13, 15 y el invitado.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un día de verano, caluroso, muy caluroso. Los rayos del sol bañaban mi piel, ya tostada por los días de piscina y de playa mediterránea. Cuando estaba en Salamanca, mi primo Xabi tenía pensado venir aquí a pasar unos días en la casa familiar, conmigo y con mis padres.
Sabiendo que mis padres estarían fuera casi toda la semana, Xabi y yo tendríamos tiempo para todo. El día que llegó, nos dimos dos besos, tranquilamente, ya que ni mis padres ni mis tíos, ni mi prima pequeña tenían idea alguna de lo que pasó entre nosotros cuando yo estuve en su casa de la playa.
Pero bueno, lleguemos a lo que realmente nos concierne. Este chiquito era rubio, con melena a lo Justin Bieber que me encantaba, de ojos verdes como la aceituna, mediría 1,50 o así, más o menos, delgado pero marcado ya que jugaba a fútbol, con dos nalgas redonditas y que podían caber en dos manos, suaves como la lana, con ningún pelo en el cuerpo. Su piel era blanca, como la nieve, pero suave como una gota de agua, amaba sus pecas de la carita de ángel que poseía. Extrovertido, caliente, a tanto, que se masturbaba en la playa, tumbado boca abajo, con el culo en pompa mientras nadie le miraba. Lo hacía a escondidas, lo sé porque yo le veía esconderse en un recobeco que ambos conocíamos y donde, a veces, solíamos llevar a cabo nuestros escarceos sexuales.
Yo, era de 1,70 por aquél entonces. Pelo corto y castaño, tirando a rubio, ojos marrones, cuerpo definido por el tenis y por el gimnasio, piel casi marrón tostada por el sol, cuando de normal solía ser un poco más blanco. Dos nalgas definidas y duras por las sentadillas y por correr. Extrovertido también, muy caliente (empecé a los 8 años a tener sexo, tanto conmigo mismo como con mis amigos). Alguna vez estando en la playa solo he sido penetrado por un maduro de 40 años y el tener sexo con el era una delicia, pero ahora mis miras estaban en mi primito.
Mi mejor amigo Edu medía 1,64. Pelo rapado, negro, ojos azules. Él era mucho más delgado, tse le notaban un poco los huesos. Era el mayor de los 3. Tenía 17. Era un poco más frío, pero igualmente, cuando él y yo estábamos en la cama, me hacía suyo de una manera que nadie había hecho antes. Follaba muy bien, sabía cómo hacerme llegar al orgasmo con su lengua y su mano a la vez.
En cuanto la situación, bueno, mi casa tiene una piscina privada, y podíamos bañarnos como nos diese la gana. Claro, al marcharse todos y quedarnos los dos solos, lo primero que hicimos fue darnos un beso apasionado, con un baile de lenguas que envidiaba a cualquier ritual de apareamiento, parecía que nos follábamos solo con los besos. Decidimos darnos un baño, y claro, como las erecciones era notablemente considerables, mi niño y yo comenzamos a tocarnos. Le senté en el borde de la piscina, con las piernas abiertas, y fui a dentro de la casa a coger el líquido lubricador que había comprado para la ocasión.
Mientras le daba un beso, mi mano comenzó a jugar con ese pequeño pene en erección, sin pelos más que 4 contados, precioso, suave como su pelo, y podía notar cómo su respiración aceleraba. Mi boca comenzó a besarle el cuello, el pecho, la tripa, y finalmente, el pene. Comencé a hacerle una mamada muy muy muy despacio, yo con medio cuerpo dentro del agua, y el completamente fuera de ella. Bajaba su prepucio, le lamía el glande, le miraba a los ojos mientras le pasaba la lengua de arriba abajo. Su cara estaba con los ojos cerrados, boca abierta, suspirando y pidiéndome mucho más aún. Sus manos se dirigían a mi mandíbula y a mi pelo. Me lo agarraba, me lo retorcía, le daban espasmos… Le metí un dedito dentro de su travieso culo mientras se la chupaba, casi llega al cielo.
Justo en ese instante yo comencé a besarle los pequeños testículos, me los metía en la boca, jugaba con ellos, y bajé a su anito, rosadito, mientras yo le masturbaba el pene con mucha lentitud y gusto, para que la situación se prolongase. Mi erección era tremendamente grande, me iba a explotar el glande en cuanto me introdujese en el. Le lamía el ano, pasaba por su perineo y acababa introduciéndome su pene en la boca, una vez, y volvía a bajar. Xabi estaba en la gloria.
En eso llaman al timbre. Fui a abrir, y mi mejor amigo apareció, no obstante se dió cuenta de mi erección, y me dijo que si Xabi estaba conmigo. Obviamente le dije que estábamos en la piscina. Yo fui para allá en lo que mi amigo se desnudaba. Mi primo se masturbaba para no perder la erección. Yo me puse de rodillas, frente a su cara, y comenzó a hacerme una mamada, o fue la mejor, pero si la que más placer me dio, por cuestión de calentura. Me encantaba cómo podía metérsela entera en la boca. Me encantaba cómo me pajeaba a la vez que hacía circulitos con su lengua en mi glande.
Edu llegó, yo comencé a chupársela, como hice con Xabi pero sin llegar a meterle el dedo dentro de él. Le lamía su culo también, pero no le metí nada. Como los tres no teníamos pelo alguno en el cuerpo (menos yo, que me dejé un triángulo pequeño de pelo en el pubis, poque me encanta hacerme cosas así), todo era muchísimo más cómodo.
Llegó el momento en el que yo penetré a mi primo. Cogí un poco de lubricante, y mientras Edu le lamía todo el pene, y los huevos, y Xabi hacía lo propio con él en una posición de 69, yo le metí mi pene a Xabi. Comenzó un mete-saca bastante apasionado y pausado, cuando comencé a aumentar el ritmo. Mi primito gemía descontroladamente (menos mal que de mi casa no hay nada de civilización cerca) y Edu decidió penetrarme a mi. Yo me puse a 4 patas, me lamió el ano, y con un poco de lubricante me la metió, primero despacio, después aumentando el ritmo, y ya más rápido hasta que estuve a nada de correrme…
Decidimos probar la posición de la amazona. Yo me puse boca arriba, piernas pegadas hacia mi pecho. Xabi encima de mi pene, yo penetrándole a el, y Edu penetrándome a mi. Xabi comienza a botar encima de mi pene, y mi mejor amigo comienza a mover sus caderas. No se besaron, pero sí es verdad que mi primo pegó su frente al pecho de Edu. Como diez minutos más tarde, Edu se corre dentro de mí. Lo cual aprovecho para que mi primo cambie de postura.
Se puso de pie, yo tras el comencé a penetrarle y a masturbarle, duró muy poco, porque cuando me dijo que se iba a correr ya, Edu se puso a mamarle el pene y yo a hacerle un anilingus. Mi primo a cuatro patas comenzó a agarrarme la cabeza, y mi mejor amigo y yo decidimos hacerle una mamada a dos bocas, de tal manera que se corrió en las dos bocas a la vez. Me encantaba el sabor de su semen.
Ahora era yo quien tenía que llegar al orgasmo. Decidí hacerlo dentro de Edu mientras yo le chupaba el resto que quedaba de semen a mi primito favorito. Cuando me corrí, ambos comenzaron a chupármela y Xabi subió para besarme mientras mi mejor amigo nos chupaba lo que quedaba de semen en nuestros glandes.
Para cuando nos dimos cuenta, el agua de nuestros cuerpos se había evaporado, nos metimos al agua de nuevo, y como una hora después de jugar los tres desnudos y seguir con las caricias indebidas, decidimos ir a ver una peli, pero mi primo, por el éxtasis se quedó dormido, entonces Edu y yo subimos a mi habitación y…
Continuará.
Espero que les haya gustado
comos igue por favor