22 dias
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Mariano99.
Jamás imagine vivir algo así y, para mi feliz memoria, todo comenzó el primer día del 2014. Venía disgustado con los amigos íntimos, amores y casi la vida misma a finales del 2013. Soy una persona de mas de 40 años, que desde los 25 comencé a vivir mi historia gay, pero desde el closet…como dicen ahora. No me casé, vivo solo, cumplo funciones públicas muy conocidas en mi ciudad patagónica, y eso me obliga a permanecer en el anonimato pues mi rol es siempre estimado dados los buenos resultados obtenidos, tanto por los muchos amigos que comparten mi trabajo como por la misma comunidad.
Cerca de la navidad, encontré una página de avisos para encuentros sexuales de mi propia ciudad. No lo podía creer…pues nunca se nos daba. Puse así::: CUARENTON PASIVO, BUSCA ACTIVO…me describí un poco, y lo que mejor acerté es poner un numero de celular que uso poco.
Mientras desconfiaba de estos contactos, fue una gran sorpresa ver que todos los días tenía mensajes para saber que ofrecía, si tenía lugar, que si la chupaba, etc. Así, por día no menos de dos mensajes, fui concretando un encuentro tras otro. Algunos quedaban en el amague, otros eran “urgentes”, y hasta a veces salían más de un encuentro por día y una vez formamos un trío. En total, desde el primer día del año al día 22 de enero…creo haber vivido lo INOLVIDABLE…con mas de 26 encuentros pasionales. A casi ninguno conocía, pues los más osados eran jóvenes que habían venido hace poco al sur a probar suerte… “Hola Mariano…te escribo por el aviso…” así empezaba todo.
Tuve pijas de todos los tamaños, unos 20 me penetraron. A todos se las chupé y varios acabaron en mi boca. Limpios, sudados, lampiños, peludos, besadores, toqueteros…todos pasaron por mi camioneta tipo “utilitaria”, comodísima para estos fines, salvo una vez que me cogieron en la cabina de un camión. A ninguno llevé a mi casa, pues les decía que vivía con mis padres.
La mayoría tenían entre 20 y 35 años. Puedo contar una por una, pero les sintetizo lo que sucedía en general.
Subían a la camioneta, preguntaban si íbamos a un telo…y yo les decía, para qué, si acá vamos a estar cómodos. Y tenía tres lugares en vista: la costanera (sector no iluminado), al costado de una ruta, por un camino alternativo, o una chacra poco controlada de los alrededores. Por lo general siempre después de las 23 horas, pues aca en la Patagonia la luz del día se va a esa hora.
Estacionaba y me empezaba a sacar toda la ropa. Mi acompañante hacía lo mismo en su asiento individual. Comenzábamos con caricias, tocando la tetillas, pasándole la mano por su pecho, su cara, buscando el primer beso. Casi todos se prendían. Nuestras lenguas jugando a cambiar saliva, y las manos dando aviso de lo bien que la íbamos a pasar. Mi boca, mi principal arma, empieza a bajar, a rozar con delicadeza su cuerpo, hasta llegar a esa pija semidormida que saboreaba con mi lengua, cubría con mis labios y jugaba hasta hacerla despertar y poder poner la lengua en la punta y abrirle su salida. Me la metía en la boca todo lo que podía, como absorbiendo toda la pija. De repente soltaba como un respingo vibrante de la buena chupada recibida. Pará…pará me decía, o sino ahí mismo recibía su leche, que luego escupía (ninguno se enojó) y seguía, poniendo yo una rodilla en cada asiento individual, entregando mi pompa rica para que me chupe el culo. Buscaba un condón, me ponía crema en el ano y el bombeo iba creciendo mientras le apretaba la pija. Alrededor, solo la noche, sus lunas y las estrellas.
De fondo una radio sintonizada con música ochentosa, y sentir sus gemidos y chapoteos entre sus bolas y mis nalgas. Yo le pedía que disfrute, que no se apure, y así permanecía por mas tiempo enculado. En bolas, tranquilos, con la mirada en la nada (la noche tiene mucho de eso) y gozando hasta pegar ese aullido macho de que te acabé bien cogido…Yo en la gloria… Nos limpiamos con papel servilleta, nos vestimos y salimos para llevarlo nuevamente cerca de su casa.
Lo interesante de esto, es que jamás me propuse vivir algo así. Salió, se dio. Y no sabía cuando iba a parar…Hoy, en mi primer día de “descanso” escribo esto, porque no creo que se vuelva a dar, y es mi deseo de que muchos de los que leen lo puedan experimentar.
Gracias por los comentarios.
Saludos y buen año
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