1,2,3… ¿CUÁNTOS ME USARON DE NIÑO? 3
Tras un breve periodo de cierta tranquilidad aparece mi tío..
En el capítulo anterior comenté como Homar y su amigo disfrutaron durante meses de sexo gratis. Parte de julio, agosto, septiembre y octubre fueron meses bastante ocupados para mí. Los encuentros se sucedían y ellos los aprovechaban para obtener su placer y procurarme el mío. Noviembre y casi todo diciembre fueron meses de cierto descanso. Solamente tuve 2 ó 3 encuentros con Homar. De repente él y su amigo desaparecieron de mi vida.
Las sesiones de sexo a las que me habían sometido me marcaron de tal manera que empecé a notar su ausencia. Afortunadamente, pensé, llegó mi tío.
Era un hombre aventurero, podríamos decir, era un hombre de mundo o como mínimo muy viajado. Corrían los años 6O y llegó con su apariencia, diferente a los hombres que vivían en el pueblo. Lucía el cabello algo canoso, bastante largo, hasta los hombros y la barba casi igual de larga. Estaba bastante alto y su delgadez le hacía parecer todavía más alto.
Yendo al grano. Le sorprendí tumbado en su cama, completamente desnudo, con los ojos cerrados. La horizontalidad de su cuerpo se veía interrumpida por un enorme mástil que se empeñaba en frotar con su mano. Ví como sudaba, sus piernas que se estremecían mientras se masturbaba. Me quedé embelesado, recordé a Homar, a su amigo y también al monitor que me había iniciado. Su polla fue un imán y me fui acercando. No sé cuando se dio cuenta de mi presencia. Yo supe que se había dado cuenta cuando alargó su brazo y me acercó más hacia él. Subió la mano hasta mi cabeza y empujando hacia abajo me dejó claro lo que me propuso. Me amorré y empecé a chupar como pude la inmensidad de su polla. Debí hacerlo bien porque empezó a jadear bajito. Controlaba la velocidad de la mamada con su mano. Por más que lo intenté no pude engullirla por completo, ni mucho menos. Chupé, succioné, babeé sin descanso, pero mi boca infantil con experiencia se cansó y volví a quedarme embobado mientras volvió a masturbarse al tiempo que con su otra mano encontró mi ojete. Fue la primera vez que vi como la leche se le derramaba desde la punta hasta crear un charco en su ombligo.
-Gracias sobrinito. Anda sal y ponte a jugar.
Estuvo desaparecido unos días y regresó el 1 de enero para pasarse el día dormido. Unos días más tarde me llevó a un bosquecillo que había cerca del pueblo. Me sorprendió cuando me dijo que oliera fuerte de un frasco pequeño. Más me sorprendió el efecto que causó en mí. Se me aceleró el corazón, empecé a sudar y parecía que me ahogaba menos al chupar.
-Aspira fuerte , otra vez más, dale aspira fuerte, un poco más.
Lo siguiente que recuerdo es que estaba empotrado literalmente. Qué placer! sentir toda aquella carne dentro. Metía y sacaba y yo no podía dejar de gemir. Era imposible guardar silencio.
Saben, el efecto del frasquito no es eterno, pero sí su follada. No acababa nunca. Acabé en el suelo con él sobre. Con sus brazos incados a cada lado de mi cuerpo me tenía inmovilizado, solía hacerlo cuando yo ya desesperado le pedía que parase.
Fue curioso que sintiera al revés que con Homar. Primero un placer enorme para acabar deseando que terminara por favor.
Mi tío era tardón. Durante los 3 años que convivimos intenté chuparsela el máximo tiempo posible para que se corriera antes de notar como mi ojete maltratado pedía una tregua. A veces me dejaba descansar un poco, pero era alargar la agonía.
Quizás exagere con mi tío, pero es lo que viví, como lo sentí. No se crean que me sintiera obligado a dejarme follar por él, simplemente que una vez que me la metía tenía que terminar dentro. Me tenía sujeto entre sus brazos pero disminuía el ritmo y lo hacía más despacito, me animaba a aguantar y siempre me decía que era el mejor.
Ya anciano, mi tío me confesó que en realidad a él siempre le gustaron las mujeres, pero estaba acostumbrado a aprovechar las oportunidades que le ofrecía la vida. Yo fui una de esos chollos que no se pueden dejar pasar. Nunca sintió remordimientos porque ya estaba bien estrenado. Se dió cuenta cuando me tocó el ojete durante aquella primera mamada.
como sigue