2 + 2= placer asegurado
Luka, Alex y una tarde de disfrute.
Luka y Alex habían vuelto de sus vacaciones en la playa y casi no habíamos salido de la casa en la última semana. Mis hijos llegaron desesperados de sexo después de dos semanas sin vernos y nos dedicamos a disfrutarnos como bien sabíamos hacerlo.
Alex aprovechaba cada ocasión para seguir dilatando su culito y el plug anal más grande que tenía se instalo en su ano y solo lo sacaba cuando iba al baño. Lo había cogido con el y con mis dedos y sus pequeños orgasmos lo dejaban desmayado hasta que volvía por más.
Luka dormía casi todas las noches en mi cama, con mi verga instalada en su hoyito para darle el mejor de los despertares. Luego lo dejaba durmiendo y empezaba con mi rutina, cuando lograba salir de la cama lo primero que hacía era buscarme donde estuviera para prenderse a mi verga y tomar su primer lechita del día.
Pero hoy…hoy volvía Victor de un viaje de negocios. Me había aguantado los dos últimos días y solo gozamos una o dos veces con Luka y Alex solo lo dejaba mamarme.
Me había vuelto gay? No lo creo pero verlo cruzar el jardín que separaba las dos casas hacía que mi verga se empinara y mojara mis boxer. Desde esa primera vez los encuentros se fueron sucediendo, sin planteos, cuando podíamos.
Pasivo o activo, no importaba. Lo real era sentir esa pija caliente y dura en mi culo o dejar que me cabalgara hasta acabar. Hoy, con Luka y Alex en casa, íbamos a dar otra vuelta de rosca a esta historia.
Caía la tarde cuando nos lanzamos todos a la pileta, desnudos porque a esta altura la ropa solo nos estorbaba. Luka y Alex jugaban en la parte menos profunda mientras Víctor y yo los observábamos. De tanto en tanto uno o dos dedos de Víctor se perdían en mi esfinter y yo le devolvía la atención haciendo lo mismo o apretando su verga.
Mis bebés se acercaron queriendo jugar al trampolín así que se trepaban sobre nuestros hombros y de cabeza al agua, yo aprovechaba para meter mi mano entre las nalguitas de Alex. Su anito había aguantado desde la noche anterior un plug que me había ocupado de lubricar muy bien con mi leche.
Luka parecía una pequeña putita en celos rozando su culito contra nuestros bultos hasta que se centro en Victor, con caricias y roces se fueron dejando llevar. Los casi 20cm de verga de Víctor se mantenían firmes mientras empezaba el juego con mi chiquito.
Lo había sentado en el borde de la pileta y poniéndose entre sus piernitas le chupaba la pequeña verga, Luka sostenía su cabeza mientras Victor pasaba su lengua desde el fondo de su ano hasta la puntita de la verga, cuando ya la tuvo bien durita lo recostó sobre la loza y abriendo sus rodillas dejo a la vista su anito rosado un poco abierto porque si bien no lo había cogido si había dormido con mi verga adentro como ya estaba acostumbrado.
Mi amigo turnaba sus dedos y su lengua mientras entre gemidos se follaba el culo de mi niño. Alex había enredado sus piernas en mi cintura y bajando su cabecita se dedicaba a chupar mi verga que ya brillaba de líquido preseminal.
Me senté sobre las escalinatas y con él sobre mis piernas lo dejé que siguiera mientras veía a Víctor que caminaba hacía nosotros con Luka de frente y ya ensartado en su pija. Mientras se movía el vaivén hacía que la verga entrará y saliera de ese culito que tanto gozaba.
Alex se dio vuelta para poder chupar mejor mi verga por lo que dejo sus nalguitas frente a mí cara. Sin pensarlo dos veces hundí mi nariz y mi boca ahí adentro para darle una probadita a su huequito. Victor puso la verguita de Luka frente mío y pasaba del culito de Alex a mamar la pijita de Luka, mis hijos no podían quejarse.
Salimos de la pileta y nos recostamos en las reposeras, hicimos intercambio de bebés y Luka sin preguntar hundió mi verga en su culo, le encantaba montarme y cogerse el misml hasta que acababa. A pesar de estar dilatado me apretaba como el primer día, los músculos de su esfinter eran anillos que se iban cerrando sobre mi pija y si apoyaba mi mano sobre su pelvis podía sentir su forma a través de su piel.
Victor tenía a Alexito en 4 sobre su abdomen y mientras mi peque se atragantaba chupando esa verga él con 2 dedos seguía trabajando su culito. El 69 que más me calentaba, mi hijito con una verga morcillona en su boca mientras el dueño de la tranca le cogia la colita con sus dedos y su lengua.
Creo que este bebé precioso hasta la mitad aguanta- me dijo mientras hundía los 2 dedos hasta el fondo.- Hoy tendrías que probar.
Hicimos cambio de nuevo y poniéndome de pie acomodé a Alex sobre la reposera, su huequito brillaba de saliva y dejé caer un poco más de lubricante. Apoyé mi mano en su espalda para que no se moviera y de a poco fui violando su culito no con un plug o un dedo si no con la verga que lo había engendrado.
Victor sentado sobre el borde de su asiento y con Luka en cuatro sobre el piso se aseguraba de que mi hijo viera la primera cogida formal de su hermanito mientras le enterraba su propia verga hasta el fondo. Lo había agarrado de las caderas y lo guiaba mientras Luka con su vaivén se taladraba el culito.
Alex agachaba su cabecita y mientras pujaba como le había enseñado apuntaba más sus nalgas hacía arriba, los suspiros y gemidos de placer hablaban de disfrute mientras yo seguía de a poco entrando en él. Al primer quejido frene y pude ver que casi 16 cm estaban dentro de ese hueco que tan bien me había ocupado de preparar. Faltaba un poco hasta el tronco pero ya nos ocupariamos más adelante.
Fui saliendo despacio y volvía a entrar de la misma forma, Victor me imitaba y mis hijos solo gemían. Salía casi hasta la punta de la verga y de nuevo volvía a entrar, mi cuerpo se calentaba cada vez más pero quería aguantar.
La escena era morbosa.
Un niñito de casi 4 años ensartado por el miembro de donde salió y al lado, sobre el piso, su hermano de 8 siendo cogido por la misma verga que de tanto en tanto se folla a su padre.
Con ese pensamiento en mi cabeza miré a Victor y como si entendiera lo que yo mismo veía fuimos acelerando las cogidas, mis hijos se quejaban y gemían.
Ay, si papá si así cogeme papito si si ahhh papá- la noche nos cubría mientras los cuatro gozabamos- Alex no voy a dejar de coger nunca este culito decía yo mientras sin darme cuenta hundí los últimos centímetros en su ano
Ya no me importo que le doliera ni siquiera cuando escuche su grito y su manito tratando de sacarme, acelere mi vaivén hasta que sentí mi semen volcarse dentro de su intestino. Victor con un grito hizo lo mismo en el culo de Lukita mientras este apretando su pijita también acababa.
Nos acomodamos de vuelta sobre la reposera, los dos con nuestros muñequitos aún ensartados. Alex se la había sacado hasta la mitad y se iba adormeciendo, Luka un poco más vicioso con las piernas que caían al costado de Victor mamaba las tetillas de su nuevo amante.
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