11 ESTEBAN CONOCE UN FLAITE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por hot_3814.
ESTEBAN CONOCE UN FLAITE.
11.
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Y tal como habíamos acordado, Andrés se fue a su casa para tratar de ubicar a aquel chico ¨flaite¨ que como antes explicamos es un término que en Chile se usa para definir a los jóvenes rebeldes de clase media-baja, que visten con pantalones ajustados a medio culo, con polerones (remeras) amplios y gorra con la visera hacia atrás, que utilizan un lenguaje coloquial que al común de las personas les cuesta entender, algunos de ellos hasta delincuentes, sin pretender de mi parte estigmatizar esa especie de tribu urbana.
Y así, a la hora que normalmente éste “flaite” llega con su patineta a practicar a la plazuela cercana, va y efectivamente lo encuentra ahí.
Un par de veces ya habían cruzado palabras así que no fue problema iniciar un diálogo.
Al principio lo normal, ¿un “cómo estáy?” y conversación común.
Andrés así supo que su nombre es Byron (no podía ser de otra forma) que tiene 16 años, y vive en una población de la zona sur de Santiago.
Andrés simplemente va al grano y le pregunta a Byron si le gustaría culiarse a un pendejito rico.
El chico lo mira con cara de pregunta, pero Andrés sigue y le cuenta de que se trata, de un chico sureño de vacaciones que le gusta el sexo y que quiere conocer un chico como él.
Le cuenta parte de las experiencias que ya ha tenido con él los últimos días y que si él está dispuesto podemos hacer algo.
Byron duda en responder lo que demuestra cierta desconfianza, pero Andrés inteligentemente le dice que si quiere llama y se juntan a conocerse ahí mismo y si le gusta el asunto se hace.
Acepta la propuesta.
Me marca al celular y rápidamente nos dirigimos al lugar, mientras me estaciono Esteban se baja y camina hacia donde esta Andrés, quien lo saluda de beso en la mejilla (común saludo entre los jóvenes) y le presenta a Byron quien hace lo mismo.
De verdad que te gusta el pico? (pene) le pregunta Byron sin ningún filtro a Esteban quien se sonroja y le responde asintiendo con la cabeza.
Buena, bakan, responde el skater, pero le advierte que “lo tengo grande”.
Mejor, responde Esteban, más rico así.
Ahí ya llego a integrarme al grupo y me presento con Byron, y le digo que todo bien, que si ya sabe en que estamos queremos saber si está interesado y responde inmediatamente con un SI .
Le advierto que todo debe ser muy discreto por cuanto Esteban aún no alcanza la mayoria de edad (le faltan varios años en realidad para ello) y aunque todo lo hace por gusto y a voluntad eso puede acarrear malos ratos si lo sabe quién no debe.
Byron dice que entiende el asunto y que no hay problemas, en todo caso el asegura tener 16 y que sabe ser “piola” (discreto).
Dicho todo eso, y ya quebrada la pared de la desconfianza, nos dirigimos al auto y partimos raudos hacia el departamento.
Byron y Esteban en el asiento posterior ya empezaron a tirar las manos, lo que pude ver por el espejo retrovisor.
Al edificio siempre entro al estacionamiento subterráneo, así que no hay mayor registro de quien accede a mi piso, salvo alguna toma de las cámaras de seguridad, pero no es complicado en la medida no pase nada extraño.
Por ello les digo que se comporten en dicho trayecto.
Llegados al departamento, Andrés fue por algunas latas de refresco y yo llame a un lado a Byron y le sugerí se diera una ducha, que seguramente estaba sudado por la actividad realizada lo que aceptó de buen grado.
Le acompañe a la ducha donde le pase una toalla y le indique donde estaban los artículos de aseo, y ahí lo deje.
Regresé a la sala y les señale a los chicos que sería mejor estar preparados así que nos fuimos al dormitorio y nos desvestimos quedando solo en bóxer, a la espera de nuestro invitado.
A los pocos minutos, éste apareció sonriente, cubierto solo por la toalla alrededor de su cintura, la cual dejaba notar una elevación de su parte delantera lo que indicaba una erección.
Se acercó y tomando una gaseosa se fue al lado de Esteban a quien acaricio el pelo y su carita sonriéndole y diciéndole algunas cosas calientes.
NOTA Muchas palabras de los diálogos siguientes son de lo que podemos llamar el idioma flaite, por dicha razón las he trasladado al idioma normal hispano para mejor comprensión de mis lectores de todas latitudes.
Chiquillo rico y lindo, que cosa más rica me voy a comer, empezó diciéndole, mientras, Esteban ansioso estiro sus manos hacia la toalla para liberar la fruta que allí se escondía, la cual no fue difícil de encontrar, para lo cual simplemente y con un tirón la desplazo dejándolo totalmente desnudo mostrando un hermoso pene, más bien oscuro, buen tamaño, a ojo mío unos 18 cms, grueso, con su glande completamente descubierto, su bolsa testicular grande por lo que sus huevos colgaban notoriamente lo que indicaba que guardan abundante leche.
Alrededor de su pene una mata de pelos negros, que se notan recortados.
Esteban no pierde tiempo y engulle esa carne ansiosa de sexo, y veo primero desaparecer la cabeza y buena parte del tronco del pene del chico, hasta donde más pudo, en mi primera visión de un flaite desnudo iniciando una sesión de placer.
Ohhhhhhhhhhh, que delicia, ufffffffff, mientras empezó una especie de follada oral a Esteban, a quien afirmaba con ambas manos por la cabeza y hacia un mete saca que en momentos le provocaba ahogo haciéndole salir algunas lágrimas y hasta arcadas……
Para que no acabara tan rápida la acción, les sugerí nos acomodaramos sobre la cama, así que raudamente lo hicimos y ahí Byron empezó a acariciar el lampiño culito de Esteban, con ambas manos, siguiendo con expresiones de calentura que encendia todo el ambiente, lo fue acomodando y empezó a introducir su lengua en aquel culo ansioso, mientras con sus manos lo acariciaba por todos lados, dando especial interes a sus nalgas que abria para meter incluso su nariz en el delicioso hueco que ya se preparaba a profanar.
Por nuestra parte, empezamos pajeandonos y ubique a Andrés en posición que me haga una mamada, pero de forma que pueda seguir observando el espectáculo que Byron y Esteban ofrecían a nuestros ojos, que era algo insuperable, con sonidos, olores, expresiones verbales y una visión impagable de lujuria y deseo.
A poco andar, Byron acomodó a Esteban en una clara muestra de la intención de ya clavar el culo de su nuevo amigo, lo puso en posición de perrito y procedió a mojar con saliva el agujero ansioso , deslizo su pene de arriba hacia abajo en la idea de lubricar bien, y en cada pasada clavaba un poco la punta en el hueco, como anuncio de lo que ya venía, y así varias veces hasta que ya lo ubicó firmemente y empezó a presionar……….
en dos o tres enviones llego hasta el fondo, arrancando un grito a Esteban y un pedido de ¡despacio! Pero ya no había caso que se lo había ensertado hasta los huevos.
Se quedó quieto por unos instantes, esperando el acomodo y adaptación del culito de Esteban a ese nuevo visitante y lentamente fue tomando un ritmo de mete saca que siempre es tan placentero para ambas partes el cual fue aumentando de ritmo entre palabras de placer del chico, groserías y vulgaridades que no es del caso repetir pero que a todas luces eran la mejor muestra del gozo que estaba experimentando.
Yo por mi parte, ante aquella visión incendiaria, tomé a Andrés y lo acomodé de espaldas a un lado de ellos y le clavé mi verga al fondo de su ano, lo que produjo una reacción de beneplácito de Byron quien lo saludó con una sonrisa y un dedo meñique en alza, al disfrutar del placer máximo del sexo en grupo.
Byron saco su pene y en rápido movimiento ubico a Esteban de espalda, al lado de su amigo Andrés quedando juntos en similar posición.
Byron en un solo impulso recuperó la ocupación del ano llenándolo con su carne caliente y húmeda, y empezamos un mete y saca acompasados haciendo gozar al unísono a los chicos en un concierto de gemidos, sonidos, vulgaridades, un olor a sexo y en fin un ambiente cargado de morbo.
Ya había pasado un buen rato que se inició la penetración por parte de Byron y daba cuenta de una gran resistencia, el morbo lo consumía que mientras follaba de piernas al hombro, sus manos recorrían el cuerpo de Esteban, sus nalgas, su pecho, las tetillas ocupaban su atención, pero también las piernas, pies y todo lo que estuviera a su alcance.
A ratos se doblaba para lamer el cuello y orejas del chico, mientras lo sujetaba de los hombros para profundizar la penetración provocando suspiros de éste lo que indicaba a las claras el inmenso placer que estaba disfrutando.
Un ¡Ohhhh! Con una fuerte grosería que recordaba a la madre de alguien fue el anuncio de lo que venía, Byron aceleró el ritmo de la clavada, murmuraba cosas inentendibles y finalmente lanzo un fuerte grito y empezó a temblar y a disminuir su ritmo, pero el sonido de la penetración cambio, sintiéndose la humedad al estar depositando su joven semen en aquel aún más joven agujero, el cual daba la impresión de ser lanzado en oleadas que poco a poco disminuyeron hasta terminar en un suspiro final.
Yo ante dicha visión simplemente me deje llevar y lance los chorros de esperma dentro de Andrés quien los recibió gozoso entre gemidos y sonrisas de aceptación.
Byron por su parte desocupó el ano de Esteban y se acostó a su lado acariciándolo con ternura diciéndole que era lo máximo y que todo estuvo muy rico, el niño asentía con una tierna sonrisa.
Andrés no les dejo mucho tiempo solos y se acomodó entremedio de las piernas para ingresar en aquel hoyito aun escurriendo la semilla recién implantada y sin mayor espera clavó su miembro en un solo golpe, ante los ojos curiosos y sorprendidos de Byron y empezó en su labor de segundo violador que fue de corta duración que la calentura ya era máxima con lo antes vivido por lo que su eyaculación fue rápida pero no por ello menos placentera y abundante, para todos, los que participaban y los que observábamos.
Nos quedamos recostados, recuperándonos y comentando con Byron sobre la experiencia, que nunca imaginó y de la cual estaba muy satisfecho.
En lo personal le manifesté algo similar, mi sorpresa por su forma de ser, que muchas veces nos dejamos llevar por estereotipos y no somos justos con las personas.
Procedimos a vestirnos, obviamente después de la ducha de rigor, que siempre quedamos con muestras en el cuerpo de los “rounds” vividos.
Mientras pedí alguna comida de delivery la que compartimos en un grato ambiente.
Le ofrecí a Byron a ir a dejarle a su casa a lo que no aceptó aduciendo es muy lejos prácticamente al otro extremo de la ciudad, le insistí que no era problema, pero aún se negó, posiblemente no quería conociéramos el sitio donde vive por lo que no repeti la oferta.
Le pedí que si quería me dejara su número de celular por si le interesaba venir otro día, que aún le quedaban vacaciones a Esteban a lo que aceptó encantado, y más aún pregunto si podía traer a su broder (brother) y aclaró se refería a su hermano chico/grande.
Chico pues tiene un año menos que él.
O sea 15, pero grande porque es más alto y de mayor físico (lo que mi mente morbosa me planteó que tanto más grande si este chico ya tiene el pene grande? Wow)
Le respondí que le estaríamos avisando.
Bajé solo con él al estacionamiento para dejarlo en algún sitio para tomar transporte público, lo que se dio sin problemas y nos despedimos con un “hasta pronto, gracias por todo”.
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