1) Mi Primo Enrique con 15 y yo con 10
los rizos de su pubis me picaban la piel y me acariciaban de la misma manera me senti como si acabara de ganar un premio por el simple hecho de meterme toda esa verga adentro y fue la primera vez que tuve la certeza absoluta de que no queria que dejaramos de hacerlo,.
Lo que les contare es una historia propia, la viví en mi años de
adolescencia, no se la he contado a muchas personas, salvo a
algunos de mis amigos pasivos en medio de un ambiente de chupe y
relajo y porque por mucho que haya avanzado la sociedad y
cambiado algunos prejuicios, en el fondo se nos sigue juzgando aun
dentro de la misma comunidad y las jotas mas putas que se
meten con mas de cinco en una misma noche se envalentonan y se
creen con derecho de señalarnos al resto de putas por nuestras
historias de inicio, en fin la tipica hipocresia de los que se asustan y
alarman lanzando comentarios groseros cuando estan mas
pisoteadas que guajolota de corral.
Yo fui iniciado en el sexo anal desde que tengo memoria, se que
suena loco, pero me explicare, me crie con mi abuela materna, mis
padres migraron para trabajar en maquiladoras al norte del pais y
nos dejaron a mi hermano mayor ya adolescente y a mi al cuidado
de mi abuela, siempre fui un niño con tendencia al estreñimiento,
razon por la cual no era raro que la abuela me aplicara supositorios
de glicerina para ayudarme a ir al baño, recuerdo con claridad
como desde muy pequeño mi ano era tema de conversacion entre
mi abuela, mis tias y primas mayores, muchas veces hablaban
sobre lo fuerte que les parecia que un niño tan pequeño pudiera
sacar de su interior trozos tan grandes de deshecho, como mi ano
lucia rojo y lastimado por haber tenido que expulsar algo tan grande
y como se me debian aplicar las cremas para ayudarlo a volver a la
normalidad.
Como ya se imaginaran no paso mucho para que todos mis
familiares supieran de como mi ano parecia estar dotado de
poderes especiales y no tardaron en aparecer comentarios
maliciosos de como era posible que un niño fuera capaz de
aguantar y almacenar tanto dentro de el.
Yo sabia de todo eso, pero al ser tan pequeño jamas entendi el tono
de burla y deseo con el que mis primos mayores y sus padres se
burlaban de mi, crei sus miradas y voces picaras eran de simple
burla por lo estreñido que me ponia, jamas hacian esas burlas
subidas de tono cuando mi abuela o tias estaban presentes, solo
cuando yo estaba ahi a solas con ellos.
Recuerdo la sensacion tan placentera que me resultaba expulsar
todo de mi interior, era doloroso algunas veces pero sentir los
dedos suaves y dulces de mi abuela entrar en mi ano para
dejarmelo lleno de crema fresca y liquida me hacia sentir un placer
intenso y dificil de explicar, sus dedos entraban en mi ano y se
abrian paso de manera pausada y serena poniendo en abundancia
crema en su interior, me pedia me levantara de la cama, se dirigia
al baño a lavarse las manos y se ponia de nuevo en sus quehaceres.
yo me iba a jugar o a ver la tv con mis primos y la sensacion de mi
anito resbaloso, hinchado y caliente me hacia sentir escalofrios de
placer, recuerdo con claridad como algunas veces sentado en el
sillon mientras todos veian la tv yo me removia en el sillo para que
mi ano hiciera friccion contra si mismo y me regalara mas de esa
sensacion de placer que me encantaba, mis primos lo notaban y se
limitaban a reir o a mirarme con burla.
Debo decir que mi abuela fue la mejor, ella no lo veia como algo
sucio o morboso, se que me amaba y queria verme feliz, por eso me
ayudaba, todos esos tratamientos fueron recetados por los
pediatras que me atendieron de nene, me cocinaba y me
procuraba, jamas vi morbo ni deseo o lujuria en su mirada o su
actuar, ella me hacia esos tratamientos como quien da de mamar a
su hijo, sin morbo ni malicia, como una dulce obligación.
Un día cuando ya era un chico de 10 años paso lo que tenia que
suceder y mi abuela partió definitivamente de mi lado, toda la
familia se reunio y lloro su perdida, mi padres vinieron desde la
lejana ciudad en la que estaban, me mostraron su cariño y me
hicieron sentir amado, pero no se quedaron, al contrario unos dias
antes de marcharse salimos a pasear como familia y aprovecharon
para contarme que se llevarian con ellos a mi hermano mayor y yo
tendria que quedarme a vivir en la misma casa de mi abuela ahora
bajo el cuidado de mi tia Simona, llore mucho, les pedi me llevaran
con ellos y como ultimo deseo al saber que no habia manera les
pedi no se llevaran a mi hermano pero ellos no accedieron, me
explicaron el estado en el que vivian era muy peligroso y ahora que
mi hermano estaba por salir del bachillerato se lo llevarian
unicamente para que pudiera terminarlo alla y acceder a las becas
del gobierno para estudiar la universidad.
Partieron y me dejaron atras, me quede al cuidado de la tia Simona
que si bien era una buena mujer, no era muy cariñosa ni hogareña
que digamos, era madre soltera de mi dos primos con quienes
tendria que vivir ahora que se cambiaria a la que fue la casa de mi
abuela, el resto de mis familiares que a diario se reunian en torno a
las habitaciones de la casa de la noche a la mañana despues de la
partida de mi viejita se esfumaron.
Mi tia simona se dedicaba a las ventas por catalogo, en su bolso de
diario siempre habia varios catalogos repetidos de perfumeria,
colchas, ropa, trastes y cuanta cosa pudiera venderse de esa
manera. Se pasaba mucho tiempo fuera de casa ya fuera vendiendo
o cobrando y tanto andar de arriba a abajo tenia sus frutos pues
juntaba muy buenas comisiones y nunca le faltaba dinero, aunque
no eramos muy cercanos nos llevabamos bien, pero aun asi vivir
con ella no me terminaba de parecer buena idea por mis primos.
Mis primos eran cosa aparte, eran de los que mas se burlaban de mi
en mi mas corta infancia, siempre con sus miradas cargadas de
morbo y burla, murmurando entre ellos y al resto de los presentes
mientras me señalaban o clavaban sus miradas en mi.
Dulce tenia 5 años, estaba muy maleada por culpa de su hermano
mayor, era muy grosera, egoista y berrinchuda, le encantaba gritar
y golpear a quien se dejara y parecia mas un chiquillo vestido con
ropa de niña que una mujercita de verdad.
Mi primo enrique era quien realmente me preocupaba, tenia 15
años, era muy grosero, tosco y aprovechado, mientras mi abuela
vivia y nos visitaba en la casa era el quien siempre me estaba
robando cualquier cosa que tuviera y le gustara, mis juguetes, mis
monedas o incluso golosinas que mi abuela compraba y me daba de
vez en cuando.
No sabia que al igual que todos esos pequeños tesoros de mi
infancia Enrique me robaria cosas mas importantes.
Las primeras dos semanas pasaron con normalidad, mi tia salia de
la casa muy temprano y llegaba ya casi al oscurecer, dejaba
preparada comida suficiente, aguas de sabor y algun dulce oculto
por si mi prima se ponia berrinchuda, pero despues de esas dos
semanas la dinamica de la casa se cambio por completo y es que a
mi prima Dulce le diagnosticaron un problema del habla, no podia
pronunciar bien las palabras y en el preescolar la trasladarian junto
con otros niños a un centro de apoyo pasaria ahi tres horas mas y la
vendrian a dejar a la casa.
Yo hacia mi dia normal, salia a la escuela por las mañanas al igual
que todos, llegaba pasada la 1 y abria con mi llave, comia algo de lo
que mi tia habia dejado en compañia de sus hijos y para cuando
aparecia mi tia ya habia hecho mis deberes y me habia puesto a ver
TV, mi tia nos tenia prohibido bañarnos cuando ella no estuviera
pues decia que el baño era un cuarto muy peligroso y podiamos
caernos y sin ella presente todo podria ponerse mal, cuando
llegaba yo me metia en la ducha y bajo el riego de el agua caliente
enjabonaba mi cuerpo, pasaba mis dedos jabonosos contra mi ano
y despues de unas cuantas caricias me dejaba ir el dedo medio
completo hasta la base de mi mano, luego lo seguia el dedo indice y
otro mas, asi hasta tener varios dedos en mi interior, el ardor me
molestaba un poco pero el poder buscar con las yemas de mis
dedos ese punto rico y sensible en mi interior que me hacia sentir
tan bien, lo valia, muchas veces me bañaba a medias pues me
quedaba masajeandome hasta que mi tia me gritaba para
preguntarme si me faltaba mucho todavia, yo me despertaba de
golpe de ese sueño tan lindo y me enjuagaba a la carrera, con una
jicara de agua me lanzaba chorros para enjuagarme, abriendo las
piernas y con mucho tino el agua inundaba la entrada, no lograba
deshacerme de todo asi y era entonces cuando metia un dedo para
remover hacia afuera la espuma.
En esos primeros dias despues de la entrada de mi prima a las
clases de apoyo, Enrique se volvio otro muy rapido, me empezo a
traer algunos dulces, los cuales claro que no tomaba pues me temia
estuviera tratando de darme comida sucia o caducada, me dejaba
que pusiera lo que quisiera en la TV y cuando sentia incomodidad
me sorprendia al notar que me estaba mirando a mi en lugar de al
programa en cuestion, me sacaba platica y empezo a querer que
jugara con el a las luchitas, se abalanzaba encima de mi y sin aviso
empezaba a forcejear su cuerpo con el mio, yo me sentia muy
nervioso, realmente le tenia miedo (desde que mi abuela vivia
varias veces me habia pegado) y con esa bondad repentina aun
mas.
En una ocasion hable con mis padres desde una de las casetas
telefonicas cercanas a nuestra casa y les conte todo, ellos me
pidieron que no fuera exagerado y que entendiera que seguramente
mi primo ahora si queria llevarse bien conmigo, me contaron que el
cuando era pequeño estaba muy contento de tener un hermano
pero grande fue la desilusion cuando nacio una niña en lugar del
hermanito que el pedia y me dijeron que se iban a enojar mucho
conmigo si en lugar de aprovechar que el ya queria ser mi amigo yo
lo maltrataba y les provocaba pleitos con mi tia.
Nos volvimos amigos muy pronto, Enrique me daba golosinas, me
llevaba de la mano dentro de la casa y me contaba cosas de su
escuela, un dia se puso muy insistente y me pidio que nos
metieramos juntos a bañar, para que mi tia se diera su baño mas
rapido y ya no se quejara por la hora y su cabello mojado, yo no
queria pues recordaba como ella nos habia advertido que no lo
hicieramos o se molestaria
-Andale
me decia el casi rogandome,
-Desde antes que nos vinieramos a vivir para aca yo me bañaba
solo y nunca ha habido problema
Enrique me convencio, nos metimos en el cuarto y despues de
poner en orden el baño empezamos a desvestirnos para poner la
ropa sucia en la cesta, ver su cuerpo desnudo para mi fue un
impacto, estaba acostumbrado a ver a otros niños de mi edad en los
mijitorios del baño o en las excursiones a los chapoteaderos
cuando era pequeño pero no a un chico de su edad, para ese
entonces ya media 1.70, tenia una piel morena palida muy tersa y
brillante, unos vellos aun cortos le formaban un bigote poco espeso,
de sus axilas brotaba un aroma a sudor mezclado con perfume que
inundo rapidamente todo el cuarto de baño en cuanto se retiro la
camiseta de la escuela, era esbelto y sus brazos lucian con una
forma atletica para un chico de su edad, en su ombligo una capa de
gruesos vellos bajaba por su estomago hasta unirse con un
matorral de vellos oscuros y muy rizados que cubrian toda su
entrepierna y parte de sus ingles, su pene estaba completamente
endurecido, rigido contra su estomago, dos huevos peludos y bien
definidos colgaban dentro de su escroto, el me sorprendio viendolo
de arriba a abajo y fingio titiritear de frio, ambos reimos y entramos
en la ducha, fue la ducha mas divertida que haya tenido, el me lavo
el cabello y me pidio le tallara la espalda, me hizo cosquillas y me
dijo que me veia muy lindo desnudo.
Para ese entonces yo tenia 10 años, todo el cuerpo de un niño
pequeño y lo unico que se notaba distinto eran mis nalgitas
redondas y carnosas, El se ofrecio a lavar mi espalda y empece a
sentir como al pasar a mi espalda baja rapidamente bajo a mis
pompis, las masajeo y cuando proteste se rio y me dijo que era por
que yo no me había enjabonado bien.
Habia pasado mucho tiempo y seguiamos bajo el chorro del agua,
mi pene habia reaccionado desde que lo habia visto desnudo fuera
de la ducha y tambien estaba tieso como el de el, no dejaba de
mirarle lo duro, largo y ancho que lucia el suyo asi que le pregunte
-Oye y no te duele?
el se miro la entrepierna y sonriendo me dijo que no, que muy
seguido se le paraba asi, me noto tan curioso que me pregunto si
queria tocarselo y verselo bien,
-Un dia el tuyo se va a hacer igual
-Con tanto pelo?
-Si
-Y porque tienes pelo ahi? me atrevi a preguntarle
-Como?
-Si, ahi en tu cosa?
-Pues porque ya no soy un niño, todos los adultos tienen pelo en sus
cosas, que nuca has visto a alguien grande desnudo?
-No, solo a ti hoy
-Con mas razon, tocala y mirala, para que sepas como se te va a
hacer a ti
Enrique apago la regadera y en medio de tanto vapor me puse de
rodillas para mirar con detalle sus huevos, tome los pelos y los jale
un poco
-Au! dijo el, yo me asuste mucho y me levante
-Que paso?
-Me jalaste los pelos de la huevera! jaja como que que paso!? jaja ya
ni mamas!
-Perdon
-No pasa nada, tu siguele, me empujo de hombros hacia abajo y
volvi a ponerme de rodillas, mire con lujo de detalle todo su
miembro, lo acaricie de ariba a abajo y el empezo a suspirar
-uuuu su rostro estaba descompuesto y rosado
-Que paso? le dije soltando su miembro
-Nada, tu siguele, uuuuu
-Te esta doliendo? le dije preocupado de hacerlo enojar y que el
Enrique que me golpeaba se me apareciera ahi desnudo en el baño
-No, me gusta que me hagas asi, andale dale otro ratito, por la
jalada de pelos que me diste
-Pero fue sin querer, perdón
-Si yo se, me puse a hacerle una chaqueta sin saberlo, el pellejo de su miembro cubria y descubría su glande y si bien mis
manos le provocaban mucho placer mis torpes movimientos eran
incapaces de hacerlo llegar a un orgasmo y despues de un rato me
solto de repente
-Me dejas verte el culito?
-Que? Porque? le dije confundido, y es que entre las bromas que me hacían
en el pasado el y el resto de mis primos siempre estaban las burlas
por lo sucio que era por tocarme o hacer que mi abuela me tocara
el ano por donde iba a el baño
-Nadamas, nunca te lo he visto, andale me dijo desapoyando su
espalda contra la pared
Accedi a que me viera y inclinandome hacia adelante con las manos
en las llaves del agua de la ducha puse hacia atras mis caderas
para que el pudiera ver mi culito, senti sus manos grandes y
humedas tocar mis sentaderas, puso una rodilla en el suelo de la
ducha y separo mis nalgas para ver mi ano, empezo a acariciarmelo
con las puntas de los dedos y me senti muy bien, sentia muy rico
esos dedos mucho mas largos y anchos que los mios tratando de
meter sus yemas en mi culito.
Yo me sentia muy nervioso y deseoso de tener aquellos dedos
dentro, ambos respirabamos con rapidez y mi pene aun pequeño
estaba mas duro que antes,
-Enrique?
-E? me dijo un tanto harto del simple hecho de que lo estuviera
distrayendo de su exploracion
-Si te pones shampoo en los dedos me los puedes meter, si quieres?
-Si quiero, me dijo de inmediato, me di la vuelta y busque el
shampoo sin lagrimas que usaba siempre desde pequeño para
lavarme el cabello, ante su mirada ansiosa y sus mejillas
sonrojadas, le tome la mano, le puse una buena cantidad, me
embarre la mia y empece a untarmelo en todo el culito.
Rapidamente me volvi a agarrar de las llaves del agua, me incline
hacia adelante y puse mi culito en pompa.
-Ya, listo
enrique ni lento ni perezoso empezo a picarme el culito con el dedo
indice, metio un poco mas de la mitad de su dedo y yo sentia tan
bonito que le pedia me lo metiera mas adentro, de pronto me dejo ir
el dedo entero y yo me aguante un gritito, se sentia genial tener ese
dedo grueso y largo alojado en mi ano, le pedi que me sobara por
dentro con su dedo y que me empezara a meter los demas, Enrique
y yo habiamos pasado de estar humedos por el baño a estar secos y
empapados en sudor nervioso, eran nuestras primeras veces
juntos, llego el momento en que con mis indicaciones yo solo gemia
y suspiraba de gustito, el movia cada vez mas rapido su tres dedos
en mi interior y de pronto me lo solto, saco sus dedos de mi y
cuando le pregunte el porque me interrumpió
-Y si me dejas meterte este? me dijo sosteniendo su pene enrojecido por la chaqueta que se había estado dando con la mano izquierda, sostenía su miembro con la misma mano con la que me estaba sobando las paredes anales
hace apenas un momento,
-No se, y si me duele,
-No te va a doler, acuerdate como hacias del baño cuando te
extriñias, esto no es tan grande me dijo sobandosela
-Ahora cayendo en cuenta su miembro erecto no debio haber
pasado los 15 cms en aquellos años, yo sabia muy bien que en el
pasado había expulsado cosas mucho mayores de mi cuerpo
-Dale, pero no me vayas a lastimar, mi frente estaba empapada en
sudor, tenia las piernas temblorosas y sentia de nuevo esa plenitud
anal que hace tanto no me embargaba, mi interior estaba adolorido
como hace unos años por el esfuerzo de recibir cosas en su interior
pero la sensacion de gustito y las ansias fueron mas fuertes, tanto
que jamas me imagine detenerme.
La cabeza de su verga se clavo en mi culito, habia mucho shampoo
de por medio y me fui echando hacia atras, Se sentia genial, cuando
llegue a la base peluda de la verga de mi primo me senti muy feliz,
los rizos de su pubis me picaban la piel y me acariciaban de la misma manera me senti como si acabara de ganar un premio por el simple hecho de meterme toda esa verga adentro y fue la primera vez
que tuve la certeza absoluta de que no queria que dejaramos de
hacerlo, Enrique empezo a moverse lento y se mantuvo asi por mas
de media hora, se quejaba constantemente de que yo apretaba mi
ano en su tronco y le ocasionaba dolores pero era algo que no podia
detener, era involuntario y me hacia sentir muy bien, en cada
opresion de mis anillos internos el se quejaba y yo le pedia perdon,
trataba de soltarme pero sentia una mezcla muy confusa de dolor y
gustito, de alguna manera el tiempo se nos fue de las manos y
escuchamos el grito de un hombre que llamaba desde la calle a mi
tia, se trataba de uno de los educadores de la escuela de apoyo de
mi primita y Enrique y yo no tuvimos mas que detenernos y sacar su
verga peluda de mi colita, en toalla nos fuimos a la puerta y me
escondi en la cocina mientras el chico le entregaba a su hermana,
preguntaba por su madre y lo miraba con curiosidad pues lo veia
con la cara roja, sudado y con los pies secos, lo miro de arriba a
abajo muchas veces con aire severo y termino por decirle
-Estas chavo, pero hay que saber cuando
-Mande? le dijo mi primo sonrojado, confundido y alarmado, al
parecer creia que el señor sabia con lujo de detalle que habia
pasado
-Ya sabes! que no pase de nuevo, no quiero tener que hablar con tu
familia, bay! le dijo dandose la vuelta molesto y subiendo de nuevo a
la minivan con el resto de sus alumnos
Mi prima atraveso corriendo la casa a la cocina en donde me hallo,
me pidio le diera agua y a cada movimiento que hacia senti como las
paredes de mi tunelito anal se chocaban entre si, sentia la boca de
mi culo moverse y friccionarse delicioso, como hace mucho no me
sentia, Enrique entro nervioso a la casa y me dijo que terminaramos
de bañarnos, sentamos a mi prima en la sala con un programa de
muñecas y nos dimos un regaderazo rapido para quitarnos el olor a
sudor, esta vez no hubo mas penetracion, pero si muchas risas, nos
enjabonamos uno al otro y mientras me colocaba la toalla alrededor
de la cintura el se inclino para poner su cara a la altura de la mia y
me dijo
-Dame un beso.
-No sabia a que se referia, y le clave un beso en el cachete tal como
la hacia con mi madre y mi hermano, el sonrio y me dijo asi no, asi,
puso sus labios en los mios y me dio un pico, mi primer beso se fue
en sus labios y salimos de la ducha con rumbo a nuestras
habitaciones, aun faltaban unas horas para que llegara mi tia y al
sentarnos a ver la tv con mi prima que estaba recostada en la
alfombra sumergida en las aventuras de sus muñecas Enrique me
pidio que me acostara a su lado en el sillon de tres piezas y me
abrazo contra su cuerpo de cucharita, el olor de su shampoo y su desodorante me embriagaba las narices y mi mente y mi pecho estaban
vueltos un remolino, no sabia que sentir, que pensar, lo que sabia
era que no queria que me soltara.
gran relato como sigue
ya puse otro tanto del relato
Qué bonita forma de iniciar. Ojalá hayan seguido pasando cosas buenas con el primo para contar.
wow q rico bro