14 años y mi 1ra experiencia gay sin ser gay

Es un relato ficticio de un chico de 14 años que se encontró con un sujeto del triple de su peso, en una situación de sometimiento en las duchas del gimansio que no pudo manejar..
Tengo 14 años. Me llamo Adán y siempre me gusto el deporte. Nunca fui un talentoso, pero a base de esfuerzo y constancia conseguí habilidad en las distintas disciplinas. De niño hice fútbol, hice baloncesto, luego me gustó el boxeo y bla bla bla… nunca fui del todo bueno en ninguno, pero malo en ninguno tampoco era. Como mi mama me quería fuera de casa, sobretodo cuando teníamos visita de algún vecino, familiar o cliente suyo (ella era psicóloga y atendía en casa sospechosamente) entonces yo aprovechaba y me iba al GYM que me había hecho ya conocido de varios otros socios del gimnasio.

El entrenador, buena onda, muy amable y servicial. Eran varios preparadores, pero siempre me cruzaba al mismo, porque siempre iba en el mismo horario de la tarde. Así que iba hacia mis rutinas, me reía con algunos, hablaba de fútbol de como iba BLABLA F.C., o BLEBLE Jrs, o C.A.BLUBLU… en fin.

Pero llegando a lo importante en cuestión, desde los 6 años miraba porno. Siempre me gusto que me toquen, no importaba si eran niñas, niños o adultos. Quería que me toquen en todo momento: Más llegando a la pubertad, las hormonas las tenia a tope y las erecciones llegaban en todo momento. Me masturbaba seguido para bajarla… pero al rato ya estaba palote de nuevo. Miraba todo tipo de porno, hétero, hentai, transexual, gay, zoo, incluso me calentaba viendo vídeos de animales con mismos animales y me daba una pajita. Ya había estado con una chica, ya había sido mi primera vez pero esa tarde algo pasó, que no estaba en los planes del día.

Llego el, miércoles, como todo miércoles, cliente toca puerta, Adán (yo en 3ra persona) abre la puerta, invita a pasar y me largo al GYM. Hice mi rutina, y encontré a un ya amigo del lugar, que coincidíamos seguido. Nos reíamos haciendo aparatos, nos competíamos a ver quien hacia mas repeticiones, quien aguantaba mas peso y obvio yo siempre perdía, ya que el era el doble de mi edad. Yo ganaba en aeróbicos pero en fuerza le perdí siempre. Y ya cansados, terminamos la competencia, tomé algo de agua y me fui, primero a orinar y luego, a las duchas. Y ahí pasó lo interesante:

(Ahora si a lo importante)

Al principio me bañaba con calzoncillo puesto, pero al ver que los adultos no lo hacían, yo para sentirme igual, deje de usarlo.Llegué al baño y al parecer una de las 2 duchas estaba averiada y los hombres pasaban de a dos para ahorrar el agua. Mi amigo, llegó justo detrás mio y yo pensé que iba a pasar con él, pero no fue así. Él, al ver la situación, decidido irse y pasé solo… pero no estuve solo por mucho tiempo. A los minutos se metió conmigo un hombre enorme, muy musculoso, tatuado, barbudo, pelado. Tenia unos ojos que intimidaban porque eran negros, bien oscuros. Lo miraba y tenia miedo, empecé a temblar y no sé porque, a mi verga le pareció buena idea erguirse en ese momento. Él me miró, me la miró y empezó a reírse. Puso su mano en mi cabeza, y sentí como si 100 kilos hicieron presión hacia abajo. No sabia que hacer, mi cuerpo no respondía. Estaba arrodillado, a la altura de su verga OH POR DIOS, ES ENORME me dije. Esa cosa mide +20 cm y es super gorda. No sé cuanto tiempo pasó, el agua salpicándome en los ojos y yo sin poder quitarle la mirada de encima ni para pestañear. Era negra y se estaba parando. Se me llenó la boca de saliva y me llegó una bofetada por la izquierda acompañada de una órden “Abrí la boca” Y yo no abrí la boca porque me lo ordenó, la boca se me cayó, el maxilar inferior se me cayó y el aprovechó ese momento para meterme la verga adentro. Yo no era gay, no se si al día de hoy soy gay o bi o que se yo, pero en ese momento tenia una verga enooorme en mi boca, y yo la estaba chupando. Mi lengua estaba sintiendo el sabor a carne de verga de un tipo de mas de 120kg de masa muscular, enorme, gordo, pelado, negro y tatuado. Su verga no paraba de entrar y salir por mi boca. El tenia sus dos manos en mi cara, aunque hubiese querido, no podía hacer nada contra él. “Saca la lengua” me ordenaba, y me la metía tan adentro que me daba arcadas. Yo lo mire, aun con su verga dentro de mi boca y el me sonreía con enorme satisfacción y aprobando lo que yo estaba haciendo.

Increíblemente no entró nadie mas a las duchas. Parece ser que Dios dijo, que esa tarde iba a transcurrir de ese modo. El Macho que, homosexualmente, me estaba ultrajando  quito su verga de mi boca, se agachó y empezó a besarme, metiendo ahora su lengua en mi boca. Me tomó por los brazos y me dió la vuelta como si fuera un muñeco, ahora estebamos en un 69 pero yo de cabeza al piso Y el también me chupaba mi verga, que no se comparaba en nada, a la de ese hombre que ni su nombre conocía. Estuvimos así un rato, tenia tanta fuerza que no le fui ni un esfuerzo para agarrarme con una sola mano. Con su mano, ahora libre, tomo el jabón, lo dejo en su lugar, y en la misma posición en la que estaba yo cabeza abajo, mamando su verga y el la mía, con su mano libre y enjabonada empezó a sobarme el culo. Y deslizando un dedo sobre mi raya, luego de juguetear un poco, metió la punta de uno de sus dedos. Al hacer eso, del dolorcito le mordí el pene y solo se rió. Me tomó la cabeza con su enorme mano libre, siempre en la misma posición, y me empujo la cabeza como cinco veces para que su verga entre en mi garganta, aunque me rompiese las cuerdas vocales que ni se si desde ahí me las puede romper, pero yo lo sentía posible.

Volvió su mano hacia mi hoyo y siguió metiendo un dedo ayudado por el jabón y el agua que caía, cuando creyó que era el momento me dio la vuelta como si fuera un simple muñeco y colocó su enorme verga negra en la entrada de mi culo. Yo sabia lo que iba a pasar, pero estaba tan anonadado de los 10 o 40 minutos que estábamos ahí, no se cuanto fue, que mi cerebro no respondía ante tal situación. Y antes de que mi cerebro sepa que debía de hacer algo, ya tenia su verga adentro de mi culo. OH DIOS MIO QUE DOLOR!!! Esto no puede ser real, no puede estar pasando.

Primero fue su verga en mi boca, luego, un dedo de su mano, que si la vieran, era de un grosor impactante y ahora la super muy gran vergota en mi culo, que jamas había recibido nada. Me rompió varios tejidos, creo que sentí romperse algunos de ellos. Me dolía tanto el culo en cada embestida que me daba, no se si entraba toda, no creo, peor lo sentía tan adentro que seguro que si. Entraba cada centímetro, y yo gemía, de dolor tal vez, sollozaba y creo que a el le gustaba que yo hiciera eso. Estaba tomado por la cintura por ambas manos y sentía su pelvis acercarse mas y mas, mientras centímetro a centímetro de carne de verga entraba por mi culo. Sentía como mi culo reaccionaba a las venas de este señor. Como el relieve de las venas entraban en mi culo y luego salían para volver a entrar. Estuvimos así, harto rato hasta que sentí las palpitaciones de cuando uno acaba. Como se agrandaba para dar lugar al semen que empezó a salir por la punta de su verga a 20 centímetros de profundidad de mi culo. Allá adentro estaba recibiendo los chorros de semen que el forzudo éste me estaba descargando. Mientras el gemía de placer, yo por mi parte, sentía como parte de mi alma me abandonaba, como los ojos se me iban para atrás, y como Sentía que también perdía parte del conocimiento. Quizás se me estaba bajando la presión. Pero eso no fue suficiente para el forzudote ese. Cuando terminó, que su verga ya termino de descargar todo lo que tenia para descargar y ya se estaba haciendo mas chica… para terminar esa escena en la que no sentí que fui violado, es que no quería que se detuviese, o no se ni lo que quería ya. Creo que me volví loco por un rato, me volví loco por ese rato, con esa verga utilizándome a su antojo.

Para terminar, lo que hizo el gordo forzudo: aun tomándome por la cintura, me levantó elevándome por encima suyo y poniendo mi culo sobre si mismo para que los chorros de leche que empezaron a caer desde dentro de mi culo, el los pueda a recibir con la boca bien abierta y la lengua afuera… y cuando ya no cayó más nada, apretó su cara contra mi culo, ahora metiendo tambien su lengua, tratando de llegar a donde la leche haya quedado guardada y beber todo lo mas posible. Me dejo nuevamente en el piso (volví a tocar el piso, después de no se cuanto tiempo) y mis piernas flaquearon y me derrumbé.

El tipo, me miró, sonrió otra vez con la misma sonrisa de poseer el control y me dijo “ha ha, debilucho”. Abrió la cortina, la cerró y se fué.

Yo me quedé unos minutos más hasta que el cerebro decidió volver a tomar el control del cuerpo. Ya volviendo en mí, me toqué el ano que ¡Dios santo como duele!

Se abre la cortina nuevamente y veo a un rubio alto y flaco que me dice con cara de aputado…

“¿TERMINASTE?”

FIN

ByADAN

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