente, recuerdo que yo temblaba.
Fui al baño, me higienicé y me metí a la ducha recordando todo lo pasado, juro que no lo podía creer, mi pija se puso dura, mientras me tocaba Manuel apareció en el baño y se metió a la ducha conmigo…al ver mi pija dura me dijo “parece que querés más”, me obligo a arrodillarme en la ducha y a meterme nuevamente su pija dura en la boca, lo logré sin tanta dificultar y me ordenó que me pajee, mientras lo hacía él me agarraba la nuca y hundía cada vez mas su pija en mi garganta, verlo desde ese ángulo me excitó de sobre manera, su cuerpo mojado, la ducha que le pegaba, de repente miró hacia arriba, cerró los ojos y volvió a acabar, yo ya sabía lo que tenia que hacer, mientras saboreaba su semen y lo tragaba, no aguanté mas y acabé, fue una acabada monstruosa, hasta él se sorprendió.
Terminamos de ducharnos, nos secamos y fuimos a dormir, ya estaba amaneciendo. Desperté con el culo dolorido y como aturdido, ya estaba entrada la tarde. La casa estaba muy silenciosa, era sábado y mi tío había salido con mi prima y primito, voy hacia la cocina y encuentro a Manuel, vestía solo sus shorts de entrenar, comiendo unos sándwiches, me ofrece con la mano, yo acepto, pasaron unos minutos y él comenta… “que buena cogida, hay que repetirla…”.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!