2da parte El padre de mi amigo Nick
Quise continuar con mi historia, aunque debo contar lo sucedido con otro gran hombre del que pude disfrutar..
Después de perder mi virginidad anal con el padre de mi mejor amigo Nick, los días fueron lentos y al caminar me dolía mucho, pero no me molestaba para nada. Después de eso empecé a ver a los hombres adultos diferente, ya no veía a mis vecinos como cualquier hombre lavando sus autos o podando el jardín, empezaba a imaginar su cuerpo, su entrepierna y me hacía una idea de sus facultades en la cama, si acaso eran rudos o amorosos. La obra había concluido, y para mí suerte parece que mi disfraz de niña rubia convenció a todos, porque no parecieron saber quién era.
Una tarde empecé a husmear en la habitación de mis papás, y encontré el teléfono de mi padre, lo había olvidado en casa al parecer. En un principio estuve aburrido jugando con él, buscando su historial de internet, pero sus búsquedas eran de temas serios y complejos. Pero cuando ya estaba por botarlo, llegó un mensaje de Oliver, su amigo de años. Pocas veces lo ví, pero recordaba que era un sujeto alto de cabello rubio brillante y de piel un poco roja al ser de piel pálida y se exponía constantemente al sol. También tenía ojos azules. Contesté como si fuera mi padre, nada personal que me delatara, de cualquier manera solo sería castigado por un par de días. Me tomó una hora escribir cosas como si fuera un adulto. Habían planeado ir a pescar o a cazar en las próximas semanas, pues ya hacía mucho que no se veían en un ambiente relajado. Pero entonces él empezó a tocar el tema del sexo, lo cual me dió la iniciativa para terminar con mi juego, pero no pude evitar imaginarme la enorme verga que debía tener, Oliver era muy alto si lo recuerdo bien, un poco más de dos metros, y se dedicaba a enseñar Karate en la academia local. Me puse ansioso, con mi verga creciendo mientras contestaba su mensaje que decía:
-Debemos invitar a una nena, mi chica ya está con la excusa de las migrañas.
-que nena estaría bien?
Me preocupaba que esto fuera demasiado.
-no me juzgues pero hace un tiempo tengo ganas de sentirme como un chaval.
No entendí a qué se refería, luego llegó otro mensaje, Oliver tenía casi 35 años y seguía saliendo con mujeres para algo de una noche. Leí que fantaseaba con probar una niña, qué había visto una muy linda en una obra escolar. Mi corazón se sacudió y mi rostro estuvo caliente mientras sonreía emocionado, muy halagado. No sé porque, pero sentía que hablaba con un pretendiente.
Todavía fingiendo ser mi padre, le sugerí a Oliver dar el paso, pero claro que no se atrevía, hablaba de una fantasía nada más. Me levanté y fui por la peluca, un vestido rosa y un lápiz labial rojo, y veinte minutos después ya tenía varias fotos de esa niña rubia, temblaba mucho mientras decidía si hacerlo o no, mis dientes hacían ese ruido molesto como cuando tengo un frío horrible. Las mandé, y Oliver mandó múltiples mensajes pidiendo una explicación, si mi padre la conocía, si estaba con él, y otras cosas más. Marqué su número y me contestó, preguntó lo mismo con mucho entusiasmo, sin dejarme hablar. Cuando lo hice, Oliver estuvo más confundido, y le expliqué que era yo. Que era un disfraz, y que estuve efectivamente en aquella obra donde me vió. Y colgó.
A lo largo de varios días mandé otros mensajes a su número, desde mi celular, pidiendo disculpas y suplicando por guardar el secreto. Él no contestó, no al principio. Una noche, me llegó un mensaje.
(Porqué me lo dijiste?)
(Quería cumplir tu fantasía) Contesté, cubierto con un cobertor y las luces de mi habitación apagadas.
Cuando se encendió la pantalla, ví una fotografía muy clara, de una verga deliciosa, larga y sin vellos, con la cabeza roja brillando, sus piernas estaban abiertas y aparecía su mano sosteniendo un par de grandes bolas lampiñas. Yo me paré y me vestí de aquella niña, con un calzoncito masculino, y acostada en mi cama. Cuando las vió me mandó otro mensaje.
(Hermosa, quiero follarte, pero no creo que puedas aguantar mi polla)
Le expliqué que podía, y lo quería. Le aseguré que ya había perdido la virginidad y estaba listo para él.
(Cuando puedo verte?)
Yo estaba solo, mi papá venía tarde de un viaje de negocios, diciendo que llegaría en la madrugada, y mi madre seguía en su torno nocturno. Le avisé de eso, pero él vivía un poco lejos, tardaría al menos una hora en su auto y ya era casi media noche, pero yo le insistí y me contestó con una foto casi idéntica a la anterior, pero de la punta salía semen.
(Espero estés diciendo la verdad, hoy te haré mi nena. Espérame un poco)
En el transcurso me estuvo llamando un par de veces, preguntando si seguía estando segura, no me molestó que me tratara como chica por ahora. Veinte minutos antes de llegar me avisó, y yo preparé mi habitación con sábanas limpias y limpié como pude, cuando tocó a la puerta.
(Buenas noches amor)
Me dijo con una sonrisa muy varonil, yo iba con vestido y peluca, descalzo. Lo dejé entrar y le ofrecí una cerveza, nos sentamos en la sala.
(Estás lista?)
Abrió su bragueta, donde su verga se levantó bajo la tela de sus interiores. La acaricié y dió saltos de emoción, poniéndose más dura y larga.
(Vamos arriba) Pedí dejándome abrazar, me besaba las mejillas y el cuello, su respiración ya era de excitación. Me cargó como a su hija, batallando con sus pantalones para no dejarlos caer pues no los abrochó. En la cama estuve abajo, saboreando sus labios mientras con mis manos intenté desnudarlo, era enorme, con un cuerpo definido por ejercicio y práctica. Él me levantó el vestido y apretaba todo, me observaba mientras me quitaba cada prenda hasta dejarme desnudo.
(Eres muy linda, quiero lamer cada parte) Me dijo quitándose la camisa y sus calzoncillos. Nos frotamos de diferentes formas, succionaba mi cuello y yo temblaba, chupaba mis pezones y mis hombros. Llegó un momento donde se puso de rodillas con las piernas separadas, y ahí me esperaba su enorme verga, balanceándose. La agarré y abrí mi boca. Trevor se apropió de mi culito, escupía en él y metía más de un dedo.
(Tienes una voz de princesa) Me dijo con sus largos dedos entrando en mí pequeño agujero, yo me comía gran parte de su polla, lamiendo sus bolas en ocasiones. Así estuvimos, lanzaba escupitajos a mi ano y pasaba su lengua hasta rozar mis genitales, y mordía mis nalgas y daba succiones. Yo estaba en el cielo, Oliver levantaba sus caderas para meter más de su pedazo de verga hasta lastimar mi garganta un poco. Oía que le gustaba.
Nos tiramos juntos, él tras de mi, pasando sus enormes manos rojas por mi cuerpo, su verga se frotaba en mis piernas y mis nalgas.
(Enserio me dejas cogerte? La tengo muy grande para tu culito de nena, vas a llorar)
Me dejé besar la parte trasera del cuello, tomé con mi mano su grueso miembro y lo guié a mi esfinter, levanté mi pierna sobre las suyas y me pegué a él, no parecía querer entrar, tenía razón, era muy grande y yo estaba nervioso.
(Quieres ayuda?) Me dijo en un ronco sonido. Yo acepté, sus manos tomaron mi pequeña cintura y sentí la presión de su fuerza, cedió mi ano y algo más de la mitad se fue dentro. Grité en voz baja, ardía un poco.
(Sientes rico?) Oí, Oliver se animó a tocar mi pene, con su otra mano me empujó más a él, entrando más a cada rato. Yo me agarré de él, de su brazo musculoso y recibí lo último de su verga, al sentir mis nalgas soltó aire caliente a mi cabello.
(Muy rico) Dije más tranquilo, era más dolor que placer pero no quería que terminara. Oliver empezó a retroceder y a regresar despacio, haciendo espacio hasta notar que su verga resbalaba con más facilidad. En un momento me soltó, se bajó de la cama y me pidió agarrarme de sus hombros, mientras él levantó mis piernas con sus brazos y se las arregló para ubicar su verga otra vez en mi ano.
_ aaaa – dije viendo sus ojos azules, había entrado de un solo golpe.
– Es la primera vez que me follo a un chaval- me dijo empezando a levantarme para dejarme caer sobre su falo, me columpió sin control. Por varios minutos me tuvo gimiendo, me abría sin compasión. Hace unos años no había imaginado que el amigo de mi padre me tendría vestido de una nena rubia y perforando mi culito con ese gran pedazo de carne.
Cuando bajó el ritmo me llevó a la cama otra vez, dejándome en la esquina, alzando mis pies agarrando mis tobillos. Me la sacó para verme, seguro mi culito se veía irritado y brillante. Me preguntó cuánto hombre me había metido por ahí antes, y le conté sobre Trent, el papá de mi amigo también era amigo suyo aunque no tan cercano. Me la dejó ir despacio pidiéndome contarle cómo ocurrió, fue difícil hablar con él entrando y saliendo sin prisa.
(Bueno, no lo culpo) Dijo Oliver, pero también dijo que ya tenía que irse, su cadera se movió deprisa y los golpes de nuestros cuerpos podrían oírse hasta la calle. Volví a dejar escapar gemidos cuando sentí su semen llenarme, en varios disparos. Cuando salió noté que estaba un poco agobiado, no sé si era por qué se había follado al hijo de su amigo, o porque era otro hombre. La calentura ya había pasado. Se vistió y se fue sin decir más que;
(No se lo digas a tu papá).
Como sigue?
que maravilla de relato… como sigue?
Como sigue?
Hola, gracias por sus comentarios. Intento hacerme un tiempo para contar la próxima parte, no es fácil escribir lo que sucedió y así puedan disfrutar mi experiencia. Ojalá puedan dejarme sus comentarios, son un buen incentivo para continuar.